► Capítulo 04; El restaurante.

Viernes por la tarde, en la cual muchos estudiantes, familias, parejas y personas comunes después de su trabajo aprovechaban para relajarse de una semana tan pesada. Salían a comer, jugar, iban al centro comercial, se divertían en los parques de atracciones, paseaban por el río Han y disfrutaban plenamente esos días cálidos sin preocupaciones de por medio, sólo pasaban su descanso como cualquier otra persona en el mundo.

Menos ellos, los cocineros, aunque en realidad, también cada persona que se hacía responsable de toda esa diversión y felicidad en el rostro de la gente en las calles. Cada trabajador en el turno de la tarde-noche en los fines de semana, sufría lo que era vivir esa pesadilla de trabajar hasta cansarte y necesitar una buena siesta cuando se llega a casa, sin siquiera preocuparte si estás sucio o limpio, solamente deseabas seder a los deseos del sueño y caer en ellos lo más pronto posible. Eso era lo que anhelaba Jungkook cada viernes y sábado en su trabaja apenas leía el nombre del restaurante, estacionando en el mismo sobre su motocicleta, luego de soltar un suspiro resignado e intranquilo, se adentraba al restaurante en el cual la mayoría de sus compañeros ya se encontraba haciendo varias actividades básicas de un cocinero, chef, como partir verduras, hacer algunas salsas por adelantado, crear lo fácil de los postres, probar nuevos estilos y afilar sus cuchillos para las carnes además de pescados.

Su especialidad, era partir las verduras y las carnes de una forma muy rápida, ágil, demasiado para los otros allí se podría decir, en una ocasión logró partir un brócoli en menos de diez segundos y era en varios trozos perfectamente bien hecho. Aquello se debía a su omma, ya que ella le enseñó de pequeño al Jeon una vez, que con un cuchillo en manos, no había tiempo que perder, pero sobre todo y antes de iniciar, tampoco pierdas la cordura y no te cortes un dedo sin querer, debías ser eficaz y buen cocinero cada vez que el filo del cuchillo tocaba la tabla de madera, ella lo educó de tal manera, y por supuesto que sirvió en su futuro.

— ¡Jungkookie, Jinyoung!— Aquel llamado viniendo de SeokJin desconcentró al nombrado metido en preparar las verduras como debía ser y a Jinyoung de contar los cortes de carne en el congelador. El Jeon volteó a mirarlo con una expresión de curiosidad y el omega mayor parado a unos metros suyos le señaló con la cabeza a la puerta que daba a la oficina de la jefa principal entre todos.– Les llama Chanmi, creo que se trata sobre el cambio del futuro chef principal y al nuevo administrador.— Les codeó al pasar a su lado y ambos rieron golpeándolo de vuelta. SeokJin también era un buen amigo de cada uno allí, SeokJin y Jungkook no hablaban 24/7 como lo solía hacer el menor con Jimin, pero siempre bromeaban estando en la cocina, se golpeaban de vez en cuando e imitaban el uno al otro siempre que podían, unos buenos amigos según se consideraban.

— Ni siquiera debe ser por eso y ya te andas haciendo ideas hyung.— Respondió Jungkook lavándose las manos, y Jinyoung asintió en acuerdo haciendo lo mismo que el castaño.– Debe ser un anuncio o algo así.

— Opino lo mismo que tú Jungkook-ah, pero es raro que nos llame a su oficina, si hay un anuncio ella viene aquí.— Susurró pensativo el alfa, SeokJin levantó su dedo a Jinyoung como si le estuviera dando la razón en todos los sentidos.

— Los despedirá.— Bromeó Hoseok anotando algunas cosas en su libreta al lado del almacén de todos los productos que utilizaban y Jungkook le salpicó agua en la cara al pelirrojo, que se quejó con una mueca de indignación y rieron divertidos a su lloriqueo después de ello.

— Le propondré que lo despida a usted hyung, seguro no lo piensa dos veces.— Le sacó la lengua, siendo devuelto el gesto por el alfa a un metro suyo imitándolo.

Luego de reírse un poco más, los dos salieron de la cocina limpiándose las manos mientras intercambiaban algunos murmullos desconfiados a lo dicho por SeokJin y Jinyoung tocó la puerta delicadamente, escuchando un muy audible "pasen" de una voz femenina al otro lado. Jungkook tomó el pomo de la puerta, abriéndola sin mucha fuerza y se encontraron a la responsable de sus puestos en el restaurante, sonriéndoles apenas se dio cuenta de quienes eran. Chanmi era una joven beta de veintiséis que se dedicó a estudiar administración de empresas según les había contado hace un tiempo, sin embargo, no logró desarrollar más de lo que esperaba hacer y terminó en ese puesto, siendo la directora en uno de los restaurantes más conocidos de Seul y claro, una de las mejores, todos los que trabajaban ahí estaban muy agradecidos con la mayor o menor en pocos casos.

— SeokJin hyung dijo que nos buscaba, noona.— Murmuró en una pequeña reverencia, por detrás Jinyoung haciendo lo mismo. Chanmi les dio permiso de tomar asiento, acomodando un par de hojas en su escritorio, todas revueltas, con un millón de anotaciones y unas tres calculadoras por encima de estas haciéndoles compañía.– ¿Pasa algo?

