Capítulo 11
Narra Jeff:
Continuación de Flashback:
En cuanto descubrí que Ta me había abandonado y después de que mi alfa interno dijo que me odiaba, me mostró lo que había pasado durante el celo de Ta y fue asombroso. Todo lo que quise hacerle conscientemente, mi alfa lo hizo cuando me quitó el control; la semana fue perfecta, tanto amor y pasión, pero yo lo maltraté esta mañana porque pensé que había hecho algo malo como Code.
Meg me miró con dolor en sus ojos, podía reconocer que fue ella quien ayudó a Ta a escapar de mí, pero no iba a juzgarla, la verdad es que tenía razón, yo fui el imbécil que lo orilló a esto. Aunque en ese momento solo pude pensar en un lugar, al que creí que mi Omega había corrido, para mi mala suerte, Mile me esperaba en la entrada y obviamente no me dejaría entrar.
- Mile, por favor, déjame hablar con...
PUM... PLAF...
- ¡VIOLASTE A TA! - Me dio un golpe a puño cerrado que sentí que me aflojó toda la dentadura, incluso caí acostado en el piso del impacto.
- Yo... Lo hice... Y lo lamento... - Dije empezando a llorar. - Por favor, déjame...
SPLASH...
- ¡¿Te gustó eso, maldito?! ¡¿Cómo fuiste capaz de lastimar a mi bebé?! - La madre de Ta apareció con un balde en sus manos y me arrojó su contenido, el cuál consistía en agua fría y cubos de hielo que me ardieron como quemadas.
- ¿Creíste que vendrías a nuestra casa y te recibiríamos como un rey? ¡Debes estar demente! - El padre de Ta me agarró por el cabello con tanta fuerza que creí que me lo arrancaría. Luego de sus palabras, me arrojó a los pies de Bible.
- ¡Ahora vas a sentir el infierno que le hiciste vivir a mi hermano!
Después de las palabras llenas de ira de Bible, entre él y Mile, me proporcionaron la paliza de mi vida, jamás creí que dos personas podrían causarme tanto dolor con sus golpes y palabras. Lo más increíble, es que cada cosa que me hacían, me recordaba algún daño que yo le había hecho a mi pequeño Omega y ahora estoy pagando mi karma.
No podía ni siquiera moverme, todo mi cuerpo estaba sumergido en el dolor y recordé lo que pasó cuando abusé de Ta; él tampoco pudo levantarse de la cama en al menos una semana. Mile demostró que ellos son más humanos de lo que yo me porté una vez con su hermano y llamaron a mi casa, para que fueran a traerme.
- ¡Alfa! ¿Qué te hicieron?
Al ver el estado en que me dejaron Mile y Bible, Meg fue la primera en ponerse a llorar antes de llamar a Earth, quien se apareció en mi casa con Mix, su esposo, el cual es enfermero. Él me inyectó unos analgésicos, aplicó varios ungüentos y finalmente me dejó reposar sin separarse de mí, al igual que Meg, quien durmió en mi sofá durante toda mi recuperación.
Para cuando reaccioné, ya habían pasado dos semanas desde que perdí a Ta; los moretones disminuyeron, el dolor en mi cuerpo empezaba a disiparse, pero el de mi corazón, solo crecía. Mix me explicó lo de la imprimación y que posiblemente en mi caso se pondría peor por la paliza que recibí, dijo que mi cuerpo no se sanaría por completo, hasta que no esté con mi Omega.
- Meg, tú lo sabes, ¿verdad? - Le pregunté llorando de nuevo.
- No en realidad. Solo sé que está a más de tres horas de distancia, pero no sé hacia qué dirección.
- Tranquila Meg, no es tu culpa. - La consuela Earth, porque ella también lloraba de impotencia.
- Pero, es que... Huhh... No sabía que estaban imprimados, perdóname. - Ella se limpia las lágrimas con desespero.
- Nadie lo sabía, no te puedes culpar por eso.
