Capítulo 16





Narra Ta:




No tenía ganas de volver, de verdad que no; pero Jeff fue tan insistente, que tuve que agarrar a Nick y subir al auto en el que mi alfa había llegado por mí a casa de mis padres. Lo que pasó después, fue como un regalo por todo lo malo que ha sido el tal Barcode conmigo; pero cuando Jeff dijo que teníamos que volver, casi se me detiene el corazón.

- Deja de hacer pucheros, nuestro cachorro está durmiendo en el asiento trasero y no quiero perder el control con él en el auto. - Me regaña Jeff.

- Déjame en paz... Ya te dije que tu ex me odia y me trata con la punta del pie. - Crucé mis brazos y me giré para ver fuera de la ventana.

Jeff se detuvo en el centro comercial antes de irnos a casa, me dijo que fuéramos a comer helado o tomar café y que luego nos fuéramos a casa más tranquilos; me hizo sentir mejor su actitud. Nuestro cachorro fue a la guardería del lugar y nosotros fuimos a su oficina, donde Jeff pidió unos cafés helados para nosotros.

Nos quedamos ahí conversando sobre nosotros y lo que queríamos lograr a futuro, para nuestra vida como matrimonio y también para el cachorro que ya tenemos, más los que aún no. Jeff incluso me pidió que ya no lo haga esperar, que empiece los preparativos de nuestra boda y que escoja el lugar de la luna de miel, donde quiere marcarme de una vez.

- ¿Por qué tienes tanta prisa? - Le dije sorprendido.

- ¿Prisa dices? ¡Ta Nannakun! Llevamos juntos poco más de dos años, tenemos un cachorro, estamos imprimados y desde ya te voy avisando, que si tu celo llega de nuevo, esta vez no usaré protección y nos casaremos así parezcas un balón de básquetbol.

- ¿Necesitas aire? - Me burlé porque lo último lo dijo con el poco aliento que le quedaba.

Fue un verdadero error, porque Jeff se levantó del lugar donde estaba y caminó hasta llegar a mí; en un principio solo me hizo cosquillas, pero las cosas se salieron de control y terminó follándome sobre su escritorio. No hay nada mejor que sentir el pene grande e inflamado de Jeff metido en lo más profundo y mojado de mi culo.

Cuando terminamos, fuimos por nuestro cachorro y de nuevo nos encaminamos hacia nuestra casa, donde aún no quiero llegar; pero Jeff no me ha dejado opinar sobre defenderme de ese odioso Omega. Llegando al lugar, él corrió escaleras abajo y me empujó para alcanzar a mi Alfa y lanzarse a sus brazos, aunque Jeff rápidamente lo quitó de encima.

- ¿Qué mierda te pasa, Barcode? ¡Aléjate de mí! - Sin mirarme, tocó el rostro de Jeff y dijo:

- ¿Quieres ocultar todo lo que viniste a hacerme ayer antes de ir corriendo tras él? - Insinuó. Tuve la intención de irme, pero mi Omega interno me detuvo y quitando la mano de ese tipo, lo empujé lejos de mi alfa.

- ¡No toques a mi alfa! - Literalmente, quedamos enfrentados.

- ¡Es mío! ¡Tú no vuelvas a tocarlo, Jeff me pertenece y no es primera vez que lo demuestro! - Sus ojos no cambiaron de color y eso me sorprendió porque se supone que debe ser su Omega interno quien pelee por Jeff.

- ¡Carajo, esos ojos me enloquecen! - Dice mi alfa antes de besarme.

- ¿Así que no es primera vez que demuestras que Jeff es tuyo? ¡Es mejor que digas cuántas veces! - Un Alfa apareció con sus ojos inyectados en un azul océano muy profundo.

- ¡Saint! - Dijo el tal Code, y me quedé sorprendido por un momento, ya que interrumpió mi beso con Jeff.

- Se fue contigo hace unos años y se supone que no debía volver a verlos. Pero ha venido muchas veces a revolcarse conmigo en mi cama. Así que llévatelo y no vuelvan a presentarse frente a mí. - Dijo Jeff y pude sentir su incomodidad al aparecer este alfa.

- Las cosas no fueron como crees... Nosotros... - Habló el alfa y Jeff lo interrumpió.

