► Capítulo 16: Asalto.
1 mes después.
— Lamento mucho si te molestamos en pedirte pruebas de sangre Jungkook, como te había platicado, es complicado mantener algunas porque debemos analizarlas y probarlas para que la medicación sea la adecuada, después pasaríamos a todo lo que tiene que ver con el cambio de tu rango y eso te lo explicaré mejor después.— Sunmi acomodó los lentes sobre el puente de su nariz, escribiendo algunos datos en su computadora y Jungkook asintió moviendo las manos.
— No hay problema noona, estoy feliz mientras el proceso pueda continuar.— Sonrió sincero, regresándole la sonrisa la chica.– ¿En cuánto tiempo podré comenzar la medicación?
— Como son hormonas de alfa, debemos continuar las pruebas, no es tan fácil como un cambio de género, y sin decir que el cambio de género igualmente es complicado.— Exhaló Sunmi, dispuesta a comentar lo principal.– Debemos básicamente crear las hormonas de alfa específicamente para ti y es un proceso lento, pueden ser meses e incluso un año para poder empezar todo como se debe, también con eso viene un poco el problema de los pagos, pero no es nada de qué preocuparse, digamos que lo puede retrasar máximo un mes debido a la falta de dinero, pero a lo que me has platicado, no tienes problema con esto de esperar, ¿cierto?
— Por supuesto, además que me sirve para arreglar algunas cuestiones por ahora.— Exhaló, en el fondo sí le molesta pensar en que debido a los pagos el asunto tardaría más, sin embargo, valdría la pena esperar ya que de todas formas podría ser un alfa.
Para Jungkook, Sunmi era la mejor especialista que podría haber encontrado en todo Seul, quizás en todo el mundo. La alfa desde que había pasado el primer día a conversar con ella se interesó sobre su vida y sobre su historia, qué fue lo que lo llevó a querer convertirse en un alfa y aquello por supuesto que le agradó, hasta los comentarios de la chica lo animaron aún más a seguir lo que llevaba soñando desde hace años.
Ella le explicó en todo lo que se basaba cambiarse de rango, tenía sus complicaciones, sus pros y contras, claro está, pero las posibilidades de que algo fallara eran mínimas y con todo el tema de las hormonas —hasta donde había llegado puesto lo demás vendría después—, no sonaba como algo difícil, lo difícil de todo era el creer los medicamentos.
— Y me alegra tanto Kook, hay algunos chicos y chicas que se desesperan por el proceso, pero yo les digo todo el tiempo que lo valioso cuesta, todos salen tan felices apenas su nuevo rango es oficial.— Contó, ilusionando un poco a Jungkook.– Ahora cuentame, me quedé con la duda desde la última vez que nos vimos, ¿cómo te sientes con el cambio de supresores?
— En verdad me di cuenta que son mucho mejores.— Anteriormente, mientras Jungkook le platicaba como utilizaba los supresores y el cómo le afectaban un poco durante el día —puesto lo hacían sentirse con sueño y un poco débil después de usar tantos—, Sunmi le recomendó cambiar a unos naturales y sin tantos químicos. Ella le explicó que usar tantos supresores no le afectaría en un futuro en lo más mínimo, sin embargo, para evitar ese cansancio en Jungkook, lo mejor era cambiar el tipo de supresor de aroma.– El cansancio se ha ido en la gran parte, ahora cuando hago ejercicio lo hago con ganas.— Rió.
— Eso es excelente, me preocupaba un poco que tuvieras ese cansancio debido a los supresores, pero ya que todo está bien, me dejas tranquila.— Ambos se levantaron de sus asientos, dando por terminada la charla y Sunmi acompañó hasta la puerta a Jungkook.– Gracias por tomarte unas horas para venir Jungkook, espero verte en unas semanas o más, todavía no estoy muy segura.— Sonrió la alfa a la par del menor.– Te dejo ir ya Kook, te quitamos sangre y debes estar hambriento, casi es medio día.
— Honestamente sí, mi estómago pide auxilio.— Soltó una risilla y la mayor soltó una carcajada.– Muchas gracias por todo noona, nos vemos y tenga un buen día.— Formó una reverencia, cual Sunmi le devolvió.
— Igualmente Kook, ve con cuidado.— Se despidieron con la mano y Jungkook pudo ir directo al ascensor, sintiendo a su lobo levantarse tras estar escuchando todo en silencio y se lamió una pata.
¿Nos podemos comer una vaca? El único muriéndose de hambre aquí no eres tú.
— Te diría que sí, pero no tengo el mismo estómago que tú, lobito, sólo puedo con un plato de bulgogi.— Tocó su estómago rugiendo por comida y al haber bajado varios pisos hasta la recepción, salió, yendo directamente a su motocicleta estacionada junto algunas otras y quitó el seguro, observando el cielo repleto de nubes literalmente negras.
El tiempo en el último mes había cambiado drásticamente, quizá el frío no había comenzado del todo, pero las lluvias eran aún más constantes y ello le provocaba tener que dejar su motocicleta algunos días para evitar mojarla e incluso quedar él todo empapado al querer irse en ella, sólo cuando veía que muy posiblemente podría utilizarla el día entero era cuando la sacaba, como en esa ocasión. Por la mañana había amanecido con un poco de sol, sin embargo, en el transcurso de esta misma pasó a volver todo oscuro.
