1. Lo que Jonah dice.
Cyrus Goodman es un joven Omega que nació en una familia de Betas. A pesar de que la sociedad denigraba su casta, nada cambió su forma de ser, amable, bondadoso, simpático y sincero. En la escuela destacaba por ser un encanto en varios sentidos, razón por la que muchos de los Alfas lo querían como su Omega, pero cuando uno de estos se negaba a ser rechazado, sus amigas y amigos saltaban a defenderlo.
—Espero que hoy den muffins de chocolate —dice Cyrus con corazones en sus ojos.
Las chicas sonrieron ante esto. Andi Mack y Buffy Driscoll, ambas siendo Alfas desarrollaron un gran cariño y sentido de protección hacia su amigo, pero cómo no hacerlo si desde la infancia irradiaba ternura.
Cuando llegaron a la escuela, caminaron por los pasillos hasta llegar cada quien a su casillero, estando el del castaño más apartado. Sacaba sus libros cuando el ruido de una pequeña explosión lo hizo dar un chillido, causando la risa de su amigo.
—¡No te rías! —se queja Goodman.
Jonah reía escandaloso con una bolsa de papel reventada en su mano.
Cyrus aún recuerda el tiempo en el que estuvo enamorado de ese chico, pero se había rendido cuando Beck comenzó a salir con Andi, hasta ya no sentir nada más que amistad por él, sin mencionar que el de ojos verdes reveló ser un Omega. Hoy en día la relación de Andi y Jonah ya no existía, pero eran buenos amigos.
—¿Cómo estuvo tu fin de semana, Cy?
—Bastante interesante, mamá me estuvo enseñando a cocinar y resulta que es más fácil de lo que creí, ¡No quemé la cocina! —contesta el de oscuro cabello castaño con entusiasmo y Jonah da unos pequeños aplausos en señal de aprobación—. ¿Qué hay del tuyo?
—Estuvo bien, nada en especial. Un chico me invitó a salir. Alfa.
Oh, dios.
—¡¿En serio?!
—Sí, pero tuve que rechazarlo —contesta un poco apenado.
—¿Por qué? —pregunta más calmado, su amigo suspira.
—No me siento muy seguro, ¿Sabes? —Cyrus lo mira a los ojos, los orbes verdes denotaban tristeza—. ¿Qué pasa si no soy lo que él quiere? ¿Si me abandonase por no ser suficiente?
—Pues sería un idiota.
Cyrus acerca al chico de un abrazo por el cuello a la vez que el Beck rodeaba su cintura, refugiándose. Muchos podrían malinterpretar la situación, pero a ellos no les importaba, llevan siendo amigos desde hace años, y como únicos Omega del grupo de amigos se tienen mucho cariño y por sobre todo confianza .
En eso el resto de amigos llega donde ambos, preocupándose al verlos envueltos el uno en el otro, temiendo que alguien les haya dicho o hecho algo malo.
—¡¿Están bien?! —exclama Marty con el pánico visible mientras revisa que ninguno de los dos estuviera lastimado.
Al ser Omegas, ambos eran más propensos a sufrir algún ataque en su sociedad, tristemente.
Ambos eran como las madres que les daban mimos a sus cachorros con ellos, y estos eran como los hijos Alfas que defendían a toda costa a sus madres. En otras palabras, una gran manada.
Cyrus y Jonah son las "madres", porque para ser el típico padre no tenían nada, ambos eran muy maternales. Buffy, Marty y Walker son los "hermanos mayores" y Andi junto a Amber son las menores.
—No pasa nada, Marty, cosas de Omegas —un poco desconforme con esa respuesta el Alfa asiente sin querer presionarles a hablar de ello, no si el tema los entristecía aún más—. ¿Quieren ir a La cuchara después de clases? —pregunta Cyrus, separándose del abrazo con su amigo.
—¡Claro, me parece divertido! —contesta Andi con entusiasmo, siendo apoyada por los demás.
—Recuerden que tenemos el viaje de acampada este finde —añade Marty.
—No podré ir, tengo una exposición el domingo por la mañana y Andi quedó en acompañarme —se excusa Walker, con Andi asintiendo a su lado.
—¡Yo iré a ponerme borracha! —exclama Amber emocionada.
—¡Hey! No te pases tanto, que después tendré que llevarte a rastras a la tienda.
—¿Tus padres te dejaron ir, Cyrus? —pregunta Buffy con asombro a lo dicho por el Omega.
—Sí, les dije que iría con ustedes a una salida de acampada y me dijeron que sí.
—Yo igual iré —dijo Jonah, con una sonrisa que marcó sus hoyuelos, pareciéndoles lo más tierno que podía existir.
En eso el timbre se escucha, marcando el inicio de un nuevo día de clases. Acordando verse en el recreo, cada quien fue a su clase. Cyrus y Jonah que compartían clase, entraron juntos al salón de literatura, y como la profesora aún no llegaba los chicos comenzaron a hablar.
