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Capítulo 29: Melodía desencadenada

Me reí del mensaje y dejé el teléfono en el bolso para empezar mis clases, claro yo era un poco fría y distante, pero era porque realmente no sabía socializar y era nueva en este de tener un amigo... bueno; algo más que un amigo.

Me dejé fundir en las notas de la Melodía Desencadenada en una leve sonrisa, me dejaba flotar y flotar con la suave música mientras deslizaba el arco por las cuerdas, estaba tan metida en la música que cuando abrí los ojos, me encontré que en el salón no solo estaba el profesor, sino los directivos y unos desconocidos que en mi vida había visto, todos mirándome con lagrimas en los ojos y pareciendo impresionados.

Ellos a ver que los miré y acabé las notas, salieron de su especie estado de transe para empezar a aplaudir y hablar entre ellos de que era perfecto para participar.

No sabía a donde iban a llevarme o qué cosa.

—Uhm, ¿qué está pasando? —le pregunté al profesor cuando todos se fueron.

—Están seleccionando a los alumnos más resaltantes de las clases extracurriculares, y tú eres una de ellos.

—¿Pero para qué?

—Quieren que participes en la exposición de Milán solo con los alumnos más destacados, eres muy afortunada.

—¿Milán? —dije como si fuera un disparate.

En mi vida había ido a allá.

—Ujum, será unas semanas y estás seleccionada.

Me quedé en shock pero luego sonreí sin poder creerlo, era increíble.

Recogí mis cosas y emocionada como estaba fui a ver el salón de pintura, me asomé, no había nadie, cuando entré vi a Wilson en una esquina montado en una mesa, llevaba una bata blanca manchada con varios colores y unos pinceles en sus manos, me acerqué a él.

—¡Oye! Me seleccionaron para ir a Milan a tocar el violín —le conté.

Wilson se bajó de la mesa pareciendo incrédulo y luego me abrazó riéndose de felicidad conmigo.

—A mí también —dijo.

—¿En serio? —casi chillé y miré su rostro, él tenía una sonrisa de oreja a oreja.

—Así es, les encantó un cuadro que hice —dijo con orgullo, lo abracé, realmente me enorgullecía y me aliviaba que no iría sola.

Mi ansiedad social me estaba preocupando en este viaje, pero Wilson, sabia que todo estaría bien.

—¿Está aquí el cuadro? —pregunté cuando nos separamos sin poder borrar nuestras sonrisas.

—Eso es lo que te quería enseñar.

Wilson se separó de mí para ir a un cuadro que estaba cubierto de una tela blanca, lo colocó frente a mí y me miró algo nervioso.

—Cierra los ojos —pidió, dudé por un instante pero finalmente le obedecí, escuchando como deslizaba la tela—, ahora, ábrelos.

Tomé una profunda respiración y los abrí.

Mi boca se abrió a medida que miraba el cuadro y los distintos tonos de pintura perfectamente mezclados en el lienzo, era una mujer con los ojos cerrados, una leve sonrisa discreta invadía su rostro, era hermosa, trasmitía una paz y una curiosidad absorbente, como si no pudieras parar de mirarla. Entre su mentón y su brazo llevaba un violín, como si se perdiera en la melodía mientras tocaba. Miré a Wilson, él analizaba mi expresión, yo llevé una mano a mi boca cuando entonces todo cobró sentido en mi cerebro; esa chica, era yo.

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Aquí dejo estos capítulos, las actualizaciones son lentas, pero seguras, realmente esta es una de las historias que más disfruto escribir por eso me tomo mi tiempo :')

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