Jungkook suspiró, esperaba que al menos el clima lo dejara tener un día normal y se colocó el casco, dispuesto a irse de allí directo a su casa, pero una llamada entrante lo detuvo de arrancar la motocicleta. Fijándose en el nombre se dio cuenta que era Jimin y no dudó en contestar.
— Hola Jiminie, ¿qué...?
— ¡Koookieee, no te lo vas a creer!— El grito acompañado de un chillido del otro lado del teléfono le hizo apartarlo de su oreja quejándose y cuando estuvo a punto de preguntar, Jimin lo volvió a interrumpir.– ¡Alguien me mandó flores! ¡Tengo un admirador secreto!
— ¿En serio por fin alguien se fijó en ti?— Rió y Jimin bufó del otro lado de la línea.
— Aunque no lo creas, tengo muchos pretendientes.
— Permiteme reírme hyung.— Soltó una carcajada sarcástica y su lobo soltó un sonido que conocía cuando algo le daba risa al canino.
— ¡Yah! Te hablé para presumirtelo, todo el tiempo me dices que me voy a morir solo y Dios, son tan preciosas, ¿estás ocupado? Quiero restregartelas en la cara.— Jungkook rió verdaderamente divertido, en los últimos días se la había pasado diciéndole que se iba a morir solo ya que su amigo se desesperaba al no recibir ninguna propuesta para una cita por parte de un alfa e incluso otros rangos, no se oponía a nada mientras alguien se fijara en él, estaba volviéndose "viejo" —a las palabras del Park— y únicamente quería encontrar a alguien.
— De hecho pensaba ir a casa a comer algo, estoy en el hospital donde trabaja Sunmi noona.— Miró el gran edificio a sus espaldas y Jimin se escuchó nuevamente emocionado del otro lado.
— ¡Oh, ven a casa! Pediré a domicilio y ya me platicas qué te dijo, de ahí nos podemos ir al restaurante, ¿te parece?
— De acuerdo, voy para allá, pero conste que tú pagarás el domicilio hyung, no tengo dinero.
— Yo me aprovecho de ti siempre que salimos a cenar, no te preocupes.— Ambos rieron sin poder evitarlo.– Te veo aquí Kookie, conduce con cuidado.
— Claro hyung, nos vemos en un rato.— Cortó la llamada, apagando su teléfono al mismo tiempo y se colgó la mochila en los hombros tras guardar el aparato allí.
Te burlas de que el omega rubio está solo y tú estás peor.
— Pero yo no me quejo de mi soltería, él sí.— Contradijo, riéndose divertido para prender la motocicleta y abandonar el estacionamiento.
Igualmente te quiero recordar que si no te apuras nunca podremos tener cachorros y yo quiero cachorros.
"Algún día tendrás tus cachorros".
¡Siempre me dices eso!
Su lobo lloriqueó, cubriéndose con sus patas y Jungkook soltó una carcajada, conduciendo sin dificultades ya que su amigo se quedó en silencio al verlo pasar por las calles.
[...]
Wow.
— Wow.— Jungkook y su lobo soltaron al mismo tiempo, impactados de lo que tenían enfrente y Jimin se encargó de volver con un pequeño rociador.– En serio, wow.
— Sí, wow, ¿verdad que son hermosas?— Sonrió como si estuviera enamorado. Un enorme ramo de distintas tipos de flores estaba sobre la mesita en medio de la sala, este abarcaba literalmente todo el espacio y era notable que se veía sólo un poco más pequeño porque Jimin lo colocó en un contenedor de vidrio, dejando que todos los tallos estuvieran dentro y las flores se regaran fuera.
— ¿Te lo dejaron afuera o cómo estuvo el asunto?— Caminó alrededor del ramo, inspeccionándolo como si estuviera buscando algo y Jimin fue a la mesa, pasándole la típica nota que llevaban los ramos de flores.
— Estaba limpiando mi habitación cuando tocaron el timbre, creí que eras tú porque, bueno, nadie me viene a visitar.— Se tocó el corazón fingiendo dolor.– Y cuando abrí estaba el repartidor luchando con el ramo, lo ayudé de inmediato y me avergoncé creyendo que se había equivocado de dirección, pero me enseñó el papel donde marcaba la mía y mi nombre estaba escrito allí, entonces tuve que aceptarlas y luego de buscar entre todo el montón encontré esa nota.
Jungkook leyó lo que decía y no pudo evitar que una sonrisa se escapara de sus labios.
"Un omega tan bonito como tú merece muchas más flores que estas, pero en la florería no permitían una cantidad más grande. ㅠㅠ"
— X.
— Me dirás interesado, pero me puse a investigar de la florería y tienen varias alrededor de Seul, y justamente una está al lado de donde trabajaba antes Somie, su pastelería.— Jungkook alzó una ceja, sentándose en el mueble.
— De tanto que te conozco, podría decir que crees, que es alguien del restaurante.— Se cruzó de piernas y Jimin asintió varias veces.
— ¡Exacto! Es que Kookie, ¿quién podría mandarme flores? A más que alguien de Busan supiera mi dirección, pero es imposible.— Murmuró mordiéndose la uña.– En ese caso ya no sería admirador sino acosador.
