Arco 2. Capítulo 3: Asalto al imperio. Parte 1

El Palacio Imperial se alza majestuosamente en el corazón de la ciudad imperial, una fortaleza de piedra y mármol que domina el horizonte. Sus vastas murallas, de tonos grises y dorados, se extienden por varios kilómetros, rodeadas por un laberinto de jardines y patios decorados con estatuas de guerreros caídos y símbolos del imperio. La estructura principal, imponente y de varios pisos, cuenta con torres que tocan el cielo, sus techos decorados con intrincados diseños de oro y jade. En su interior habían interminables pasillos y grandes salones, cada uno más lujoso que el anterior, con pisos de piedra pulida y columnas que han soportado los ataques de batallas antiguas. En su centro, el trono imperial se encuentra en una sala vasta, accesible solo para los más altos dignatarios, rodeado por un mar de soldados, sirvientes y nobles, todos bajo la vigilancia constante de los temidos Jaegers. El palacio no es solo un símbolo de poder, sino un laberinto de secretos y conspiraciones, donde cada rincón podría esconder tanto un aliado como un enemigo mortal.

El rugido de una explosión rompió el silencio. Una lluvia de escombros y gritos resonaron mientras varios de sus soldados se enfrentaban al ser más hijo de la grandísima puta que puede existir, aquel reverendo pendejo que nunca cierra el hocico y termina rompiendo más allá de la cuarta pared. Vestido de rojo y negro, Deadpool corría para luego deslizarse en el suelo y cortar las piernas de un par de soldados. Al tercer soldado le da un codazo y al cuarto que se dirigía hacia él le clavo su katana entre ceja y ceja, para luego usarlo de escudo contra las balas que le dispararon, hasta que fue apuñalado por la espalda

— ¡Hijo de... PUTA! — exclamó girando sus katanas para apuñalar al soldado

Y aprovechando la espada que tenía clavada, Deadpool corrió hacia otro soldado ignorando el maldito dolor, dio un salto para esquivar los disparos y cayó de panza sobre el soldado, clavándole la espada

— ¡Que buen fatality, Wade! — exclamó Spider Man, columpiándose y derribando algunos soldados, aterrizando cerca de él

— Sí, pero me dolió mi pancita

— Al menos no te aplastó un gigante de arena — dijo sacando sus aguijones

El sentido arácnido se activó y Spider Man hizo acrobacias para esquivar todos y cada uno de los ataques, como si todo se moviera en cámara lenta. Con un corte vertical partió en dos a un soldado y a otro le destrozó las costillas de una patada

— ¡¿Quién putas madres les dijo que vendríamos?! — preguntó decapitando a uno de ellos y destrozándole los testículos de una patada a otro

— ¡La malparida bruja! ¡¿Quién más?!

Guardó los aguijones para disparar su telarañas a uno de ellos, y girarlo a tal velocidad para atacar al resto, destrozándolos

— ¡Que hija de puta!

Spider Man salta más de cien metros de altura para adherirse a la pared, el sentido arácnido le advierte de un ataque por la espalda, rápidamente se gira mientras hace que los cartuchos del lanza telarañas izquierdo roten, para disparar una bala a la cabeza, y haciendo una acrobacia sube al puente solo para ver que más de treinta soldados se dirigían hacia él desde ambas direcciones

— ¿Sabes, Wade? — decía por el micrófono — Si esto fuera una película dirigida por Michael Bay, habrían explosiones cada cinco segundos

— ¡Deseo concedido! 

Un misil impactó en un extremo del puente, matando a todos los soldados que venían de aquella dirección. Spider Man dispara una telaraña para detener su caída y adherirse a la pared

— ¡¿Qué mierda?! — preguntó viendo a Wade con una bazuka — ¡Wade, bastardo infeliz!

Iron Man sobrevolaba el cielo nocturno, disparando de sus hombros pequeños explosivos que eliminan a varios soldados y derribaban algunos muros

— Al pobre Spidey lo mandan poco a poco a la banca en esta pornográfica historia — dijo Deadpool entre risas — Y no, mis estimados lectores, este Spidey no puede romper la cuarta pared como su variante de Disney. Disfruten la historia. Después podrán ver a Kate y a Akame comerse el coño y la tetas otra vez. Si es que vuelve a pasar

Una bala le da justo en el ano. En los pasillos del palacio se llevaba a cabo una carnicería, pues los soldados pensaban ante un demonio porque la lluvia de balas que disparaban lo detenían, es más, por más que se le veían sus metálicos huesos, su carne se regeneraba en segundos; y en medio de un bestial rugido, Wolverine los mató a todos, dejando un mar de sangre a su paso. A uno le encajó las garras por debajo de la cabeza y lo arrojó a otro soldado que trató de huir.

