Allison se había pasado toda su vida mintiendo, sus estudios, eran mentira, sus notas y sus amigas, todo mentira, su carrera y su fama, también eran mentira. Bien y ella no podía decir que no le agradasen, amaba a sus chicas y su trabajo, pero le remordía la consciencia cada vez que se paraba a pensar en como había llegado hasta allí.

Había culpado a klaus de ser el desastre de la familia, pero a fin de cuentas eran iguales, el  simplemente se había escondido en las drogas, al igual que ella se escindía en la fama y en su falso matrimonio, porque ¿a quién quería engañar? Amaba a Luther desde que tenían catorce años y siempre sería así.

Bien, sus mentiras la habían llevado a perder a su hija, a un hermano y ahora a su hermanita. A veces ni siquiera fue consciente de que lo estaba haciendo, se convirtió en una costumbre, una muy mala costumbre.

Le gustaría poder correr el rumor de que nada de aquello había pasado, volver a los inicios en los que estaban todos y todos juntos y haber usado su rumor únicamente para hacer lo que tuvo que hacer, quitar a su padre del camino o  al menos convertirlo en un padre más normal. Uno que no abusara así de ellos, que no hubiese llevado a Luther a ser tan dependiente de las misiones, o a pasar cuatro años en la Luna, que no  hubiese inclinado a Cinco a desaparecer por tantos años y a ver lo que vio, que no hubiese torturado a klaus hasta hacerlo dependiente de la droga y el alcohol y por supuesto que no hubiese llevado a Ben directo a su muerte.

Allison se dio cuenta de lo mucho que pudo haber impedido y de lo poco que hizo por sus hermanos, ahora se siente egoísta y mentirosa, al fin y al cabo, su vida al completo era una farsa.