— En realidad ahora que lo dices, suena lógico y no es como si fuera un acosador, en las notas se lee adorable, parece tierno.— Sonrió volviéndola a leer.– Aunque, no des por hecho que puede ser un hombre, también puede ser una chica.
— Tuve esa posibilidad, pero las únicas chicas en el restaurante son betas y omegas, la mayoría ya tienen pareja, sólo quedarían Ryujin y otra que tiene el cabello rubio, no recuerdo su nombre.— Formó un puchero.– ¡Ah! Cuanto odio que se escondan, ¿y si nunca sé quién es?
— Jiminie, no te desesperes, en algún momento sabrás de él o posiblemente ella, no creo que se quede escondido para toda la vida.— El apoyo de Jungkook animó al mayor, pero aquello cambió cuando comentó lo siguiente.– A menos que sea muy vergonzoso y nunca se atreva porque lo vas a rechazar.
— ¡Jungkook!
— ¡¿Qué?! ¡Sólo te digo posibilidades!— Exclamó cuando Jimin comenzó a atacarlo con un cojín y se cubrió con otro más pequeño, riéndose de los golpecitos nada fuertes del ahora rubio —puesto se tiñó hace un tiempo—, aunque eso cambió cuando decidió tomar más fuerza.
— ¡No son posibilidades, yo quiero conocer a mi futuro alfa!
— ¿¡Y si no es alfa!?
— ¡Es alfa, yo lo presiento!
— ¡Eso es egoísta!
— ¡No lo es!
— ¡Ya deja de pegarme, me duele!
— ¡No!
3:30 PM.
Durante el último mes, no demasiadas cosas habían cambiado en el restaurante por parte del lado de las mesas, aunque no se podía decir lo mismo con la cocina. Podrían pensar que todo estaba bien, a los ojos y oídos de Chanmi y Jaebeom, las aguas estaban calmadas, o al menos eso se lograba ver en las cámaras y en los comentarios de los que trabajan en esa área.
En la parte de las mesas, lo que sería básicamente los meseros, todo seguía igual excepto que hicieron constantes los cambios en sus puestos, ahora se divertían más al intercambiar palabras entre todos y como se peleaban al momento de escoger un papel, de a partir de aquello todo se mantenía tranquilo.
Aquel día Jimin estaba tan feliz y observador apenas tocó el piso dentro del restaurante, que todos lo pudieron notar fácilmente, cuestionándole porqué tanta felicidad, sin embargo, el Park sólo les comentaba que era porque recibió buenas noticias, más no les decía la verdadera razón. Su aroma a algodón de azúcar inundaba toda la área de mesas, era como si un vendedor permanecería dentro del lugar y claramente a cada uno de los presentes les encantaba, principalmente a un alfa pelinegro, quien tocaba las teclas de su piano "concentrado".
"Huele tan lindo". Yoongi mordió su labio, tocando una pequeña melodía, la mayor parte del tiempo, al Min le pedían que tocara las canciones conocidas del momento a través de el piano y él lo hacía, ese era su trabajo, aunque en muchas ocasiones demostraba sus estados de humor en melodías que salían aleatorias, algunos comensales aplaudían su trabajo cuando terminaba y era algo que a él le agrada, que le tomaran importancia a sus solas creaciones improvisadas.
Sus dedos instintivamente siguieron la melodía a una alegre, un ritmo contento y tranquilo llamó la atención de Taehyung, parado en una esquina mientras se mensajeaba con su familia. Silenciosamente fue hasta Yoongi, bailando absurdamente con la música saliendo del piano, los otros meseros al verlo se rieron, y al llegar frente a el piano bailó para Yoongi, logrando que el mayor riera de buen humor.
— Hazlo más intenso, voy a comenzar mi musical.— Se aclaro la voz como si fuera a cantar y lentamente el pelinegro terminó de tocar, por lo que Taehyung formó un puchero enojado.– Nunca me dejas cantarte, mi voz es hermosa.
— Hermosamente grave, sé que harías opera.— Rodó los ojos divertido al conocer al menor y este se sentó a su costado, mirando como Jimin por fin dejó de pelear a las risas por su papel y al fijarse en donde era su puesto, fue hasta al lado del piano de Yoongi. Una sonrisa traviesa se asomó en sus labios y recargó un brazo en el objeto enorme.
— ¿Cuántas veces te ha tocado aquí Jiminie?— La pregunta le hizo tragar a Yoongi.
No era un secreto para Taehyung que al alfa le gustaba mucho Jimin, todo el tiempo le gustaba burlarse de él ya que se ponía nervioso cuando se acercaba, si tenían una mínima interacción se sonrojaba o balbuceaba cosas sin sentido. Cuando Jimin no prestaba atención, Yoongi lo miraba fijamente y de sus ojos salían corazones, era demasiado adorable el cómo Yoongi se comportaba al encontrarse con Jimin, pero no era capaz de hablarle o intentar pedirle disculpas directamente por lo que pasó con el hermano del Min, entonces se mantenía en silencio.
— Ya van cuatro veces, ¡y a ti te toca en mi puesto original! ¿No organizaste tú esos papeles, o sí Taetae?— Rió Jimin ignorando la presencia de Yoongi allí y Taehyung rió con él.
— Me descubriste, es que tu puesto es el más cercano a la cocina y no debo caminar tanto.— Guiñó un ojo, Jimin soltó una nueva risilla, manteniendo su alegría reflejada en el rostro.– ¿Cuáles fueron las buenas noticias? Escuché que le contaste a Taemin pero yo apenas venía llegando.