— Digamos que sí y no. Antes, pido disculpas por todo mi desorden, debo terminar antes de mañana todo esto y sólo así logro encontrar, anotar, guardar cada cosa sin confundirme.— Suspiró arreglándose los lentes, para después hacer más grande su sonrisa animada.– Bien chicos, ¿cómo les está yendo en la cocina? ¿Les falta mucho por hacer?

— No demasiado, ya terminamos de preparar la mayoría de las sopas, salsas, postres... Ahora nos quedan las verduras, carnes y pescados, ya sabe.— Contestó Jinyoung pasándose una mano por la rodilla, un tanto muy nervioso como Jungkook a su lado, este intentando no soltar feromonas llamativas por su estado actual, su lobo daba giros y un fuerte nudo en el estómago se alojaba allí.– A usted le falta mucho según parece.— Rió, a lo que Chanmi exhaló frustrada y los presentes soltaron risillas más llamativas.

— Como no tienen idea, a veces quisiera estar más en esa cocina que aquí dentro.— Bufó cansada.– Bueno, creo que es hora de decirlo, los estoy haciendo perder el tiempo en vez de decirles lo importante.— Negó mirándolos apenada y ellos le restaron importancia, unos minutos menos tampoco los atrasarían demasiado en su trabajo ese día.— Los cité aquí porque... Chicos, están despedidos.— La seriedad con la que lo dijo les dejó plasmados y Jungkook sintió ese nudo hacerse más grande, su lobo chilló que casi sale incluso de sus labios.

— ¿Q-qué?

— ¿Por qué?— Jinyoung se sentó mejor en la silla sin poder creerlo del todo con los ojos abiertos, y claro que no lo hizo cuando la beta no se aguantó ni un minuto, cubriéndose la boca entre risas. Jungkook abrió la propia desconcertado, una pequeña broma de Chanmi que por estar tan tensos desde su entrada a la oficina, ella lo notó y quiso hacerles una broma de mal gusto.– Ah, debí haberlo supuesto...

— ¡Noona!— Exclamaron en voz alta al mismo tiempo los chicos frente suyo y la beta se sostuvo el estómago dejándose caer mejor en la silla donde estaba sentada.

— Sus caras fueron lo mejor de todo, Dios.— Respiró irregularmente divertida.– Deben estar menos tensos chicos, les afectarán esos nervios en algún futuro. Creí que ni siquiera se lo tomarían en serio porque fue muy mala mi broma.— Sonrió, mordiéndose el labio para no dejar escapar su risa otra vez, jamás superaría ese momento y al levantar la mirada se encontró a los dos menores mirándola avergonzados.– Ya, ya, lo siento. Hay que ponernos serios.— Pasó una mano por su cara centrándose mejor.– Ahora sí hablemos de lo principal, sus puestos.— Se aclaró la garganta sacando una hoja de un cajón donde tenía muchos garabatos y posiciones como si fuera un equipo de fútbol. Jungkook y Jinyoung se sonrieron esperanzados a ello.– No sé si recuerdan que hace dos semanas les hablé por lo mismo de un posible ascenso en sus puestos, ya que el anterior administrador lo despedimos por su mal condición, las faltas y uhm, no hace caso explicar lo demás.

Hace más de dos meses, el anterior administrador fue encontrado estropeando algunos de los platillos, este era quien revisaba si todos los platillos estaban bien, si no tenían manchas sin querer a los bordes del plato, una buena cocción de los alimentos, un agradable gusto y nada quemado en ellos, siendo antes revisado por otro, claro está, también si se estaba muy apurados ayudaba a cocinar las cosas más difíciles y entre más actividades, lo mismo que un chef principal pero con un tanto más de responsabilidad puesta por la condición de revisar en afirmación los platillos, así que digamos que el hacer eso fue una gran falla para el hombre. Los cambios de puestos se les habían sido comentados luego de despedirlo y por un mes entero estuvieron revisando sus formas de ser en la cocina, Jinyoung se encargó de revisar mucho más si se encontraban bien hechos los platillos y Jungkook iba por detrás haciendo lo mismo, entonces pasado el tiempo —hace dos semanas— Chanmi se los comentó de nuevo y allí se encontraban en ese entonces.

— Ayer por la noche me hizo una videollamada Jooheon-nim y el inspector estaba con él, Jeol-ah.— Explicó uniendo sus manos.– Me comentaron que mañana vendrán al restaurante temprano, como a las ocho o nueve de la mañana para hablar conmigo sobre unos ciertos asuntos, cuales no me explicaron, y a verificar las cuentas del restaurante, como cada fin de mes, entre varias cosas más.— Tomó aire, moviéndose hasta más emocionada que ellos.– Me tomé el tiempo de preguntarles si era posible hacer unos cambios en el personal y ponerte a ti, Jinyoung, en el puesto de administrativo y a ti Jungkook, en el puesto de jefe de cocina, aunque nosotros le decimos chef principal.— Ironizó haciendo un ademán con las manos.– Y ajá, era necesario, además de reacomodar todo. Me dijo que mañana revisaríamos bien el tema con más calma, o sea, podría significar un muy posible sí a sus ascensos.— Chilló aplaudiendo, contagiando su alegría a los otros dos, quienes rieron verdaderamente felices.

— ¿Debemos venir mañana temprano al restaurante entonces?— Cuestionó Jungkook tocándose las orejas demasiado animado y ella asintió repetidas veces.

