O19: Jeon Jungkook
Estar seguro de sus acciones era de lo que ahora Jungkook no estaba para nada concentrado, y no era ni siquiera por ir a visitar a la omega que tanto había anhelado en su vida, Riel le había dejado muy en claro que no quería nada con él, y eso a pesar de hacerlo sentir totalmente fuera de lugar, le estaba dando un poco más de ánimos, y es que definitivamente, si una persona no puede ser para ti, es mejor dejarla ir, las palabras dichas por el omega de la florería no dejaban de circular por su cabeza una y otra vez, parecía que se lo seguía diciendo, su voz tan apacible había logrado dar con las palabras correctas para su corazón, Jungkook no lo consideraba un problema, sino más bien una bendición a su vida.
Habían pasado casi dos semanas, Jungkook no había hecho acto de presencia cerca de la florería en todo ese tiempo, y es que estaba planeando como acercarse, sabe que solamente podía ir y comprar flores, pero no solamente quería ir y comprar flores, estaba totalmente interesado en saber un poco más de aquel omega, y por supuesto no quería perder esa oportunidad, no había planeado algo en concreto, pero si estaba seguro de algo, saldría de esa florería con una cita, y esa cita sería el omega de lindos ojos que trabajaba allí.
Sus pasos se detuvieron a dos locales de la florería, trago duro antes de mirarse en la vitrina del local en dónde se encontraba, vestía un pantalón de mezclilla oscuro, una camisa blanca holgada y sus zapatos favoritos —y que, según él, le daban la suerte que necesitaría—, así que se sentía preparado, su peinado dejaba a la vista su frente, ahora era hora de poner manos a la obra.
Jungkook comenzó a caminar en dirección a la florería con paso seguro, no se daría por vencido, obtendría esa cita, pero debía recordar no ser tan hostigoso, después de todo eso no les gusta a muchos, pero si debía mostrarse relajado y confiado en sus palabras y sus acciones.
En cuanto el local de la florería estuvo a pocos metros, acelero el paso, y cuando estuvo cerca de la puerta, no dudo en tomar la manija para así abrirla. En cuanto a Yoongi, él se encontraba cortando algunas espinas de las rosas que habían llegado apenas, detesta hacerlo, había veces en que se terminaba por pinchar las manos, pero valía la pena ese esfuerzo cuando se llevaban las flores.
Yoongi estaba concentrado en su trabajo, cuando escucho la puerta abrirse, levanto la mirada y dejo sus acciones para poder prestar más atención al cliente, entonces sus ojos se abrieron en sorpresa al ver a aquel alfa que hace semanas había llorado en la florería, parpadeo un par de veces al verlo.
—Supongo que vienes por un ramo —comento Yoongi regalándole una sonrisa, era bueno ver a uno de sus clientes habituales.
Jungkook le sonrió de vuelta para después caminar hacia el mostrador.
—A decir verdad, he venido por otro motivo —hablo Jungkook, haciendo que Yoongi ladeará la cabeza en duda al escuchar esas palabras—, sé que no he venido durante un buen tiempo —dijo Jungkook—, pero en verdad estaba pensando mucho las cosas y —miro a Yoongi a los ojos—, me gustaría invitarte a salir.
Yoongi no podía creer lo que estaba escuchando, recordó el plan de sus hijos, pero ellos le habían mencionado que ninguno de esos alfas estaba siquiera al tanto de su plan, así que eso solamente lo dejaba con muchas más dudas de las que ya tenía en la cabeza, ahora mismo aquel cliente habitual venía y prácticamente le estaba pidiendo que salieran, ¿acaso el destino le está jugando una mala jugada? No entendía siquiera las razones de algunos para que le pidieran salir, jamás le había pasado.
—Tengo hijos —dijo Yoongi, sabe que eso alejaría a cualquier alfa.
—Lo sé —menciono Jungkook—, los he visto siempre que vengo a comprar flores, son adorables, pero si piensas que con eso lograras alejarme, me temo que no servirá de mucho.
Yoongi trago grueso al escuchar eso.
—No creo que debamos de salir.
—Yo creo que deberíamos.
—¿Por qué? —Yoongi soltó un suspiro—. Es decir, no deberíamos de salir, mis hijos son ahora lo único que me importa, y la verdad no estoy interesado en tener una relación sentimental ni nada por el estilo.
—Puede que eso quieras creer —Yoongi frunció levemente el entrecejo—, quizás quieras plantearlo en tu cabeza para así hacerte razonar, pero, aunque no lo creas te he observado, a veces pareciera que te gustaría tener a tu pareja de vuelta.
Yoongi no dijo nada, era cierto, le gustaría tener a Chanyeol allí, a veces deseaba que cuando la puerta se abriera en la florería, fuese Chanyeol quien entrase y le dijera que tenía que cerrar el local para poder ir a verlo, pero eso no era posible, y lo sabe, pero de todas formas esos pensamientos e ilusiones no se iban.
—Perdona por mis palabras —hablo Jungkook, acerco su mano al rostro del omega, para después acariciar su mejilla—, no quiero hacerte sentir mal, pero en verdad, me encantaría que aceptases aunque sea una salida, acepta una cita, si no te agrada, entonces desistiré de seguir con esto.
—¿Por qué lo haces? —Yoongi ladeo la cabeza, acunando su mejilla en la mano del alfa, quien sonrió enternecido por la acción del omega.
—Porque me interesas —el corazón de Yoongi dio un vuelco, no podía siquiera pensar en que podía llegar a interesarle a otro alfa—, quiero aprender más de ti, conocerte, saber tus miedos, tus anhelos, tus sueños, lo que más amas, quiero saberlo todo de ti, omega.
—Papá, Minjee acaba de... —Hyunsu se quedó estático al ver a su padre omega con aquel alfa llorón, no dijo nada más, no podía siquiera decirlo, pero si presto atención a la mano que ese alfa tenía sobre la mejilla de su padre omega—, ¡Minjeeee!
Sin más salió corriendo de regreso, haciendo que Yoongi miras detrás y soltase una risa, esos niños, ahora seguramente estarían hablando de lo que Hyunsu acaba de presenciar, bueno era de esperarse, esos cuatro pequeños que tanto amaba, le estaban buscando pareja, no lo habían logrado y ahora prácticamente los alfas que ellos consideraron como buenos candidatos estaban haciendo acto de presencia para dejarle en claro que quieren salir con él y que llevarán a cabo un cortejo.
—Supongo les dirá a sus hermanos —la voz del alfa lo saco de sus pensamientos.
—Eso harán —comento Yoongi para después relamer sus labios.
—Bueno, entonces ve con ellos y diles que los veré pronto, iremos a una cafetería familiar.
—No es necesario —dijo Yoongi, pero Jungkook negó con la cabeza.
—No digas que no lo es, porque lo es, para mí es necesario, si quiero tener al omega más lindo, lo es —Yoongi sintió sus mejillas arder al escuchar esas palabras—, así que permíteme darte un cortejo, porque no me rendiré, quiero que seas mi omega.
Yoongi definitivamente no comprendía lo que estaba pasando, ¿desde cuándo su vida se había vuelto de nuevo en una llena de citas?
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