— No es nada, sólo buenas noticias.— El rostro sonrojado del rubio le dio a entender a Taehyung que era mentira.
— ¿Acaso ya no confías en mí para contarme?— Disimuladamente codeó a Yoongi mientras en su rostro se reflejaba dolor falso y Jimin hizo una seña para que se acercara, Taehyung no tardó ni dos segundos en correr hasta el otro omega. Yoongi que los había escuchado como si no estuviera allí, se acercó muy lentamente a la orilla de su asiento, para escuchar más de cerca lo que Jimin le diría a Taehyung.
— Hoy en la mañana alguien mandó flores a mi casa, era un ramo enorme, y tan lindo, tenía una nota pero no tengo idea de quién pueda ser.— Susurró aunque fue lo suficiente claro para Yoongi.– Pensé que se habían equivocado y revisé con el repartidor, estaban mi dirección y mi nombre escritos allí.
— Awww, Jiminie, tienes galanes detrás de ti.— Empujó levemente y el rostro de Jimin se sonrojó aún más.– ¿En serio era tan grande?
— ¡Sí! La nota me pareció tan adorable, pero no recuerdo del todo cómo iba.— Sinceró, jugando con sus manos y puchereó.– Me gustaría tanto saber quién es, Jungkookie sólo se rió de mí.
— Los admiradores secretos salen hasta que lo ven posible Jiminie, ten paciencia o te vas a morir solo.— Sacó su celular, mandando un mensaje rápido y Jimin bufó.
— ¡¿Por qué todos dicen eso?!
Yoongi tocó su bolsillo cuando su teléfono vibró y entró a Kakaotalk, viendo un mensaje de Taehyung allí.
"No sabía que eras tan adorable".
"Cállate".
Volteó a ver a Taehyung rápidamente y el menor rió al leer su mensaje.
"Le encantaron las flores, fue un total éxito. 👌🏻"
"¿En dónde las compraste?"
"Ya basta Tae, no fui yo".
Ambos se miraron al mismo tiempo y Taehyung alzó una ceja, no creyéndole ni un poco.
"¿Te salió muy caro?"
"Un poco..."
Taehyung sonrió al por fin conseguir la verdad por parte del alfa y no notó como Yoongi observó la felicidad en el rostro de Jimin, sonriendo levemente.
"Pero valió la pena".
Era muy posible que Yoongi siguiera en el anonimato por algunos meses más, tal vez años, pero con tal de ver la hermosa sonrisa de Jimin, ocasionando que sus ojitos se formaran en media luna, esperaría cada segundo existente para declararse como se debe. Claro, si Taehyung no era muy entrometido y lo seguía avergonzando con Jimin.
Ya se vengaría cuando pasara algo con Hoseok, de todas formas.
— No entiendo porqué debemos hacer esto cada mes, limpiamos los utensilios, las estufas, y hasta los desinfectamos... ¡Siempre! Yo hoy quería llegar temprano a casa.— Se quejó Hoseok, pasando una esponja entre los espacios de las estufas y Namjoon ayudándolo le pegó con la cadera, amistoso.
— Los inspectores vienen cada dos meses Seok, una cocina limpia es mil veces mejor que una sucia, ya casi terminamos de todas formas.— Jungkook barriendo detrás de ellos sonrió.
— Namjoon hyung tiene razón, he oído que en otros restaurantes los obligan hasta a lavar el piso con las manos, entonces yo que tú no me quejaría Hobi hyung.— El pelirrojo suspiró, ciertamente los demás tenían un punto.
— Y aparte nos salvamos de que nos despidan y clausuren el restaurante por no cubrir las medidas de sanidad.— Recargó SeokJin su peso en la mesa ya limpia y brillosa, haciendo reír a los pocos presentes.– Además, aceptaste jugar piedra, papel o tijera con los otros para quedarte, no te quejes.
— No estaríamos aquí si no hubieran comentado que los últimos en quedar serían los que limpiarían.— Yugyeom bostezó, cerrando la puerta del almacén tras suyo y fue al lavaplatos, abriendo la llave para lavar algunos que quedaron de cuando cocinaron.
— Te recuerdo que tú también quisiste jugar, Yugyeom-ah.— Comentó Hoseok a las risas y Yugyeom rió con él, por ser descubierto, yendo a tomar el jabón al lado de Jungkook sin siquiera mirarlo, volviendo a lo que estaba haciendo.
Horas antes, cuando llegaron al restaurante, Chanmi y Jaebeom los recibieron en la cocina, comentándoles a todos dos cuestiones importantes durante el día y volvía a ser el tema de los asaltos, que se habían extendido a todas las partes de Seul y ahora nadie sabía dónde atacarían, muchas personas ya habían sufrido robos sin lugares exactos y aunque los policías hacían rondas por las noches, no lograban dar con ellos, por lo que la beta y el alfa advertían más seguido, sin embargo, también les habían encargado quedarse hasta tarde para limpiar la cocina y como todos eran unos infantiles, decidieron jugar piedra, papel o tijera para que los últimos cinco fueran los que se quedaran, así quedando los ya mencionados.
