xxxii. el destino


EL WALRIDER OSCURO,
capitulo treinta y dos: el destino!



Diez meses después.

          DAWN GREY, de alguna manera, se sentía agradecida. No solo por los meses que han pasado, sino por la cantidad de estudiantes que pasaron por ella y por Charles. O incluso el simple hecho de ver que los mutantes, de alguna manera, eran más "aceptados". Eso realmente hizo que una gran masa de mutantes decidiera salir de las sombras, e incluso decidieron ir a la escuela de Jóvenes Mutantes que Charles dirigía.

          Cada mes Dawn se sentía más feliz, ya que no solo se encontraba rodeada de niños que la fascinaban. Algo que realmente enorgullecía a Dawn era que ellos buscaban hacer el bien, ella sacaba lo mejor de ellos. Lo mejor de sus habilidades y sabría que algún día ellos defenderían al mundo. Sin embargo, no solo le fascinaban los niños que se encontraban a su lado. Si no que le fascinaba tener un niño creciendo en su vientre. Tan fuerte y tan deseado que Dawn ya sabía quién era.

          Madison, meses atrás, había mencionado tener un hermano: David. La misma Madison le había pedido a Charles y a Dawn que los crearan a ambos. Dawn y Charles lo harían, luego de ver que tendrían una hija y—al parecer—un hijo, estarían dispuestos a cumplir ese destino. Y lo hicieron. David pronto estaría en sus vidas.

          Además de todo, con el pasar de los meses, la rubia fresa recibió una grata sorpresa. Algo que realmente le hizo sentir más tranquila. Jayden se iba a casar y ambos vivirían en Nueva York, cerca del condado de Westecher. Era un alivio ya que ambos habían vivido situaciones muy traumáticas durante Vietnam, pero eso no le impedía a los hermanos Grey encontrar la paz y el amor. Jayden lo hizo y Dawn estaba muy feliz por él.

          Ambos ahora llevaban el frío anillo dorado de bodas, con el cual se quedarían hasta que la muerte los separase, claro. Y tres meses después de ello, Dawn, al conocer a Elaine, supo que ella llevaba vida en su vientre tal como la misma rubia fresa lo tenía. Su hermano, Jayden, le había mencionado que iba a ser su primera hija.

          Hija.

          Eso le hizo recordar a Logan cuando viajó al pasado. Pidió que reunieran a los X-Men. Storm, Scott, Jean. Jean. ¿Cómo pudo haberse olvidado?

          Ella ayudaría a salvar el mundo, Logan lo había dicho. Ella sería un X-Men. Pero...¿Acaso resultaba eso ser una utopía? Todo podía ser posible. La rubia fresa admiraba como los niños jugaban en el gran jardín, como otros estudiantes se sentaban bajo los diversos árboles y leían o incluso estudiaban. Otros se encontraban con profesores y daban sus lecciones afuera. Todo era perfecto.

          Dawn, como si fuera algo repentino, sintió una ligera patada en su vientre e hizo una mueca. Ya las patadas o movimientos eran algo que realmente le resultaba algo normal. Sin embargo, ya habían pasado aquellos nueve meses muy rápido. Los dos telepatas sabían que el bebé podría llegar en cualquier momento.

          —¿Qué es lo que miras?—escuchó la voz de Charles a sus espaldas.

          Ella no se había percatado de su presencia, ni siquiera lo sintió subir por el ascensor. Dawn miró hacia atrás y se encontró con Charles, aún con su barba y su cabello largo, sentado en su silla de ruedas. Hacía mucho que no lo veía parado con ambas piernas. Pero le gustaba más así, con sus poderes—siendo quien realmente es. El telepata se acercó al balcón junto a Dawn, quien permanecía apoyada—casi sentada—ya que el bulto que se encontraba en su vientre era demasiado pesado.

