Capitulo 5: Presentaciones

-¿Alguien ha visto a Yato?- pregunto Yukine.

-No- contestaron Kofuku y Daikoku.

-¿Ustedes?- volvieron a preguntar.

-Tampoco- contestaron Rinne y Rokumon.

-Tal vez fue a acosar a Hiyori a la escuela- comento Daikoku prendiendo un cigarrillo. –No puedo creer que no le deje en paz ni en las mañanas.

-Ese maldito- murmuró Yukine tomando su chamarra. Para salir tras el Dios acosador.

-Rinne ¿Qué tal si acompañan a Yukine?- pregunto Kofuku. –Así aprovechan para que les dé el sol o se van a poner pálidos.

-Claro- contesto Rokumon caminando hacia el Shinki rubio, Rinne le siguió unos segundos después.

(...)

De verdad que todos los dioses eran tan diferentes entre ellos, Bishamon, Ebisu y Kofuku, la diosa que ahora tenía enfrente de ella. La cual le estaba señalando algunos puntos en un mapa a la otra diosa.

-Se ve tan...alegre- murmuro Sakura, aun poco convencida de que aquella diosa llevara siempre la desgracia por donde pasaba.

-¿Estos son todos?- pregunto Veena finalmente.

-Si, por el momento- contesto. –Además no me has presentado a la joven que traes contigo hoy ¿Acaso es una nueva Shinki?

-No, nada de eso- Veena le hizo una seña a Sakura para que se acercara. La castaña siempre dudaba si era correcto ir, di unos pasos y volteo a ver a Kazuma.

-Ve- susurro Kazuma.

Sakura no sabía porque le tenía tanta confianza a ese joven, pero era así. Además era junto con Bishamon, el que más tiempo pasaba con ella. Claro incluyendo a Kuraha y Aiha.

-Ella es Mamiya Sakura es... como decirlo la amiga del nieto de una vieja amiga mía.

-Mucho gusto yo soy la Diosa Kofuku, ¿Cómo es que puede vernos?

-Eh bueno, yo...veo fantasmas- era de las primeras veces que podía decir abiertamente podía decir que veía fantasmas sin que la tacharan de rara.

-Qué cosas- dijo Kofuku recargando en su mano un cachete. –Pero estoy segura que tu nombre me suena de algún lado.

-No lo creo ella no es de por aquí- argumento Veena.

-Mmm ya lo recordare tarde o temprano.

Sakura recibió una sonrisa por parte de la diosa de pelo rosa cuando pensaba corresponderla su atención se puso en una parte del cielo, no muy lejos de ahí. El cual se estaba poniendo algo negro casi cayendo en el morado, más que el cielo parecía neblina.

-Qué raro no pensé que uno se fuera a abrir tan pronto- comento Kofuku.

-Nos tenemos que retirar ya- dijo Veena despidiéndose. Se empezó a acercar a sus shinkis.

-¡Vengan a visitarme otro día pero ahora para tomar el té!- grito emocionada.

Sakura se despidió rápidamente, Kazuma la subió a Kuraha.

-Agárrate fuerte Sakura, vamos a ir algo rápido- le ordeno Bishamon. –En cuanto estemos cerca te dejare en un edificio, no quiero que nada te pueda pasar.

-Sí.

(...)

Rinne se encontraba pegándoles a unos cuantos ayakashis, pero su guadaña no les hacía ningún daño, solo lograba que retrocedieran.

Yato tenía más suerte que él.

-¡Deberías retirarte de la pelea!- le grito Yato volteando a verlo.

-¡Yato pon más atención al frente!- aunque no habían encontrado al dios con acosando a Hiyori, le molesto el hecho de que no tuviera la delicadeza de decirles que saldría.-Mejor hagamos equipo con ellos.

-Si crees que es una buena idea, entonces está bien.

(...)

Sakura observaba desde el techo como la pelea se llevaba a cabo en los cielos, le sorprendía ver cómo la gente "común" seguía caminando sin notar la batalla que se libraba.

Solo los perros y los bebes parecían notarlo, era increíble ver que hasta en otros mundos ella podía ver cosas que la gente no podía, a lo cual ya estaba acostumbrada.

Un ruido empezó a llamar su atención, un ruido que oía detrás de ella.

Por un momento pensó que era el sonido los truenos que amenazaban con hacerse presentes, no, parecían otro tipo de ruido...

Volteo a ver de donde provenían aquellos gruñidos. Pudo ver a unos lobos no muy lejos de ellos los cuales llevaban unas mascaras en su rostro.

Se acercaban lentamente.

Veía en todas sus direcciones y en diferentes escenarios, si corría para algún lado existía demasiada posibilidad que alguno la mordiera. Aun así intento moverse hacia la puerta de emergencias pero un lobo prácticamente se le abalanza por sus movimientos. Solo quedaba la última opción.

Saltar.

Subió con todo el equilibrio y la calma, medianamente posible, a la cornisa del edificio. Miro hacia el pavimento, la gente que antes estaba se había ido lo más rápido posible para cubrirse de la lluvia.

-Si salto....-movió la cabeza negando aquel lamentable desenlace.

No le quedaba de otra, los lobos se iban acercando más, así que solo quedaban dos opciones: una ella saltaba por su propia cuenta o dos uno de los lobos la aventaría y lo peor es que seguramente la mordería.

No le quedaba de otra.

Lo haría, sería un acto muy estúpido o uno de fe enorme.

Sin pensarlo más salto.

(...)

-No puedo creer que Hiyori se volviera a desmayar- se quejó Yama.

