3 años después...
[Ao'nung ]
.
.
.
-Vamos cariño, hay que irnos...
-Es muy temprano Tey, ven a dormir un poco más- le tome de los brazos y lo regrese a mi lado.
Sentí como se acomodo entre mis brazos y suspiro un poco, pero no se quejo. Beso mi cuello y subió hasta mi mandíbula y le gruñí en advertencia.
-Vamos, ya no estas dormido- volvió a insistir.
-Pequeño tramposo- le regrese el mordisco en su mejilla de manera leve, que me regreso una risa de su parte.
-Vamos Ma'nung, tenemos que hacer cosas en la aldea antes de nuestra partida.
-Va a ser muy extraño regresar después de tanto tiempo.
-Ha pasado un año, no es mucho...
-Para mi sí, los dos años anteriores era un ir y venir... pero tener que ayudar con estrategias de guerra y seguimiento en agua... ha estado presionando sobre nosotros.
-Has sido de mucha ayuda para los Omatikaya cariño, sé que te separe mucho tiempo de tu hogar, pero... no podía protegerlos sin tu ayuda.
-No es tu culpa y no te estoy recriminado, es solo que... esta guerra ha empezado a pesar demasiado.
-Lo sé, pero logramos hacerlos retroceder, por fin tendremos tiempo para nosotros, para nuestra gente y...
-Más lento Tey- reí por su entusiasmo- pero si, también estoy emocionado de que podamos estar un tiempo juntos sin preocuparse de algún acontecimiento peligroso.
Supongo que no había apreciado el tiempo en que conocí a Neteyam, lo que se supone que realmente era una vida normal para nosotros los Na'vi. Desde aquella batalla donde casi lo pierdo las cosas cambiaron demasiado.
Mi padre cumplió su palabra mandándome de viaje y asegurar alianzas para nuestro clan, pero... todo se volvió serio y devastador.
Las guerras se volvieron crueles, matanzas, deforestación, muertes... los humanos querían derrumbarnos en espíritu, nos quitaban lo que más queríamos... nos rompían antes de atacarnos.
Quemaban nuestros hogares, mataban a los animales, a nuestros hermanos, prendían fuego en nuestras aguas...
Fueron años en agonía, Jake Sully trataba de explicar a todos, del mundo del que venia, un mundo muerto... un mundo que agonizaba, pero no fue difícil imaginarlo estando al frente en la guerra.
Mientras Jake Sully y Lo'ak viajaban reclutando Na'vis, Tey y yo viajamos al clan Omatikaya con un plan basado en atacarlos desde el agua, esa base era primordial derribarla.
Ellos no estaban acostumbrados a otro tipo de pelea que no fuera por aire, vigilaban los cielos por obvias razones, pero no el agua... esta era una de las bases más grandes y peligrosas, seria una ganancia para nosotros derribarla.
Fueron 2 años de planear, enseñar, ir y venir entre varios clanes y un año de guerra para tirar ese cuartel. Mi cuerpo tiene cicatrices, pero nada se compara a lo roto que me sentía mentalmente.
Sin Neteyam, estoy seguro de que mi mundo se hubiera venido abajo mucho antes... el ha sido mi pilar en todo esto. En la noche, en la soledad de nuestro pequeño lugar secreto, una choza donde según escuche una amiga de su padre enseñaba cosas humanas a los Na'vi, allí podíamos llorar, rompernos y gritar el dolor que conteníamos fuera.
No podíamos vernos débiles ante la gente que confiaba en nosotros... pero nosotros dos... solo nosotros, necesitábamos ese apoyo.
Pero ahora... por fin los pocos sobrevivientes de esa base, huyeron. Conquistamos ese lugar y los humanos aliados han empezado a trabajar sobre ella, ubicar otras bases y detener mas venidas de esas cosas metálicas del cielo.
Podemos regresar con los Metkayina. Ahora se siente raro decir mi gente... he crecido con ellos toda mi vida y es lo que realmente seria normal, solo conocerlos a ellos, pero... he vivido cosas horribles y alegres a lado de los Omatikaya y de algunos otros Na'vi en la guerra.
Ellos también se han vuelto mi gente y la única constante es Tey... vivido todo esto junto a él, realmente se han roto todos mis planes de ser el sucesor como Olo'eyktan en mi clan.
