O32: Príncipe

Taehyung no era alguien que se considerase exigente en muchos aspectos, pero cuando se trataba de encontrar una pareja, todo era muy distinto.

—Papá, Tae —la voz dulce de la pequeña niña lo hizo mirar hacia ella, la sonrisa no tardo en surcar por sus labios al ver que se trataba de la pequeña niña, hija del omega que se encargaba de la florería—, ¿vienes a ver a papá Yoongi?

No estaba en sus planes pasar a la florería, de hecho lo único que estaba haciendo era caminar por un rato, era estresante hablar con el consejo de la secretaria de educación, pero tenía que asistir a las juntas porque era él encargado de la escuela primaria, así que no tenía muchos pretextos para no ir por más que le molestase la sola idea de hacerlo, después de una junta de casi tres horas seguidas, por fin había salido para despejar su mente, y había decidido que lo mejor era caminar un rato por la ciudad y perderse un momento de sus pensamientos.

Pero sus pies le habían guiado por un camino que él mismo conocía, la florería, se había desviado un poco, o quizás simplemente quería ir a ver al omega.

—En realidad... —Taehyung dejo de ver a la niña para mirar hacia los grandes ventanales de aquel negocio, y allí vio a Yoongi, parecía concentrado mientras colocaba agua en algunos de los arreglos florales que tenía en exhibición—, sí, vine a verlo.

—¡Oh! —en la pequeña Hyesook se mostro una sonrisa—. ¿Vienes a darle su beso de amor verdadero?

El alfa soltó una suave risa ante las palabras de la pequeña, no esperaba que eso saliera por sus labios. Antes de que siquiera Taehyung pudiera darse el lujo de responder a esa pregunta, escucho como la puerta corrediza era abierta y deslizada para dar paso al omega que salía mientras miraba a su hija, sin notar la presencia del alfa.

—Hyesook, ¿por qué estás aquí afuera? —Yoongi siempre se preocupaba mucho por sus pequeños—. Te he dicho miles de veces que no debes salir de ese modo sin avisarme.

La pequeña inflo sus mejillas en respuesta a su padre.

—Perdón, papá —dijo la pequeña niña—, pero no pude evitarlo, tu príncipe azul vino a verte, y quería saludarlo.

—¿Príncipe? —y fue allí cuando Yoongi levanto la mirada encontrándose con Kim Taehyung, sus mejillas se calentaron un poco—. P-pequeña, no digas esas cosas.

—Pero él dijo que viene a darte tu beso de amor verdadero y...

—Hyesook —dijo el omega entre dientes, haciendo que su pequeña hija lo mirase con esos ojos brillantes—, entra y ve con tus hermanos.

—Pero...

—Sin peros, todavía tienes tarea por hacer, al igual que tus hermanos —eso era cierto, pero la pequeña amaba estar en la florería con su papá—, ve...

Hyesook soltó un pequeño suspiro antes de girarse sobre su eje y mirar al director Kim que seguía mirando a su padre omega, ¡eso era una buena señal! Quizás inclusive le daría el beso de amor verdadero en cualquier momento, y ella no quería perderse de ese dulce momento.

—Hyesook —la voz de su padre omega volvió a sacarla de sus ensoñaciones.

—¡Ya voy, papá! —menciono la pequeña antes de regalarle al director Kim una ultima mirada y salir disparada hacia la florería para poder ir hacia el siguiente piso arriba del local en donde se encontraba su casa, seguramente Minjee la regañaría por escapar de sus deberes escolares, pero había valido la pena.

Mientras Hyesook se dedicaba a seguir su camino hacia la escalera, afuera del local se encontraban todavía Yoongi y Taehyung, Yoongi simplemente se dedicaba a mirar que su hija fuera con mucho cuidado adentro, esperando a que no estuviera espiándolo como a veces sus pequeños hacían todo el tiempo, pero por lo visto, Hyesook no lo haría y eso era un alivio, mientras que el director Kim sonreía al ver como el omega se dedicaba a mantener el orden con esos pequeños traviesos.