- No me interesa, toma a tu Omega y vete, no quiero volver a saber nada de ustedes. Ahora tengo a mi Omega y a mi cachorro conmigo, no me gusta que nadie venga a molestar a mi familia, así que desaparezcan de nuevo y esta vez, que sea para siempre. Hasta nunca.

Después de que terminó de hablar, Jeff le pidió a sus guardias que escoltaran a Saint y Barcode fuera de nuestra casa, además, le pidió a dos betas que fueran por las cosas de Barcode a la habitación. El tal Saint, ni siquiera quiso tocar a su Omega, no lo miraba y quiso decirle algo a Jeff, cosa que claramente, mi alfa evitó y los echó.

- ¡Ese es mi hijo! - Aparece Meg con una sonrisa de oreja a oreja.

- Mamá, ¿cuidas a Nick por unas horas por favor?... También llama a las niñeras para que vayan a pasear al parque contigo.

- Claro, vayan a hacerme otro nieto y prometo cuidar bien de Nick.

El comentario de Meg, me hizo sonrojarme por todas partes, Jeff solo se rió de mi reacción y nos despedimos de Nick porque lo llevarían al parque, junto con unos 6 guardias alfas. Finalmente, Jeff me lleva a la cama, donde desahogó sus bajos instintos, dejándome tan exhausto, que me dormí inmediatamente al terminar la quinta ronda.

Nuestra vida con Jeff mejoró notablemente, desde que aquel alfa se llevó a su ex, ni siquiera volvimos a escuchar de esos dos, cumplieron con la petición de Jeff, que fue desaparecer para siempre. En cuanto a mí, desaparecí también durante una semana, en la que mi alfa se volvió loco y regresé con un tatuaje que aún no ha visto, porque lo estoy conservando hasta la noche de bodas.




Narra Jeff:




No puedo creer que Ta, se fue de nuevo con ese par de omegas en los que no confiaría nada de mis cosas, es que son un par de idiotas, a los que no les perdono por tocar el cuerpo de mi pequeño. En cuanto volvieron, tuvimos una fuerte discusión con Ta, sobre lo mucho que desconfío de esos dos, pero como siempre, él se puso a defenderlos y me fui de la mansión esa noche.

- ¿Le sirvo otra, señor? - Me pregunta el bartender y yo no dije nada, pero...

- Que sea doble y que sean dos por favor. Yo pago.

Saint apareció de pronto frente a mí, en un principio quise golpearlo y maldecirlo por el daño que me hizo en el pasado; y luego pensé en lo poco que me importa eso, ahora me interesa más mi Ta. Pasamos bebiendo por mucho tiempo, hasta que Saint ya no podía ni dejar de decir estupideces y me reí, porque recordé cuando éramos jóvenes y nos embriagábamos los fines de semana.

- ¿Qué le hiciste a mi Omega? - Me reclama de pronto. - ¿Por qué no puedo complacerlo en la cama?

- Eso fue demasiada información, mejor te llevaré a casa.

Básicamente, me tocó cargarlo hasta mi auto, donde lo llevé a la dirección de hotel que me dijo y allí encontré a Barcode con el pie encadenado a la cama, y se sorprendió al verme. Más aún, cuando vio que iba cargando a su alfa, pero antes de irme y al saber que tienen problemas sexuales, decidí ayudar un poco, susurrando en su oído:

- ¡No tengas piedad! - Él me miró sorprendido y seguí con mi consejo: - A Barcode le encanta que le tiemblen las piernas, suplicar misericordia y que no te detengas aunque él te lo pida... Solo hazlo y luego me lo agradeces.

Le guiñé el ojo izquierdo, se lo entregué a Chay y luego salí de ese lugar, pensando en que no pude embriagarme en mis problemas como quería, por culpa del imbécil de Saint. Llegando a casa, mi madre estaba esperándome y ya sabía que quería regañarme, por lo que traté de evadirla, pero no me dejó ni defenderme, lo que me dejó anonadado.

- ¿Te pusiste del lado de Ta? ¿No se supone que eres mi madre? - Le recriminé.