Se podría decir que en la cocina realmente habían cambiado muchas cosas, a muchas cosas nos podíamos referir a sólo dos personas, los protagonistas de esta historia que son como Tom y Jerry, uno de cabello castaño siendo Jerry y el otro pelinegro siendo Tom.
Jungkook y Yugyeom.
Desde la plática que tuvo Yugyeom con Bambam un día después de lo sucedido con los acosadores, este le tomó caso y nunca más volvió a molestar a Jungkook, empezó a darle tareas normales como al resto, ignoró los malos comentarios que Jungkook le decía, los golpes a propósito del Jeon comenzó a ignorarlos y simplemente continuaba su camino, para Yugyeom, Jungkook se volvió alguien más en su vida, una mosca molesta que no lo dejaba trabajar del todo, pero podía con ello.
Por otro lado, Jungkook tomó tan extraño que Yugyeom ahora no hiciera nada en su contra, pero le agradó tanto que por fin le hubiera hecho caso, en ocasiones lo golpeaba o se ponía en su camino para ver si Yugyeom reaccionaba a sus provocaciones, sin embargo, este se seguía derecho como si nada más hubiera visto un fantasma. Algo que a veces rondaba su mente fue la imagen de Yugyeom junto a otro alfa cargando a ese pequeño, no podía negar que iba al preescolar de vez en cuando para confirmar su teoría de que eran pareja, sin embargo, no había logrado verlo nuevamente por allí, era tan raro, pero él no tenía porqué meterse en su vida.
Ya había pasado un mes exacto desde que ninguno se dirigía la palabra y un mes donde los tres que sabían un poco de los problemas entre ambos —Bambam, Jinyoung y SeokJin— estaban viendo que todo quedó por la paz, o al menos eso querían creer.
— ¡Terminé! Ahora pudranse todos.— SeokJin tiró la servilleta en la basura, sacudiéndose las manos realmente alegre y el resto rió por su tono.– Vámonos, ya casi son las once y mañana debemos estar aquí más temprano.— El resto revisando que todo quedó como debía, asintió, sólo organizando los utensilios como debían a un lado de la mesa principal.
— Todos terminamos igual, aunque Yug, ¿quieres ayuda con eso?— Cuestionó Namjoon al verlo secar unos platos junto a otros pendientes y el menor negó.
— Vayan ustedes hyung, es fácil y mi auto está aquí fuera.— Jungkook se pasó derecho sin prestarle atención y los tres mayores asintieron.
— Está bien, ve con cuidado Yugyeom, ¡hasta mañana!— Se despidió Hoseok entrando a los vestidores, seguido por Namjoon y SeokJin.
— ¡Descansen, hasta mañana!— Exclamó tranquilamente y tragó al ver la cantidad de platos, sí eran unos tantos, pero él podía con eso, de todas formas, sus hyungs seguían conversando dentro de los vestidores.
[...]
Las risas de Jungkook y SeokJin resonaban en todo el estacionamiento para empleados, con Namjoon riéndose de ellos silenciosamente y Hoseok acomodando todo en su bolsa tiró su cabello hacia atrás. La hora no era adecuada para estar haciendo tanto ruido, sin embargo, era tan normal para todos que Jungkook y SeokJin siempre estuvieran riéndose o golpeándose por cualquier tontería, que simplemente les observaban y se reían junto a ellos aunque no estuvieran en medio de la plática.
— ¡Yah! ¿¡Qué no sabes que lastimar a omegas está penado!?— Gritó SeokJin intentando soltarse del menor y este aumentó su fuerza en los brazos del Kim. Apenas saliendo del vestidor y listos para irse, Jungkook comenzó a bromear con SeokJin, este no dudando en seguirle el juego y en un cierto momento se dieron golpes el uno al otro, el menor ganándole por muy obvias razones ya que su fuerza era el doble que la del omega, manteniendo sus brazos en la espalda mientras lo aprisionaba y el mayor intentando soltarse daba patadas al aire.
— ¡Yo les diré que quisiste golpearme antes ahí abajo hyung!
— ¿Y a quién crees que le van a creer primero?— Cuestionó moviéndose como si estuviera loco y finalmente Jungkook lo soltó, ocasionando que fuera al frente casi cayéndose y Jungkook se rompió en carcajadas, señalándolo con un dedo, cual SeokJin tomó avergonzado pero riéndose de la misma manera.
— Estos niños de hoy en día están muy mal.— Negó, viendo a Hoseok cubrirse la risa con la boca y Namjoon divertido simplemente mirándolos.– A ustedes los acusaré como cómplices.
— Hobi, ¿viste algo?
— Para nada, ¿y tú?
— Malditos alfas, todos son tan groseros y tontos, me caen tan mal.— Jungkook ahora lo abrazó por la espalda, llevándolo lentamente al auto de Namjoon y se paró a un lado de la ventana donde estaba sentado Hoseok.
— Te perdonamos la ofensa si subes con nosotros hyung, es muy tarde para que vayas a la parada en busca de un taxi.— Los cuatro se mantuvieron divertidos, con Jungkook dejando libre al mayor de su abrazo de oso y este le sonrió a Namjoon, recargándose en la ventana.
— Estoy bien, el otro día habían varios pasando por aquí.
— Hyung, eso fue mucho más temprano y es tarde, concuerdo con Namjoon hyung.— Jungkook se colocó serio, poniendo una mano en su hombro.– Te diría que te llevo yo, pero vas en dirección contraria a la mía.
