Capítulo 6

Hoseok había aprendido de pies a cabeza el protocolo en caso de un incendio que consistía en mantener la calma, agacharse, taparse nariz y boca y buscar una salida, se sabía de memoria el protocolo en caso de algún sismo, guardar la calma y agacharse en posición fetal cubriendo su cabeza para evitar golpes y después salir a un lugar seguro ¡incluso sabía qué hacer en caso de inundación! Era un Omega preparado para lo que la naturaleza le traiga, más nunca aprendió qué hacer cuando tu pareja destinada te encuentra ¡cuando se supone no se había dado cuenta y cuando mucho menos lo quería cerca!

¿Acaso la madre Luna lo odiaba tanto como para ponerlo en ese tipo de aprietos sin escapatoria?

Tragó saliva grueso sin que ni una sola palabra saliera de su boca, sus ojos revoloteando de aquí para allá en busca de ayuda, algo bastante irónico teniendo en cuenta que las personas eran unas egoístas e inmaduras que se burlarían o ya de paso lo ignorarían totalmente.

—Y-yo... A-ah....

¡Alfa!

Aulló su lobo moviendo la cola feliz y dando saltitos para hacer notar de su presencia al contrario.

¡Cállate, pulgoso!

¡Cállate tú, humano tonto!

¡Él NO es nuestro alfa, sopenco! Nuestro alfa se llama Kim Namjoon.

¡Eres un idiota, Jeon Hoseok! Él no es nuestro alfa, nuestro alfa está justo aquí frente a nosotros.

Bufó, su estúpida parte animal solo hacia acto de presencia cuando se le daba la gana y justamente eran en los momentos más inoportunos.

—¿Estás bien? ¿Te sucede algo?  —la voz del azabache lo sacó de su pelea mental que ya estaba apunto de darle jaqueca.

—A-ah... Sí, ehm... —¿Qué se supone debería responder ahora? acaso un "sí, soy tu Omega destinado, que cool ¿no?"

¡Sí, sí, sí!

¡No, cállate! Tú no opinas.

Aferrándose al aza de su maleta y sintiéndose acorralado por la situación estaba decidido a decir lo primero que se le viniera a la mente a la cuenta 3, no importaba si la excusa era un "lo siento se me hace mar, debo pasear al tarde".

Pero no tuvo que pasar tal vergüenza, ya que alcanzó a divisar a lo lejos el auto de su padre.

¡Sí, gracias papá por poner a Soobin en la misma escuela y venirlo a ver! ¡Gracias!

Lo si-siento, mi padre me vino a ver, debo irme.

Y sin mirar ni un sola vez atrás ni despedirse paso por un lado de Taehyung con la cabeza gacha y dando largas zancadas  con los hombros encogidos evitando pasar vergüenza.

El azabache tan solo veía confundido la espalda de Hoseok quien parecía estar en una maratón ¿acaso había hecho algo mal?

—¡Papá!

Yoongi volteó a ver hacia la voz que lo llamaba con Soobin en brazos, encontrándose a un Hoseok que parecía haber visto al mismísimo diablo en persona.

—Hola, Hobi ¿Qué haces? Pensé que querías irte a casa solo —dijo apenas lo tuvo al frente.

—Sí, sí, sé lo que dije, pero hoy no tengo muchas ganas de caminar —Hoseok solo rogaba que su progenitor entienda su indirecta y lo saque de ahí lo más rápido posible.

—¿Cómo así? ¿Sucedió algo hoy de lo que me deba enterar? —inquirió con una ceja alzada, apoyando su peso en una pierna y sujetaba a su hijo menor contra su cintura, el pequeño Soobin comenzaba a pesar.

—¿Q-qué? N-no, n-no, claro que no. Todo está bien, sí —rio torpe.

Papá, ¡vámonos ya!

No me quiero ir, nuestro alfa está triste, hay que hablar con él.

¿Y eso qué? Yo no quiero volver allí. Y ya te dije, nuestro alfa es Kim Namjoon, no el rarito. Deja de molestar.

Eres un idiota.

Somos.

Quisieras.

El Omega mayor miro detenidamente a su hijo aguantando la risa al verlo hacer muecas raras mientras hablaba con su lobo, ¿Cómo lo sabía? Jungkook hacia lo mismo mientras se comunicaba con su parte animal, muy contrario a él que parecía dormir.

—Papá, vamos ya, quiero ir a casa, tengo mucha tarea —puchereo el castaño, haciendo el amago de abrazar a Yoongi, pero topándose en el camino con el trasero de Soobin en su cara.

—¡Mío, mío, mío! ¡Papá mío!

—Soobin, quita, no me dejas ver. Me vas a hacer caer —se quejó el pálido al estar maniobrando para mantener el equilibrio mientras el infante se abrazaba a su rostro cómo sí no hubiera mañana.

—Mentira, Soobin mentiroso. Papá mío, mío, mío, solo mío —contestó de igual forma infantil Hoseok intentando volverse a acercar a su progenitor, iniciando así una guerra por ver quien se quedaba con papá. Yoongi solo rogaba no irse de bruces al piso al verse atrapado en el juego del "gato y el ratón" que tenían sus hijos.

✧・゚: *✧・゚:*

—Pareces un bebé quejándose con tus lloriqueos.

Y ahí se encontraban como un par de viejos amigos chismosos sufriendo por un mal de amores, bueno, al menos Taehyung quien estaba desparramado sobre una de las mesas de la cafetería lloriqueando vagamente mientras Jimin solo revolvía con una pequeña cuchara su café mañanero, escuchando atentamente lo que su mejor amigo balbuceaba.

—Eres un insensible.

