Capítulo 11: Ichigo
Ichigo Kurosaki
Aún no podía creerme que el mismísimo Byakuya Kuchiki hubiera aparecido aquel día en mi casa para proponerme una "tregua" y cazar unos hollow en el mundo humano. Realmente lo primero que pensé es por qué no se lo pedía a Renji y en segundo, que prefería llevar a alguien que conociera todo este lugar a la perfección y ese era yo, porque Renji sí había venido alguna vez por el mundo humano, pero no vivía aquí, yo me conocía absolutamente todo.
De todas formas, me extrañó demasiado que Renji no nos acompañase a la misión, porque Byakuya no sabía hacer nada sin él, bueno... sí sabía, pero no le daba la gana, era demasiado orgulloso como para ocuparse personalmente de unos hollow que para él, no le llegaban ni a la suela del zapato, así que siempre le dejaba todo el trabajo a su teniente. Por un momento pensé que menos mal que yo no era su Teniente, porque no pararíamos de discutir nunca y si éste tío se creía que yo iba a luchar mientras él miraba... lo tenía apañado.
Lo único que tenía claro ahora mismo, es que tenía que tratar de llevarme bien con Byakuya, porque era el hermano de Rukia y desde que había empezado a salir con ella, me daba cuenta de que tenía que intentar llevarme bien con su hermano, por ella más que nada. Seguramente ni él me soportaba ni yo a él, pero tendríamos que aguantarnos, por Rukia yo hacía lo que fuera y si me tocaba aguantar al amargado de su hermano, pues así sería, aunque no le agradecía en absoluto que me mandase trabajo con él ¿Para qué demonios tenía un teniente? Se supone que tenía que ir su teniente a estas cosas, no yo, pero bueno... no podía hacer otra cosa que sonreírle y aparentar que todo estaba bien entre nosotros, fingíamos bien los dos.
Fuimos a la localización donde Byakuya dijo que estarían los hollow, porque según los testigos debían estar ahí pero yo lo único que veía, era un bonito parque en plena noche, sin gente, vació y sin señales de ningún hollow.
- ¿Seguro que era aquí? – le pregunté.
- Sí – me dijo – se ha comido al menos cinco almas en este parque.
- Pues yo no veo ni siento nada. ¿No te habrás equivocado? – le pregunté.
- Yo jamás me equivoco – me dijo con su prepotencia habitual.
- Oye Kuchiki... a mí me disgusta esto tanto como a ti ¿Por qué no vas a por Renji y haces la misión con él? Al fin y al cabo es tu Teniente.
- Ni le menciones – me dijo – últimamente está rarísimo
- ¿Raro? Renji nunca ha sido alguien normal – le sonreí
- Cuida lo que dices de mi Teniente – me dijo enfadado – no te atrevas a decir algo sobre él.
- No era nada malo – le comenté sentándome en una de las ramas de un árbol mirando el horizonte - ¿Qué te pasa con él? ¿Ahora le defiendes?
- Es mi Teniente, parte de mi escuadrón, siempre defiendo a los míos.
- Lo que tú digas – le dije dudando porque ya intentó matarlo una vez cuando Renji se opuso a la ejecución de Rukia - ¿Cuánto tiempo vamos a estar aquí esperando un Hollow que no parece querer aparecer?
- No sé qué ha pasado, tendría que estar aquí – me dijo y entonces cuando me giré hacia él vi algo en el suelo, eso eran los restos de un hollow, de su alma.
- Mira eso – le dije señalándolo.
No sé si fue buena idea decírselo, porque se enfadó mucho cuando se dio cuenta de que alguien se le había adelantado, pero no sólo con ese Hollow, con todos los demás que debíamos cazar esta noche, no encontramos ni uno y fue una auténtica pérdida de tiempo. No entendía tampoco muy bien qué es lo que pasaba, excepto que alguien se nos adelantaba y Byakuya cada vez estaba más y más enfadado.
Tampoco me gustaba a mí que alguien me hiciera perder el tiempo, se supone que era nuestra misión y no me apetecía estar dando vueltas por la ciudad sin rumbo fijo buscando a unos hollow que no iban a aparecer. Ahora mismo podría estar en mi casa con Rukia en vez de por la fría calle con Byakuya. Lo peor de todo, es que encima me daba la sensación de que le pasaba algo con su Teniente, no sabía si habían discutido o era otra cosa, pero estaba muy raro nuestro querido capitán.
- ¿Qué tal si dejamos la misión por hoy? – le pregunté – está claro que alguien se ha ocupado de ellos, no encontraremos ningún hollow.
De verdad que estaba enfadado, tanto, que se marchó a la sociedad de almas sin siquiera avisarme, así que me fui a mi casa, ya avisaría si necesitaba algo, él sabía dónde encontrarme. Cuando llegué a mi habitación, estaba Rukia allí esperándome y se lanzó a besarme antes de preguntarme dónde había ido.
- Con tu hermano – le dije.
- ¿Enserio? – Preguntó dudando - ¿Y no os habéis matado?
- Quería que cazáramos unos hollow
- ¿Sin Renji? Pero si mi hermano no va sin su teniente a ningún lado.
- Pues no sé, Renji no vino.
- Qué extraño – fue lo único que dijo Rukia.
Aquella noche me quedé con Rukia durmiendo y lo que me pasaba por la cabeza, era que como Byakuya se enterase de que tenía sexo con su hermanita volvería para matarme, porque él era así, aunque suponía que debía estar enterado, que él fuera un amargado que no tenía sexo era su problema, pero no el mío.