El último que quedaba golpeaba la puerta con desesperación, rogando que lo dejaran entrar, pero sus súplicas fueron silenciadas al ser apuñalado por las garras de Wolverine y reemplazadas por su feroz rugido. Con las garras cortó las cerraduras y de par en par abrió la puerta de una patada; los soldados que ahí estaban, armados hasta los dientes, tenían las manos temblorosas y uno de ellos dio la orden de disparar, como si pudieran matar a la iracunda bestia que tenían ante ellos

Nightcrawler se teletransportaba constantemente hacia la prisión en los niveles inferiores del palacio, para llevar a los prisioneros (la mayoría inocentes) a las afueras del palacio, donde se encontraba el ejército revolucionario junto a algunos mutantes e inhumanos; mientras el palacio caía poco a poco. Lo que le complicaba el viaje y le ponía más presión porque solo podía llevar a cinco personas sin agotarse ni lastimar a quienes lleva consigo; sin mencionar que llevar a más de cinco personas hacía que el viaje se volviera muy peligroso para todos. Cloak le ayudaba a sacar a los prisioneros, llevando consigo a cincuenta personas consigo mientras Magik abría portales en puntos estratégicos para que los ataques más letales de las defensas imperiales regresaran a ellos.

Y mientras el ejército revolucionario evacuaba a los civiles, el primer ministro huía como el cobarde que es hacia los niveles inferiores junto al emperador Makoto; sin embargo, las paredes y el techo fueron derribadas en el momento en que Wave, usando su armadura Grant Chariot, recibió un rayo repulsor de Iron Man. Wave se levantó rápidamente para seguir peleando pero Iron Man lo embiste, restregándolo contra el suelo

 Las caras de Honest y Makoto palidecieron al ver aterrizar ante ellos a Moon Knight

— ¡Llegó tu hora de morir, ministro! — exclamó Moon Knight

— ¡¿Por qué hacen esto?! — preguntó Makoto

— Porque él es el verdadero enemigo

Días atrás, Marc Spector miraba el paisaje marino que se extendía tras el ventanal de la cámara submarina. Más allá del cristal grueso y oscuro, las sombras de criaturas marinas deslizándose por las profundidades daban la impresión de un mundo espectral. La Atlántida, majestuosa y solitaria en el silencio de las profundidades, cada pared y cada túnel sintiendo el peso de kilómetros de agua encima, como si el océano entero esperara el momento de colapsar, de arrasar con toda esa vasta ciudad hundida.

Namor, de pie junto al ventanal, contemplaba ese vasto reino oscuro con las manos cruzadas detrás de su espalda. Su silueta proyectaba una sombra firme sobre el suelo perlado, y aunque él era su rey indiscutible, el peso de lo que estaba por venir se reflejaba en la tensión de su postura. Las aguas a su alrededor eran su dominio, pero ahora sentía cómo esa familiaridad adquiría una extraña fragilidad.

Marc había revelado los detalles necesarios, los suficientes para que Namor comprendiera la gravedad de la situación. Hablaban de la Bruja Negra y DeVatros, amenazas más antiguas y sombrías que cualquier criatura que habitara estas aguas. Los nombres en sí eran casi maldiciones, arrastrando consigo ecos de mundos destruidos. Y entonces estaba la línea temporal, un hilo quebradizo que se había reiniciado tras la pérdida del control de la Bruja Escarlata. La Atlántida siempre había sido un refugio, pero esta vez, por primera vez, Namor dudaba que pudiera protegerlos a todos.

— ¿Qué te dice ese dios tuyo? — preguntó Namor, sin apartar la vista del vasto océano que tenía delante, su voz tan serena como las profundidades a su alrededor, pero con un filo de desesperanza apenas perceptible.

A su lado, Konshu permanecía quieto. La presencia del dios egipcio de la luna, con su mirada vacía y antigua, parecía absorber la tenue luz de la cámara. Marc finalmente escuchó la voz de Konshu, una presencia antigua y fría que parecía filtrarse en su mente, haciendo que el aire a su alrededor se sintiera más denso, como si ni siquiera el mar pudiera silenciarlo.

