Ahogarse en alcohol, eso era en lo único que podía pensar Jungkook, después de la decepción amorosa que había tenido, ¿qué podía hacer? No se sentía al cien por ciento de energía, lo único que quería era quedarse en un maldito bar bebiendo un largo tiempo mientras dejaba que el recuerdo de su corazón roto se iba por completo, aunque tal vez no se tratase de una buena idea después de todo.

Ahora se encontraba de regreso a su respectivo departamento, un solitario lugar, ni siquiera una mascota estaría allí esperándolo, así que todo se volvía un día más nublado y lleno de pensamientos que no le ayudaban en nada. Camino y camino, lentamente, importándole poco si chocaba con alguien, no tenía nada de importante en ese momento.

Siguió su camino, y el aroma tenue de las flores llego a sus fosas nasales, allí lo vio, la florería, aquel lugar al que tanto acudía por obsequios que ahora parecían haber sido totalmente inútiles, observo con cuidado, cada detalle del local, no había algo que fuese tan llamativo, el lugar no se trataba de un local tan pequeño, pero tampoco llegaba a tener una gran extensión, todo eran cristales, además de que algunas de las flores estaban afuera del local, ramos y macetas, observo el nombre del lugar, escrito en letras cursivas que le hacían ver más elegante.

"Significan alegría". Las palabras de aquel niño llegaron a su cabeza al ver dentro del local aquella flor que giraba hacía dónde el sol salía. Tal vez eso era lo que necesitaba en ese momento, algo de alegría, algo de felicidad para tener que olvidar la tristeza de por medio, pero ¿cómo poder olvidar a quien considerabas el amor de toda tu vida? No es algo que se pueda hacer tan fácilmente, Jungkook debía tomar un gran paso, necesitaba deshacerse de cada pensamiento que le llevase hacía aquella cafetería, necesitaba quitar por completo las imágenes de su memoria, todas ellas con el rostro de aquella omega.

Volvió su mirada hacía la florería, sus manos en los bolsillos del pantalón, una de ellas sostenía las llaves de su departamento, mientras que la otra estaba jugando con las pocas monedas en su bolsillo, ¿cuánto costaría esa flor que significa alegría? Inhalo un poco de aire para después soltarlo, necesita un girasol, uno que en verdad no le rompa el corazón.

Volvió a caminar, pero esta vez dirigiéndose hacía la entrada del local, entro al lugar, mirando hacía el mostrador, observando que allí estaba aquel chico que le atendió en todo momento, además de ese niño molesto por supuesto, pero debía admitir que no llego a ser tan molesto aquel día, después de todo ese niño había sido testigo fiel de como su corazón se había roto en mil pedazos con el rechazo de Riel.

- ¿Puedo ayudarle? -la voz de aquel chico lo saco de sus malos pensamientos.

- Sí -miro los girasoles-, ¿me podrías dar uno de esos? -Yoongi dio un asentimiento y dejo de arreglar el ramo que estaba haciendo, vendrían por el en treinta minutos, así que no había tanta prisa, ya casi terminaba de arreglarlo.

Fue en dirección a las flores y agarro uno de los girasoles, el tallo siempre ha sido largo.

- ¿Gusta que corte el tallo un poco? -Jungkook dio un asentimiento, siguió a Yoongi con la mirada, observando con claridad como tomaba una tijeras algo pequeñas y cortaba parte del tallo de aquella flor.

Su mirada dejo de estar en Yoongi al ver el ramo que estaba sobre el mostrador, estaba sumamente hermoso, tenía un conjunto de flores, algunas margaritas, rosas blancas y rojas, y hubo un elemento que se le hizo extraño ver, era hiedra.

- ¿Para quién es el ramo? -Yoongi dejo el girasol en el mostrador y paso su vista al ramo que aún le faltaban pocos detalles para terminarlo.

- Una novia lo ha pedido de último minuto -sonrió- será una boda express, o eso me dijeron.

Jungkook asintió.

- ¿Qué significa eso? -se acerco, sin dejar de señalar aquellas hojas que casi formaban una estrella de cinco picos.

- La hiedra significa fidelidad -contesto Yoongi, ahora Jungkook sabía de donde aquel niño había sacado esos significados, pero él nunca creyó que tal planta tuviera ese significado.

- ¿No crees qué, para un matrimonio express es demasiado pedir? -Yoongi ladeo la cabeza, pero de todas formas, y a pesar de aquella pregunta, soltó una leve risa.

- No, en todo matrimonio es importante, aunque muchos no lo vean así, es como decir que estás rosas no deberían estar aquí, todo esto lo hace más especial, no importa si es una boda rápida o tardada, si hay amor, entonces eso no importa.

Jungkook solto un suspiro, tal vez tenía que dejar de ser un pesimista, tal vez también esa era la razón por la que Riel no le prestaba atención.

- Perdona por tantas preguntas, pero -Yoongi le miro a los ojos-, si tuvieras que elegir una flor para representarme, ¿cuál sería? -esa pregunta le había sorprendido, pero Yoongi no pudo evitar que su vista viajase hacía todas las que se encontraban en el local.

Yoongi volvió a escaparse del mostrador para ir hacía unas flores de las cuales amaba mucho, tomo una de ellas y se la extendió a aquel chico.

- Esa -Jungkook tomo aquella flor, era amarilla y abundante en pétalos-, es un crisantemo.

- ¿Qué significa? -Yoongi sonrió levemente, tal vez estaría a punto de ser demasiado sincero, pero siempre lo ha sido, es algo que no puede evitar.

- Cuando es rojo, representa amor, cuando es blanco, representa la verdad, pero... -miro la flor en la mano del chico-, cuando es amarillo, significa un amor leve -Jungkook entreabrió la boca al escuchar eso-, la vez que lloraste aquí, pensé que seguramente alguien a quien tu quieres, no siente nada por ti, esta flor no es un rechazo, pero te da el significado de que debes dejar ir ese amor... porque nunca será tan duradero como quieres que sea.

Las palabras de Yoongi eran tan ciertas que ni siquiera Jungkook podía negarlas, si esa flor lo representaba en ese momento, entonces debía dejar ese amor ir de una vez por todas, no podía mantenerse con él toda la vida, lo sabe, miro al omega que parecía esperar algo, sabe que le tiene que pagar por la flor pedida, pero aún así ese omega le tenía con intriga, más cuando le ayudo a pesar de que él pensó que lo echaría de su florería en cuanto lo vio llorar, pero nada de eso había pasado, ese chico estaba allí, a pesar de ni siquiera conocerle más a fondo.

- ¿Pasa algo? -pregunto Yoongi-. Perdone si no le ha gustado lo que he dicho, yo...

- No, no es eso -contesto Jungkook-, sólo... -sonrió, tal vez esas palabras eran las que necesitaba escuchar después de todo-, nada, llevaré ambas flores.

En cuanto Jungkook pago, salio del local, caminando con las flores en manos, el crisantemo tenía un agradable aroma, miro por detrás de su hombro, apreciando a lo lejos las flores, no estaría mal seguir visitando aquella florería, ese chico es agradable, y sin querer le había dicho las palabras que necesitaba para darse más ánimos, conocerlo un poco más no le haría nada mal a su vida, y definitivamente quiere hacerlo.