Capítulo 6: "Nekutai"

Una pesadilla lo hizo sobre saltar de la cama de la enfermería. Katsuki joven respiraba de manera acelerada, con el pulso elevado y el sudor recorriendo todo el cuerpo. Con el corazón ardiendo y golpeando su interior con fuerza.

No comprendía de donde había venido ese sueño, aquel donde veía a Izuku morir. Si bien, muchas veces de su vida le decía que se muriera, e incluso le incito al suicido, al madurar, Katsuki entendió muchas cosas. Y una de ellas fue el entender el impacto de sus palabras sobre otros. Sobre todo, en Izuku...

Tuvo suerte de que Midoriya fuera un completo caso diferente a cualquier persona, o de lo contrario, habría tenido una muerte en su historial por todo lo que le había hecho sentir.

Y sabía que esos errores de su pasado no dejarían de atormentarlo tan fácil. Mucho menos los que tenían relación con Izuku. ¿Por qué? La respuesta era sencilla, pero no tanto como para aceptarlo sin que él se doblegara.

—¿Pesadillas, niño? —escucho su perfecta voz con un tono más grave, proviniendo de la cama contigua.

—No es tu puto asunto, anciano—responde, resoplando. Tomo una profunda inhalación, y después la dejo escapar lentamente. Debía conservar la calma, relajarse y abordar un tema a la vez. No quería llevar todos los temas que relacionaban a Deku de un solo tirón. Su cabeza, y hasta su corazón por muestra del sueño, tampoco. Ese siempre había sido el problema con Deku, el hecho de que cada tema que tenía relación con él terminara por forzarlo a avanzar en sus emociones cuando ni siquiera estaba listo.

Seguían en la enfermería, y según el reloj de la pared, apenas marcaban las 2:37am. No lograba recordar mucho de las últimas horas más que un terrible dolor que recorría todos sus músculos como fuego azul.

Había sido un dolor como ningún otro; era sentir los músculos se desgarraban, como si le dieran calambres o como si cada hueso fuera roto pedazo a pedazo. Lo peor era no saber de dónde jodidos había provenido ese dolor o que fue exactamente lo que lo había provocado.

Lo poco que alcanzaba a recordar antes de eso, fue cuando el Dragón Katsuki cayó, y que durante pocos segundos pensó en que se golpearía duramente contra el suelo, pero no paso.

Su contra parte lo "protegió" justo al momento en que ambos caían, el dragón le arranco de cuello y le dejo. Justo después de eso, fue cuando el dolor doblego todo su ser.

—¿Sabes que fue lo que paso? —pregunto el joven Katsuki, sin ver directamente a su otro yo. Miraba más atentamente sus manos, recordando a Izuku en ese momento. El cómo trato de ayudarlo como siempre sin importar picar su orgullo. El nerd no entendía que daño le causaba con eso, pero tampoco podía culparlo del todo, sabía que el tonto de verde cabello siempre se preocuparía por él y siempre tendería su mano hacia él cuando lo necesitara. Golpeara su orgullo o no, lo importante sería salvarlo.

—No. No tengo idea—responde el otro cenizo. Pero mentía. Él sabía o se hacia una idea de porque fue que ocurrió aquello. Incluso si seguía conservando sus dudas de sí el Universo se regia de esa forma.

El silencio lleno entonces el resto de la habitación. Ninguno de los dos interactuó más y ambos decidieron tratar de dormir de nuevo después de poco rato despiertos. Dándose la espalda mutuamente.

El mayor de los dos, suponía que se debía a lo que dijo Rin y las formas de hacerlos volver cada uno a su mundo. Pero aquello no podía ser cierto todavía. Ha pasado muy poco tiempo, y no creía que su ausencia se notaría tan pronto. A menos que algo más causara aquella reacción tan repentina. Podría ser que también influyera lo que pasaba en su Universo. Debía hablar con Ren y asegurarse de que las cosas estaban bajo control allá, ya que, de otro modo debería de apurar sus planes y convencer al canon Izuku de irse con él a su mundo y casarse.

Ya era momento de dejar las sutilezas, (si es que las había usado) y cortejarlo poco a poco, era hora de ir al punto y hacer las cosas de una vez antes de que sea demasiado tarde.

Por otro lado, estaba el menor de ellos, pensando más seriamente en el sueño que había tenido. No es como que les prestara atención a sus sueños, de ser así, habría quedado más perturbado aquella vez que soñó que él y Deku tenían sexo sobre los lugares de sus compañeros de salón.

En esa ocasión había terminado con una dolorosa erección.

