Capítulo 14: Un dulce acercamiento

Capítulo 14: Un dulce acercamiento

BORSUN JUNG

—Nos mudamos porque estamos huyendo de nuestro país —dijo Wilson.

—¿Huyendo? ¿Pero por qué? —pregunté, sin imaginarme la gravedad de la situación.

—Un político muy poderoso de nuestra ciudad quería matarnos —continuó—. Tuvimos que venir hasta aquí buscando tranquilidad.

Oh.

Era algo mucho más turbio de lo que había pensado. Estaban siendo perseguidos.

—¿Y esas marcas en tu piel? ¿Fue por eso? —me atreví a preguntar. Wilson estacionó el auto frente a mi casa y el motor se apagó de golpe. Aún esperaba su respuesta, y tras unos segundos, él dijo:

—No quiero dar detalles... Es decir, tú tampoco lo has hecho conmigo.

Tenía razón.

Esto era un "tú me dices y yo te digo".

—Tengo cáncer —admití.

Él se quedó sin aliento, y sus ojos marrones parecieron ahora mirarme con una mezcla de asombro y pesar, procesando el peso de mis palabras.

—¿Cáncer? —repitió.

—No me gusta ir diciéndolo por ahí —dije, sintiendo mis mejillas sonrojarse un poco—. De hecho, solo lo saben mis padres y algunos profesores.

Wilson parpadeó varias veces, como si no esperara una confesión así de mí.

—¿Qué tipo de cáncer? —preguntó después de un breve silencio.

—Lupus.

—Pero… —iba a seguir preguntando, pero lo interrumpí:

—Tú no me has dado detalles, así que yo tampoco.

Pareció entender que le había ganado en su propio juego, y soltó un suspiro.

—Déjame prepararme psicológicamente para contarte todo, ¿vale? —murmuró.

¿Era tan grave?

Asentí, sin querer presionarlo. Estaba a punto de salir del auto cuando lo escuché decir:

—Lamento lo de esta noche. Quería que fuera perfecta.

—Empezando porque me dejaste sola para ir a besar a Gina... —solté con cierto resentimiento, recordando lo amarga que había sido esa fiesta.

—No lo hice, Bellota —dijo Wilson.

Lo miré, parecía sincero.

¿No lo había hecho?

—¿Por qué no la besarías? —pregunté—. Es bonita, popular, y le gustas. ¿Qué estás buscando?

—No estoy buscando nada en particular —admitió—. Pero no la besé porque creo que los besos son algo más que un juego; deben tener un significado.

Bajé la mirada, sintiendo que al menos una pequeña parte de esa horrible noche había tomado un giro positivo.

—¿Por qué sonríes? —preguntó Wilson, observándome.

Sentí que mis mejillas se encendían. No me había dado cuenta de que estaba sonriendo.

—Me hizo gracia cómo apareciste con una patada voladora para golpear a Víctor —respondí, aunque no era del todo una mentira. En realidad, eso había sido genial.

—Se lo merecía —admitió. Entonces tomó mi mano, que estaba sobre mi pierna. Su toque era frío—. Perdón por dejarte sola.

Sabía que no había sido completamente su culpa. Las chicas lo acapararon sin darle espacio.

—No te preocupes. Solo sé que no volveré a ir a una fiesta en mi vida —suspiré.

—No todas son tan malas —dijo Wilson.

No respondí. Después de una experiencia así, no pensaba cambiar de opinión.

Alzó su mano y, con suavidad, tomó mi barbilla, obligándome a mirarlo a los ojos.

—Te lo compensaré —susurró.

No sé por qué, pero algo en su mirada había cambiado. Parecía decidido, un poco más serio. El ambiente entre nosotros se volvió denso, y mi corazón empezó a latir con fuerza por la cercanía.

—¿Cómo? —pregunté, tragando saliva.

Wilson no respondió. Simplemente se inclinó hacia mí, acortando la distancia entre nosotros, y me besó.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top