No pasamos mucho tiempo conversando, cuando caí en un sueño profundo otra vez, en el cual, pude ver claramente a Ta; él estaba con un cachorro y sin mí, pero era feliz. De pronto, un alfa aparece detrás de ellos, quería matarlo por estar cerca de mi Omega, pero logro reconocer mis razgos en él y eso me indica que es mi padre.
- ¿Tú...? - Él puso su dedo en sus labios.
- No me siento orgulloso de ti en absoluto. Quería que fueras mejor que yo; pero terminaste abusando de un Omega, así como yo lo hice con tu madre. Sé que haber muerto fue malo, pero mi madre descubrió a tu mamá y casi la mata, por eso decidí suicidarme después de dejar un testamento donde te dejaba propiedades que siempre fueron solo mías.
- ¿Quién es mi mamá? - Le pregunté seriamente. - La necesito, ella puede ayudarme... Yo solo, quiero recuperarlo. - Hablé entre lágrimas.
- Tu mamá... Es más fuerte de lo pensé. Ella siempre está a tu lado, lucha contigo sin miedo alguno, la tienes tan cerca que parece que la ves con ojos cerrados... Tu mamá, es la única que siempre ha estado allí, la que jamás te abandonó. Y con respecto a este chico, encuéntralo, o perderás a tu cachorro.
Mi padre desapareció en una neblina, y no sabía que era exactamente lo que sentía, estaba feliz por haberlo visto en mis sueños fue como un despertar de muchas cosas. Ya que reaccionando, le pregunté directamente a Meg si era mi madre biológica y me lo negó en primera instancia, pero con mi insistencia, terminó por decirme que sí.
Mi mamá siempre estuvo conmigo y como dijo mi padre, fui tan ciego que no podía verla, aunque ella estuviera más cerca de lo que yo hubiese creído. Incluso Mix lloró con nosotros cuando nos vio abrazarnos hasta que no hubo paso de aire entre los dos; aunque mi mamá no paraba de decir que ahora hiciera las cosas bien con Ta.
- Trataré de razonar con los Nannakun, tú trata de no esforzarte mucho.
Con la promesa de Earth, me quedé en casa, tratando de cuidar mis fuerzas, pero pasó un mes más y no hubo resultados; así que decidí ir yo en persona, aunque eso signica otra paliza. En un principio, nadie quería verme y por obvias razones, yo lastimé al ser querido más pequeño de esa familia y al que más habían cuidado.
- ¡BIBLE POR FAVOR! - Me arrodillé ante él, sin importar la humillación que eso significaba para mí. - Te lo suplico, déjame verlo y pedirle perdón.
- Suéltame. - Se separó abruptamente de mi agarre. - Primero te mataría antes de decírtelo.
Pasé una semana más tratando de razonar con Bible, pero no logré nada, hasta que regresé una tarde a mi casa y me sentía extraño, mi cuerpo ardía en fiebre, me dolía y casi sentía desmayarme. Comprendí que era mi celo cuando ya había entrado en la habitación, Mix por ayudarme llevó a un Omega que había encontrado en un club, pero su aroma casi me hace vomitar.
No pude soportar ningún aroma de los omegas que me llevaron, aún cuando los chicos lo hacían por ayudarme, mi alfa no quería cerca otro aroma que no fuera el de mi pequeño Omega. Una semana más pasó y yo me retorcía de dolor en mi cama, no podía ni levantarme sin sentir que mis huesos se romperían y un día de la nada, llegaron Bible y Mile.
- Te llevaremos con Ta. - Fue todo lo que le dijo Bible, antes de que entre ambos me sacaran a rastras de mi mansión.
- ¿De verdad me llevarán con él? ¿No quieren tirarme por un precipicio? - Pregunté con una inquietud extraña en mi corazón.
- Desearía hacerlo, pero Ta te necesita. Solo para que lo sepas, mi hermano tendrá un cachorro tuyo y está consumiendo su cuerpo internamente. El doctor dice que tu presencia es lo único que puede salvarlos. - Me contesta Mile.