Por la mañana tanto Rukia como yo fuimos al instituto y aunque ella estaba muy animada hablando con todas sus amigas, yo estaba pensando en mi mesa quien podía estar arruinándole la misión a Byakuya y el único que se me ocurría era Renji. Sé que parecía una locura porque era su Teniente, pero sólo me venía él a la cabeza, era su Teniente y algo pasaba entre ellos, porque no lo había traído a la misión. ¿Qué les pasaba a esos dos? ¿Habían vuelto a discutir? Porque desde la ejecución de Rukia, no había parado de discutir esos dos, se llevaban fatal y aún así, nunca iba el uno sin el otro a una misión.
No creí que esta noche viniera el hermano de Rukia a molestarme con esta cacería, así que pensé en ir a ver a Renji, al menos intentaría hablar con él a ver que era exactamente lo que estaba pasando. Tendría que convencer a Rukia para poder ir a la sociedad de almas a hablar con él.
Por la tarde estuve de caza pero sinceramente... quitando algún hollow de pequeño tamaño no había nada de importancia. Estaba ya para regresar a casa cuando vi a Renji caminando por la calle y la verdad es que no me venía nada mal que estuviera por aquí, me ahorraba ir a la sociedad de almas para hablar con él.
Iba a ir a hablar con él cuando le vi entrar en un club y eso me extrañó mucho, sobre todo porque era un club donde iban los clientes a tener sexo. ¿Quería sexo Renji? Creo que él no necesitaba ese tipo de servicios, era guapo y un teniente muy cotizado en la sociedad de almas, podía tener al chico o chica que quisiera a sus pies, pero no podía creerme que fuera a este lugar.
No supe si entrar a ese lugar o no, pero quería saber qué es lo que ocurría aquí, el motivo por el que Renji no estaba cazando con su capitán, el por qué entraba a estos sitios cuando yo no creí que él necesitara estos servicios, así que al final me decidí a entrar. Sólo esperaba que Rukia no se enterase de algo así, porque no era mi intención entrar por nada en concreto, sólo por Renji, no quería que mi novia pudiera malinterpretar las cosas.
Cuando entré me sorprendí de ver a los clientes muy animados bebiendo y hablando mientras veían algún espectáculo de chicos y chicas bailando en las plataformas. Busqué a Renji y me lo encontré al final hablando con un hombre, aunque no parecía una buena conversación, porque éste le había cogido del brazo y lo empujó hacia un pasillo de mala leche. No me gustaba mucho todo esto, empezaba a pensar que era él quien trabajaba aquí y no el que venía a buscar un rato de diversión. ¿Lo sabría Byakuya? Quizá era por este trabajo por lo que nuestro capitán había decidido prescindir de él.
Lo que menos me gustó de todo esto, es la cantidad de Hollow que había aquí, no sé si sería normal o fue coincidencia que estuvieran hoy precisamente aquí, pero había unos cuantos. Lo que tenía claro... es que sospechaba de Renji, creo que era él quien los estaba exterminando pero no podía asegurarlo, no pondría la mano en el fuego porque si trabajaba aquí ¿Cómo sacaba tiempo para ir a matar a todos esos hollow? No lo entendía.
Salí de allí porque no soportaba estar en un lugar como este y encima, me daba miedo de que alguien pudiera reconocerme y fueran a Rukia a contarle alguna tontería que pudiera enojarla. Al salir me invadió una sensación de curiosidad, necesitaba saber exactamente qué es lo que pasaba con Renji, así que subí a uno de los árboles cercanos a las ventanas y no sé si debí hacerlo, porque verle encima de la cama de rodillas mientras un hollow lo penetraba y el otro follaba su boca, no me gustó para nada.
¿Tenía que contarle esto a Byakuya o no? No sé si estaría enterado de lo que pasaba con su Teniente pero a mí no me convencía verle con unos hollow teniendo sexo. ¿Qué narices le pasaba a Renji para ir a tener sexo con hollows? Es que no me imaginaba para nada que Renji pudiera ser capaz de algo así. Ni siquiera oponía resistencia a todo lo que le estaban haciendo, es muy probable que hasta fuera capaz de disfrutar todo eso. Yo conocía al Renji fuerte, el altanero, el orgulloso, pero no podía creer que estuviera viendo este Renji débil y sometido, no me cuadraba con su actitud de cuando le conocí.
Mi gran duda, es que no sabía qué hacer con Byakuya ¿Y Rukia? ¿Debía contarle todo esto a mi novia? Ahora estaba hecho un lío, porque no sabía hasta qué punto se podía armar un buen lío cuando contase que Renji, teniente del sexto escuadrón estaba teniendo sexo con nuestros enemigos, con unos hollow, que estaba prostituyéndose delante de nuestras narices en ese bar y nadie se había dado cuenta de ello. ¿Cómo no puede verlo? Se supone que era mi amigo, era casi como mi hermano y no me había dado cuenta de nada de lo que le ocurría.
Aquella noche aunque Rukia quería sexo, mi mente estaba muy dispersa y es que lo de Renji me había afectado, pero no quería contárselo porque sabía del aprecio de mi chica por Renji, ambos venían del mismo barrio, del Rukongai, eran casi más hermanos que amigos y no podía decirle esto, no quería que Rukia se ofuscase por el comportamiento del teniente, le respetaba y no quería que le perdiera la confianza y el respeto.
- ¿Te ha pasado algo que estás muy distraído esta noche? – me preguntó Rukia.
- Estoy muy cansado hoy Rukia, lo siento de verdad.
- No pasa nada, podemos dejarlo para mañana.
- Te lo agradecería – le comenté – de verdad que lo siento, no he tenido un buen día.
- Vale, tranquilo. Vamos a dormir – me dijo con una sonrisa abrazándose a mí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top