— También les quería pedir de favor si le podían decir a sus compañeros sobre eso mismo. Tienen que venir absolutamente todos, sin excepciones, les aseguraré la hora por el grupo de Kakao. A todos me refiero a todos, incluidos meseros, el sommelier, la recepcionista, cada trabajador.— Prosiguió recalcando la palabra una y otra vez, anotando sus nombres en esa misma hoja. Apenas Jinyoung iba a preguntar si se podían retirar, Chanmi hizo un sonidito extraño.– Pero, ahora que lo recuerdo, hay un sólo pero.— Levantó su mano, colocándose de pronto seria, de nuevo.– No está asegurado que sí se los den ¿De acuerdo? No quiero ilusionarlos del todo para dejarlos caer, hablaremos bien el tema mañana temprano y les aseguraré cuando me lo afirmen.

— Entendido noona.— Asintieron y ella sonrió asintiendo de vuelta.– Muchas gracias por la posible oportunidad.

— Gracias a los dos, por esforzarse demasiado. Pueden retirarse, cualquier otra cosa voy a verlos o si es muy importante ustedes vengan. Suerte en el día de hoy y cocinen mucho.— Alentó alzando una mano, a lo que se inclinaron en agradecimiento a la mayor sentada detrás del escritorio. Jinyoung fue el primero en despedirse, saliendo casi aplaudiendo de la felicidad en dirección a la cocina.– Oye, Jungkook.— El omega que estaba a punto de cerrar, parpadeó asomándose por la pequeña rendija y Chanmi rió señalándolo.– Ten más cuidado con esos sonrojos, un alfa no se pone tan rojito.— Murmuró en voz baja, guiñándole un ojo y Jungkook suspiró fastidiado tocándose las mejillas.

— Lo sé, ni el maquillaje funciona.— Ella soltó una gran risa y por fin terminó de despedirse para seguir a Jinyoung ya en la cocina hablando con los demás.

Me agrada tanto esa chica.

— Hasta que por fin hablas.— Comentó cruzándose de brazos el castaño. Por la mañana habían hablado él y su lobo, pero sólo en la mañana, ningún otro momento del día por muy raro que sonara, entonces le sorprendía oírlo tan de repente en su cabeza como si estuviera loco, desde que habló con Somin y Jimin este no se presentaba tanto como antes y le extrañaba, sin embargo eran cosas de su lobo que seguramente no quería comentarle.

Estaba meditando, algo que tú no haces.

— ¿Los lobos meditan?— Preguntó incrédulo y el lobo se recostó dándole poca importancia.

Tienes un lobo moderno, qué esperabas.

— Uy, disculpa, "lobo moderno".— Burló adentrándose a la cocina en donde Jinyoung les explicaba sin demasiada emoción a todos los presentes sobre la junta al siguiente día y cada uno asentía interesados en el tema. Podía estar hablando del asunto en un tono sereno, sin embargo estaba igual de sonriente que el castaño desde antes de entrar por esa puerta, el aroma fresco de orégano del alfa se distinguía entre los demás como si expresara toda su felicidad por ese medio y por su parte, el supresor contuvo todas las feromonas amenazando con salir.

— Por último, nos avisará la hora en el grupo de Kakao, así que por favor estén pendientes de cualquier aviso o mensaje. Deben venir como siempre supongo, si hay algún cambio de todas formas lo dirá también y... Creo que eso es todo lo importante, gracias por su atención, pueden volver a sus actividades.— Estaba dispuesto a formar una reverencia, sin embargo le tomó del hombro deteniéndolo.

— Si son amables de informarle a los demás, yo le diré a Jimin, si pueden decirle a los otros meseros, RyuJin, Hyunsik, cada uno debe venir, sea el puesto que sea.— El alfa castaño tronó los dedos recordándolo de repente.

— Justo una de las cosas más importantes, gracias Kook.— Sonrió e hizo lo mismo como respuesta.– Ahora sí, eso es todo, supongo.— Murmuró observando al menor a su lado y asintió.

— Para nosotros eso no es todo ¿Qué les dijeron sobre sus nuevos puestos?— Cuestionó felizmente un omega pelinegro mirándoles, llamado Jaehyun, el cual no había empezado a trabajar hacer mucho con ellos pero se volvió parte de la familia que se consideraban poco a poco.– ¿Sí se los darán?

— Mañana hablará noona sobre eso con el dueño y el inspector, es un muy posiblemente sí.— Contó en breves Jungkook, intentando no dejar salir su sonrisa de idiota y tranquilizar a su lobo en su interior moviéndose tan alegre como nunca antes.

Sí te lo darán, sólo debes aceptarlo, sería absurdo si no es así.

— Nos dijo lo mismo a los dos, todo se dependerá de lo que digan ambos y si dan la afirmación, definitivamente pasaremos al puesto, si no es así nos quedaremos como estamos actualmente.— SeokJin rodó los ojos, bufando al oírlos explicar ese tema en discusión desde hace meses, el mayor creía plenamente que les darían el puesto a los dos sin necesidad de tanto alboroto, sería así y les daba mucha esperanza como ninguno otro.

— Por supuesto que serán administrador y el chef principal, ustedes llevan esperando esto mucho tiempo chicos, pasaron las pruebas sin dificultades, y no hay un posible puesto para alguien más a la vista.— Alzó las cejas provocador y sonrieron de acuerdo en cierta forma.

— Por eso yo opino que al salir de aquí todos vayamos a celebrar por sus próximos ascensos de posición, hace tiempo no salimos todos juntos y sería agradable antes del gran día ¿Qué les parece?— Animó Hoseok pasando sus brazos por sus hombros y en su rostro se reflejó la duda, pero en el de Jinyoung había una mueca agradable.