— Dile que ni siquiera el poder de su reino podrá evitar lo que está por venir. Y si Knull y DeVatros llegan a unir sus fuerzas, puede que esta vez Sentry no sea suficiente

Marc tragó saliva, su rostro permaneciendo impasible ante Namor. Había aprendido a vivir con el peso de las advertencias de Konshu, a soportar la presión constante de un dios que nunca dudaba en mostrarle lo peor que podría venir. Pero aquí, en las profundidades del océano, la advertencia de Konshu parecía más real que nunca, tan tangible como la presión del agua misma.

— Teme que esta vez Sentry no sea suficiente para derrotar a DeVatros, pero si lo es... Bueno, creo que ya sabes lo que significará si Sentry gana. DeVatros necesita recuperar su poder y no sería de extrañar que acuda a Knull para formar una alianza. Ellos no son tan diferentes, Namor

Namor no podía evitar la tensión en su mandíbula al comprender que el poder en el que confiaba podría ser también su ruina. Afuera, las sombras de criaturas abisales se deslizaban en círculos irregulares, sus ojos como pequeñas antorchas distantes en una danza inquietante. El océano seguía moviéndose con su ritmo antiguo, imperturbable, como si desde siempre hubiera sabido que solo era cuestión de tiempo antes de que el reino de Namor fuera puesto a prueba hasta el límite.

— La Tierra entera perecerá. ¿Crees que ese DeVatros sea peor que Thanos?

— ¿Thanos con las gemas? Lo dudo mucho, pero Thanos no es la única amenaza cósmica que hemos enfrentado. Magus, por ejemplo

— Si debemos caer, será luchando hasta nuestro último aliento

— No sería la primera vez que morimos peleando. ¿Podrías llevarme de vuelta a Nueva York?

— ¿Seguro qué quieres irte? No hace mucho te cayó una inmensa ola mientras peleabas en medio del océano

— Sabes que soy un maldito loco sin remedio

— La superficie está repleta de locos

***

Los generales del ejército revolucionario contemplaban la vasta tecnología del subnivel de la mansión de los Vengadores, la cual se sentía como un refugio temporal aunque estuviera en ruinas, pero la la Bruja Negra no podría espiarlos, pues desde el Sanctum Sanctorum, el Dr. Strange había arrojado sobre la mansión el mismo hechizo que lo mantenía a salvo de la Bruja Negra

La Legión de Hierro trabajaba sin descanso en las reparaciones, y haciendo uso de sus propulsores, llevaban los materiales que necesitaban para continuar con la reparación

— Impresionante — murmuró el general Saito — Toda esta tecnología, toda esta magia, fácilmente podrían conquistar nuestro mundo. No cabe duda que eres un hombre lleno de sorpresas, Stark; pero no debemos subestimar a Esdeath. Aunque puedan parecer invulnerables, incluso los dioses pueden caer. La historia está llena de relatos sobre héroes que sucumbieron ante adversidades que jamás imaginaron.

—Eso lo tenemos resuelto — dijo Iron Man, y de no ser por su casco, sabrían que no le hacía ninguna gracia que estén en su propiedad — Ghost Rider, Hulk y Thor podrían encargarse de ella sin ayuda del otro. Y Strange no es el único brujo de feria que podría joderla y mandarla a la luna si quisiera

— ¿Y por qué no lo han hecho entonces?

— Sabes muy bien por qué — intervino Stephen — La Bruja Negra puede detectar la magia, incluso la que es ajena a su mundo. Y si no detectó el portal con el que envié a Katherine, es porque no lo mantuve abierto el tiempo suficiente

— ¿Entonces qué? — preguntó otro general — ¿Nos quedamos de brazos cruzados mientras todo es destruido?

— No es la primera vez que enfrentamos amenazas de tal magnitud, general. Thanos, Annihilus, Galactus, Knull, hasta hemos ayudado a héroes de otras dimensiones a enfrentar a una especie de dios que dispara rayos que te persiguen a todas partes

— Y a una hermosa hechicera con medias de red — agregó Peter, ganándose un codazo de Kate

— ¿Qué tan poderosa es esa hechicera? — preguntó Saito

— No tanto como yo, pero es alguien de temer si la provocan —respondió Stephen — Este es el plan: Sabiendo lo poderoso que es el ejército imperial, lo mejor es atacar ahora que no están pasando por su mejor momento. Para eso debemos evacuar a los civiles pero...

