DESASTRE DEVASTADOR,
capitulo cuatro: trucos de magia!

          LA RUBIA FRESA SE ENCONTRABA SENTADA JUNTO A RAVEN, mientras que observaba atentamente la presentación de Charles sobre las mutaciones.

          —La llegada de la Era Nuclear pudo haber acelerado la mutación—dijo Charles observando a los superiores de Moira—. Es posible que hayan individuos con habilidades extraordinarias entre nosotros. Gracias por su atención.

          Mientras él se sentaba, uno de los superiores, McCone dijo—MacTaggert, ¿realmente cree que un científico loco me va a hacer creer en damas que resplandecen y hombres que se esfuman?—su compañero soltó una ligera risotada—. Acaba de ganarse un boleto al área de máquinas de escribir—siguió—. Terminó esta reunión.

          En cuanto cerró la carpeta, Dawn decidió hablar en cuanto Moira se levantaba—Oh siéntese, agente MacTaggert—observó a los demás—. No esperaba que le creyeran, sobretodo que durante su presentación solo imaginó qué pastel iban a servir en la cafetería: es de manzana. Lo siento por no haberle dicho nada, Moira. Pero Charles lo sabía, al igual que Raven.

          Xavier observó a los dos superiores—Escuchen, una de las muchas cosas que permite la mutación de mi querida Dawn y yo (y que agradezco), es el poder leer sus mentes.

          El director Stryker soltó una ligera carcajada—Ya he visto esto en shows de magia. Él o ella nos pedirán que pensemos un número del 1 al 10.

          —Así no funcionan las cosas, director Stryker—Dawn se mofó y sonrió.

          —No, agente Stryker—respondió Charles observándole—. Aunque, podría preguntar sobre su hijo William en quién estaba pensando. Lo que es muy tierno pero...creo que prefiero preguntar sobre los misiles júpiter que esta nación está poniendo en Turquía.

          Dawn abrió los ojos como platos y miró furiosa a Xavier. Le dio una abofeteada involuntariamente y luego se tapó la boca—¿Porqué hiciste eso?—preguntó Xavier molesto.

          —¡No debías decir eso, idiota!

          Moira y los demás se quedaron boquiabiertos, esta se giró para observar a un McCone enojado—¡Trajiste a un espía!—gritó agarrando el teléfono—. ¡Trajiste un espía a las instalaciones!

          Empezó a formarse una discusión entre los directores contra Moira y su compañero, hasta que Raven se levantó repentinamente y se convirtió en el agente Stryker. Todos se quedaron boquiabiertos, a excepción de Dawn y Charles.

          —¿Les gustó el truco de magia?—preguntó Dawn sonriente.

          —El mejor que haya visto—dijo un hombre que estaba atrás.

          —Los quiero fuera de aquí—espetó McCone, señalando a las tres personas—. Quiero que los aíslen hasta que sepa qué hacer.

          —Mis instalaciones están fuera—respondió de nuevo—. Me los llevaré.

          Dawn y Charles salieron de allí, el segundo se encontraba sobándose la mejilla y Grey lo sabía. Charles la miró fijamente y ella se encogió de hombros—¿Qué?

          —Pegas muy fuerte.

          La rubia fresa sonrío de lado y le guiñó el ojo—Me lo dicen muchas veces.

          —Lo que sea, necesitamos encontrar a Moira.

          Dawn sintió en el otro pasillo hablar a Moira. Caminó hasta ella y Charles enarcó una ceja, Dawn le hizo señas con la mano para que se acercase.

          —No puedo creerlo, el director de la CIA debería tener más compostura—dijo Moira caminando junto con su compañero que estaba buscando el bebedero de agua—. Deberíamos estar buscando a Shaw, pero él está más preocupado por los mutantes equivocados.

         Repentinamente, el tiempo se detuvo, Moira frunció el ceño—Levine—llamó—. ¿Levine, qué te sucede?

          —No le pasa nada—dijo una voz masculina en su mente—. Solo lo congelé un momento porque quiero hablar contigo. Este Sebastian Shaw nos interesa a Dawn y a mi tanto como a ustedes, si aún necesitan mi ayuda. Venos en el tercer piso del estacionamiento.

          Y el tiempo volvió a la normalidad. Minutos después, Dawn caminaba junto a Charles, Raven y el hombre que ofreció su base para los mutantes—Siempre pensé que había personas como ustedes—dijo aquel agente—. Soy el hazmerreír de esta agencia desde hace años. Pero lo sabía, mi edificio les encantará.