Yo que tú iría, esto es raro que lo hagamos y ya estoy cansado de irme sólo a la cama con ramen.

— Pero si salimos con Somie y Jiminie el otro día.— Murmuró pensativo a lo que su lobo bufó.

Dos salidas en una misma semana, esto no pasa desde hace cinco años.

Negó en lo que veía al alfa mayor terminar de ser convencido por los demás y reírse cuando celebraron con un extraño baile de victoria. Luego los ojos de todos se posaron en él, esperando una confirmación o negación por su parte y se mordió el labio, quería hacerle caso a su lobo, pero a la vez le dolería si al final no se lo daban como llevaba creyendo hace tiempo.

— No lo sé chicos, Chanmi noona dijo que no era seguro y...

Chanmi noona, chanmi noona, ya olvida todo lo que diceee.

— Vamos JK, por los viejos tiempos, nos haría bien a todos un respiro y de paso darle una agradable bienvenida a los nuevos y nuevas en nuestro clan, un dos por uno.— Continuó el alfa pelirrojo revolviéndole el cabello.– Es imposible que de un día a otro cambien las cosas y te nieguen el puesto ¿Quién más se quedará como chef principal o como administrador? ¡Nadie! Hay que festejarlo amigo, o te lleno toda la cara de babas.— Rió divertido apartándolo ante la idea.

Sólo diviertete por una sola noche, puedes hacerlo, deja de pensarlo mucho.

Las palabras del lobo resonaron una y otra vez en su mente, entonces sonrió. Joder, hace tiempo no pasaba una semana tan agradable como esa, mejor aún que la pasó con su considerable familia un día y a los pocos con sus amigos. Nada podría salir mal, el castaño sólo debía divertirse igual que cualquier otro de su edad y festejar su muy segura victoria con el nuevo puesto.

— Bien, bien, pero no tengo planeado emborracharme.— Señaló, carcajeándose cuando SeokJin murmuró un "oílo" a Jinyoung y la cocina se volvió un desorden lleno de risas, bromas, bailes y muchas cosas más en esa agradable tarde.

Disfrutaría lo más posible.

Nada saldría mal.

— ¡Todo va a salir mal Bambam!— Gritó Yugyeom exasperado, mientras observaba el horno atento con un miedo terrible recorriendo su alma y abrazaba sus piernas.

Te lo dije, yo lo dije, lo dije ¡Debí haber apostado!

— Me pregunto cuando será el día en que te vuelvas un alfa seguro de tus acciones.— Bufó Bambam sentándose a la par suya, ofreciéndole algunas frituras de su bolsa aún llena hasta la mitad, Yugyeom se negó mordiéndose el labio.– ¿Ahora por qué crees que saldrá mal?

— En el vídeo decía "pongan el relleno después de dejarlas enfriar cinco minutos" y nosotros pusimos el relleno desde antes, se saldrá todo, es un rotundo fracaso.— Jadeó tirando la cabeza hacia atrás y Mingyu limpiándose el cabello con una toalla en manos se acercó a ellos, haciendo lo mismo que Bambam hace menos de cinco minutos.– Somos profesionales Bam, profesionales, y no podemos ni hacer unas galletas para Minhee.

— Somos profesionales en cosas saladas, un desastre en cosas dulces.— Rectificó cubriéndose toda la boca de esos cuadritos fritos y se alzó para alcanzar su copa de vino.– Ya da igual Yugyeom, tendrán un sabor más... ¡Explosivo! ¿Entienden? El relleno se saldrá y entonces sería como que explo...— Se cortó a sí mismo mirando a los dos alfas, estos con una mueca de diversión y fastidio en sus labios, así que decidido el omega, se cruzó de brazos.- Pues no mira.

— La verdad estoy seguro que saldrán ricas, aunque no con una muy buena imagen. Probé la mezcla cuando estaban de espaldas y era deliciosa.— Mingyu hizo un ademán, dándoles esa posibilidad de que les saliera bien. El pelinegro abrió la boca indignado, claramente Bambam y él le habían dicho al moreno que no podía probarla.– En mi defensa tenía hambre, Bam apenas acababa de hacer el bibimbap y no soy de esperar mucho por comida.

Pero que estafa de amigos tienes.

— ¡Te dijimos que hasta cuando estuvieran listas!— Gritaron al mismo tiempo y Mingyu abrió los ojos desmesuradamente tapándoles la boca.

— ¿¡Acaso no entienden las palabras desde hace dos horas, que "hay un niño durmiendo en la habitación a unos metros"!?— Regañó en voz baja pegándoles a sus amigos, volviendo a repetir la frase por cuarta ocasión. Se comenzaron a reír en voz baja y Yugyeom codeó a Bambam.

— Vamos a hablar en ASMR.

Ei es em ar.— Imitó sosteniéndose el estómago y chocó las manos con Yugyeom riéndose sin parar.– Ah, ya amargado, si vas a estar con esa cara mejor vete.— Le aventó una de sus frituras y Mingyu rió tirándosela otra vez.

— Es mi departamento.— Contestó acostándose en el suelo retándolo. El tailandés alzó una ceja como si estuviera hablando en serio y ambos entrecerraron los ojos al contrario.