—Es bueno que te preocupes por ellos —la voz de Taehyung hizo que el omega por fin decidiera mirarlo—, a veces algunos padres consideran que no es necesario vigilarlos tanto.

—Creo que debería vigilarlos más seguido —comento Yoongi para después soltar un resoplido—, ya hicieron un plan a mis espaldas, así que... —se encogió de hombros.

Taehyung sonrió ladino ante las palabras.

—Los niños nos llegan a sorprender de vez en cuando —algo que Yoongi ni siquiera podía negar—, ¿estás libre hoy?

La pregunta había hecho que el omega sintiera la boca seca, ya había asimilado su situación, y a pesar de que sus hijos querían que tuviera una cita lo más pronto posible, Yoongi consideraba que inclusive ahora era demasiado pronto, ni siquiera puede verse en una cita, no cuando tiene cuatro hijos que cuidar y un local que mantener.

—Quizás... —dijo Yoongi para después llevar sus brazos cruzados por debajo de su pecho—, la verdad no estoy muy seguro —menciono en voz baja, más para sí mismo que para Taehyung.

—Si no estas tan seguro, entonces, podemos salir en otro día, claro si estás de acuerdo —Yoongi miro al alfa que parecía sumamente interesado en salir con él.

El omega no sabía que decir, para él todo esto seguía siendo un poco complicado.

—Puede ser este fin de semana... —dijo Yoongi—, aunque, no estoy muy seguro, mis hijos me mantienen ocupado la mayor parte del tiempo.

—Eso no es un problema —menciono Taehyung—, podemos llevarlos con nosotros.

—¿Estás seguro?

—Sí, omega —Yoongi sintió de nuevo sus mejillas arder—, no es un problema, me encantan los niños, y tus pequeños son adorables, y te obedecen.

—No la mayor parte del tiempo —soltó un suspiro—, ¿en verdad no son una molestia para ti?

—¿Por qué lo serían?

Para Yoongi hablar del tema era algo que inclusive lo hacía sentir sumamente más intranquilo, usualmente un omega sin alfa y con hijos era mal visto por la sociedad, inclusive muchas familias considerarían a Yoongi como el omega imperfecto, y que seguramente no desearían que esté en sus familias, era un tema que debía de tratar con cada uno de los alfas, y lo sabe, después de todo, ningún alfa es bien visto criando cachorros que ni siquiera son suyos. Sus hijos no sabían nada de esos temas, y por eso se les había hecho fácil querer conseguirle una nueva pareja, pero por supuesto Yoongi sabía que la vida era mucho más complicada de lo que aparenta cuando la ves desde la perspectiva de un niño.

—Taehyung —hablo Yoongi después de una larga pausa—, ¿en verdad no te molesta que ellos estén presentes?

—No me molesta.

—Y ¿te molestarías si todos saben que no son tus hijos? —el alfa se quedo en silencio al escuchar esa pregunta, Yoongi sonrió levemente—. La mayoría de personas que me conocen me creen el omega más imperfecto del mundo, me verían como una escoria si saben que salgo contigo...

—¿Y? —el omega miro al alfa quien tenía el ceño fruncido levemente—. No deberían de verte de ese modo, eres alguien que logró salir adelante con cuatro cachorros, tienes trabajo, un trabajo digno, un negocio que mantienes a flote por tu cuenta —Taehyung dejo de fruncir el ceño—, para mí eso es admirable, eres un omega perfecto.

—Pero...

—Digas lo que digas, para mí, un alfa que prácticamente casi no logra muchos de sus proyectos, para mí eres perfecto, Min Yoongi —las mejillas del omega volvieron a calentarse haciendo que en ellas apareciera un tono rosa pálido.

El omega debía aprender a que lo que piensen los demás esta fuera de contexto cuando sabes lo mucho que has luchado por ello. Quizás Taehyung podía ayudarle a ver más allá de las criticas que a veces recibía.

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