—¡¿Que hoy es tu qué?!
—Mi celo, Cyrus, por favor no grites —regaña en un susurro el de ojos verdes.
—¡Tú..! Lo siento —Jonah hizo un gesto con la mano, restándole importancia, ya sabía cómo era el castaño—. ¿Por qué viniste hoy si sabes que es peligroso?
—No tengo ni idea —dijo el jugador de frsbee con una sonrisa nerviosa, rascando su mejilla—. Pero estoy tomando supresores por si surge una emergencia.
—Que alivio, tus feromonas son muy fuertes, aún no entiendo cómo es que atrajiste a ese pobre perro callejero, y eso que pasó por fuera de tu casa.
—Tienen el olfato más sensible que nosotros, además, eso fue hace años.
—Eso pasó hace tres meses, Jonah.
—Oh.
Cuando la profesora llegó, la clase empezó y dieron por terminada su charla.
🦋
En el receso, cada quien fue por su lado, Jonah al baño y Cyrus a su casillero a cambiar de libros. Estando ahí, sintió una fuerte mirada sobre sí, observó en todas direcciones, pero no la encontró. Extrañado vuelve a lo que estaba haciendo, hasta que sus amigos llegaron junto a él y hablaban trivialidades, pero Cyrus aún se preguntaba de quién era esa presencia tan fuerte que sintió.
Cuando por fin era la hora del almuerzo, los chicos se reunieron en la entrada del comedor en espera de Jonah, quien aún no llegaba de su clase de deportes.
—Jonah a veces es tan despistado, ¿Venir a clases con su celo?
—Tranquila Amber, no va a pasar nada, se tomó un supresor antes de la clase —informa Cyrus, aliviado de que su amigo hubiese tomado precauciones.
—Eso es un alivio —dice Andi con una sonrisa, concordando con los pensamientos de Cyrus y el resto de su manada.
Vieron al otro Omega acercarse a ellos con un gran sonrojo que le cubría todo el rostro.
—¿Qué pasa, Jo? —pregunta Goodman con curiosidad por aquel intenso color en las mejillas de su amigo.
—Nada, Cy —contesta sonriéndole. Esa era una gran sonrisa.
—¿Te divertiste? —pregunta Walker con picardía, y morbosas conclusiones por las reacciones del menor y el intenso olor persistente que seguía a su pequeño amigo.
—N-No se de que hablas —insiste el Omega con un tartamudeo.
—Hueles a Alfa —dice su compañero de la misma casta, notando con sorpresa ese gran detalle que pasó por alto.
—¡Qué va! Los vestidores apestaban, un par de chicos estaban a punto de agarrarse a pelear y marcaban territorio, ¡Fue horrible!
Los chicos rieron por lo dicho, pero Cyrus aún tenía dudas respecto a eso. No se creía del todo aquello de las feromonas de los Alfas. Varias veces sus amigos habían liberado feromonas, y muy fuertes por la ira al defenderlos antes, y nunca se había sonrojado o algo así. Efectos del celo, se dijo.
🦋
Durante la comida, los chistes iban y venían, pero Cyrus nota que su amiga la rubia no les prestaba mucha atención y observaba a una chica a lo lejos, desde esa distancia él no podía distinguir mucho de quién se trataba.
Comenzando a degustar su muffin de chocolate, volvió a sentir aquella pesada mirada, y al igual que antes, no le daba muy buena vibra.
—Cyrus —el chico mira a su amiga—. ¿Conoces a esa tipa?
Ante la pregunta de Buffy, vio en la dirección que señalaba, notando que una chica morena que más bien era una copia barata de su mejor amiga lo miraba, y no muy bonito, a decir.
—Esa es Kira —dice Marty—. Es de la peor clase de persona que hay, le ofreció tener sexo a la mayoría del grupo en deportes, incluyéndome, pero la mandé a la mierda —añade con rapidez practicada al sentir la "bonita" mirada de su novia.
—No se ve que le tenga mucha estima a má —dice Walker con la cabeza de Andi apoyada en su hombro.
—No recuerdo haberla visto antes.
🦋
Luego de que las clases terminaran, Cyrus y Jonah fueron los primeros en llegar a La cuchara, y este último estaba un poco nervioso.
—Sabes que puedes contarme lo que te atormenta, ¿verdad? No recibirás mi juicio por ello.
El de ojos verdes suspira, siempre era muy fácil de leer para su amigo.
—Es sobre lo que pasó en el almuerzo. No es nada grave —añade.
—¿Qué? —incita el de cabello castaño oscuro.
—Y-Yo, emm, verás... —suspira nuevamente—. En la clase de deportes yo... encontré a mi Alfa.
Cyrus abre grande sus ojos por la sorpresa.
—¡¿QUÉ?! —se escucha el grito colectivo de sus amigos desde la puerta del local.
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