xxxvii. dios mutante
EL WALRIDER OSCURO,
capitulo treinta y siete: dios mutante!
ALEX SUMMERS Y DAWN GREY TOMARON ASIENTO EN LAS DOS SILLAS QUE HABÍAN FRENTE AL ESCRITORIO DE MOIRA MACTAGGERT. Grey observaba meticulosamente a Charles y él lo sabía perfectamente, pero a Dawn no le interesaba. Ella tenía en claro que su marido se encontraba un poco desconcertado al ver a Moira como una desconocida, pero claro, él le había borrado la memoria—Dawn no creía ni siquiera eso, capaz él bloqueó cierta parte de su mente para evitar que ella recordara algo sobre los mutantes.
—Que gusto verla...uh, digo conocerla por primera vez—replicó Charles corrigiéndose al instante y miró las fotos que se encontraba detrás de ella—. ¿Tiene un hijo?
Dawn apretó sus labios e intentó sofocar una risilla para burlarse de Charles. Había veces que su marido no paraba de sorprenderla. Ella miró los ojos azules del telepata y volvió a proyectar un mensaje en su mente: '¿Ya te sientes satisfecho, Xavier?'
—¿Usted, está casada?—preguntó él ignorando a Dawn.
—Estuve casada—replicó Moira con incomodidad—. Pero no es fácil llegar aquí y llegar a casa para cenar. Todos tomamos decisiones, ¿no?
—Te comprendo, Moira—dijo Dawn intentando sonar simpática—. Es algo que no toda persona esté hecha para hacer.
Charles por un momento se quedó mirándola fijamente, hasta que Alex y Dawn le codearon levemente haciéndolo volver a la realidad. La rubia fresa no entendía por qué Charles estaba tan desconcentrado en esta situación. Sin embargo, ella encontró la respuesta: realmente le parecía incómodo hablar con una persona que conocía sin que la otra persona le conociera. Solo lo veía algo abrumado por no tener la confianza de hablar sobre los mutantes y lo comprendía. Capaz Dawn podría devolverle la memoria, después de todo.
—Profesor Xavier, no hemos venido aquí para hacer una charla social—murmuró Dawn sonriéndole.
—Oh, sí—dijo Charles concentrándose en su objetivo—. Esperábamos que pudiera contarnos sobre lo que pasó ayer en Egipto.
Moira se quedó boquiabierta y Dawn sabía que la agente de la CIA se encontraba sorprendida—Huh...me temo que es información clasificada. No quiero ser grosera, pero...¿Cómo entraron aquí?
Alex alzó una ceja y miró a Charles, Charles sonrió y miró a su esposa, Dawn también sonrió y miró a Moira—Tengo acceso de nivel 5. Presentimos que algo malo pasará y queríamos saber el material que usted recolectó.
Moira asintió rápidamente y buscó en una de sus bibliotecas una carpeta color azul. Dawn y Charles no tenían idea de lo que se encontrarían allí, pero lo veían como algo intrigante. Moira apoyó la carpeta en su escritorio y miró a los mutantes—Desde que el mundo descubrió a los mutantes en 1973, han surgido sectas que los consideran...Segundo Advenimiento o una señal de Dios—Moira abrió la carpeta azul y los tres mutantes observaron diferentes imágenes sacadas a color y algunas anotaciones.
—Una señal de Dios...sinceramente veo que esto es algo absurdo—replicó Dawn intentando comprender lo que ocurría. Ella recordaba claramente que cuando estudiaba historia de la humanidad en la Universidad de Oxford, los mutantes no eran venerados como la religión adora al ser supremo que fue el responsable de crear todo—. Charles, esto es historia de la humanidad. ¿Cómo serían capaces de abandonar su fe en un ser supremo y cambiarlo por otro?
—Yo no diría que abandonaron la fe, Dawn—declaró Charles mirando las escrituras de Moira meticulosamente—. La figura de dios al parecer "envió" una señal, como un mesías. Algo a quienes ellos podrían admirar de manera física, aunque me parece de lo más extraño.
—Lo sé—murmuró ella y miró a Moira—. Tú has nombrado que se crearon sectas. ¿De qué clase de sectas se trata?
Moira buscó algo en la carpeta con atención y continuó hablando—Seguía a una de ellas—y acercó a los mutantes un par de fotos donde varias personas se encontraban—. Se hacen llamar Ashir En Sabah Nur. Eso era en honor a un ser ancestral quien, se cree, fue el primero.
Summers alzó una ceja en confusión—El primer, ¿qué?
—El primer mutante.
—Eso debe ser imposible—murmuró Dawn aún en desacuerdo, no pensaba que En Sabah Nur era el primer mutante de todos, teniendo en cuenta de que él se originó en un reino enorme y glorioso. Por un momento, encontró algo de sentido en las palabras de Moira MacTaggert.
—Creí que habían evolucionado en este siglo—añadió Alex mirando a Moira.
Dawn sostuvo una de las fotos entre sus manos y dijo—Al parecer, Alex, no fue en este siglo.
—Es una teoría, sí, pero esta secta cree que el primer mutante nació hace decenas de miles de años—afirmó Moira acomodando las fotos de nuevo en su lugar y miró a Alex Summers otra vez—. Y creen que surgirá de nuevo.
Grey miró una imagen que Moira colocó en la mesa y la observó con atención—Han buscado pistas en sitios arqueológicos de todo el mundo—dijo ella dejando imágenes de diferentes lugares famosos por la arqueología—. Estos jeroglíficos describen un conjunto de poderes que ningún humano podría tener.
—¿Y que clase de poder?—preguntó Alex.
Dawn le miró seriamente—Cualquier mutación, peligrosa y poderosa al mismo tiempo.
—¿Creen que ha vivido todo este tiempo?—preguntó Charles.
—Sí...y no—respondió Moira mirando a los tres mutantes que tenía en frente—. Creen que puede transferir su conciencia de cuerpo en cuerpo. Y cuando está a punto de morir, toma otro cuerpo. Algunos quizá de mutantes.
—Capaz esa es la razón por la cual él tiene una descripción de ese conjunto de poderes—declaró Dawn comprendiendo el punto de Moira.
—Exacto, señorita Xavier—añadió Moira sonriendo. Dawn nunca había sido nombrada con el apellido "Xavier" ya que ese era el segundo apellido que tomó al casarse—. Y donde quiera que estaba, siempre tenía cuatro seguidores. Discípulos. Protectores a quienes otorgaba poderes.
—Como los cuatro jinetes del Apocalipsis—dijo Dawn en voz baja.
—Eso lo tomó de la biblia—Alex la interrumpió.
—O la biblia lo tomó de él—añadió la rubia fresa sonando franca y directa.
La agente MacTaggert asintió—Y donde quiera que él reinaba...a la larga, terminaba en un desastre. Cataclismo. Una especie de...apocalipsis.
—El fin del mundo—murmuró Charles y miró a Dawn—. ¿Eso no lo había soñado Jean anoche?
—Eso es lo que temo—replicó ella con preocupación y miró a Moira—. Debes venir con nosotros. Te necesitaremos.
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