Fuera de eso, no había tenido más situaciones donde debería analizar lo que sueña. Pero esta ocasión estaba siendo muy diferente. Aún más por esa sensación que le ha dejado el sueño. Esa sensación de inquietud y malestar, sintiendo el mal augurio pasearse por su corazón.

No creía que se tratara de la muerte de Deku como tal, sino algo similar. Ya una vez sintió que lo perdería, y esas emociones fueron mucho más abrumadoras que la que sentía.

Tal vez no sería la muerte, pero si algo similar a perder a Izuku.

No evito girar un poco para ver la espalda de su otro yo, quien parecía haberse quedado dormido. La sensación le abrumo más entonces al tratar de relacionar los sucesos y las dobles intensiones que siente tiene el mayor hacia el nerd.

Frunce el ceño.

Sea lo que sea que tramara ese maldito, lo detendría. Porque ese era su Deku, y nadie se lo quitaría contra su voluntad, porque, por más amor que creía que Deku sentía, jamás renunciaría a su sueño de ser Héroe.

Se corrige; no dejara que ese tonto adulto le arrebatara a Deku sus sueños para hacerse feliz.

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En el otro universo, todos estaban reunidos alrededor de la fogata del campamento que habían montado Hawks y sus hombres en la espera del Príncipe y su grupo. Quienes después de la pelea y de revisar la cabaña, encontraron varias cosas que el brujo dejo.

Entre ellas viales y botellas, pergaminos y libros.

Izuku los fue revisando hasta que dio con la supuesta otra parte de la espada de All Might, que al momento en que desenvaino su propia mitad, esta se deshizo de su hechizo mostrando rocas. Sus temores se hacían cada vez más palpables.

Deku salió con las dos rocas y las dejo fuera.

—No hay duda, esa roca tiene la esencia de Bakugō, aunque es muy débil—dijo Kirishima.

—¿Eso que significa? —pregunto Denki.

—Que ha pasado tiempo desde que fue puesta en ella—responde Todoroki—. A lo sumo unos días...

—Es decir que Bakugō ha estado desaparecido desde hace días—Mina titubeo al momento de decirlo. No dudaba de que Katsuki se defendería con dientes y garras, que era fuerte, pero no evito preocuparse por él.

Izuku tomo las cosas del brujo y salió de nuevo, no mencionaba nada y solamente se limito a irse al campamento que habían hecho. El resto, siguió dando vueltas y quitando los pocos detalles que quedaron de la pelea hasta que la noche estrellada se hizo presente y todos volvieron.

Para ese entonces, encontraron a Deku dentro de un circulo con complejas runas marcadas sobre la tierra; hechas con un cuchillo.

Izuku estaba en el centro del circulo, con la perfecta posición de loto. Una barrera de magia rodeada el circulo, mientras el legado de All Might se encontraba clavada sobre la tierra justamente delante del pecoso, brillando justo de la parte donde se encontraba partida, de igual forma, lo escrito en la espada brillaba de igual modo.

—¿Qué se supone que hace? —pregunto Kaminari.

—La espada de All Might esta unida por un vínculo mágico tan antiguo y poderoso, que, aunque esta partida a la mitad, sigue unida a su otra parte. Midoriya está usando esa unión para localizar la otra parte—Explico Hawks, quien había ayudado a Izuku a hacer el circulo rúnico.

Nadie sabia exactamente como funcionaba esa unión, lo cual, verlo fue extraordinario. Sobre todo, el cómo la magia rodea a Izuku, haciendo como si brillara.

Sus rulos verdes flotaban y se movían sin control.

Mientras Izuku permaneció así, el grupo se siguió disparando, comenzando con Mina que había preparado un delicioso estofado para todos junto a Tenya. Mientras que Momo se ocupaba de las heridas de sus compañeros. Nadie había resultado herido de gravedad, por suerte.

Kirishima veía atento como la espada de Toshinori brillaba, deseando que les dijera donde estaba Bakugō. Después de ver la esencia de su amigo en rocas y a un brujo haciéndose pasar por él, quedo terriblemente preocupado.

Recuerda amargamente como es que Izuku había llegado a la aldea de dragones, pidiendo ayuda para saber donde estaba Katsuki. Él no le había creído que algo malo le pasara, confiaba en su hermano y en que estaría bien.

Pero ahora veía que no.

Se lamento por eso y por haber tenido más dudas en su momento y que, aunque fuera por mera curiosidad, ir a ver como seguía. Fue un error de su parte dejarlo solo en ese momento donde su corazón estaba herido.

—Lo encontrara—dijo Todoroki, llegando con él y dejándole un tazón con el estofado que Mina hizo.

—Me siento culpable por no haber confiado en él—dijo el pelirrojo—. Supuse que quizá solo quería verlo para lastimarlo más.

