Prólogo
Muchos dicen que un hombre no puede hacer lo que normalmente les corresponde a las mujeres.
Pero cuandoo definitivamente demuestran lo contrario, es digno de verse.
- ¡Y se cierra el telón!
Los aplausos de la audiencia no se hicieron esperar. Estaban extaciados con aquella obra que lograron visualizar.
- Fue maravilloso, como siempre. - una mujer mayor caminaba rumbo a la salida con su esposo. Se notaba muy feliz. - Ese jovencito tiene mucho talento. Estoy segura que lograra grandes cosas.
El esposo asintió de acuerdo. - Volveres a verlo, si nuestro tiempo en este mundo aún no los permite. - bromeó levemente haciendo reír a su mujer.
Pronto, el lugar fue despejado de toda persona, lo que dio luz verde a los bailarines para poder relajarse un poco en las instalaciones vacías y luminosas.
Un respiro después de un arduo trabajo nunca es malo.
Tanto hombres como mujeres comenzaron a platicar amenamente alrededor de Hitomi el bailarín principal y estrella en ascenso a Premier danseur noble, un título demasiado discutido entre la academia de danza internacional de París.
- ¡Hitomi estuviste increíble!
- Gracias. - el mencionado sonrió levemente.
- ¡Si! ¡Ese es nuestro Hitomi!
- Ujum.
- ¡¿Notaron como improviso en el último número?!
- Ah, ¿Eh?
- ¡Es verdad! ¡En los ensayos no hizo los movimientos finales!
- Eso-
El adorable Hitomi suspiro internamente ante el alto volumen de las voces. No estaba lejos de ellos, ¿no podían hablar un poco más bajo?
Su salvación vino en forma de risa y suaves aplausos.
Madame Angeline hizo acto de presencia. La expresión satisfecha y plenamente alegre hizo calmar a Hitomi.
Los camerinos quedaron en silencio al ver a la mujer pelirroja parada en la entrada, riendo con un hombre de traje y recortada barba.
- ¡Muy bien! ¡Excelente! ¡C'était magnifique! ¡C'était magnifique! - la viva voz resonó entre las expresiones ansiosas. Aligerando el ambiente.- Estoy orgullosa de todos ustedes, ¡Buen trabajo! - subió su pulgar como apoyo.
Los demás simplemente suspiraron con una gotita en su cabeza.
A veces, su querida profesora era algo energética.
- Y bueno, hablando ya de manera formal. - retomó la palabra y sonrió levemente al hombre que se mantuvo tras ella.- El señor que nos acompaña hoy es un enviado de un posible patrocinador. Esta en busca de un talento en la industria artística, más especifimente, danza.
El hombre asintió a la mujer y avanzó hasta quedar a frente a los nerviosos jóvenes. Hitomi no se sintió a gusto con toda la situación, sobre todo cuando aquel hombre parecía escaner a toda la audiencia antes de posar su mirada levemente en el.
- Como dijo Madame Angeline, soy representante de un acaudalado empresario árabe. Mi nombre es Michael Risso. - continúo con mucho ánimo. - Mi empleador me ha comentado su reciente interés - miro de soslayo a Hitomi. - en los bailarines de ballet. Esta más que dispuesto a redactar un trató con alguno de ustedes.
La mente de los presentes rápidamente absorbió la información que se les daba. ¡Era una oportunidad que no se volvería a repetir! Querían ser patrocinados por alguien así de importante.
Madame Angeline dio un paso para tratar de calmar a los ansiados chicos. Uno de ellos fue más rápido que ella.
- S-señor, disculpe, ¿Podría-
El hombre en ningún momento quito su sonrisa cuando interrumpió.- Oh si, no veo el problema, solo necesito una foto de ustedes y por supuesto, su trayecto académico. Usted también puede hacerlo, señor Kinomoto.
Hitomi hizo oídos sordos a la sugerencia del extraño y simplemente comenzó a organizar sus cosas.
Menuda mierda acababa de presenciar. Ese hombre le parecía demasiado raro y su mirada tan intensa durante su habladuría le dio un escalofrío severo. Su intuición le decía que se alejara de el y eso mismo haría.
Con un leve asentamiento a su profesora, salió de los camerinos.
Sin notar, la mirada del hombre que no dudo en sacar su teléfono.
.
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Al llegar a casa lo único que hizo fue acostarse en su suave cama. Perdiéndose al instante.
Casi.
El tono de llamada en su teléfono interrumpió su dulce descanso.
Agarró con algo de fuerza el aparato y contento sin ver el contacto.
- ¿Aló?
- ¡Mi niño! - retiró su teléfono ante el agudo gritó. Era su madre. - ¿Cómo estás? ¿Ya comiste? ¿Te bañaste? ¿Cómo te fue con tus ensayos?
Hitomi hizo una mueca.
- Mamá, hoy fue mi primera obra cómo Danseur principal.
El silencio tras la otra línea lo enfureció.
- Mi niño ya lo sabíamos, tu padre y yo íbamos en caminó, S-solo se nos atravesó algo. ¿No es verdad cariño? Tu padre está aquí, puedes-
Colgó.
Aventó su teléfono en algún lugar de la cama y procedió a quedarse dormido.
Como detestaba su vida...
(*❛‿❛)→
Inuyasha es obra producida por la lengendaria Rumiko Takahashi.
Este es un fanfic hecho con el único fin de entretener. No se aceptan copias o adaptaciones del mismo, favor de respetar.
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