— Y yo te saco si quiero, al cabo que Minhee nos quiere más a nosotros.— Se burló dándole un puñetazo en el estómago sin demasiada fuerza, el alfa se lo sostuvo fingiendo un grave dolor y el omega se tiró encima suyo presionando más en la zona donde fue el golpe.– Te golpearé más fuerte si de verdad sigues así.— Recostó su cabeza sobre su vientre tranquilo.– ¿Algo interesante que les haya ocurrido en la semana?— Yugyeom suspiró arrodillándose para tomar su propia copa y volver a sentarse en el suelo junto a ellos.

Viernes, el día donde no tuvieron trabajo por primera vez en mucho tiempo y decidieron reunirse en el departamento de Mingyu por la noche para visitar a Minhee, cenar con él, jugar un rato, oír como fueron sus clases en la semana y entre más. Unas tres horas después, ayudaron al alfa para acostarlo, cosa que resultó no ser tan difícil pues el cachorro no era muy travieso. Luego se dispusieron en hacerle un regalo, el cual era cocinarle algunas galletas para la siguiente mañana y de paso enterarse de los chismes por la semana entre ellos.

— ¿Jalarmela cuenta?

— Eres un asqueroso Min.— Le codeó en una mueca el omega, acomodándose mejor en su lugar.

— Ya te vi como cuatro chupetones y no dije nada ¿De qué te quejas?— Devolvió el gesto al menor con un puchero alojándose en sus labios. Bambam abrió la boca tartamudeando y entonces decidió quedarse callado en su lugar, sonrojado de las mejillas mientras murmuraba a su lobo, seguramente. Yugyeom rió sin parar al mirarles y llevó su puño a Mingyu para que lo chocara.

— Esa fue buena.

Cuentale al omega sobre el cachorro, lo que les dijo en el auto.

Murmuró su lobo sentándose con la cola entre las patas como si fuera inocente. Lo pensó uno segundos y asintió, pasando por un pequeño jadeo de felicidad por parte de su lobo, como siempre solía hacerlo cuando quería lo mismo que él.

— Ayer fuimos a recoger a Minhee.— Comentó el pelinegro tomando un sorbo del vino en sus manos y Bambam le observó atento, el mayor solamente le ponía atención cuando era una historia interesante de escuchar o cuando tiene que ver con el pequeño cachorro de Mingyu y sonrió pateándole apenas se incorporó mejor.– Y nos hizo una pregunta algo vergonzosa. Pero esto puede llevar a un tema serio.

— Diganme que no preguntó el como nacían los bebés.— Mingyu negó de un lado a otro incluso con las manos, más tarde cruzándose de brazos mientras tenía la vista puesta en el techo.– Gracias a Dios, todavía no sé narrar bien la historia de la aveja y la flor.— Bufó horrorizado el peligris, tragándose de golpe el líquido violeta en su copa.– El hablar de temas serios no está mal, hace tiempo no lo hacemos en realidad.— Contó pensativo.– Ah, en serio debemos decirle alguna vez de las avejas y flores, viéndolo mejor.

— Ahora mismo cree que es la cigüeña, no me cambies versiones.

— No somos tan hijos de puta.— Jadeó molesto.– A no ser...

— Mejor callate y deja que Yugyeom continúe.— Bambam se levantó para servirse más de la bebida alcohólica y el mencionado le siguió con el mismo propósito, pero al poco tiempo volvieron a sus posiciones.

— Veníamos de vuelta en el auto, Minhee iba en mis piernas porque acá nuestro alfa celoso no le gusta que sea cariñoso con nadie más y se molestó.— Movió la cabeza al moreno y Bambam rodó los ojos dejándole proseguir.– Minhee nos comentó que Nayeon les habló sobre las parejas destinadas y nos preguntó a los dos en donde es que estaba la nuestra.— La boca del tailandés se abrió sentándose de golpe frente a ambos y les señaló riéndose a carcajadas.

Yo ahora mismo soy él.

— ¡¿Y qué le dijeron?!— Exclamó emocionado a lo que los dos alfas se sonrojaron encogiéndose de hombros.

— Le mentí, no tanto, pero lo hice.— Susurró, pausando cualquier clase de mueca o claro enojo en el rostro de su mejor amigo, este a punto de hacerlo sin dudar y totalmente enfadado con los dos por mentirle a un niño de cuatro años.– Antes de que comiences, obviamente no le iba a decir "pues fíjate que tu appa Mingyu no quiere andar con nadie porque lo siente como una distracción, así que no está interesado en su pareja destinada y tu tito Gyeom no está pensando en relaciones por ahora ya que jamás ha encontrado a su pareja por ningún lado, sólo quiere pasar su celo con alguien y ya."— Continuó sarcástico y el peligris de alguna manera le dio la razón.

— Bueno, está bien, en ese caso se pasa ¿Pero cuál fue la mentira entonces?

Como se lo decimos.jpg

Soltó una risita y jugó con el vino avergonzado.

— Le dije que su appa todavía no la encuentra y que yo tampoco, pero apenas encontrara la mía, él distinguiría su aroma en mi ropa.— Explicó rascándose la nuca un tanto incómodo al hablar de ello.– Y no creo que aparezca en un muy buen tiempo, o sea, ya tenemos veinticuatro y Bambam, eres el único en encontrar a su pareja desde hace un año, nosotros ni nuestras luces, no es muy agradable recordar esto justo en esta situación.