- Me sacrificaré. - Dije con seguridad, acostado en el asiento trasero de su auto y con mis fuerzas casi agotadas.
- ¿De qué mierda estás hablando? ¡Él solo necesita tu aroma! - Me regaña Bible, mientras conducía bastante rápido.
- No lo entiendes. Ta y yo estamos imprimados; su proceso de sanación será más lento solo con mi aroma... Hmmm. - Sentí una punzada de dolor. - No tengo fuerzas y no puedo liberar feromonas, para salvarlo debo sacrificar mi vida. Pero juren que lo seguirán cuidando como hasta ahora.
- ¡Cállate idiota! No te creo capaz de sacrificarte por él. - Me dijo Bible.
En cuanto llegamos al dormitorio donde estaba mi pequeño Omega, me dio tanto gusto verlo en mejores condiciones que yo; fue como restregar en mi cara que es más fuerte de lo que creí. Su pancita ya levemente abultada me hacía saber que un cachorro mío estaba allí adentro; aunque tampoco pasé por alto que tenía el aroma de dos omegas bien impregnados.
La única forma en que un aroma puede impregnarse así, es que hayan puesto sus sucias manos sobre mi bebé, quiere decir, que lo que es mío, en estos días, otras personas lo han hecho suyo también. Estaba furioso, pero no podía pensar en eso, tenía que dejar mis celos de lado por un momento para concentrarme en salvar la vida de mi pequeño.
- ¿Seguro que funcionará? - Le pregunté a mi alfa.
- Solo él puede revivirnos, pero si el vínculo se rompe, nuestro dolor se separará y ya no podrá sentir lo que nos duele. Solo márcalo, aunque nos mate, es lo mejor que puede pasar mientras nos recuperamos.
En el momento en que lo marqué, pude sentir todo, supe que me ha amado desde el primer instante en que nos vimos, pero que el dolor que yo le causaba había enterrado esos sentimientos en un lugar muy profundo. Y cuando terminé de absorber todo su dolor, sentí mi cuerpo colapsar, el aire ya no llegaba a mis pulmones y creí que había muerto, hasta que sentí el aroma a fresas y caramelo que tanto me encanta.
Fin Flashback:
- ¿Todo eso le hice a mi Omega? - Le pregunté a mi alfa y lo sentí aullar de dolor.
- Te dije que te odiarías... Yo puedo ayudarte a arreglarlo, si quieres. - Me contesta.
- Sí quiero, y también quiero recuperar el vínculo. - Mi alfa se rió.
- Bueno, empecemos por abrir los ojos. Nuestro Omega está desesperado por mostrarnos su pancita, dice que ha crecido más que la última vez que lo vimos.
Mis párpados se sentían pesados, por más que trataba de abrirlos, me fue casi imposible, pero después de una lucha interna contra mi cuerpo, abrí mis ojos, solo para ver a Ta acostado a mi lado izquierdo, con su codo derecho presionando en la camilla para sostener su cabecita y con su mano izquierda, guiaba mi mano derecha para que sintiera a mi cachorro moviéndose.
- Siéntelo, no deja de moverse nunca, es bastante inquieto. Ya cumplí los 5 meses, ¿cuándo piensas despertar? No puedes dejarme criarlo solo, el cachorro es de ambos, debes cuidarnos, pedirme perdón, casarte conmigo, volver a marcarme y crear el vínculo de nuevo, si no yo mismo te mataré, porque... - Los ojos de Ta se abrieron grandes cuando giró su cabeza hacia mí y me vio despierto.
- ¿Me matarás por no volver contigo? - Le pregunté y él empezó a llorar.
- Jeff... - Mi nombre en sus labios se escuchó precioso y mis lágrimas también amenazaron con salir.
- Te extrañé tanto, mi amor. - Dije antes de sellar tan emotivo momento con un beso...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top