Capítulo 4
¿Acaso podía existir un alfa más perfecto que Kim Namjoon?
Definitivamente, no. A los ojos de Hoseok, aquel chico es uno de los más perfectos que puede existir sobre la faz de la Tierra. Desde su apariencia envidiable, mirada atrayente, sonrisa adornada de marcados hoyuelos, de porte imponente y portador de un amplio léxico para su corta edad que a veces lo dejaba sin palabras, su instinto de liderazgo, cortesía y carisma innato, sin duda, lo convertían en el alfa perfecto. Y es que esas solo habían sido las pocas cualidades que había logrado conocer de aquel chico que se paseaba en su mente cada que podía.
Pero Hoseok quería conocer más de él, conocer más de aquel que denominó su pareja destinada, aunque su lobo no se presentase al respecto él estaba seguro que Kim Namjoon sería aquel alfa que lo querría y protegería todo la vida, aquel al que serviría y esperaría con los brazos abiertos todos los días después de una larga jornada de trabajo.
Y es que con cada día que pasaba más se convencía de aquella idea y no descansaria hasta lograrlo, hasta que Namjoon sea su alfa.
Un suspiro enamorado se escapo sin permiso de su boca mientras soñaba despierto, divagando entre nubes y arcoíris de lo que podría llegar a ser su futuro al lado del moreno que no se dio cuenta cuando su cuerpo impacto contra el de otro más pequeño.
- ¡Fíjate! ¡No soy un saco de boxeo ni amortiguador de choques!
El Omega levanto miro en dirección al otro chico, encontrándose con el propietario de aquella voz llena de enojo, un chico de mejillas abultadas, labios esponjosos y cabello rubio.
- L-lo siento, no te ví - se disculpó, haciendo una leve venia, estrecho los ojos con una mueca de confusión - Disculpa, pero ¿no se supone que está prohibido tinturarnos el cabello?
El beta sonrió orgulloso de su travesura, poniendo las manos en su cadera en posición de jarra y tirando su cabello hacia atrás con un movimiento de cabeza.
- ¿Verdad que me queda divino? Soy todo un rebelde junto con mi cómplice.
- No creo que sea buena idea que vayas a clases así - dijo inseguro, aunque debía darle la razón le quedaba bien el rubio.
- Ash... No seas aguafiestas, es temporal, se va después de que lo lave unas cuantas veces. Deberías ver a Tae, me que- ¡Mierda, Tae! ¡Me había olvidado!
El chico bajito salió corriendo tan rápido como sus piernas le permitieron al recordar que tenía que sacar a su amigo de un apuro con unos brabucones, dejando a Hoseok con la boca abierta por haber dicho aquella grosería.
- ¡Oye! ¿¡Cómo te llamas!? - grito el Omega antes de que el beta desapareciese de su campo de visión.
- ¡Park Jimin, un placer!
Y con eso último dobló en una esquina y siguió con su carrera en busca de una autoridad del plantel. Hoseok sonrió y también giro sobre sus talones ¿había hecho un nuevo amigo? No estaba seguro, pero ya tenía algo nuevo para contarle a Namjoon.
Namjoon...
Con eso en mente su sonrisa se ensanchó y se fue dando pequeños saltitos hacia la biblioteca donde el otro lo esperaba para hacer un trabajo en parejas que su licenciada de historia les había mandado de tarea para la próxima semana, al fin esa señora gruñona se había compadecido de él y lo había puesto con su alfa. Aunque cierta parte de él se sintiera triste por no tener con quién compartirlo ya que había perdido mucho contacto con sus antiguos amigos. Realmente, estaba agradecido con el señor Kang por presentarle a aquel chico dueño de sus sonrisas.
Y justo cuando ya solo faltaba cruzar un pasillo para llegar a su destino, a su nariz llegó aquel peculiar y atrayente aroma de la última vez, igual de hipnotizante; pino y menta.
Relamio sus labios, no podían culparlo, él era un amante las cosas dulces, como cualquier otro Omega, y ese aroma solo hacia que se le antojaran comer chocolates. Su lobo ronroneo y meneo la cola ansioso.
¡Camina, humano tonto! Nuestro alfa esta cerca ¡mueve ese trasero esquelético y encuentralo!
Hoseok abrió los ojos con asombro y un poco indignado por lo vulgar que llevaba a ser su parte animal, pero no era momento para tener discusiones con su lobo imprudente; solo dos de aquellas palabras resonaron en su cabeza como eco: nuestro alfa.
No, no, no, no, no podía ser cierto, él ya había encontrado a su alfa y él no olía a pino ni menta. Dio dos pasos hacia atrás con terror, ahora qué se supone que debería hacer ¿ir hacia la Biblioteca y fingir que nada paso, o buscar al dueño de aquel aroma?
