20

-Cómo estas Kiri?- pregunte cuando ya nos habían dejado solos a mis hermanos y a mi.

-Bien, eso creo...

-Nos preocupaste a todos- aseguró Tuk aferrada a ella.

-Lo sé, lo siento...

-No tienes porque, no fue tu culpa- Lo'ak se acerco y quedamos sentados en un círculo alrededor de ella.

-Fue extraño, nunca paso esto en casa...- se veía abatida.

-Talvez... es por eso mismo, siempre has sido ya sabes...- Lo'ak intentaba no decir "rara", pero todos lo entendimos. Siempre se han llevado pesado entre ellos.

-Si, pero esto fue diferente... pude ver a mamá.

-Basta chicos, dejen descansar a su hermana- entro nuestra madre y le entrego comida a Kiri.

Lo'ak y yo nos levantamos, Tuk se quedó aun aferrada a Kiri y ella, nos veía rogando, claramente no quería estar sola.

-Podemos...- lo intenté.

-Tu padre quiere hablar contigo- me tense al escuchar aquello. Había hecho algo mal?- y tu Lo'ak, ayuda a Norm a recoger sus cosas.

-Mamá- se quejó, pero no tardo en obedecer al notarla tan tensa.

Todos lo pasamos mal, pero definitivamente mi madre se llevo la peor parte. Recuerdo escuchar que teníamos una tía, que murió a manos de los hombres del cielo y... la misma madre de Kiri, ambas personas cercanas a ella. Seguro ella entendía mejor que nosotros estas cosas.

Eh perdido amigos y conocidos, pero alguien tan cercano aun...

-Neteyam...- la voz de mi padre me saco de mis pensamientos, volteé hacia él y me esperaba en el umbral de nuestra tienda.

-Ve...- me susurro mi madre tranquila. Aunque no me lo dijera con palabras, entendía que no habría regaño o reclamos.

Me levanté y con una última mirada a Kiri, seguí a mi padre fuera. No tan lejos, pero apartados de los demás para solo ser yo quien pudiera escucharle.

-Sucede algo?- me atreví a preguntar ante el silencio de su parte.

-Yo... te he tratado mal los últimos días y lo lamento.

-Que?- estaba algo sorprendido.

-Tu madre... la otra vez que hablo conmigo me hizo entender que estaba pasando el limite con ustedes, quise hablar contigo antes, pero... no sabía como y luego paso lo de Kiri y...

-Pero no entiendo, yo... las disculpas son por qué señor?

-Soy tu padre Neteyam, creo que... lo primero sería eso.

-...- no sabía que contestar, estaba algo aturdido.

-La guerra me ha... puesto algo mal. Pensar que algo les pasaría a ustedes, de poderlos perder... ha sido duro y parte de ello creo que paso desde que tuvieron edad de seguir mis pasos.

-Solo queremos ser como tú.

-No, ustedes deben ser mejores... yo solo soy un soldado y eso seré toda mi vida, pero ustedes no. Por eso estamos aquí, porque no quiero esta vida para ustedes.

-Pero es lo que conocemos, ser guerreros es... un orgullo para nosotros.

-No mi tipo de guerreros. Ustedes deben seguir los pasos de su madre y estoy orgulloso de que seas el mejor en ello, eres... - parecía no poder seguir la frase, pero me sentía un poco mejor.

Ahora sabía que no era del todo una decepción para él.

-Aun así, ustedes dos, son los mejores para mi... así que mentira si dijera que no me parezco a ti.

-Espero seguir siéndolo... no quiero decepcionarlos a ustedes también.

-No papá... nunca lo había pensado de esa manera.

-Ven acá- me tomo desprevenido y me jaló hacia un abrazó- de verdad lo lamento.

Aunque realmente no había pensado en que necesitara una disculpa, se sintió bien. Era algo que necesitaba escuchar y... saber que no era yo el que estaba fallando.

Le regresé el abrazo, queriendo alargar un poco más este momento. No sabía si era cosa de una sola vez o no, pero por lo menos tendría este momento para recordar.