          —Eso tendrá que esperar—murmuró Dawn mirándolo.

          —La agente MacTaggert sabe algo de Sebatian Shaw—dijo Charles con el portafolio en mano—. Y si no actuamos ahora, lo perderemos.

          Un auto se interpuso entre ellos, con Moira sentada en el volante. Charles abrió la puerta—¿Qué?—preguntó confundido.

          —Charles y Dawn no solo leen mentes, también se comunican con ellas—dijo Raven entrando al auto.

          —Moira y yo tuvimos una linda conversación—dijo Charles observándole.

          —Sí, es verdad.

          —Me parece increíble—respondió el agente—. ¡Hey! Pero no puedo llevarlos a ningún lado sin permiso de mis superiores.

          —¿Quiere ver otro truco de magia?—preguntó Dawn y él asintió. Ella se puso dos dedos en su sien—. Entre al auto.

          —Muy bien—dijo antes de entrar al auto.

          Charles soltó una ligera carcajada y observó a su compañera—Creo que tendrás que sentarte encima de mí. Ya no hay lugar.

          Dawn puso los ojos en blanco—Xavier, borra esa estúpida sonrisa. Iré con Raven—Ambos se subieron al auto y Moira pisó el acelerador.

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Costa de Miami, Florida.

          Dawn salió a la popa del barco de la guardia costera. Observó la oscura noche de la cuidad de Miami y se preguntó cómo era este Sebastian Shaw. Al ver que no había nadie más con ella en la popa, subió un par de escaleras y divisó un par de luces en la distancia.

          —Herr Doktor (Eh, doctor)—dijo una voz desconocida en su cabeza en alemán.

          —Gehen (Vaya)—dijo este sonriendo—. Der kleine Erik Lehnsherr (El pequeño Erik Lehnsherr).

          Una joven rubia dijo rápidamente—Quiere asesinarte.

          Esta entrecerró los ojos y produjo un sonido agudo, los recuerdos en su mente vinieron mientras le torturaban. Lo que Shaw hizo con él en su ciudad natal: Polonia. Cómo lo había utilizado para sus experimentos, solo por su don.

          —Nach allem, was ich für dich getan... (Después de todo lo que he hecho por ti...)—dijo Sebastian observándole, vio que Erik le miró—. Kann ich Sie sie zurückbringen? (¿Me lo devuelves así?)

          En cuanto vio el recuerdo de su madre siendo asesinada por él, con todas sus fuerzas lanzó el cuchillo, pero la rubia lo agarró antes. En cuanto Erik corrió hacia ella, esta hizo un giro para tirarlo fuera del bote. En cuanto volvió a su estado original observó a Shaw con inocencia—Emma...—Sebastian negó —. No lastimamos a los nuestros.

          Repentinamente, Dawn observó que había bengalas y luces con una sirena que habían empezado a sonar, Shaw no tardó de alzar las manos—Aw...ahora es una fiesta.

          Tres lanchas salieron en dirección al bote de los mutantes, mientras que Charles subía las escaleras para estar al lado de Dawn—¿Qué has visto?

          —Hay alguien más en ese bote—murmuró ella y llevó dos dedos a su sien, Charles le siguió.

          "Esta es la guardia costera de los Estados Unidos. No intenten mover su barco, quédense en donde están."

          Emma observó fijamente al barco—Tienen a dos telépatas.

          Mentalmente, formó una barrera para proteger la mente de Shaw.

          —Lo perdí—dijo Charles perturbado—. Perdí a Shaw.

          Moira miró confundida—¿Qué?

          Charles chasqueó la lengua—Creo que hay alguien como nosotros en el bote.

          —¿Cómo ustedes?

          —Un telepata—respondió Dawn sonriendo con astucia, sin quitar sus dedos de su sien.

          Xavier miraba maravillado al barco—Es asombroso, puedo sentirla en mi mente. Lo siento, pero no creo que pueda ayudarlos, están solos.

          —Tranquilo—murmuró Dawn haciendo una mueca mientras intentaba sobrepasar la barrera—. Yo apenas lo consigo.

          En cuanto lo había conseguido, un sonido agudo resonó en su cabeza. Soltó un chillido antes de caer de rodillas al suelo mientras agarraba su cabeza. Emma jugaba con sus recuerdos y lo hacía muy bien. Dawn soltó un grito desgarrador y sus ojos se volvieron violetas—¡Sal de mi mente!—chilló y soltó un grito que resonó en todo el barco.