—Midoriya jamás haría algo tan bajo—se apresura en responder Shōto—. Puede que parezca que quería verlo por esa razón, pero Midoriya siempre ha presentado una preocupación genuina por él.

—Sino hubiera sido por tu carta interviniendo por él, quizá no habría venido y pudieron matarlos.

—Midoriya se habría dado cuenta, pero... —Shōto no evita ver a donde esta su compañero, quien con los ojos cerrados seguía su meditación—. Tiene el corazón herido también.

—¿Él? —Kirishima tenía ganas de responderle a Todoroki, cuando se nuevo el medio pelirrojo se adelantó.

—También ama a Bakugō—soltó con calma.

—Si lo amara, no le hubiera rechazado.

—Lo ama lo suficiente para preferir alejarlo de él creyendo que no es lo mejor. Algo como lo nuestro—Añade finalmente el medio albino, recordando todas esas veces que Eijirō rechazo una cita con él por no considerarse digno de salir con el príncipe de Kuuzen.

—Es diferente.

—¿En qué? Es diferente porque te gane en un duelo y tuviste que salir conmigo por haber perdido.

Eijirō se colorea de rojo, recordando ese momento. Él no quería estar en una relación con Todoroki pese a sus sentimientos, por no sentirse apropiado para la realeza. Es un miembro de un clan bárbaro de las montañas según Enji, y mitad dragón que no podía mezclarse con el príncipe.

Al final y después de que Todoroki estuviera dispuesto a renunciar a su titulo por él, le demostraron al pelirrojo que no podía huir más de sus sentimientos y termino por tener una relación con Shōto. Una relación secreta, cabe aclarar.

—Midoriya solo esta pasando por la misma fase que tu—añade Todoroki dando un bocado al estofado—. Nadie es perfecto para entender el amor.

Kirishima suspira, y comienza a comer. Si las cosas eran como decía su novio, quizá el desenlace no sería tan malo.

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Un rato después de la comida, la barrera de magia que rodeaba a Izuku se desvaneció. El grupo se reagrupo a su entorno, mientras un agotado pecoso se frotaba los ojos y suspiraba.

—¿Lo encontraste? —pregunto rápidamente Ashido.

Midoriya niega.

—No... es... es extraño—dijo en respuesta el pecoso, mientras Momo lo ayudaba a ponerse de pie—El lazo que une mi espada con la de Kacchan dice que la espada no está aquí.

La interpretación no fue buena.

—¿Eso que significa? —dijo Sero, exterorizando los pensamientos de su grupo ante lo peor.

—Es decir, la espada simplemente no está—dijo Midoriya—. La verdad no lo entiendo tampoco del todo, y es confuso. No parece que haya desaparecido como aquella vez que lo capturaron el Señor Oscuro oculto la espada con su magia, simplemente, no está aquí.

—¿Qué es lo que haremos entonces? —pregunto Tenya.

Pero hubo silencio después de su pregunta, roto únicamente por el sonido de las fogatas a la distancia.

—No debimos dudar de ti, Midoriya—dijo Eijirō—. Carajo, lo siento mucho. Ahora no sabemos donde esta o que le paso. Si te hubiera escuchado...

—Solo queríamos proteger a Bakugō—dijo Mina.

—Está bien, chicos—le responde Izuku, sonriendo como puede pese al cansancio mental—. Ustedes solo querían proteger a Kacchan de lo que le hice... está bien que no creyeran en mí.

—¡Claro que no! —refuto el pelirrojo—. Si te hubiéramos hecho caso, aunque sea por mera duda, quizá habríamos salvado a Bakugō de ese maldito brujo...

—¿Saben quién era? —dijo Sero—. Sé que no todos los brujos pueden invocar golems.

—Eso reduce el rango de búsqueda, pero debido a que estaba transformado en Bakugō, es difícil saber quién- —había dicho Shōto, hasta que Deku lo interrumpió.

—Es Ren—dijo—. Un brujo que Kacchan salvo durante los inicios de la Guerra.

—¡¿Ren?! ¡Eso es imposible! —dijo Momo con sorpresa.

—Lo vi... además de que uso la niebla de la memoria conmigo—responde Izuku.

Yaoyorozu se quedó callada entonces. No aceptando verdaderamente que el brujo de cabello azul hiciera algo tan malo. Izuku tampoco lo creía. Pero en ese momento donde ambos pelearon, el de cabello verde ni siquiera se lo pensó dos veces para atacarlo.

Fue un villano después de todo.

—¿Ren? —dijo Mina.

—Algo escuche de él, pero Bakugō jamás dio detalles de quien era—hablo Denki.