— Minhee ahora estará esperanzado con oler algo nuevo en tu ropa y piel pronto ¿Lo sabes no? Y ni hablar de su padre.— Exhaló colocándose serio de repente y los tres se quedaron en silencio, sabían a donde estaba yendo el tema, por lo que Mingyu se sentó recargado a la barra detrás suya.– Ustedes mismos saben que no es la primera que el cachorro pregunta cosas así, ya preguntó en dónde está su omma o su otro appa hace meses, y la respuesta de Mingyu fue buena en su entonces, pero él necesita un amor cálido chicos, después... De aquello.— A ninguno de los tres le gustaba hablar sobre las parejas, relaciones más bien de alguno, el futuro o la situación de Minhee, de como serían las cosas, si seguirían en sus trabajos, si sus vidas podrían cambiar tan de repente, cual podría ser el crecimiento adecuado del pequeño y muchos cosas más inconclusas debido a sus pensamientos diferentes.

— No me quería poner serio respecto a esto, pero aquí va, por algo intenté que el cabeza de rábano no hablara.— Mingyu le pegó en el hombro al pelinegro, mientras él se quejó sobándose y entregándole un gruñido por parte de su lobo.– Estoy bien estando solo con Minhee y ya, he pasado cuatro años de mi vida cuidándolo solo, sin contar la ayuda brindada por ustedes. Pero refiriéndome a un amor paternal e incluso maternal siempre he estado allí, jamás lo abandoné, todo el tiempo me la paso demostrando cuanto lo quiero, no como...— Tragó evitándose soltar el nombre de la persona en su mente.– Uhm, bueno, eso. Mi cachorro se tranquiliza cuando está contigo Bambam, le gusta estar contigo, si tú sigues aquí y lo relajas, él nunca necesitará nada más. No quiero tener malas experiencias otra vez, que pueda llegar a reconocer a mi pareja destinada no significa que él o ella podría estar muy feliz con la idea de que ya tengo un cachorro conmigo. Yo soy feliz sólo con Minhee nada más y nada me cambiará de opinión.— Culminó arrebatándole el vino de la mano y se lo tragó fingiendo furia, aligerando el ambiente tenso. Una buena conversación en espera de que las galletas salieran.

— Lo sé, pero Mingyu, no siempre voy a estar aquí sentado con ustedes o con él, lo sabes muy bien, a pesar de que me duela reconocerlo porque quiero mucho a ese niño.— Bambam tragó mordiéndose una uña.– En un futuro yo vendré aquí diciéndoles que me voy a casar o que voy a tener un cachorro con Jinyoung ¿Qué harás en ese entonces? Debes encontrar ese amor "maternal" por completo en otra persona y eso significa, en un omega, o un beta posiblemente, ellos también son muy buenos.— Le revolvió el cabello y seguido miró a Yugyeom riéndose a su lado.

— "Casar o tener un cachorro con Jinyoung" tu imaginación vuela muy alto, llega hasta los postes de luz y eso que tienen un año.— Bromeó el alfa recibiendo una patada en la costilla.– ¡Mierda esa sí dolió!— Exclamó cubriéndose la boca en el transcurso y sus amigos rieron completamente divertidos cuando lo vieron tirarse en el suelo retorciéndose.

— Eres un exagerado ¿Qué hay de ti? Creo que te tomaste muy en serio eso de tu pareja destinada.— Yugyeom se volvió a encoger de hombros, pasándose la mano ya que de verdad le dolió y Bambam abrió los ojos sorprendido.– Ay, perdón, creí que estabas actuando.— Le sobó por encima de la camisa y el alfa prefirió darle igual.

— Me pregunto si podemos ser personas normales que hablan de lo importante sentados en una mesa, bebiendo algo de soju y siendo correctos en cada una de sus palabras, en vez de estar tirados en medio de la cocina, acabandonos una botella de vino y comiendo frituras tiradas por todos lados.— Bromeó el moreno masticando una.

— Jamás.— Las copas de los tres chocaron al mismo tiempo y prosiguieron con lo antes hablado.

— Siendo sincero, no lo sé...— Yugyeom haló de su camisa perdido en alguna parte del suelo.– Todo el tiempo me gustó oír la historia de mis appas, como se sintieron cuando se conocieron y luego lo que sucedió contigo Bam, el día que conociste a Jinyoung, cada uno de sus sentimientos me hace creer que las parejas destinadas existen por completo, soy fiel a eso.— Susurró rojo de las mejillas, su lobo se encogió en su lugar.– No quiero una relación de la cual me arrepienta después, he pasado mis celos con otras personas, pero ellos mismos saben que de esa noche no pasa y no planeo ayudar a otros con los suyos, aunque suene injusto.— Continuó oyendo la risa de Bambam por su vergüenza notable.– Lo dije y es un juramento, no andaré con nadie hasta que le encuentre.

— ¿Y cómo piensas que le descubrirás? ¿Cómo te darás cuenta?— Consultó Mingyu observándole admirado y Yugyeom jadeó, su lobo igual.

Con el solo contacto le reconoces.

— Mi lobo dice que el solo contacto funciona. Supongo que me daré si llego a tocar su mano o de casualidad su brazo.

— También puede ser el contacto visual.— Interrumpió el omega sonriente.– Las parejas destinadas son especiales, te das cuenta de ellas al instante. Si de verdad es tu omega, beta u alfa, lo sentirás por cada extremo de tu cuerpo, tu lobo se pondrá como loco o quizá lo encuentre más llamativo a los demás. Pero, a pesar de que suena muy lindo y todo, algunas parejas destinadas son unos o unas hijas de puta, si recuerdan lo que le pasó a Mark, que sea algo tuyo no significa que pueda ser el amor de tu vida, incluso puede ser lo peor de tu vida.— Concluyó justo a tiempo, la alarma en su teléfono empezó a sonar, dándole la señal de que las galletas ya estaban y Mingyu se fue a revisarlas de inmediato, palmeándole la espalda a Yugyeom igual que Bambam.