          —¿Q-Qué?¡Dawn!—gritó Charles tomando su rostro entre sus manos—. ¡Dawn, responde!

          —¡Vete!—exclamó ella, tomándose el rostro entre sus manos, claramente refiriéndose a Emma.

          —¡Dawn, mírame!—insistió el ojiazul—. ¡Calma tu mente!

          Dawn sintió otra punzada en su mente, soltó otro chillido, apartando a Charles de ella—¡No puedo!¡UGH!

          Charles intentó acercarse a ella otra vez pero Dawn lo alejó con su poder. Grey miró hacia el barco y gritó tan fuerte que Emma dejó su mente en paz. Los vidrios del barco se rompieron en miles de pedazos gracias a su grito. La rubia fresa se sentía mareada y se agarró lentamente la cabeza. Cayó al suelo segundos después, una gota de sangre cayendo de su nariz—Lo siento...fue algo involuntario—murmuró Dawn levantándose con la ayuda de Charles.

          Charles sonrió de lado, de manera cálida—¿Te encuentras bien?

          —Sí, lo estoy—gruñó ella intentando de mantenerse de pie.

          —Charles...—llamó Moira.

          Xavier y Grey observaron el barco de Shaw, se dieron cuenta que un mutante estaba formando una especie de tornado, cosa que Dawn miró con temor—Ay no—murmuró ella.

          —¿Qué?—dijo Moira—. ¿Qué sucede?

          Este lanzó los tornados hacia los botes—Por dios—dijo Charles observando petrificado la escena. Luego levantó sus manos y derrumbó las lanchas que iban hacia ellos.

          —Todos adentro—dijo un agente.

          Charles, Dawn y Moira entraron a los compartimientos del bote pero cuando bajaban, Charles soltó un gruñido mientas se detenía. La rubia fresa se giró para ver al telepata antes de pregunta—¿Ves exactamente lo que veo?

          —¿Qué sucede?—preguntó Moira alterada.

          —Hay alguien más afuera—dijo Charles abriendo la puerta para ir de nuevo a la popa.

          Charles vio que alguien estaba haciendo levitar el ancla con sus cadenas, observaba detalladamente que era un mutante que manipulaba el metal. Erik no dudo en golpear el ancla en el barco, destruyó la última planta del barco, en donde Emma y Sebastian estaban escapando. Erik vio que había una luz debajo del agua. Un submarino.

          Alzó su mano y quiso intentar atraer el submarino pero este terminó arrastrándolo. Iba como una ola, sabía que iba a morir, pero debía intentarlo. Ella corrió hacia la popa—¡SUÉLTALO!—gritó Dawn.

          Vio que este no cedía, así que Charles gritó más fuerte—¡SUÉLTALO!¡TIENES QUE SOLTARLO!

          Grey observó a Moira—¡Alguien tiene que saltar al agua para ayudarlo!

          —¡SUÉLTALO!—Charles insistió—. ¡LO TIENES QUE SOLTAR!

          Erik no cedía, hasta que se sumergió en el agua, Charles respiraba acelerado y salió disparado hacia la otra parte del barco. Se quitó la chaqueta y no dudó en lanzarse al agua por él. Dawn no tardó en correr hacia él—¡Charles!

          Xavier terminó encima de Erik agarrándolo, este aún ejercía fuerza contra el submarino—No puedes, te ahogarás. Tienes que dejarlo—dijo Charles en su cabeza—. Sé lo que esto significa para ti pero morirás. Erik, calma tu mente.

          Erik soltó el agarre y Charles lo condujo a la superficie. En cuanto llegaron, el mutante que manipulaba el metal se alejó de Charles—¡Suéltame!¡Suéltame!

          —Calma, respira—dijo y observó la luz—. ¡Aquí!

          —¡¿Quién eres?!—preguntó desesperado.

          —¡Me llamo Charles Xavier!

          —¡Te oí en mi mente!¡¿Cómo lo hiciste?!

          —¡Tú tienes trucos, yo también!¡Soy igual que tú!¡Solo calma tu mente!

          Erik respiró levemente—Pensé que estaba solo.

          —No, no estás solo.

          —¡Charles!—gritó Dawn y se lanzó al agua. Charles estaba a punto de advertirle que no saltara pero ya era demasiado tarde. Esta terminó en el agua y nadó hacia ellos con los salvavidas.

          —No debiste saltar, cielo.

          —O era yo quien se lanzaba por ustedes o no era nadie—respondió Dawn encogiéndose de hombros—. Hola, Erik. Mi nombre es Dawn Grey. Es un placer conocerte.

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