—Era un brujo que fue secuestrado desde pequeño por la Orden del Señor Oscuro; Kacchan, Momo y yo lo conocimos cuando nuestro barco golpeo las costas de Vinea de Jade. Cerca de Jisuberi. Ahí él estaba con la bruja de sangre Himiko—narraba Izuku—. Ella enveneno a Momo, y cuando nos adentramos a su fortaleza, al único que encontramos fue a Ren. Kacchan le ordenó salvar a Momo, y Ren acepto siempre y cuando al terminar de ayudarla, lo matara. Al parecer no quería seguir siendo parte de la Orden y prefería la muerte que seguir bajo sus órdenes.

—Cuando él me curo, Bakugō creyó que sería buena idea tenerlo como rehén. Al final, termino por salvarlo y protegerlo cuando Himiko busco ir por él. Desde entonces, Ren quedo en deuda eterna con Bakugō—termino de hablar Yaoyorozu—. Ren solo parecía una víctima de ellos... No creí que de verdad...

—¡Una sombra de la Orden siempre será un criminal! —dijo Kaminari— Esos tipos no cambian ni aunque le deban su vida a otros.

El resto se intercambió miradas, mientras que Sero colocaba una mano sobre el hombro del chico rubio. Sabiendo más que de sobra por qué lo dice.

—¿Saben dónde está o donde vive? —interrumpió Shōto el momento.

—No—negaron tanto Momo como Izuku.

—Solo podemos decirles como luce—dijo Momo—; tiene el cabello azul oscuro en puntas y desalineado, siempre está usando túnicas con runas de las montañas.

—Hawks—dijo entonces Shoto ante la nueva información—¿Crees poder encontrarlo?

—Es un brujo de las montañas, ¿no? —pregunto el rubio, quien hasta el momento se había mantenido al margen de la conversación. Espero la afirmación de la mujer y del espadachín—. Será más complicado dar con ellos, normalmente conocen las montañas como la palma de sus manos; todo lo que tenga que ver con túneles subterráneos y caminos secretos, y si él tipo tiene de aliados a los restantes de la Orden Oscura, será todavía más difícil pero no imposible.

—Mmm... Cuando escapo, uso un lobo para irse. ¿Eso puede ayudar? —dijo Izuku, haciendo que el rubio mayor sonriera.

—¡Eso me facilitara las cosas enormemente! —menciona Hawks— El rastro que dejan los lobos suele ser mucho más fácil de reconocer... me tomara unos días, pero daré con él.

—Nosotros regresaremos a la tribu, le informaremos de esto a la Matriarca Bakugō—dijo Kirishima—. Tendremos a los dragones de todas las tribus ayudando a buscar al brujo. Tengo su olor bien identificado y tome algunas de sus cosas de la cabaña que contienen su esencia.

—Si ese brujo le hizo algo a Bakugō, la pagara—advierte Mina.

—Yo tengo que ir a ver a Torino, debo preguntarle sobre el asunto de la espada y lo que paso. Seguro también tendrá más información para localizar a Kacchan—dijo Izuku.

—Está decidido entonces, apenas salga el sol mañana, iniciaremos la cacería contra el brujo Ren—dijo Todoroki.

Todos afirmaron, levantando los puños en señal de acuerdo y motivación mutua. Dejando únicamente a Izuku, quien seguía pensando en si de verdad Ren estaba siendo un criminal, o si quizá había algo que les estuviera ocultando.

Solo esperaba que no le hubiera hecho nada malo a Kacchan y que solamente se tratara de una broma de mal gusto por parte del rubio que ha metido al brujo en esto, porque estaba seguro que nadie le perdonaría la vida si lastimo a Katsuki.

Ni siquiera él.

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Daba vueltas por la alcoba. Había logrado terminar sus tareas con un mediano éxito, estaba seguro que más de una respuesta estaría mal y todo por pensar en lo que había ocurrido con los dos Bakugo's.

¿Acaso eso se trataría de lo que había mencionado Rin y lo que el Universo decía? De que este los haría volver de una u otra forma. ¿Sería eso?

Pero no creía que hubiera pasado tanto tiempo para que el Universo quisiera llevarse a Bakugō medieval tan pronto. Él esperaba que debieran pasar al menos unas semanas más, quizá un mes... O el tiempo suficiente para que pudiera poner sus emociones en control y esclarecer todo lo que sentía por los dos muchachos de cenizo cabello.

De ser así, ¿Qué haría él entonces? Quería mucho al Bakugō con capa por todo el amor que le ha demostrado, pero no dejaba de tener sentimientos por el Bakugō de su tiempo. Ese que, pese a que le rompió el corazón, seguía queriendo mucho.