          —Observando el paraíso del aprendizaje—respondió Dawn sonriendo y volvió a mirar hacia el gran jardín—. Algo tan perfecto y pacifico que nadie puede perturbar.

          —Es bueno verte calmada—dijo Charles y con una mano tocó la de su esposa y con la otra tocó su barriga—. No estarás así por siempre.

          —Oh, por supuesto que no—Dawn sonrió y tomó la mano de Charles—. Esto es un regalo, Charles, un regalo que no todas las parejas pueden tener. Madison tenía razón.

          Charles miró hacia delante y asintió—Claro que lo es—y volvió a mirar a la rubia fresa—. Nosotros lo hicimos y seremos los mejores en esto.

          —A veces me pregunto qué hubiera sucedido si mis padres supieran de esto—murmuró Dawn y tocó con su otra mano su barriga—. Si estuviesen vivos, claro.

          —Estarían orgullosos de ti.

          Dawn bajó la cabeza—Este era el sueño de mi madre, ¿sabes? Que Jayden y yo le diéramos nietos, y no estoy hablando de incesto, por el amor de dios. Ella siempre quiso esto. Amor devoto a sus nietos.

          —Tú sabes mejor que nadie que ella estaría feliz, porque esto fue hecho con amor y esperanza.

          La mutante miró a Charles—¿Recuerdas lo que dijo Logan? Sobre...¿Sobre los X-Men?

          Charles asintió—Lo recuerdo como si fuese ayer. Storm, Scott y...

          —Jean—Dawn le interrumpió—. La hija que tendrán Elaine y mi hermano. Es ella.

          Xavier por un momento sintió confusión—¿Estás segura de eso?

          —Nunca había escuchado el nombre "Jean" en mi vida, Charles—replicó Dawn con seguridad—. Jean se llamaría la primera hija de mi hermano. Me lo dijo cuándo escapábamos de Vietnam. ¿Y si es ella?

          —Entonces la reclutaremos aquí, podría ser entrenada junto con David y Madison—declaró Charles mirándole fijamente—. Debemos estar seguros.

          Grey asintió y al tomar su mano otra vez, sintió un fuerte retorcijón en su barriga. Apretó a Charles con fuerza y le soltó la mano para tocar su barriga. No entendía lo que sucedía hasta que sintió otro retorcijón en su barriga. Ya había llegado el momento.

          —El bebé...—y sintió otro retorcijón.

          —Vamos al subsuelo, ahora.

          Ambos fueron a pasos lentos hacia el ascensor, en el camino las contracciones eran más fuertes. Dawn soltó un chillido y entró en el ascensor rápidamente, siendo seguida por Charles. Ambos bajaron rápidamente por el ascensor y las puertas se abrieron ante ellos, Dawn sintió otra contracción y soltó otro chillido, Hank, por pura coincidencia, salía del laboratorio.

          —¿Qué está...?—dijo al ver al matrimonio junto—. ¿Es el bebé?—Dawn volvió a gritar y Hank no tuvo que pensar dos veces en darse cuenta de que se trataba—. Bien, ya me di cuenta.

          Él fue hacia Dawn y la cargó para llevarla a un ala médica. Ambos la recostaron y Hank comenzó a ponerse los guantes—Gracias a dios que tenemos los recursos médicos para realizar un parto—dijo él sonriendo y miró a Charles—. Necesito que le pongas una bata, esto tardará un poco. Ponte el suero por unas horas, necesitaré que esto sea rápido.

          Charles asintió y encontró una de las dosis dentro de un pequeño refrigerador que había, al ponerse la jeringa en el brazo, sintió que sus piernas volvían a moverse. Él ayudó a Dawn a quitarse un poco de ropa y a ponerse una bata para proceder.

          —Dawn, mírame—le dijo Charles. Grey le miró, con su frente sudada—. Todo saldrá bien.

          La rubia fresa asintió y sintió otra contracción, soltando un grito que de seguro lo había escuchado todo el condado.




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