— Bueno, es cierto, ¿no te molesto mucho Nam? Todavía debes llevar a Hobi.— Se rascó la nuca apenado.
— No es nada, Hoseok vive a cinco minutos de mi departamento y también vas en mi misma dirección, anda, sube.— Mostró su sonrisa de hoyuelos al mayor y tanto la cara de Jungkook y SeokJin se sonrojaron levemente, pareciéndoles tan linda esa sonrisa.
— Bien, acepto la oferta, ¿no hay problema contigo Kookie?
— Para nada, el clima me dejará llegar a casa seco y mi motocicleta está como nueva, vayan ustedes.— Se alejó del carro una vez SeokJin subió, no sin antes propinarle un golpe en la nuca.
— Ve rápido a casa, y Yugyeom dijo que también trae auto, ¿verdad?— Todos miraron al automóvil negro estacionado en las afueras del estacionamiento, dándolo por hecho, puesto el lugar se llenaba rápido y algunos del restaurante debían dejarlos en las afueras por falta de espacio.– Buenas noches Kook, nos vemos mañana.
— ¡Hasta mañana Kookie!
— ¡Descansa mocoso!— Los tres se despidieron de diferentes maneras, haciendo reír a Jungkook y movió la mano de lado a lado, viéndoles desaparecer en las calles continuas.
¿No estás cansado?
— A pesar de todo lo que hice hoy, no mucho, ¿por qué?— Notó como su lobo empezó a dar vueltas, intentando distraerse.
Me estoy durmiendo, pero quiero hacerlo hasta llegar a casa, no confío en ti, ni en ese monstruo.
Jungkook rodó los ojos.
— Ya, ya casi, sólo le enviaré un mensaje a mi appa, no le pude contestar hace rato.— Normalmente los padres de Jungkook le mandaban más mensajes en vez de llamarlos, sabían que era más fácil para sus hijos contestar mensajes y aunque los llenaban de ellos todos los días, lograban hacer que les contestaran o sino sufrían la furia de la madre omega.
Sacó su teléfono, riéndose por el mensaje que le mandó su appa y acomodó la mochila en sus hombros tras contestarle, aquel día no tenía ganas de guardarla dentro del asiento de la motocicleta, entonces sólo se la colocaba en la espalda.
Pero apurate, que no tengo tu tiempo.
— Yo tengo todo el tiempo del mundo lobito.— Quitó el seguro de la motocicleta con su mano libre a las risas y escuchó como uno de los casilleros era abierto o cerrado dentro del restaurante, recordando que el alfa se había quedado más tiempo que ellos dentro de la cocina, por lo que cuando escuchó unos pasos detrás suyo supuso que era él.– No sé porqué te sigue dando tanto miedo.— Cuando su lobo estuvo a punto de contestar y él voltearse para guardar su teléfono en la mochila.
Se quedó helado.
Ni siquiera supo cómo pasó, sin embargo, rápidamente una mano lo tomó del costado y otra fue directo a su cuello, aprisionándolo contra el cuerpo de la persona cual esta vez no pudo reconocer ni aroma, ni rango. Al hacerse un poco al frente pudo sentir algo filoso apretando contra su garganta y segundos después lo que reconocía como una pistola apuntar en su sien, un fuerte escalofrío recorrió su cuerpo y del impactó dejó caer su teléfono.
Cuando estuvo a punto de gritar, la navaja volvió a apretarse más contra suyo.
— Será mejor que te quedes callado si no quieres quedar aquí.— Una voz grave le hizo darse cuenta que era un hombre.– Manten tus manos arriba y haz todo lo que te digamos.— Jungkook hizo lo dicho, sus manos se conservaron abiertas y extendidas hacia arriba mientras cerraba los ojos, con su cuerpo temblando de mil y un maneras.
Como había pasado en el mes anterior con los acosadores, él fue valiente y neutro, ya que estos no llevaban ningún arma de fuego o algún otro artefacto, pero en esta ocasión decidió no hacer nada, en sus clases le enseñaron muchas técnicas de defensa, pero no se sentía capaz de desarrollarlas, no cuando un hombre cubierto de toda la cara le apuntaba con el propósito de dispararle y otro tenía una navaja dispuesto a cortarle la garganta si no le dabas sus cosas, simplemente se había rendido.
Había visto tantas veces en televisión los testimonios de las personas asaltadas, las heridas que sufrieron debido a estos dos tipos y prefirió evitar todo tipo de fuerza o pensar oponerse, sólo haría cualquier cosa que le dirían.
— L-les daré todo lo que tengo, pero por favor, q-quite el arma.— Tragó, abriendo los ojos al sentirlo moverse y verle tomar su teléfono aún encendido, pero eso no le importó en lo absoluto, él sólo deseaba que quitaran ambos artefactos.
— Cállate.
— Tu mochila.— Bajó los brazos lentamente, para que el hombre sujetándolo por atrás pudiera quitársela de los hombros y llevársela consigo. El de la pistola se alejó sólo un poco sin dejar de apuntarle, viendo la motocicleta frente suyo y luego viéndolo a él, seguro de que era del omega.– Las llaves.