Era un idiota por eso. Aunque tampoco era del todo su culpa. O al menos pensar que no era toda su culpa, lo hacía sentirse menos avergonzado de sí mismo y de ser tan masoquista.

Nadie en su sano juicio seguiría queriendo a una persona que le rompió el corazón con tanta frialdad y que siguiera abusando de esos sentimientos para evitarle ser feliz. Entonces, ¿por qué lo amaba todavía?

Su corazón se rehusaba a olvidar al su Katsuki original, pero más que olvidarlo, había algo que no terminaba de cautivar su corazón con el Katsuki de capa. Un algo que parecía estar bloqueando toda esa ola de sentimientos y amor que sentía podía darle.

Como si de alguna forma, ese Kacchan, no fuera realmente su Kacchan. Y no en el sentido de que ambos fueran diferentes, sino que había algo más dentro. Algo que decía que no eran los mismos de cierta forma. Algo en su corazón decía que no eran iguales y por esa razón no podía amarlo.

Desde ese momento en que lo beso y que le dijo que lo haría amarlo, algo no dejaba de sentirse del todo cómodo. Algo había que le era difícil aceptarlo, y ese algo se intensificada cada vez que el medieval Katsuki mencionaba algo de irse a su mundo y vivir juntos.

Se sentó sobre la cama, con las piernas cruzadas, y mientras tiraba de su labio inferior meditando que era lo que estaba mal o "ese algo" que no entendía, sus ojos llegaron hasta donde estaba la mochila de cuero del Bakugō con capa.

Nunca se consideró un metiche en cosas ajenas, que sí, se ha metido donde no le llaman dentro de problemas personales, pero eran casos diferentes. Ya que jamás había espiado y hurgado en cosas.

Quizá encontraría algo que le ayudara con sus sentimientos... o algo para entenderse mejor. Tal vez incluso se trataba de un efecto que poseían los dragones.

Se acerco entonces hasta donde estaba la mochila, abriéndola y mirando lo que había. Se encontró unos libros que saco, vio algunos pergaminos, bolsas de cuero más pequeñas, y un par de frascos con cosas extrañas dentro. Desde ese polvo de lava, hasta uno de color purpura.

Vio unas rocas con runas extrañas grabas, y finalmente algunas frutas como la famosa Kahaya.

Tomo los libros y el pergamino, regresando de vuelta a la cama, donde abrió el primer libro, pero este no le dejo leer su contenido por el extraño lenguaje que tenía. Solo lo hojeo un poco, mirando las ilustraciones.

Continuo así, hasta que dio con cierta fotografía, donde salía él y Katsuki. La imagen le mostraba a ambos en lo que parecía ser un festival en las tribus de Bakugō. Usaban trajes distintos de telas rojas que cubrían la parte inferior de su cuerpo, pero dejaba el pecho y brazos al descubierto. También contaban con tatuajes por algunas partes del cuerpo.

¿Por qué no te ame en ese tiempo? — pregunto a sí mismo, viendo la imagen. Él estaba casi ciento por ciento seguro, que no importaba el universo, el mundo o la línea temporal, estaba seguro que amaría a Katsuki una y mil veces. Por lo que le resultó extraño saber que su otro yo, no amaba de igual forma a su Bakugō.

Lo que él habría dado por ser amado.

Al ver el reverso de la imagen, vio escrito algo que decía: "Feliz Festival del Volcán"

No evito reírse un poco al ver la letra con la que estaba escrito. No cabía duda de que había sido él quien le dio esa fotografía a Bakugō. Incluso en otro universo escribía con disparejos trazos.

Cerro el libro, y prosiguió a tomar otro, teniendo el mismo resultado de no entender el idioma. Pero que terminaba por guiarse un poco por las imágenes.

Por lo que lograba entender, se trataba de un cuento el segundo libro que tomo. Uno que hablaba sobre dragones, Familias de dragones y caballeros. Realmente no estaba entendiendo del todo el libro, las ilustraciones, aunque bien hechas y bellos detalles, no le transmitían mucho.

Aunque si hubo cierta imagen donde se veía a una pareja, que realizaba un ritual.

Se veía al hombre de la ilustración moverse mordiendo diferentes partes del cuerpo de la mujer. Iniciando por el cuello, mordiendo en ambas partes donde estaba el hueco entre el hombro y el cuello.

Después seguía con otras mordidas, pero ahora parecía que llenaba su boca de algo para seguir mordiendo en las muñecas, los tobillos, el vientre y la espalda baja. Eso sí, la mujer tenía marcado sobre su cuerpo las mismas runas extrañas que ha visto en otras páginas.