— ¡Que estupidez! ¡Ellos lo notarán y enviarán a los Jaegers! — exclamó Saito, con cierta molestia

— ¿Me vas a dejar terminar o tendré que sellarte la boca?

Saito no tuvo más opción que callarse, y Stephen continuó explicando el plan

— El plan es que ustedes y su ejército evacuen a los civiles, mientras nosotros atacamos. Nos aseguraremos de que el combate no se extienda más allá de las fronteras del palacio. Para eso llevaremos a nuestro ejército y si nos va bien, acabaremos rápido con el imperio; pero debemos asegurarnos de que el emperador y el primer ministro no lleguen a Shikoutazer. Calculo que no tardaremos más de media hora

— Ese es uno de los planes, pero hay otras opciones — comentó Tony — Abrimos portales que los lleven a Battleword y los matamos, o simplemente los encerramos en la Zona Negativa con la tecnología que impedirá que Esdeath use sus poderes. Seguirá siendo peligrosa, pero a un nivel mucho menor

Los generales se mantuvieron en silencio por un momento, mirándose los unos a los otros y murmurando, pues jamás creyeron que sacar a Esdeath del juego pudiera ser tan fácil. Mientras tanto, Jessica recorría los pasillos del Sanctum Sanctorum, tenía dolores de cabeza que apenas podía soportar, y sentía un ligero ardor desde su útero. Se preguntaba que tan mal estarían las cosas pero hace un rato se sintió horrible al recibir las miradas acusatorias de los generales del ejército revolucionario, sobre todo del general Saito, pues era obvio que la culpaban por todo el caos que azotaba a su mundo.

— Al que se atreva a culpar o mirar feo a mi hermana, lo encerraré con un asesino con simbionte rojo que podría joder a Esdeath — los amenazó Peter — ¿Les quedó claro?

Jessica adoraba a Peter, a pesar de ser un intento de clon suyo pero sin ser su clon, veía en Peter lo que ella deseaba tener: valentía, fuerza, esas ganas de pelear cuando lo están jodiendo. Si Peter hubiera estado en su situación, seguramente habría buscado a la Claudia, para asesinarla. Odiaba matar, pero lo hacía si no había de otra, como había hecho con Carnage pero ese bastardo siempre regresaba.

Quería salir del Sanctum Sanctorum, quería recorrer las calles, columpiarse por los aires, y ayudar los afectados por el terremoto, pero al mismo tiempo le aterraba porque sería como decirle a Claudia «Hey, mírame. Soy un blanco fácil»

Aún se sentía observada, como si alguien esperara el momento en que estuviera más vulnerable para secuestrarla, como sucedió la última vez. Aquella tarde, Spider Woman se columpiaba mientras esquivaba los rayos de Electro, días después de su misión con uno de los equipos secretos de Nick Fury, mientras Spider Man peleaba contra el Hobgoblin y Demogoblin, al otro lado de la ciudad. No fue tan difícil vencerlo pero eso fue un tanto extraño, su sentido arácnido vibró hasta el punto de darle dolor de cabeza y por un instante creyó que se trataba de Morlun o cualquier otro miembro de su familia; lo cual le provocó un profundo terror, pues sabía como terminó Spider Man y habían videos de la pelea en redes sociales.

— ¿Jess? — preguntó Teresa

— ¿Ah? ¿Tess? ¿Cuándo llegaste?

— Hace un momento. ¿Estás bien?

— Sí... Creo que sí. ¿Nunca te has preguntado si Morlun regresará?

— Peter lo mató hace tiempo

— No sería la primera vez que un supervillano regresa de la tumba

— Lo sé. Ya dime que te preocupa. ¿Es por esos generales?

Jessica bajó la mirada

— Sí — dijo en voz baja — Y no los culpo

— ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? No fue tu culpa. Eres una metahumana, no una hechicera. Mira lo que le pasó a Peter y a las chicas

— ¿Qué puedo hacer entonces? La guerra de Night Raid se convirtió en la nuestra, y ahora el multiverso está en peligro por Claudia

— Todo está fríamente calculado — miró alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie escuchando — Escucha, los Vengadores están planeando un ataque al imperio. Strange vio el futuro de Night Raid y casi todos acaban bajo tierra, y Akame siendo inmortal por usar la maldición de su katana en sí misma para matar a la bruja de hielo, pero con nuestra ayuda, ni esa Esdeath podrá ganar

— También los escuché decir que el emperador tiene un robot gigante

— Y nosotros tenemos a Hulk y a Thor. Cualquiera de ellos podrá encargarse de ellos.

