Aquella mañana del día siguiente, Yoongi había dejado a sus hijos en la escuela, les había dicho que podía llegar a dar la casualidad de que regresará por ellos, lo que definitivamente había emocionado a sus pequeños, aquella mañana, la florería no abrió, y Yoongi, él estaba en un sitio que ya muchas veces había visitado, pero que definitivamente no creyó hacerlo hasta después de un tiempo. Quizás no era una buena idea, quizás debía regresar a casa y olvidarse por completo de todo, pero necesitaba verlo, sentir que estaba allí con él.

En cuanto vio aquella lapida en el suelo, con el nombre de su alfa, no dudo ni un segundo en detenerse, no tenía expresión alguna en su rostro, y solamente se dedicaba a concentrarse y mirar aquel nombre tallado en piedra que estaba allí.

Las palabras de aquel alfa, de Jungkook, Yoongi siempre ha sido capaz de dar consejo, de brindar consuelo a otros, de sentir que está allí para los demás, pero jamás se pone a pensar en él, se deja de lado para brindarle atención a sus hijos, a su trabajo, y a todo lo que tenga que ver con otras cosas, inclusive se dedica a seguir pensando en el pasado, pero nunca se coloca para él mismo, quizás inclusive esa era la razón por la cual jamás se sentía con los ánimos como para pensar en si podía o no dejar ir a alguien como Chanyeol.

—Estoy aquí —hablo, no había viento, y era la única persona en esa zona, mirando la lápida, había poco frio y eso lo hacía sentir mucho más reconfortado—, ha pasado un tiempo ¿no?

Sonrió levemente, todavía las palabras de aquel alfa pasaban por su cabeza, pero no sólo eso, sino que también todos esos recuerdos que había vivido con Chanyeol.

—Recuerdas... —relamió sus labios—, recuerdas, cuando Minjee por accidente había regado harina por toda la cocina —sonrió ante ese recuerdo—, ella quería preparar un pastel, pensó que sería sencillo —soltó una suave risa—, no la regañaste, la abrazaste y te llenaste la camisa de harina... e-eso... fue lindo....

Yoongi soltó un largo resoplido, cerro sus ojos por breves instantes, necesitaba dispersar las ganas de llorar, detesta llorar, no quiere verse débil, pero a veces las lágrimas son necesarias para sanar, pero estaba seguro de que Chanyeol en ese momento le diría que no llorase, que se mantuviera fuerte, que él estaba allí para todo lo que necesite.

—Todavía me pregunto... ¿qué hice mal para que ya no estés aquí? —el poco viento lograba mover las hebras de su cabello—. Quisiera tener una respuesta, pero no la tengo, y a-ahora... no sé qué hacer —sonrió levemente—, quiero que estés aquí, lo necesito...

—Él está aquí —Yoongi se tensó en su sitio al escuchar aquella voz, lentamente giro su rostro del lado izquierdo, y allí lo vio, sus cabellos cubrían un poco sus ojos, era Kim Taehyung—, aunque no lo parezca.

—¿Por qué esta aquí? —pregunto el omega.

—No eres el único que ha perdido a alguien —menciono el alfa, entonces Yoongi miro como aquel alfa se acercaba a la tumba que se encontraba al lado de izquierdo de la de Chanyeol, y dejaba un ramo de flores blancas sobre la tumba—. Es una coincidencia que ambas tumbas estén una al lado de la otra —dijo Taehyung.

—Lo es —dijo Yoongi y volvió a regresar su vista.

—¿Estás bien? —pregunto el alfa haciendo que Yoongi lo mirase de soslayo por breves segundos—. Por supuesto que no —se respondió así mismo—, debes estar triste por no tener a tu alfa aquí...

—No se burle.

—No lo hago —Yoongi volvió a mirar a aquel alfa que también le estaba mirando—, sé que debe ser duro, pero créeme que, si él te viera ahora, no estaría feliz de verte triste.

Yoongi no dijo nada.

—Pero tampoco estaría feliz si supiera que nuestros hijos han estado intentando buscarme un alfa —Taehyung elevo ambas cejas al escuchar eso—, apuesto a que los reprendería por esto.

Hubo un pequeño silencio entre ellos, uno que para Yoongi por breves momentos se sintió incomodo, pero sabe que lo que acababa de decir no era algo por lo que debía de sentirse mal, ya había regañado a sus hijos por lo que habían intentado hacer, Yoongi sabe que no necesita de un alfa, no quiere tener un alfa, no ahora, por el momento solamente quiere ser él y sus hijos, nada más, no importaba si él quería tener una pareja ahora, lo que quiere es ver a sus hijos felices.