Finalmente, la mujer realiza lo mismo al hombre, mordiendo y dejando lo mismo sobre él. Hasta que finalmente, ella besa la zona del pecho, lo más cerca del corazón. Las dos figuras se abrazan y se besan.

Para seguido mostrar como líneas los rodean, uniendo las mordidas y el beso final. Hasta que en el la parte inferior, estaba escrito algo que Izuku no entendió.

—Es así como se realiza la marca entre los dragones—dijo una voz desde el balcón. Siendo el amigable brujo de cabello blanco.

Izuku ahogo el grito de susto y la sorpresa de verlo ahí.

—¡¿Qu-Qué haces aquí?!

—¿Mm? Bueno, estaba aburrido en casa y quise venir. Quería saber cómo seguían ya que jamás volviste a hablarme—expreso indagando el brujo.

—N-No lo considere necesario—dijo en voz baja.

—Veo que te gano la curiosidad ver las cosas de Bakugō, vamos, deja te traduzco—Rin se invitó solo, y se sentó al lado de Izuku, mirando el libro e incomodando al chico de pecas.

—Veamos... —dijo Rin— ¿Qué quieres que te traduzca?

Deku lo piensa, y tras pasarse la incomodidad, le señala lo que viene justo al final de ese extraño ritual.

—"Nekutai"— dice Rin— Significa "Lazo"

—Tiene sentido viendo el ritual que han hecho—murmura Deku.

—Es el ritual de marcado de un dragón—dice Rin—. Probablemente Bakugō quiera hacerlo contigo...

Midoriya se sonroja y ese sentimiento cálido ha comenzando a sentirse incompleto.

—Te leeré un poco de que se trata— Con ello, Rin trata de tomar el libro, pero Izuku lo frena y lo sostiene él.

—Yo lo sostendré—dice, a lo que Rin se encoge de hombros.

—Bueno. Habla sobre su unión—comienza a narrar el albino—. La marca de los dragones no solamente une los cuerpos, también une sus almas y sus corazones. Trasciende más allá de una sola vida, ya que este unirá a ambos amantes incluso en sus reencarnaciones. O universos... —Rin lo murmura, pero Izuku logra escucharlo, sin embargo, no dice nada y solamente deja al otro continuar—. El lazo los va uniendo, desde la mente para que siempre tenga presente ese amor; las muñecas que significan la fuerza del vínculo; las piernas que atraviesan la distancia; y finalmente la muestra de amor sobre el corazón. Por eso es que se muerden en el cuello, en las muñecas y los tobillos. Las mordidas en el vientre y la espalda baja solamente son parte de la fertilidad y algo con el sexo, según dice, es como asegurar que no importa el sexo que tengan en sus otras vidas, se seguirán amando. Finaliza con la muestra de un beso sobre el corazón, para que este recuerde por siempre al amor que tiene enfrente. Las runas que están marcadas, simbolizan la unión, el amor y el destino. Y como último, se besan profunda y genuinamente, que es cuando el lazo de las almas se forja y queda listo.

Una vez que Rin lo explica, todos los dibujos que Izuku vio cobran mucho más sentido. Era un ritual interesante, y la idea de compartirlo con Kacchan lo abrumo un poco.

—Es una unión eterna—menciona Rin—. Aunque no todos sobreviven a ella...

El avino aparta la mirada, e Izuku cierra el libro, abrazándolo contra su pecho.

—¿Qué significa eso?

—Bueno, dicen que cuando el amor no es genuino, y el vínculo de las almas no hace la conexión al ciento por ciento, este se rompe y casi mata a uno de los dos, por mentir ante los dioses y a sí mismo, sobre su amor. Aunque también depende de la resistencia física, hay varios factores ahora que lo pienso...

Deku no evito sentirse un poco asustado por eso.

Rin sonríe, mirando al de cabello verde.

—¡Pero tu tranquilo! Si amas a Bakugō, no habrá ningún problema—le dice, queriendo sonar amigable y apoyándolo.

Izuku no responde como quisiera hacerlo, y solo se limita en afirmar con el movimiento de su cabeza.

—¿Algo más que quieras te traduzca del libro? —la sonrisa del albino continuo, pero el pecoso solamente se limita en negar.

—No, creo que ya es suficiente lectura por hoy— Algo le estaba dando mala espina por parte de Rin, sobre todo por ver como estaba queriendo tomar los libros de Katsuki. O quizá era por el hecho de que trato de matarlo y su actuación como villano, que verlo siento tan amable de esa forma, le perturba un poco.

—¿Seguro? Hay mucha información buena en ese libro—dijo Rin, pero Izuku volvió a negar.