Estoy renuente a ello, sé que este regreso a casa significara eso y tengo miedo... no he visto a mis padres en mucho tiempo... y la última vez que vi a mi madre, su perdón aun no ha sido dado, ni siquiera se que piensa de mi en todo este tiempo, mi padre por otro lado... nos ha aceptado, pero tampoco ha dado su veredicto.
-Ao'nung?- la mirada preocupada de Tey me regreso al presente y le sonreí, pero no fue suficiente para convencerlo- que sucede cariño?
-Estoy cansado Tey...
-Lo sé, pero hemos acabado... ganamos.
-Una batalla, si. Pero no la guerra y tampoco el regreso a con los Metkayina.
-Ya hablamos de eso, a tu padre le faltan años para decidir a su sucesor, eso no es importante ahora... y sobre la guerra, supongo que si, aun no acaba, pero nosotros hemos acabado.
-Como lo sabes?
-Ya sabes que mi padre y mi hermano son el frente de la guerra, ellos están avanzando, algo lejos de nosotros...
-Y si nos necesitan?
-A dos chicos destrozados? No lo creo, nosotros tenemos ordenes de vigilar y proteger estas áreas, no nos necesitan de aquel lado.
-Ah... eres demasiado amor...- me acerque a besarlo y no se resistió, abrió sus labios de buena gana y me dejo dominar el beso. Suave, pero fuerte...
-Estaremos bien- susurro sobre mis labios...
-Te creo...
-Que tal si retrasamos nuestro regreso...?- pregunto nervioso- un día?
-Que tienes en mente?- tenía esa sonrisa traviesa que me indicaba que tenia algo planeado.
-Algo para hoy en la noche... tal vez...
-Y eso que es?- me beso de nuevo, poniendo más entusiasmo y mordiendo mi labio inferior al final.
-Es una sorpresa- poso sus manos sobre mi pecho y las fue bajando lento hacia mi pelvis, pero me aparte enseguida.
Me sentía incomodo y avergonzado, si... las batallas fortalecieron mi cuerpo, mi musculatura creció y claro que en altura también, pero... había demasiadas cicatrices, demasiadas heridas... no me gustaba mi cuerpo, no eran heridas honorables... o no para mí, matar no me enorgullece y... mi cuerpo es demasiado que recordar.
-Lo siento Ma'nung, no quise incomodarte- me abrazo y dejo que ocultara mi rostro en su cuello.
-No, lo siento yo... se que hablamos de esto... pero aun no puedo.
-No tienes que disculparte, lo entiendo. Yo también las tengo.
-Pero... es diferente...
-Sé que tengo menos, pero es porque no siempre iba al campo de batalla, tu eres el héroe aquí cariño, siempre estabas al frente.
-Joder...
-Si, creo que no debí enseñarte esa palabra- su pequeño chiste me hizo sonreir y pude devolverle el abrazo.
-Eres diferente, por que... tus heridas siempre han sido protegiendo a alguien...
-Y también las tuyas, no mataste por gusto, no te hirieron como castigo. Ok?
-Ok...
-Te amo Ao'nung, recuerda eso.
-También te amo Tey.
-Vamos a casa entonces...
-Y la sorpresa?- refunfuñe.
-Será en otra ocasión- beso mi mejilla y partió a guardar nuestras cosas.
Ah~ lo jodi...
.
.
.
.
Regresamos al clan Metkayina, ya no faltaba mucho, podía ver la isla, pero mi atención se mantenía dispersa. Ahora él también tenia mi propio Ikran para poder viajar todos estos años.
Aprendió de los Omatikaya y claro, mi maestro fue Neteyam, aunque nunca me sentí completamente cómodo con las alturas, tener un Ikran ha sido de la cosas más increíbles.
Voltee a ver a Tey y parecía igual de distraído, pero emocionado. Aunque pasamos por lo mismo, creo que él a sido más abierto con sus emociones y miedos, su abuela, los Omatikaya y yo hemos estado para él, pero yo solo me sentido cómodo hablando de mis problemas con Neteyam y no se si sea justo para él.
Talvez tener otros aires, estar rodeado de mi gente, me deje despejarme... o eso espero.
-Listo?- me pregunto antes de aterrizar.
Asentí con la cabeza y por fin bajamos, ya había gente esperándonos y a la primera que identifiqué fue a Tsireya. Apenas baje de mi Ikran ella vino a abrazarme.