- No es primera vez que cometes errores con Ta, ¿cuántas veces más debe sentirse miserable por culpa tuya? ¿Qué quieres saber sobre esa noche? ¿Por qué no se lo preguntas directamente? - Me regaña casi gritando.

- ¡No tengo nada que preguntar madre! ¡Él se revolcó con ellos y lo disfrutó! - Me alteré pensando en lo que posiblemente pasó con esos omegas.

- ¡Yo no lo disfruté! - Escuché una voz sollozante, me di vuelta y vi a Ta con lágrimas en sus mejillas. - Las cosas no fueron como piensas, yo solo lo hice por salvar a mi cachorro. Tuve que cerrar mis ojos y pensar que eras tú para poder sentir algo, y si no me crees, pregúntale a ellos... - Se da la vuelta para subir de nuevo las escaleras, pero se detuvo para decir: - Ni siquiera hablamos con ellos de lo que pasó, no queremos ni recordarlo porque ninguno se siente cómodo con lo sucedido.

- Yo creí que... - Ta me interrumpió.

- Ese es tu problema. Desde que nos conocimos te dedicaste a juzgarme una y otra vez sin pensar en cómo me siento cada vez que lo haces... No quiero casarme contigo. - Suelta de pronto. - Si vas a pasar el resto de mi vida juzgando cada paso que de, entonces no tenemos nada que hacer juntos. Así que mañana, en lugar de unir nuestras vidas, me iré a casa con mis padres.

Las lágrimas se deslizaron por mis mejillas sin mi consentimiento y supe que eran las emociones de Ta las que me comían por dentro, el dolor en el corazón de mi pequeño era tan fuerte que no podía soportarlo. Mi madre empezaba a decirme cosas, pero la ignoré por completo, subí corriendo para invadir la habitación de Ta, y sin preguntar nada, solo lo abracé.

Se negó al principio, tratando de empujarme con fuerza, pero no es Omega nato como las parejas de mis cuñados, así que no tuvo la suficiente fuerza para alejarme, hasta que se rindió a mis brazos. Me rodeó con sus pequeños brazos y se acomodó en mi cuello para llorar mejor, y cuando al fin se calmó, fue cuando comencé a hablar sobre mis sentimientos.

- ¡Yo te amo, Ta! Y lo que más me duele, es que no te cuidé, yo soy el culpable de todo lo que pasó y por eso me enojo. Yo sé que mi furia está mal orientada y por eso me fui a beber. - Reconocí al fin.

- ¿Me perdonas por lo que pasó con Apo y Build?

- No tengo nada que perdonar, y menos si estuviste pensando en mí. - Bromeo un poco y sus ojos se abren con ira.

- ¿Te parece que es el mejor momento para estar haciendo bromas? - Me empuja fuera de la habitación y me puse a reír cuando cerró la puerta en mi cara.

- ¡No te dejaré ir! Y si sigues con esa idea, haré lo mismo que Saint hizo con Barcode y te encadenaré a la cama. - Abre la puerta de inmediato y me dio tremenda bofetada que me desorientó.

- ¡¿BUSCASTE A TU EX?! - Me grita. Admito que me excité viéndolo tan celoso, así que lo abracé y besé, hasta que me mordió.

- Yo no busqué a nadie. Fui a un bar, me encontré con Saint y el idiota se emborrachó, así que lo llevé hasta su hotel y ahí vi a Code. - Hace un hermoso puchero y lo besé de nuevo.

Después de un rato, hablando como gente civilizada, decidimos arreglar nuestras diferencias de una vez y para siempre; aunque sin darnos cuenta, nos dormimos casi al amanecer. Ahora ya no me puedo quejar de las parejas de mis cuñados, detesto que estén cerca de mi pequeño, pero creo que deberé aprender a vivir con su cercanía.

A la mañana siguiente, fui al lugar donde mi suegra ya había preparado todo para la boda, los invitados empezaron a llegar y me sentí como el alfa más afortunado del mundo entero cuando vi a Ta aparecer con su traje azul marino. Mis manos sudaban y temblaban sin control; mi madre y la de Ta limpiaban sus lágrimas y los invitados solo lo miraban caminar hacia mí.

Después de la ceremonia, salimos directo a nuestra luna de miel, mientras Bible y Buid se hicieron responsables de cuidar de nuestro cachorro...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top