—Y tú alguien que saca conclusiones muy apresuradas.

El alfa le dio una mirada de reproche, ¿acaso era en serio lo que decía?

—¿Qué? Sabes lo que opino, tal vez ese día solo tenía apuro y ya, no veo porque hacer todo un show melodramático. Además, tú mismo me contaste que estaba con un niño pequeño, de seguro es su hermano y tenía que ir a alguna cita médica o algo —hiso ademanes con las manos para acentuar su punto y que su amigo deje por un momento el tema de Hoseok que lo comenzaba a estresar.

—Tú no entiendes... ¡Él me evita! Me evita en serio, desde ese día siempre termina huyendo cuando nos encontramos en los pasillos, nunca devuelve los saludos y hace como si no existiera, o pone alguna excusa barata para irse... Es-es... ¡Frustrante! —graznó con un resoplido, alzando las manos al cielo en modo dramático —Solo quiero entablar una conversación con él y listo, eso es todo, ¿es mucho pedir?

—Efectivamente. 

Taehyung no era ese tipo de personas temperamentales, pero Jimin parecía querer tener estampada la suela de su zapato en la cara. Pero, al final, tenía parte de razón. Hoseok no tenía obligación alguna en hablar con él, y peor después de la pésima primera impresión que había tenido, pero vaya como le gustaría llegar a ser al menos amigos, conocerse un poco más y que no se deje guiar por las cosas que inventaban de él en los pasillos, solo quería mostrarle su verdadero yo. 

Pero como Jin le decía, primero preocúpate por ti y tu bienestar porque nadie más que tú lo hará. Debía dejar de tener la cabeza en las nubes y centrarse en sus estudios, si el destino había dictado que sus caminos se debían cruzar, tarde o temprano pasaría, sin importar circunstancias, tiempo o lugar. 

Por otro lado estaba Hoseok  quien se encontraba observando al par inseparable de amigos tras una pared con sus libros en mano, ¿entrar o no entrar? He ahí el dilema.

Yo que tú voy, ese beta no me da buena espina.

Rezongó su lobo con recelo al ver a su alfa con el chico de labios pomposos.

Calla, animal celoso.

Debes dejar de andar murmurando por ahí, las personas van a pensar que estás loco.

—¡Santa Papaya de la cuarta Luna! —pegó el gritito Hoseok ante la voz monótona de la chica que había aparecido de repente, tan sigilosa que hasta ese momento no la había notado —¿Cuánto tiempo llevas ahí?

—Lo suficiente como para sospechar que le debes algo a la mafia y la policía internacional te busca.

Hoseok miro a la chica que era su única amiga, por así decirlo, de su salón de clases, aunque no sabía si eran amigos en sí, ya que solo hablaban algunas veces debido a que él se la pasaba como garrapata tras Namjoon con la excusa barata de "no entendí este tema, ¿me puedes ayudar, por favor?"

—Oye, no tengo pintas de pandillero —dijo ofendido, haciendo un puchero y entrecerrando los ojos. Él se encargaba personalmente de planchar su uniforme para que quede sin ni una sola arruga, claramente no parecía un pandillero. 

La chica rio suavemente por el dramatismo del omega. 

—Como digas, niño bonito. 

—Ahí sí —sonrió, dejando de lado su berrinche. 

Ambos rieron vagamente antes de que Hoseok vuelva a asomar la cabeza a la cafetería y ¡Oh, por Dios! ¿Acaso había llegado el momento de hacerse una limpia para alejar la mala suerte? 

Todos los colores se le subieron al rostro al percatarse que el par de amigos lo veían fijamente, uno con una ceja alzada y el otro con una diminuta sonrisa. 

¡Han de pensar que soy un acosador!  ¡Yo solo quería un lugar para pasar el receso! 

—Hey, ¿estás bien? —preguntó Soo Ahn al ver al contrario tensarse y regresar a su lugar tan pálido como si hubiera visto un muerto. 

—No, no, no, no, no, no está nada bien ¡Ah! ha de pensar que lo estoy espiando y.... ¡No! 

—Oye, tranquilo, ¿de qué hablas? 

Hoseok hizo varias mímicas exageradas para tratar de explicarle a la pobre chica lo que sucedía, y ella solo creía que aquel chico tenía comezón en la cola. Exhaló frustrado, dándose por vencido a que Soo le entendiera en su lugar mejor decidió volver a mirar para asegurarse de que seguían ahí. 

Y, efectivamente, ahí seguían, pero Taehyung parecía despedirse de su amigo. Y esa era la batiseñal de Hoseok para hacer lo que mejor hacía cuando un problema surgía. 

Huir. 

Con unas cuantas palabras torpes y dejando a su compañera de curso totalmente confundida empezó a correr a donde sus pies lo llevaran. 

Sabes que no importa cuanto huyas, tarde o temprano deberás enfrentarte a tu destino. 

Cállate. 

Hoseok era totalmente consiente de aquello, pero se negaba rotundamente en aceptarlo importándole poco las consecuencias. 

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¡Hellowa! ¡Volví!

Estoy tratando de retomar poco a poco a mis historias ahora que la cantidad de tarea que me dejan en el cole ha empezado a bajar, pero no prometo nada u.u

Y, bueno, pq había estado teniendo bajones bien feos, pero ya me estoy empezando a sentir mejor.

En fin, espero les haya gustado este cap ¡no se olviden de leer mis otras historias! ayer publiqué un shot nuevo, vayan a echarle un ojito;)

Gracias por leer ¡!

EDIT: SE ME FUE MAL EL DEDO!!! RECIÉN ME DI CUENTA

—cualquier error de ortografía o coherencia será corregido después— 

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