Jungkook sintió que su mundo se desmoronó luego de oírlo decir aquello, él había ahorrado tantos años por ella, había trabajo duro para poder comprársela, todo el tiempo la mantenía bien para que funcionara por muchos años y se quería negar absolutamente, pero era su vida o el entregarle las llaves de su querida amiga. Su lobo sin poder evitarlo comenzó a desprender el aroma lleno de terror, ganándole por completo a las feromonas de alfa en el perfume, pero a pesar de ello, Jungkook no lo notó.
— ¡Las llaves!
Minutos antes.
Yugyeom estaba agotado, estaba cansado, destruido y lo que seguía de destruido, él ya no podía consigo mismo. Un largo bostezo salió de sus labios y tronó su cuello, aliviando una pequeña presión que sentía desde la tarde.
Querías dedicarte a lo que amas, pero eres muy masoquista.
El comentario de su lobo le hizo reír, definitivamente no había sido un día tranquilo como algunos otros, los otros habían sido más calmados y sin tanta presión, pero exactamente esa noche todo mundo decidió ir a visitar el restaurante, llenarlo hasta que tuvieron que poner un límite de entradas y pedirles a los comensales volver al siguiente día ahora con una reserva. Sin mencionar el pedido de Chanmi y Jaebeom sobre limpiar la cocina, ese rato sólo le agotó las pocas fuerzas que le quedaban.
— Necesito un buen baño y mi cama.— Se quitó la camisa de encima, reemplazándola por una más holgada y que le dejaba respirar mejor, sentirse cómodo.– También comerme medio refrigerador.
Que mañana el alfa moreno te hará bajar toda la grasa que comerás.
— No me importa, por algo pago las mensualidades.— Talló su ojo derecho con un pequeño puchero, ni siquiera tenía ganas de conducir, pero debía hacerlo. Su lobo parecía estar normal, se encontraba tal vez cansado pero no tanto como él, sólo se recostó y mantuvo la cabeza gacha, tranquilo como si fuera a dormirse pronto.– Debí aceptarle la ayuda a Namjoon hyung.
Debiste, pero eres tonto.
— Gracias por recordármelo, lobo tonto.— Bufó, cerrando el casillero sin mucha fuerza y revisó que todo estuviera en orden dentro de su mochila y se la colgó.
Cuando iba a caminar fuera del restaurante, algo lo alertó, su lobo no tardó en levantarse, el cansancio alejándose del cuerpo del canino y se dejó ver a través de sus ojos sin siquiera pedir permiso, ambos encontrando el aroma crudo de galletas de avena y nuez apenas el lobo se presentó, pero este era un aroma lleno de terror, con miedo, el típico aroma que todos soltaban cuando estaban en una situación difícil. Yugyeom parpadeó sin entender nada, entonces fue sigilosamente a la puerta de salida, asomándose con cuidado de que alguien no lo viera y lo que tenía frente a sus ojos le aterró y a la vez lo sorprendió.
Frente suyo estaban tres personas, una de ellas era Jungkook, y la escena era simple, un hombre lo tenía sujetado por la espalda, con un brazo encima de su hombro, al parecer teniendo algo en su cuello y el otro apuntaba en su sien con una pistola, todo no era muy claro puesto el estacionamiento no tenía mucha luz y la parte donde se colocaban las motocicletas estaba oscura, sin mencionar que los tres le daban la espalda y ni siquiera sabían de su existencia. A pesar de que odiaba la escena frente suyo, le llenaba de coraje y lo estresaba, a su mente llegaron las palabras de Jungkook, la razón por la que había dejado de dirigirle la palabra o intentar arreglar las cosas.
"Eres molesto".
Ayudalo.
Tú y yo sabemos que es un imbécil y que no merece ayuda, pero no puedes quedarte de brazos cruzados.
Además, te pueden acusar de complicidad.
Incluso con furia, rodó los ojos divertido por lo dicho del lobo y asintió, tomando aire. En silencio salió de su escondite, esperando que no se dieran cuenta de él
— ¡Las llaves!— Nuevamente una ráfaga del aroma lleno de miedo llegó a su nariz y un sentimiento inexplicable se coló en su pecho, ocasionando que su furia aumentara.
— N-no las...
— Mira cosita, ya estás advertido, o nos das las llaves o esas serán tus últimas palabras.— Su lobo no tardó en hacer casi invisible su aroma, dejándolo muy tenue y Yugyeom aprovechó el momento, teniendo en mente algo que una vez Bambam le había enseñado y rezó, esperando que su amigo no hubiera jugado con él y sólo ocasionara que las cosas se pusieran peor.
Desde la perspectiva de Jungkook, con sus ojos llenándose de lágrimas al no querer dárselas, pero sintiendo el artefacto filoso casi enterrándose en su cuello, inhaló como si se estuviera quedando sin aire y el aroma de pay de limón inundó su nariz. Parpadeó dejando ir pequeñas lágrimas y vio como ninguno de los dos tipos se inmutaba, entonces a través de los espejos de la motocicleta logró ver la figura de Yugyeom acercándose, confundiéndolo.
— ¿No nos las...?— El tipo no pudo ni siquiera terminar la pregunta puesto Yugyeom por detrás y sin previo aviso golpeó a un lado del cuello de el tipo que lo tenía amenazado con la pistola, este cayó en segundos al piso, como si lo hubiera noqueado y cuando el que lo sostenía por atrás estuvo a punto de reaccionar, Yugyeom tomó la pistola tirada en el piso de la parte delantera, arrebatándole a Jungkook del cuerpo para golpearlo con el mango al costado de la cabeza y así también dejarlo tirado en el piso, igual que el otro. Jungkook después de pasar ahora a los brazos de Yugyeom sintió como una parte de la navaja le cortó a un costado del cuello, pero levemente.