—Seguro. Si quiero saber algo más, le preguntare a Kacchan—Midoriya se pone de pie, y guarda tan pronto puede las cosas de Katsuki en su mochila. Una alerta se comienza a encender en su sistema al ver al albino con esa inusual insistencia de querer ver el libro de Katsuki.

—Ya dije que sentía haberme comportado como un villano antes. Deja de juzgarme—pide y se pone de pie. Trata de acercarse a Izuku, pero si quiera seguir avanzando con las intenciones desconocidas, alguien llama a la puerta de la habitación.

—Midoriya, ¿estás ocupado? —Bendita sea la voz de Tenya.

—Pensamos hacer unos pastelillos con Sato y queríamos invitarte—dijo Ochaco.

Los ojos verdes se posan sobre su non-grato invitado, quien solamente suspirando procese a caminar al balcón.

—Por cierto, espero que los dos Katsuki se recuperen pronto de ese shock—dijo colocándose su capucha— ¡Bye, bye!

Y sin más, salto de la habitación a perderse de nuevo entre los árboles. Aquellas palabras estremecieron a Izuku.

Jamás le dijo donde estaban los dos Bakugō ni que les había pasado, así como Rin, jamás pregunto por ellos. Y si acababa de llegar, no debería de saberlo.

Algo comenzaba a ocultar ese albino de sonrisa engañosa, y por lo que su sexto sentido decía, no le parecía anda bueno.

✥ ﹤ ┈┈┈┈┈┈┈┈ ﹥ ✥

Todoroki estaba en su habitación ayudando a Kirishima a estudiar. El pelirrojo siempre estaba teniendo problemas con el inglés, y esta vez no podía pedirle ayuda a Sero. La última vez había colmado la paciencia del de cabello negro, y no quería abusar de la confianza.

Además, desde el incidente de los dos Bakugō, no se estaba sintiendo con la misma confianza de pedirse a sus amigos más cercanos ayuda. Había visto a Shōto en la sala común mientras los demás preparaban pasteles y pan, y aprovechando el momento, decidió preguntarle si podía ayudarle.

Todoroki acepto después de llevarse una dosis de pan.

Ambos terminaron entonces en la habitación del medio pelirrojo, quien con paciencia y una extraña manera de enseñar, miraba a Kirishima terminar de escribir sus enunciados en inglés. Shōto no tenía problemas con hablar el idioma, su Hermana había tomado cursos hace tiempo y su Padre promovió la enseñanza.

—Creo que están listas—dijo Eijirō, mostrando la hoja hacia Todoroki para su revisión.

Observo la hoja, mientras masticaba el pan, y después de pasarlo, usando una plumilla roja marca los mismos errores que ha cometido Kirishima desde que comenzaron.

—Otra vez escribes mal los verbos y las uniones. Das a entender otra cosa o queda como si hablaras cortado: "Yo. Ayuda. Querer" —finge Todoroki con su voz y seño estoico que hacen a Eijirō partirse de la risa.

—¡¿Tan mal lo escribo?!—dice el pelirrojo, riendo.

—Bastante. Suena cavernícola—responde Todoroki sin entender del todo la risa del otro—. "Villanos. Haber. Ahí."

La risa de Kirishima estalla de nuevo ante el tono monótono del otro, que no parece que lo este haciendo a propósito. Solamente siendo él y eso le causa mucha más gracia al otro.

Tras unos minutos, Eijirō se calma y se limpia las lagrimitas que salen de sus ojos ante la risa.

—Me ha dolido el estómago... ja...

—¿Eso es malo? Deberías ir a comer algo—al responder con eso, Kirishima de verdad quiere reírse de nuevo, pero viendo que Todoroki lo ha dicho con tanta seriedad, lo frena y solamente le provoca sonreír.

—Ha sido el mejor momento que he tenido desde hace días—dice Kirishima—Desde que llego el otro Bakugō, las cosas han estado tan tensas en el Squad, que ha sido difícil pasarlo.

—Bueno, los dos Bakugō han estado haciendo estragos—responde Todoroki, comiendo de nuevo y rehaciendo con su mano libre las oraciones de Kirishima para que estas quedaran entendibles—. Me preocupan, tanto Bakugō como Midoriya...

—Lo sé. A mi igual—Kirishima se recuesta sobre el suelo de tatami de Todoroki, mirando el techo— ¿Crees que debamos hacer algo?

—No lo sé—dice Todoroki dejando la hoja ya corregida y acostándose como el otro—. Los asuntos de Bakugō y Midoriya siempre son bastantes complicados. Quizá, si vuelven a pelear. O en caso de que alguno de los dos nos necesite.

Shōto mira el techo y después hacia donde está el pelirrojo. Esa mirada de preocupación que tiene Eijirō le pone mal. Ha estado acostumbrado a verlo sonriente y alegre la mayor parte del tiempo.