-Ao'nung!- me grito y salto a mis brazos para estrujarme.
-Hola hermanita- le regrese el abrazo.
La gente empezó a rodearme y hacerme preguntas que me incomodaron, pero trataba de responder. Aunque mi atención estaba sobre Tsireya, me alegraba que siguiera siendo aceptado por ellos.
Identifiqué a Rotxo cuando me dieron un poco de espacio, pero el no se acerco a mi, sino a Tey y fue hasta ese momento que note que nadie estaba a su alrededor, como si él no estuviera aquí junto a mi.
Note el rostro desanimado de Neteyam y quise acercarme, pero se nuevo todos preguntando cosas me impedían el paso, empecé a desesperarme y no quería ser grosero así que respondia rápido y pedía permiso para acercarme a él.
-Basta!- hasta que Tsireya hablo- déjenlos descansar, fue un largo viaje!
La gente empezó a dispersarse, menos mi hermana y Rotxo, el cual por fin se acerco a saludarme.
-Como estas bro?- me saludo con un abrazo que se sintió nostálgico.
-Bien... y tú?- contesté en automático.
-Bueno, han sido días difíciles.
-Sucedió algo?- me preocupe.
-No... solo ya sabes, algunos de los nuestros están con Jake Sully y normalmente regresan mal heridos, tu madre ha estando tratando a la mayoría.
-Vaya... no lo sabía.
-Lo mantenemos en secreto para que no nos encuentren, aun somos zona de perfil bajo
-Ya veo, hay alguien herido de la familia?
-No, tu padre va y viene con ellos, yo los recibo y Tsireya junto a tu madre los atienden.
-Necesitan ayuda?- pregunte enseguida.
-No! Necesitas descansar... -se negó- además... tu compañero y tu necesitan tiempo- lo último lo susurro.
-De que hablas?
-Bueno... toda su familia se fue, venir aquí... solo es por ti.
-Que? Cuando se fue?
-Sus hermanas estuvieron aquí hasta hace una semana, ellas se movieron con Neytiri a otro clan para poner otro cuartel.
-Si hubiéramos venido antes talvez...
-Esta bien- interrumpió Tey- no lo sabíamos y no estamos aquí por mi, si no por ti.
-Por mi?- pregunte extrañado.
-Ve a ver a tu familia- me pidió.
-Pero...
-Estoy bien, te esperare en nuestra casa, pero ve a ver a tu gente.
-Yo lo ayudare a acomodarse- sugirió Rotxo- aun hay cosas de su familia y le ayudare a hablar con ellos, tu ve a ver a tu madre.
-No creo que quiera verme...- gruñí.
-Ve...- me pidió Tey.
-Aah... vale- suspire.
-Yo te llevó- se ofreció Tsireya.
-Bien vamos...- Tey me alentó y al verme partir, se movilizó con nuestras cosas, no estaba cómodo con la idea, pero entre más rápido mejor.
-Ello ha cambiado- empezó Tsireya - siempre pregunta por ti.
-Ah si? Yo no he escuchado eso...
-Normalmente nos pregunta a Rotxo y a mi, que hablamos contigo.
-Y por que ella no me contacto?
-Bueno... supongo que aun estaba procesando tus decisiones.
-Si hubiera muerto, procesar mis decisiones seria lo de menos.
-Oye!- se quejo- no hables de muerte ahora.
-Si si...
-Vamos...- la seguí en silenció hasta llegar a la tienda central donde empece a ver demasiados heridos fuera.
-Mamá... Ao'nung llego.
Noté a mi madre, aun con el porte elegante que siempre tenía, pero se veía cansada. Noté a un pequeño escondido entre sus piernas y me sorprendí al ver lo grande que estaba mi hermano menor... pero bueno, creo que todos crecimos en estos 3 años.
-Bienvenido a casa... hijo...
Me quede en shock al escucharla hablarme con tanta ternura... ella no era Ronal la Tsahik, quien tenía en frente, solo era mi madre...
.
.
.
Wuenas jajaja habla la autora de nuevo.
No calcule lo que me faltaba por escribir y me flato un capítulo pa terminar, así que aun estoy corrigiendo el otro cap, pero ya no tardara en salir, gracias por la paciencia ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top