— Tess, Claudia me mostró lo que Esdeath puede hacer si usa todo su poder. No será tan fácil

— Te dije que todo está fríamente calculado. Peter, Akame, Bulat y Blaze pueden encargarse de atacar de frente, mientras que Tony, Rhodey y Scott atacan a distancia. Literalmente somos prácticamente el mundo entero contra ellos. Ya están jodidos

*****

— Puede que ustedes hayan ganado guerras fantasiosas, Stark, pero nosotros llevamos más de diez años bajo el yugo del imperio — dijo Saito — Ustedes tienen en su poder unas gemas capaces de cumplir cualquier deseo, ¿no? Que muchos de ustedes han regresado de la tumba en más de una ocasión. Pues bien, entréganos esas gemas para revivir a todos los inocentes que mató el imperio y matar a todos esos desgraciados

 — ¡¿Cómo saben de las gemas del infinito?!

— Uno de mis hombres tiene en su poder una teigu que le permite ver posibles futuros. Me habló de personas con habilidades únicas, y con lo que acabamos ver, no me cabe la menor duda de que esas personas son ustedes

— Me dijeron que eras majadero, pero no que eras estúpido. Las gemas solo deben usarse como último recurso

Uno de los generales puso su mano en el hombro de Saito, y le pidió que se tranquilizara. Steve, Tony y T'Challa esperaban que atacaran, Peter se puso delante de Kate para protegerla y tanto Akame como el resto de Night Raid se miraron preocupados entre sí, pues los Vengadores les estaba dando la oportunidad de ganar la guerra, pero no dudarían en matarlos de ser necesario... Sobre todo Tony.

Najenda se acercó a Saito para hablar con él, mientras que Akame se acercó a Stephen para preguntarle en voz baja si esperaba que esto sucediera.

— Sí — dijo Stephen — En varios de los futuros que vi, atacábamos al imperio y el ejército revolucionario cree que somos el enemigo, y sin más opción acabamos matando a varios de ellos, luego de que encontraran a Shambala

— ¿Ahora qué?

— Esta reunión era una forma de asegurarnos de que no creyeran que somos el enemigo. Al menos una de ellas. Pero al final, podría desatarse una pequeña guerra entre ellos y nosotros.

— No había forma de convencerlos, ¿cierto?

— Algunos estarían de nuestro lado, pero Saito es el más terco

— Piénselo bien, general — le decía T'Challa a Saito — Han presenciado lo poderosa que es la armadura de Tony, y ahora saben que nuestro mundo está repleto de personas como nosotros. ¿De verdad dejará que sus deseos egoístas le quiten esta oportunidad de oro?

Saito, no siguió insistiendo, solo aceptó sus condiciones y los demás generales también aceptaron, aunque seguían teniendo sus dudas. Pero ahora, mientras el combate  se llevaba a cabo, Iron Man sujetaba los puños de Wave, forcejeaban, y activando el propulsor de la bota derecha, el vengador le dio un rodillazo en el estómago y lo deja tirado en el suelo al dispararle un rayo repulsor en la espalda.

— Escúchame bien, niño, estás en el bando equivocado

— Cállate — dijo Wave — Ustedes, los rebeldes, matan indiscriminadamente. Por eso la vida en la Capital está tan jodida, por gente como ustedes hay tantos criminales sueltos

— Literalmente tu general es una lunática amante de la guerra. ¿Quieres ayudar a la gente? Ven con nosotros

Wave le dio un puñetazo en el estómago con tal fuerza que le dejó sin aire y recibió un derechazo en la sien, mandándolo al gran comedor. Jarvis le advierte del siguiente ataque del jaeger y Iron Man activa los escudos de energía repulsora, y sin importar cuantos golpes recibiera, los escudos no cedían. Cargando la energía del guante izquierdo, le dispara un rayo repulso que lo termina echando del palacio. El techo se cae a pedazos y Iron Man se va volando hacia Wave

— Marc, no los mates — le recordó Iron Man por medio del comunicador — Necesitamos al niño con vida, y le dimos nuestra palabra a los generales de llevarles a Honest

