O25: Pequeños
Decir que Jungkook se encontraba nervioso, era poco, inclusive el alfa pensaba que podría llegar a ser tan torpe como para tirar algo que es importante para el omega y terminar por romperlo, pero debía controlarse, nunca pensó que arriba de la florería, se encontraría la casa del omega, era un lugar grande, y los cachorros del omega no dejaban de ir de un lado a otro, justo a sus habitaciones, Jungkook prestaba atención.
Cada detalle llamaba por completo su atención, la estancia estaba casi cercana a la escalera por la que tuvieron que subir para estar en la parte de arriba, la estancia estaba compuesta por una alfombra cuadrada en el suelo con diseños de flores dibujados de tonos anaranjados fuertes, había una mesa pequeña con patas de acero moldeado y con la parte superior de la mesa hecha de cristal con las esquinas protegidas por madera, solamente había dos sillones, uno largo en dónde se podían sentar cuatro personas, y otro en donde podían sentarse dos, había un televisor pequeño, por lo que podía apreciar, era de los viejos, toda la casa estaba pintada de color hueso, y Jungkook se percató que Yoongi tenía en varios muebles floreros, con flores artificiales.
—Por un momento pensé que tendrías flores frescas aquí —comento Jungkook a lo que Yoongi lo miro.
—Las flores frescas tienen un periodo de vida corto, mi tiempo a veces es limitado, así que no podría darme a la tarea de cambiarlas seguido —era cierto, a veces Yoongi tenía que ocuparse de muchas cosas a la vez, ni siquiera podía darse a la tarea de ver, aunque sea un programa de televisión—, siéntate —invito el omega a lo que Jungkook dio un asentimiento—, ¿te gusta el té de lavanda y manzanilla?
—Me gusta cualquier tipo de té —dijo Jungkook.
Yoongi dio un asentimiento para después retirarse hacia la cocina para poder preparar las bebidas calientes. Mientras el omega se dedicaba a estar en la cocina, los pequeños niños estaban en sus habitaciones, buscando juguetes.
El primero en salir había sido Hyunsu, quien animado se acercó corriendo al alfa llorón —Jihoon había insistido mucho en que le dijeran así—, para poder mostrarle su oso de peluche favorito.
—Señor Jungkook —el mencionado sonrió levemente al escuchar eso, los pequeños eran adorables—, ¡mire! —Hyunsu dio un par de saltos mientras le mostraba al alfa su peluche.
Jungkook no dudo en tomar el oso de peluche con su mano, sintiendo la suavidad de este mismo bajo su tacto, era un oso de peluche blanco, con detalles de pequeñas manchas de color marrón en forma de corazones, con una adorable sonrisa en el rostro y unos ojos bordados de color negro.
—Su nombre es Vilchis —menciono el pequeño, Jungkook elevo una ceja al escuchar eso.
—¿Por qué ese nombre?
—Es una palabra de Hyunsu invento —menciono Minjee quien se acercaba sonriendo—, ¡oh! El peluche que te regalo Chanyeol.
—Sí, siempre lo cuido bien —dijo Hyunsu.
—¿Lo extrañan? —pregunto Jungkook, quería saberlo, después de todo, ellos habían pasado una pequeña parte de su vida con su padre alfa.
—Sí —dijo Minjee—, papá Chanyeol era muy importante para todos, siempre había estado con nosotros.
—Yo ni siquiera lo recuerdo —menciono Hyunsu, después de todo no había podido pasar el suficiente tiempo con su padre alfa, era un bebé cuando él murió.
Jungkook pudo ver el semblante triste en el rostro del pequeño, Jungkook a veces podrá pensar que sus padre podrían ser inclusive demasiado estrictos o inclusive demasiado sobreprotectores y que solamente se querían meter a controlar su vida, pero los quería, le habían dado buenos recuerdos desde siempre, y sobre todo su madre alfa, ver a esos niños que habían perdido a corta edad a su padre alfa, le hacía pensar en lo que él hubiera hecho si eso mismo le hubiera sucedido, quizás inclusive se habría quedado totalmente devastado y sin pensar mucho en lo que podría llegar a pasar o siquiera poder sonreír de nuevo.
Esos pequeños eran valientes, sonreían junto a su padre omega, disfrutaban de los días, y no parecían para nada tristes en ningún momento, inclusive habían pensado que encontrar un nuevo alfa para su padre omega sería una grandiosa idea para que no se sintiera solo, Yoongi es igual de valiente que ellos.
—Hey, pequeño —hablo Jungkook mientras colocaba su mano sobre la cabeza de Hyunsu y le daba leves caricias—, no te pongas triste, ¿o crees que a tu padre alfa le hubiera gustado verte así?
Hyunsu negó levemente con la cabeza. Jungkook le regalo una sonrisa para después devolverle el oso de peluche al pequeño para que lo abrazará.
—El pequeño Vilchis está contigo —dijo Jungkook—, puede que él no esté aquí contigo, pero sé que les dejo algo para que no lo olvidasen y para que pudieran sentirse inclusive mucho mejor, para que no lo extrañasen, para que supieran que él esta con ustedes, tal vez no físicamente, pero aquí está —menciono Jungkook mientras señalaba justo en medio de su pecho—, siempre lo tendrán en su corazón, pequeños.
Hyunsu sonrió al escuchar esas palabras, Minjee al ver aquello no pudo evitar contagiarse de esa sonrisa, las palabras de Jungkook habían hecho que ambos niños se sintieran reconfortados.
—¡Alfa llorón! —Jungkook no sabía qué hacer con respecto a Jihoon y esa insistencia en llamarlo de aquel modo, el pequeño niño se acercó corriendo hacia el alfa para después mostrarle un juego de jenga en una mochila pequeña transparente—. ¿Sabes jugar?
—¿Jenga? —Jihoon asintió—. Soy un experto.
—¿De verdad? —los ojos de Jihoon brillaron al escuchar eso.
—Todo el mundo es experto, Jihoon —menciono Minjee mientras rodaba los ojos—, es un juego fácil.
—Pero siempre pierdes —menciono Jihoon, Minjee le mostro la lengua por breves segundos a Jihoon para después alejarse—, voy por Hyesook, seguramente ya se quedó dormida.
—Alfa llorón, hay que jugar —menciono Jihoon animado.
—Lo haré si me dices por qué te encanta llamarme de ese modo —Jihoon le entrego la pequeña mochila a Jungkook.
—Es que siempre que iba a la cafetería, te veía llorando —dijo Jihoon.
—¿Cafetería? —Jihoon abrió los ojos en grande al escuchar la voz de su padre omega detrás, Yoongi dejo las tazas de té en la mesa, mientras que Jihoon se giraba sobre su eje para encarar a su padre—. ¿Por qué estabas en una cafetería?
—P-por nada... —respondió Jihoon.
Pero el pequeño sabía que no se iba a librar fácil de su padre omega, no hasta que diera explicaciones.
¡Su más oscuro secreto iba a ser revelado!
No más galletas gratis de la cafetería, Jihoon sabía perfectamente que seguramente ese sería su mayor castigo.
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