Jungkook respiró irregular, aún pegado al cuerpo de Yugyeom, conocía aquella técnica de defensa luego de procesar las acciones del alfa y este al igual que el castaño miraron los dos cuerpos tirados en el suelo, su corazón acelerado y sus manos temblando por lo que sea que acababa de hacer. Al darse cuenta de su postura con Jungkook se alejó, chocando su pie contra la mochila del Jeon y la tomó, exhalando.
— ¿Aún quieres que no me siga metiendo en donde no me llaman?— Cuestionó seriamente, Jungkook aún sin tener palabras en la boca y sólo lo miró a los ojos. Yugyeom tragó cuando vio estos llorosos y le extendió la mochila, el mayor entre ambos no tardando en tomarla.– ¿Estás bien?
Jungkook reaccionó al notar como Yugyeom miró su cuello y lo tocó con dos dedos, llevándose manchas de sangre en ellos, pero no dolía, así que sólo asintió.
— ¿Tú?— Yugyeom también asintió y volvió a ver los cuerpos tirados en el suelo.
— Vámonos ahora, llamaré a la policía.— El pelinegro corrió con rapidez a su automóvil, subiéndose a él y encontró a Jungkook tomando su teléfono tirado en el piso, para subir a su motocicleta sin el casco y finalmente salió del estacionamiento, dejándolo atrás mientras Yugyeom marcaba el número de emergencias. Con su mano libre encendió el motor y también se alejó de allí, todavía respirando irregular, sin creerse lo que hizo.
— Hola, ¿cuál es su emergencia?
— Hola, hablo desde el restaurante Honey en Gangnam, bueno, actualmente ya no estoy ahí, pero hace unos minutos a un... Amigo, lo acaban de asaltar, los asaltantes están noqueados en el suelo y no sé por cuánto tiempo puedan estar ahí, ninguno está seguro si son los que se han mencionado en las noticias, pero se encuentran en el lugar todavía.
— la policía ya está en camino, ¿hace cuánto tiempo pasó esto? ¿necesitan de una ambulancia?
— No, nosotros nos encontramos bien, ya no estamos ahí porque no supimos que hacer y fue hace dos minutos, literalmente.
— De acuerdo, gracias por su cooperación, la policía estará llegando pronto.
— Gracias.— Yugyeom cortó la llamada, observando a Jungkook conducir en un carril a un costado suyo y parar en la luz roja, él teniendo que hacer lo mismo, frenó, por lo que quedaron lado a lado. Ni siquiera se dio cuenta de cuándo Jungkook se colocó el casco y los dos se voltearon a ver.
Jungkook recargó su peso en una de sus piernas para quitarse el casco y poderle ver mejor, entonces cuando Yugyeom estuvo a punto de avisarle que la policía ya estaba en camino, se quedó en shock.
— Gracias.— Esa simple palabra le detuvo de cualquier cosa que iba a hacer y la sonrisa que Jungkook le dedicó lo dejó aún más helado. El castaño volvió a colocarse el casco y justamente la luz cambió a verde otra vez, Yugyeom no parpadeó, no se movió, sólo dejó caer su cuerpo en el asiento observándole alejarse y su corazón se aceleró locamente.
Como que algo no está bien, ¿verdad?
Aclaro dos cositas: los aromas de todos aquí pueden demostrar miedo, alfas, omegas y algunos betas que tienen poco aroma pueden enseñar en su aroma su miedo o dolor. La segunda cosa es que nunca he hecho una llamada a emergencias y no recuerdo cómo son en realidad, por eso tan básico. Sjaksjaksjs
AAAAAAAAAAAH.
Si alguien se emocionó tanto como yo, y eso que la escribí, con la última escena, diga yo 🖐🏻.
Sinceramente de todo lo que mi cerebro conserva dentro de mi mente, esta es la escena que más llevaba esperando escribir y eSTOY EMOCIONADAAAAAAA.
Me encantó tanto, no le quiero cambiar nada, estoy in love 🤧💖.
Yugyeom logró que no asaltaran a Jungkook y le quitaran su querida motocicleta que tanto le costó comprar, aparte que sucedió esto cuando ya no le dirigía la palabra ¿Qué podrá pasar en el próximo capítulo? 😆
Además tuvimos un mini momento Yoonmin, Yoongi es el admirador secreto de Jiminie pero este no tiene ni idea, ¿qué sucederá con ellos? 🥺
Me emociono cada vez más con este fanfic djakshaksjaksjs.
Actualmente estoy de vacaciones, entonces esta próxima semana también tendrán capítulo 💖
¿Cómo han estado? ¿Todo bien? Para quienes siguen sus clases ¿Van bien? 🥺💖
¡Yo comencé a hacer ejercicio! Lo había dejado desde el año pasado por unas cuestiones de salud, pero otra vez volví y me duele todo 😂, pero valdrá la pena. 🖐🏻
¿Ya escucharon film out? Es arte 🥺
No tengo mucho más que decir, me voy a morir de amor con este capítulo.
¡Nos leemos luego, cuídense! 😷
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top