Su lobo gruño en protesta y arañó en su interior de manera dolorosa cuando se decidió por la primera opción, pero antes de siquiera tener oportunidad a quejarse el aroma de intensificó y frente a él estaba un chico de piel canela, unos cuantos centímetros más alto que él, de cabellera rubia ondulada y mirada profunda.
Oh por Dios.
Las palabras quedaron atoradas en su garganta y su respiración comenzó a hacerse irregular acompañada de un calor que se hacía presente en sus mejillas. El chico era guapo, debía admitir. Se sentía tan pequeño bajo su mirada escudriñadora que no pudo evitar temblar. Ladeo la cabeza de manera sumisa a la espera del siguiente movimiento del alfa, pero muy lejos de lo que pensaba este pego un grito que causó que diera un respingo en su sitio.
- ¡Woah! ¡Dónde lo conseguiste, también quiero uno! - chillo emocionado.
La cara de Hoseok en ese momento era un total poema ¿en serio le había emocionado más su broche para el cabello que encontrar a su destinado? Tenía que ser una broma ¿Acaso si quiera estaba consciente de lo que estaba pasando? Se encontraba totalmente confundido por la actitud del otro chico, pero como buen Omega que es, respondió.
- Lo hice yo.
El alfa lo miro asombrado para después seguir jugueteando con el objeto entre sus dedos.
- Woah... Eres muy talentoso ¿me harías uno? ¿Cuánto me cobras?
¿Para que quería uno? ¿Acaso ya tendría pareja y se lo iba a regalar? Bueno, eso sería un gran alivio para él y así hacer como si nada haya pasado e ir tras Namjoon, más no para su lobo que chillo con tristeza escondiendo su cola entre las patas.
- ¿Ah? E-este...
Al parecer el chico se había enojado ya que se alejo con un bufido, Hoseok hizo una mueca de confusión.
- Yah, no muerdo, deja de tartamudear - espetó, poniendo las manos en sus caderas y con el ceño fruncido - Déjame adivinar, eres el que se cree todo lo que dicen de mí... Vaya famita que tengo - chasqueo la lengua, estrechando los ojos y poniendo una mano bajo su barbilla de manera pensativa - Espera, no te había visto antes por estos lares ¿eres nuevo acaso?
El Omega asintió sin quitar su mueca ¿famita? ¿A qué se refería con lo que dicen de él?
El Rubio sonrió en grande y extendió su mano en forma de saludo.
- Bueno, me presento entonces. Me llamo-
- ¡Kim Taehyung!
Interrumpió un hombre Omega que venía con pasos pesados jalando de la oreja al chico bajito con el que se encontró hace unos instantes.
- Me lleva la pitufichingada.
Masculló entre dientes el mentado Taehyung haciendo una sonrisa forzada.
- Señor Oh, pero que bonito está hoy ¿acaso se hizo algo en el cabello?
- Ni lo intente, joven Kim, los halagos no funcionan en mí - dijo el hombre enojado, soltando al pobre Jimin que se quejó, sobando su oreja roja entre siseos - Ya me imaginaba que tenía que ser usted - bufó el profesor - A la oficina del señor Kang ahora.
- Pero-
- Nada de peros, ahora - exigió.
El joven alfa rodó los ojos y puso las manos en alto en señal de rendición marchando hacia donde se le fue indicado mientras soltando insultos bajos.
- Pero, señor Oh, él no hizo nada más bien se lo hizo Yan-
- ¡Ta, ta, ta, ta! Nada de excusas, usted no se salva, joven Park. A la oficina del director.
Jimin apretó los puños impotente al no poder hacer nada, ellos eran los que habían recibido los insultos y empujones y ahora de seguro recibirían un castigo. Suspiró exasperado y siguió el mismo camino que su amigo.
El profesor masajeo su sien con cansancio mientras Hoseok no estaba seguro de que hacer o dónde esconderse.
- Ya ve, por razones como estas no debería juntarse con personas como ellos. Solo arruinaría su estancia aquí sí lo hace - habló el profesor, dirigiéndose al otro Omega que solo asintió con una mueca, incómodo.
Ahm... ¿Cómo le explico?
Después de aquello el profesor fue tras los otros dos dejando a Hoseok con el bichito de la curiosidad picando y una duda surgiendo ¿A qué se refería el beta con que no habían hecho nada? ¿Por qué el señor Oh estaba tan enojado con el par?
Decidió no darle más vueltas a aquel momento extraño y continuó con su camino inicial a pesar de los reclamos de su lobo. Si el chico no se había dado cuenta de la conexión de sus lobos ¿quién era él para decirle lo contrario? Aquello era un gran alivio. Suspiró.
Haría como si nada hubiera pasado.
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Perdón por el cap tan kk, pero no ando de ánimos:(
Anyway
¡STREAM FILM OUT! 👊👺
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