Es cierto, no todas nuestras parejas son lo que esperamos, a veces... Son totalmente diferentes.

"Totalmente diferentes" pensó el alto, siguiendo a los dos quejándose sobre las galletas y su aspecto tan terrible.

— ¿Y en dónde está tu querido alfa?— Decidió cambiar el tema al final, empujándole por la cadera al mayor, quien le hizo lo mismo entre risas.

— Ah, salió con sus amigos a cenar y pasar el rato, vendrá por mí luego.— Comentó antes de probar una de las galletas y abrió los ojos completamente sorprendido.– Wow. ¡Chicos no fue rotundo fracaso! El relleno no se quemó ni nada.— Extendió la galleta mordida a Yugyeom y este la mordió igual cubriéndose la boca impactado.- Mierda, somos geniales.

— Y yo que planeaba reírme de ustedes desde hace rato.

— Yugyeom, no le des galletas.— Murmuró en contra alejándose con la charola, a lo que Mingyu se rió en voz baja.– Ni una para ti ¿Entendiste? Ni una, si Minhee te da una la vomitas.— Sacó la lengua al moreno dramáticamente y luego chasqueó los dedos mirando al alfa pálido.– ¡Cierto! Gyeom, Gyeom, Gyeom. Es que cuando fuimos a tu departamento por las chispas vi que tenías un número de un centro de adopción para perritos ¿Adoptarás uno como me dijiste la otra vez?

— ¿Qué? ¿Y por qué yo no me enteré de eso?— Recriminó el Kim "gruñendole" a Yugyeom.

— Se lo comenté en el restaurante pero no estaba muy seguro.— Explicó acabándose una galleta y su lobo puso atención a lo que decía. Mingyu refunfuñó enfadado.– Quería adoptar un perrito para no perderme tanto en mi desgracia de la soltería, uno pequeño que se pueda quedar en casa y puedas hacerme el favor de cuidarlo con Minhee en lo que voy al restaurante.— Pasó su brazo por el del moreno sonriente.– El lunes fui al centro de adopción y vi un pomerania demasiado bonito, es por completo negro y parece un osito, es adorable en verdad, lo encontraron recién nacido en una casa abandonada.— Contó sintiéndose apenado.– Y entonces apliqué para adoptarlo, me gustó mucho, es muy cariñoso y juguetón.

— Awwww, el solterón tendrá un perrito.— Mingyu pellizcó sus mejillas, moviéndolo de lado a lado.– ¿Si te lo dan cómo lo llamarás?

— Lo quiero llamar Dalkyum.

— Larga vida a Dalkyum, vivir con un alfa así de idiota será difícil.— Elevó una galleta al cielo, huyendo de Yugyeom que comenzó a perseguirlo y a Mingyu intentar callarles pues podían despertar a su cachorro ya en su quinto sueño. Por otro lado el lobo de Yugyeom buscaba toda manera de controlarlo, en contra y a la vez a favor de tener un nuevo inquilino en su territorio.

Sábado por la mañana.

Deberías ir más lento, hay muchos carros alrededor y por tu emoción puedes tener un accidente, omma omega lo dijo demasiadas veces, tonto.

— Lo dices como si fuera la primera vez que manejo.— Contestó Jungkook siguiendo su camino tal y como era, sin importarle las palabras de su lobo para no desconcentrarse del camino ya que la visión del casco tampoco era muy buena.

Lo sé, pero hoy andas más perdido de lo normal ¿Sigues borracho?

— Me tomé la mitad de la botella, ugh, no estaba ni mareado.— Pasó saliva por sus labios nervioso, su lobo pareció notarlo pues se sentó con la cola entre las patas tranquilamente.– Estoy casi sudando hasta por el trasero, no sé qué sucederá hoy y no me siento mejor con nada.— Susurró el castaño, haciendo entender al lobo sin necesidad de seguir explicando más. La noche anterior la había disfrutado mucho, se rió junto a los demás, Jimin —que fue invitado justo cuando llegó— se la pasó contando de sus experiencias chistosas años atrás y los restantes les siguieron. Se tomaron el tiempo de brindar en honor a Jinyoung y a Jungkook como los nuevos jefes de la cocina y horas en la madrugada cada uno se fue a su hogar, aunque Jungkook tuvo que dejar al Jimin borracho en su casa antes.

Yo también estoy ansioso, pero esos nervios te afectarán si sigues así. Cuando llegues no prestes atención, ve directo hacia los otros e intenta olvidarlo.

— Gracias lobito, eso intentaré.— Murmuró sonriendo de a poco y suspiró en cuanto las calles cercanas al restaurante se posaron frente a su vista.

Debí ser tu consciencia, la hago mejor que de lobo.

Bufó su amigo lamiéndose una de las patas, concentrado en ese trabajo y nada más, no prestaba atención a lo puesto a su alrededor. Jungkook rió dando un giro a la derecha luego de que el semáforo cambiara y ahí pudo distinguir algo extraño, que de paso logró hacerle bajar un poco la velocidad para observarlo mejor, más bien, observarlos. Habían tres personas, caminando unas dos calles antes de llegar al restaurante y llevaban en brazos unos trajes iguales a los suyos mientras hablaban, cosa que aún más le extrañó pues nunca trabajó con ellos en la cocina y nunca los vio cerca o algo así.