—Apuesto a que a ti te reprendería por regañarlos —las palabras de Taehyung, hicieron que Yoongi lo mirase de nuevo, Taehyung le regalo una pequeña sonrisa antes de regresar la vista al frente—, te diría que dejases de pensar en el pasado y dejar de aferrarte.

—No sabes nada —dijo Yoongi—, él no me diría algo como eso.

—Pero te aseguro que no quiere verte como ahora, triste, y que vengas a verlo de ese modo, Yoongi.

El omega se quedó en silencio ante las palabras del alfa, tal vez tenía razón, Chanyeol podría ahora estar diciéndole miles de veces que debe de estar más tranquilo, que él está en un lugar mucho mejor y que debía dejar de pensar en el pasado, que continuase con esos recuerdos felices que tanto adora y que no dejase de sonreír. Pero Yoongi de algún modo, no se siente lo suficientemente preparado para dejar ir a Chanyeol, ver inclusive a sus hijos le hace pensar en aquel alfa que le robo por completo el corazón.

—Tal vez esté siendo algo duro contigo —la voz de Taehyung logro sacarlo de sus pensamientos, pero él no dejaba de mirar el nombre tallado en la lápida de piedra que se encontraba justo frente a él—, me disculpo por eso, pero —sonrió a la nada—, mi madre así lo era.

—¿Qué? —el omega miro de nuevo al alfa.

—No eres el único que perdió a alguien a quien amaba mucho —menciono el alfa—, ¿sabes? Mi madre me crio sola —menciono Taehyung—, a pesar de que la miraban mal por ser madre soltera, a pesar del esfuerzo que ella hacía por verme bien y feliz, sabía que ella no lo era del todo, un lazo roto, es doloroso —Yoongi no sabía que decir—, cuando ella enfermo, yo ya estaba a punto de terminar mi carrera universitaria, me hizo prometerle que jamás me rinda, y que no la extrañase tanto, que no llorase por ella, porque ella iba a ser feliz mientras me viera feliz...

—¿Por qué me dices todo eso? —la mirada de Taehyung fue a dar directamente con la de Yoongi.

—Porque pienso que aquel alfa al que tanto amaste, te hubiese dicho lo mismo... Yoongi, sino buscas tu propia felicidad, no podrás seguir con tu vida, y tus hijos lo saben, por esa razón inclusive pensaron que, si te veían con una pareja, estarías mucho mejor.

Yoongi abrió levemente los labios, iba a decir algo, pero simplemente las palabras no salían por su boca, era como si hubiese perdido la voz por completo, ¿será posible que sus hijos piensen de ese modo? Tal vez lo hacían, después de todo ellos siempre están a su lado, lo miran, lo analizan, y saben y creen que necesita algo, lo conocen, y por más que Yoongi quiera aparentar algo, es imposible, sus hijos pueden leerlo muy bien.

El omega necesitaba reflexionar de muchas cosas, dejar ir a Chanyeol sería algo que definitivamente no sería nada fácil para él, pero tampoco era una opción tener un alfa, jamás en su vida se imaginó consiguiendo otra pareja, creía que con Chanyeol lo tenía todo en la vida, pero ahora Chanyeol no está allí con él, y eso hace que todo su mundo se vea totalmente de cabeza, el futuro lejano en donde se veía a él y a sus hijos grandes, uno en donde Chanyeol y él se la pasaban de la mano disfrutando de una tarde después de una fiesta, después de una graduación o de la boda de uno de sus hijos, todo eso... era sólo un sueño más, Chanyeol no está, ni estará en ese momento, y lo sabe, pero ¿por qué se sigue aferrando a la idea de que él estará allí?

Sintió como una mano pasaba por su espalda dándole suaves caricias de arriba abajo, miro a su lado, encontrándose con Taehyung quien le brindaba ese toque para darle consuelo.

—No llores, sonríe, te ves hermoso cuando lo haces —le dijo Taehyung.

—Trataré...

—Hazlo —sonrió Taehyung—, hazlo por ti, y por él... ¿bien?

Yoongi dio un asentimiento, Jungkook y Taehyung tenían razón, debe dejar el pasado, vivir el presente, disfrutar con sus hijos y quizás... quizás poder darse la oportunidad de tener una pareja, aunque sería complicado, pero lo intentaría.