-Aun... podremos hablar como la otra vez? Sobre tu vida antes de Pandora y... esas cosas?

-Si, tenemos todo el tiempo del mundo ahora- revolvió mi cabello antes de soltarme por completo.

-Esta bien, me guardare esa promesa...

-Iré a ver a Kiri, aun estoy preocupado por ella.

-Si, ella aun debe sentirse mal.

-Lo está, pero gracias a ti que trajiste a Ronal, fue mejor su recuperación.

-Ao'nung me ayudo con eso, estaba igual de alterado que ustedes.

-Entonces deberíamos agradecerle... después de la pelea que tuvieron, pensé que todo iría a peor.

-Afortunadamente no lo fue...

-Me alegro, agradécele de mi parte.

-Lo haré...

-Ah. Y tu madre me dijo que te avisara que podías salir a divertirte mientras no tengas trabajo.

-Seguro que eso dijo mamá?- sospechaba que esas pala ras eran de él, más que de madre.

-Solo ve a divertirte- contestó, ya de camino a la tienda.

-Nunca pensé escucharlo pedir disculpas- brinque al escuchar a Lo'ak.

-Podrías hacer ruido? Me asustaste.

-Estabas distraído, no fue mi culpa.

-Si, claro.

-Y... por que él quiso hablar contigo?

-Solo disculparse supongo, yo tampoco entiendo

-Crees que lo hará con todos?

-Eso espero... ha sido un poco complicado.

-Afortunadamente tu no eres el problemático.

-Oh cállate, te encantan los problemas.

-Solo espero escuchar lo mismo, no pido mucho.

-Lo sé hermano, lo sé...- nos quedamos en silencio- regresemos.

La noche cayó y aun estábamos alterados, todos seguíamos pendientes de que Kiri estuviera bien, Tsireya y Ao'nung no habían regresado después de que su madre se retiró junto con ellos.

Supongo que estaban ocupados o querían darnos nuestro espacio... era un poco egoísta de mi parte, pero aun quería hablar un poco más con Ao'nung...

Poco a poco fui quedándome dormido con el sonido del mar de fondo, un sonido diferente a casa, pero cada vez más familiar...

.
.
.

Despertamos y antes de salir, levantábamos nuestras camas para poder ir a comer, pero algo nos llamo la atención.

-Los Tulkun regresaron, nuestros hermanos y hermanas están aquí- escuchamos la voz de Tsireya.

Mi familia salió a ver que sucedía, Kiri aun seguía dormida e iba a despertarla para que nos acompañara, pero escuche un silbido en la entrada trasera de nuestra tienda.

Me asome intrigado, pero antes de salir por completo me tomaron por la cintura y jalaron fuera.

-Suéltame!- empecé a golpear para tratar de zafarme.

-Guarda silencio- me susurro y puso más fuerza para detener mis movimientos.

-Ao'nung?- pregunte sorprendido.

-Si, ahora estate quieto hasta que lleguemos.

-Que rayos pensabas! Iba a golpearte.

-Quería sorprenderte- por fin me bajo y no pide ignorar su notable sonrisa.

-Eso lo lograste.- gruñi.

-Oh no te enojes, era con buena intención.

-No lo vuelvas a hacer...- lo deje pasar.

Entendía que no supiera que me ponía nervioso acciones como esta, ver secuestrados a mis hermanos supongo que inconscientemente dejo estragos en mi.

-Vale, talvez mi sorpresa lo compense.

-Esto no era la sorpresa?- pregunte cruzándome de brazos.

-No! Es... bueno ya sabes sobre los Tulkun no? Nuestros hermanos espirituales...

-Si... escuche a tu hermana que llegaron.

-Bien, quiero que conozcas a, bueno... puedes venir contigo...

-Si... a donde?

-Ve por tu Ikul, te alcanzaré en un momento.- beso mi mejilla y salió corriendo.

Que acababa de pasar?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top