— Lobito...

¿Sí?

— Estoy quedando loco, o esos chicos y la chica que va enfrente llevan el traje del restaurante.— Posó su mirada fija en ellos y sus ojos cambiaron un poco de tono ya que su lobo se distinguió a través de estos.– Nunca los había visto antes.

Pueden ser nuevos, quizá. No los recuerdo de ninguna parte.

El castaño asintió acelerando nuevamente una calle más, ahora más atento con su lobo y sus ojos casi se salen de la órbita cuando vio a muchas más personas en la entrada para trabajadores, pegado al mismo estacionamiento, varios autos salían y otros entraban en cambio, algunos de plano se estacionaron fuera de este. El aparcadero para bicicletas estaba lleno y para su suerte su motocicleta tenía un buen espacio aún para ponerla entre las demás. Su lobo se levantó de su lugar, andando en círculos expectante a lo que estaba ocurriendo como él y desde la distancia pudo localizar a Jimin hablando muy entretenido junto a SeokJin, Jinyoung y un chico muy delgado peligris.

— No entiendo nada, ¿por qué hay tantas personas?— Murmuró para sí mismo, entrando por la pequeña subida a una derecha de la entrada principal e ir estacionando su motocicleta muy lentamente, ante las miradas sorprendidas de mucha gente de diferentes rangos.– Nos están mirando, nos están mirando, Dios mío, que bueno que me puse más perfume.— Tragó sintiéndose presionado y su lobo chilló temeroso.

Te están viendo a ti, a mí no. Pero... Ahora que se ve mejor ¿Ellos no son parte del personal del otro restaurante?

¿El otro restaurante? ¿Por qué estarían aquí?— Cuestionó confundido Jungkook, apagando a su querida amiga y quitó las llaves. Bajó de ella acalorado por el casco todavía puesto en su cabeza y seguidamente se lo quitó, acomodándose el cabello medio húmedo en su frente, como de las partes traseras igual.

No lo sé, pero considerando que el jefe está aquí, le encuentro algo de sentido.

— En eso tienes razón, no lo negaré. Aunque...— Quiso acomodar el casco en el depósito de gasolina, pero segundos antes abrió un pequeño compartimiento donde guardaba su mochila para meter sus llaves en ella, cosa que ocasionó la caída del casco directo al suelo y se fuera rodando un poco, sin embargo no podía dejar todo abierto ahí y correr tras él, ¿cómo sabía si alguien le intentaba robar algo en su distracción?– Que vergüenza...— Se sonrojó, su lobo se recostó en el suelo cubriéndose los ojos con las patas.

Puras penas paso contigo.

Jungkook soltó una risilla sin saber qué responder, apresurándose a cerrar cada uno de los cierres bien y colgarse la mochila en uno de los hombros para recogerlo. No obstante, jamás se esperó sentir una pequeña presión de un dedo en su hombro llamándolo y a la vez dejándolo en un pequeño shock. Quiso creer por unos segundos que era Jimin, pero en cambio un agradable aroma a tarta de limón llegó a sus fosas nasales, desconcentrándolo más y su lobo se puso de pie al instante, moviendo la cola de un lado a otro, era un muy dulce y rico olor. Se dio la vuelta encontrándose a una persona más alta que él, con su casco en manos y sonriéndole apenado.

— Disculpa... Eh, creo que esto es tuyo, llegó cerca de donde estaba cuando hablaba con un amigo y eres el único pegado de una motocicleta ahora.— El tipo pareció igual de perdido que él, pero más de acuerdo de sus acciones y riendo apenado. Definitivamente era alto, unos seis u ocho centímetros más alto y tenía una mirada muy peculiar, sin mencionar ese llamativo lunar debajo de su ojo.

— A-ah... Sí, sí, es mío, gracias.— Sonrió de vuelta el Jeon, agarrándolo delicadamente con una de sus manos y se inclinó en agradecimiento.– Guardaba mis cosas y se cayó, l-lamento si te molestó.— Tragó sin moverse ni un poco y su lobo ladeó la cabeza.

Estás quedando muy mal, largo, largo, largo.

— No hay por qué.— Aquella sonrisa resplandeciente se iluminó de nuevo, ocasionado que ignorara a su lobo. Sus dientes eran parecidos a los suyos, los dos principales eran más grandes que los demás y se hacían notar mucho, sin mencionar que su aroma lo tenía en toda la nariz.– Y no te preocupes, no es la gran cosa.

"Que alfa tan amable." pensó de inmediato, devolviéndole la sonrisa sin querer y un pequeño calor pasó en todo su cuerpo, debido a su lobo emocionado pero a la vez muy confundido. ¿Por qué estaba tan nervioso?

Él...

De una vez les digo que no se crean que a la primera se enamoran, ah, aquí las cosas van a pasos de tortuga. 🐢

Oli. uwu

Por fin pude tener una computadora y publicar este capítulo, además de editarlo ¿Qué opinan del fic? :(

Últimamente no estoy segura si está yendo bien o no, espero les guste, me agarró un poquito la inseguridad para ser sincera :c

Pero bueno, aún falta muchooooo del ff, así que preparense que recién inicia uwu

No tengo mucho que decir, sólo espero que estén bien, si iniciaron clases vayan de lo mejor y mantenganse saludables. 🥺

¡Nos leemos luego!

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