Honest se arrastraba por el suelo en un vano intento por huir, sus piernas estaban rotas, su nariz no era más que una irreconocible masa de carne, sus ojos ennegrecidos estaban hinchados y la mayoría de sus dientes estaban tirados en el suelo

— Honestamente, Tony, hasta Kingpin da más pelea. Este mantequero no aguanta nada

En el campo de entrenamiento, el cual era un gigantesco coliseo, se encontraban Spider Man y Bulat luchando ferozmente contra el general Budo. Del cielo caían los relámpagos que Budo había invocado y venían de todas direcciones; Spider Man los esquivaba a una velocidad inhumana pero Bulat tenía problemas para esquivarlos, recibe varios de lleno y cae al suelo, aún vivo porque su armadura lo protegía. Apoyándose en su lanza se levantó y vio como Budo recibe un golpe de Spider Man en la cara, uno que habría matado a cualquier persona normal.

— Déjame adivinar, a ti te convirtieron en super soldado

Del suelo salieron varios relámpagos que se dirigieron hacia él, Spider Man salta hacia las gradas, luego vuelve a saltar para esquivar otro y se columpia a una zona más alta. El sentido arácnido le advierte de un relámpago que cayó del cielo y lo esquiva por poco, y por un instante los relámpagos se detienen en el momento en que Quicksilver llegó golpeándolo desde distintas direcciones, como si cada golpe fuera una bola de cañón.

Kate corría junto a Tatsumi, Lubbock por los pasillos mientras mataban a cuanto soldado se topaban pero había algo que se les hacía extraño y era que escuchaban Like A Prayer de Madonna, pero no sabían de donde venía. Continuaron por el pasillo derecho y vieron a Deadpool y a Wolverine masacrando a los soldados, Deadpool derribó a uno al patearlo en las piernas y lo apuñaló en el pecho, a otro que corría hacia él le disparó en la cabeza; y Wolverine partió a dos de ellos a la mitad.

Una granada cayó a los pies de ambos antihéroes y al explotar, los soldados no dudaron en abalanzarse sobre ellos, los apuñalaron, les dispararon, pero partes de sus cuerpos salieron volando porque Wolverine había entrado en modo berserker y era empujado por Deadpool, quien tomó sus pistolas y les disparó. Los que quedaban decidieron huir pero Kate les disparó una flecha explosiva, Deadpool apuñaló a uno de ellos en los testículos, haciéndolo soltar un desgarrador grito; luego les arrojó una granada.

La cabeza de un soldado rodó a los pies de Kate, ella soltó un grito y la pateó, dándole a Deadpool en la cara; y un soldado aprovechó para derribarlo y apuñalarlo en el cuello. Deadpool le dio un golpe en las pelotas, se quitó la espada del cuello y le disparó en la cara

— Me dolió mi cuellito

— ¡Deadpool, detrás de ti! — gritó Tatsumi

Como si no fuera la cosa, le clavó la katana en el ojo al soldado mientras Wolverine terminaba el trabajo mientras Kate y compañía desviaban la mirada

— ¡¿No crees qué te pasaste al final?! — le preguntó Kate a Wolverine

— En la guerra todo se vale, Bishop

— Y es aquí donde Madonna se detiene — comentó Deadpool, justo antes de que Koro, la teigu con apariencia de perro rojo y musculoso, atravesara las paredes

Seguido de él apareció Ben Grimm persiguiéndolo para encestar el siguiente golpe

— Ni siquiera preguntaré de donde vino — dijo Kate — ¿Han visto a Peter?

— Debe estar peleando en algún lado — dijo Wolverine

— La otra noche escuché lo que hacías con Akame, Kate — dijo Deadpool — ¿Decidiste probar otro tipo de carne?

— ¡Eso no es asunto tuyo! — exclamó molesta

— Oigan... — dijo Lubbock — E-Eran más de sesenta soldados. ¿C-Cómo pudieron matarlos si solo eran ustedes dos?

— El poder de Madonna, mi amigo fan de Billie Eilish — respondió Deadpool

— ¿Quién?

— Una cantante que se tiñó el pelo de verde — respondió Kate

Un fuerte estruendo se hizo oír cerca de ellos, pues una explosión arrasó con todo en un rango de 500 metros y alcanzó a Spider Man, Bulat, Budo y a Quicksilver. Iron Man se mantenía en el aire con War Machine, y Jarvis le informaba que la explosión vino de la zona norte; y Colossus se levantaba de entre los escombros porque Seryu Ubiquitous había detonado la bomba en su cabeza en un acto desesperado por asesinarlo.