-Sí, lo bueno es que estábamos ahí, sino que golpe se hubiera metido- dijo Ami la cual llevaba las cosas de su amiga.

-Buen punto, pero cuando despierte le diré que pesa más- las dos amigas se empezaron a reir.

Hiyori solo las observaba desde un poste con una sonrisa en los labios, Yama siempre decía eso pero nunca lo cumplía.

Observo la tormenta que había al otro lado de la cuidad, obviamente iría.

(...)

Salto.

-Rinne...

Solo ese nombre y esa figura se le cruzaba por la mente. Podía sentir el aire pegándole en la espalda, decidió cerrar los ojos, no quería seguir viendo su caída.

Cuando Sakura estaba segura que estaba a punto de llegar a la banqueta sintió unos brazos cargándola, eran unos brazos delgados, el cuerpo de su rescatista daba pequeños saltos, podía sentirlo.

Pensaba que era su imaginación hasta que sintió que sus piernas tocaban el suelo. Abrió los ojos, la persona que la había rescatado era una chica, la cual la miraba con tristeza y coraje.

(...)

-¡La maldita perra pervertida está aquí!-anuncio Yato, sin molestarse en que la aludida lo escuchara.

Veena le dirigió una mirada de desprecio, Yukine pensó que contestaría la ofensa pero no.

-Sería mejor que te fueras y le dejaras estos trabajos a los dioses de verdad.

-¡Veena!- reprendió Kazuma.

-¡Yato!- se oyó la voz de un joven llamando al dios.

-Lamento que nuestra pequeña riña tenga que continuar otro día con más calma- dicho esto Yato fue corriendo al joven.

(...)

Se encontraban en el edificio de al lado, pequeñas gotas empezaban a caer del cielo.

-¡Pero que estabas pensando al aventarte de ese edificio!

-Yo...

-¡¿Acaso querías morir?! ¡No sabes el dolor que provocarías a tus familiares y amigos saber lo que acabas de hacer!

-Pero si no lo hacía...

-¡Tienes mucha vida que vivir!- Hiyori no podía evitar gritarle, en el momento en que vio que la muchacha caía desde lo alto de un edificio no dudo en salvarla, pero le daba tanto coraje. –Tienes probablemente mi edad- susurro.

-Yo no me quería suicidar- protesto Sakura.

-Pero...- Hiyori se calló de golpe al ver lo que había en el edificio donde antes estaba la castaña. –Levántate.

-¿Cómo?- Sakura no entendí el porqué de la orden. De hecho no entendí como esa joven la había podido rescatar y porque tenía esa cola rosa.

-Ellos van a venir para acá, y no nos va a gustar que nos agarren- estaba asustada, sabía perfectamente de quienes eran. –Ella está cerca.

Hiyori tomo del brazo a Sakura y corrió a la orilla del edificio.

-No te molesta que te vuelva a cargar ¿Cierto?- pregunto rápidamente, voltearon a ver a los lobos, estaban agarrando impulso para llegar a ellas.

-No, claro que no- viendo la situación no se opondría.

Hiyori la tomo y empezó a saltar a los postes de luz, necesitaba llegar en cuanto antes al suelo. Debían llegar a un lugar seguro.

Empezaron a oír los gruñidos a sus espaldas.

-¡Corre!- le grito, las dos jóvenes empezaron a correr los más rápido posible.

Sakura casi se cayó cuando empezó a correr, se empezó a regañar mentalmente. Debió de haber llevado tenis en vez de zapatos

Quería agradecerle a la joven el haberla salvado, aunque no era la persona que esperaba, se lo agradecía. Al menos saber su nombre.

Seguían oyendo los gruñidos y rugidos de los lobos.

-¡Por aquí!- le señalo un callejo entre unos edificios.

Se escondieron entre unos botes y bolsas de basura, no era la mejor idea pero ya estaban cansadas de correr.

Las dos se taparon la boca y la nariz para que no se oyera tanto sus respiraciones y jadeos,

Escuchaban como algunos de ellos jalaban algunas bolsas de basura del otro lado y como algunos olfateaban donde ellas estaban, al final terminaron oyendo como uno de ellos aullaba y salían corriendo a la calle.

Hiyori fue la primera en asomarse, no estaban, estaban seguras por fin.

-Estamos a salvo- anuncio con una sonrisa, Sakura asintió. -¿Cómo podías verlos?- pregunto aun viendo por donde se habían ido los lobos.

-Yo... yo veo fantasmas- confeso con algo de pena.

-¿Enserio?- pregunto algo incrédula.

-Sí, ¿Y tú porque tienes esa cola rosa?

-Soy mitad ayakashi por un accidente con un dios torpe y no es una cola es como... un hilo entre mi cuerpo y mi ¿alma? No sabría explicártelo- contesto lo más sincera que pudo.

-No te pareces a los ayakashis con los que me he topado- dijo amablemente.

-Gracias ¿Cómo te llamas?- pregunto. –Sé que ya es algo tarde para las presentaciones pero como dicen mejor tarde que nunca. Yo soy Iki Hiyori- estiro su mano en un saludo formal.

-Cierto- Sakura se puso de pie y correspondió el saludo. –Mamiya Sakura, mucho gusto.

Hiyori estrecho la mano de la joven, hasta que recordó de donde había escuchado ese nombre.

-Tu eres la joven de la que nos habló Rinne- dijo sin pensarlo demasiado.

Sakura se quedó helada, estaba a un paso de encontrarse con él.

Continuara...

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Gracias por leer este nuevo capitulo.

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