Kate se acercó a la ventana y vio a Spider Man debajo de los escombros, los cuales se estaba quitando de encima, pero su traje ya estaba dañado. Ella saltó por la ventana disparando una flecha con cable al marco para disminuir la velocidad, luego bajó los escalones y justo cuando Spider Man la miró, el sentido arácnido vibró con mayor fuerza, ya que Budo hizo que disparó unos rayos hacia ella. Spider Man corrió tan rápido, el tiempo parecía ralentizarse para él, disparó una telaraña a Kate en un acto desesperado por salvarla pero el rayo la sobrepasaba, los lentes de su máscara se agrandaron de tal manera que reflejaban su miedo y cuando el rayo estaba a escasos milímetros de alcanzarla, Kate fue rescatada por Quicksilver.

Spider Man respiraba con pesadez y al mismo tiempo con alivio cuando la vio con él, luego cerró los puños y miró con odio a puro a Budo, quien bloqueaba el golpe de Bulat mientras el corte en su espalda sanaba, para luego crear un onda expansiva eléctrica que arrasa con todo a su paso. Quicksilver se llevó a Kate, Lubbock y Tatsumi tan lejos como pudo sin preocuparse por Wolverine y los demás, porque sabía que han sobrevivido a cosas peores. Parte de la cara de Spider Man estaba expuesta pero dejando ver que su rabia seguía intacta, Budo se abalanzó hacia él alzando su puño cargado de electricidad pero Spider Man le da un golpe al estómago que lo hace escupir un chorro de sangre, seguido de un puñetazo en la mandíbula desde abajo que lo deja sin algunos dientes.

Sin darle tiempo de reaccionar, Spider Man procedió a darle golpes y patadas peores de las que le había dado a Kingpin en la cárcel después de que este enviara a un asesino a sueldo a dispararle a la tía May. Spider Man lo agarra de la cara y le estampa la cabeza contra el suelo una y otra vez, el cráter se hacía cada vez más grande con cada golpe y por primera vez en décadas, el tan temido general Budo sintió miedo, y a pesar de haberse sometido al experimento que le otorgó regeneración acelerada y mayor resistencia y durabilidad, a pesar de tener una de las teigu más poderosas del imperio, no era más que el saco de boxeo de un metahumano iracundo.

El cráter quedó manchado  de sangre, sin soltarlo, Spider Man lo alzó tan alzó y con su mano libre le atravesó el torso, para luego arrancarle la columna y arrojarlo con brusquedad a varios metros. Bulat, quien había presenciado todo, quedó horrorizado ante ese salvajismo pero no lo juzgaba, Deadpool, quien siempre tenía algo que decir, prefirió no decir nada, y Wolverine solo se acercó a Spider Man y puso su mano en su hombro.

— ¿Estás bien? — preguntó Wolverine

— Al carajo si estoy bien. ¿Cómo está Kate?

— A salvo. Pietro se la llevó con Lubbock y Tatsumi

— Perfecto. Pero esa pendeja me va a oír cuando esto termine

— Ella solo quería ayudarte

— ¡¿Ayudarme?! ¡Esa idiota casi muere y yo no podía salvarla! ¡Lo intenté!

— Lo sé, pero no te desquites con ella. Ya tiene demasiadas cosas en la cabeza. Ahora vámonos. Aún queda trabajo que hacer

En otra zona de los extensos terrenos del palacio, Esdeath disparaba dagas de hielo a quemarropa, dagas que Akame bloqueaba con Murasame, un muro de fuego infernal emergió del suelo para salvarla de las dagas y Akame vio a su lado a Ghost Rider

— Hazte a un lado, niña

Esdeath sonrió con satisfacción al verlo, se preguntaba si sería tan fuerte como Akame. Ghost Rider la señaló con el dedo y dijo:

— Eres culpable

— Soy culpable de muchas cosas. ¿Ya te dijo Akame como terminó llorando después de que la torturé?

Como si se hubiera teletransportado, Ghost Rider apareció detrás de ella, y la volteó para agarrarla con firmeza de las muñecas. Ella trató de zafarse pero le era imposible

— Mírame a los ojos

— Tendrás que hacer más que eso para que me fije en ti

— Tu alma está manchada con la sangre de inocentes. ¡Siente su dolor!

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