—Podemos preocuparnos lo suficiente por ser sus amigos, pero sigue siendo cosas entre ellos. Nadie de nosotros puede entender su relación—dijo Shōto, atrapando la atención del otro—. Lo mejor que podemos hacer es esperar a que lo resuelvan, y estar ahí para ellos cuando lo necesiten. Eso es lo que he aprendido de Midoriya.

Kirishima lo piensa unos minutos y tras suspirar levemente, afirma. Él sabe que la relación entre Bakugō y Midoriya no era buena, y que hasta cierto punto era muy agría. Pero esa vez en el campamento, cuando sus amigos le contaron del desgarrador grito de Izuku por perder a Katsuki, y de cómo se comportó después del secuestro, le hicieron entender que, pese a lo malo que era su vínculo en esos entonces, seguía preocupándose por Bakugō. Aunque después entendió que esa preocupación venia por amor también.

De Katsuki no sabía mucho. Bakugō procuraba no hablar demasiado de su relación con Deku, pero dejaba en claro que no apartaba sus ojos de lo que hacia el otro. Que estaba al tanto de lo que hacía Deku y que incluso, cuando comían, murmuraba cosas como: "Ese nerd comiendo solo carne, necesita verduras... "

Esos murmuras fueron después de su pelea, cuando estuvieron castigados, pero, aun así.

—No entiendo el amor del todo—dijo Shōto de golpe—. Pero sé que esos dos se quieren. No importa si Bakugō tiene novia, porque su atención sigue en Midoriya. Y aunque Bakugō le rompió el corazón, Midoriya sigue viéndolo con esos ojitos de enamorado.

—Tú lo dijiste, nadie de nosotros entiende su relación—responde Kirishima, viendo en dirección del otro, notando las migajas en las mejillas de Todoroki. No evito sonreír.

—Ambos son tontos, es lo seguro—Y sin más Shōto se puso de pie para tomar otro pedazo de pan—. ¿Quieres? Aunque dijiste que te dolió el estómago.

Kirishima se levantó y tomo el pedazo de pan para comer.

—Me agrada mucho tu compañía, Todoroki—soltó el pelirrojo.

—A mí también me gustas—dijo Shōto con naturalidad viendo como las mejillas del otro se coloraban.

—¡¿Qué?!

—Tu compañía, me refiero. Eso significa que me gustas también. No puedes querer la compañía de alguien sino lo quieres a esa persona.

Eijirō no supo que decir. Solo dio otro bocado a la comida, terriblemente rojo y con el corazón latiendo a un ritmo veloz.

Claro, a él también le gustaba su compañía, aunque sus ojos habían estado sobre cierto chico eléctrico. Pero viendo que Kaminari estaba mostrando más interés en Shinso durante sus últimas clases, quizá era mejor contemplar otros candidatos.

Inmediatamente se regañó. No, no debía pensar esas cosas con él. Probablemente su compañero no era gay como él, y quizá estaba en una relación con alguna chica o tenía intereses diferentes... Pero cuando volvió a verlo, y noto como le miraban con curiosidad, se terminó por sonrojar mucho peor.

Se mantuvo en silencio, comiendo. Pensando y sintiendo un bonito estallido de emociones dadas por Shōto.

—Vamos por más pan. Este ha estado muy rico.

—S-Sí... Vamos...

—¿Por qué estas tan rojo?

—¡Por nada!

—¿Tendrás fiebre? ¿Quieres que te enfríe?

—¡Esta bien así, Todoroki! ¡Vamos por el pan!

—Oh... esta bien.

✥ ﹤ ┈┈┈┈┈┈┈┈ ﹥ ✥

Finalmente, la mañana se anunció con un cielo nubloso y con truenos y rayos que alumbraban el cielo gris.

Deku había ido a ver a los dos Katsuki a la enfermería en compañía del Bakusquad. Quienes alegremente llevaban algo de curry hecho por Momo para alegrarle esa mañana a su amigo.

—¡EXIJO QUE ME QUITES ESTAS MALDITAS ESPOSAS! —grito uno de los Katsuki. Aunque no se sabía quién de los dos.

Una vez que habían estado cerca de la enfermería, vieron como fuera de la puerta estaban marcas de quemaduras y restos de la puerta hecha pedazos. No conforme con eso, Toshinori y Chiyo estaban fuera, viendo como Aizawa enfurecido sacaba a los dos Katsuki con esposas. Cada uno llevaba una parte de dichas esposas, pero estas no tenían nada que las uniera.

También llevaban un collar y tobilleras.

—No es posible que los dejáramos solos 15 minutos y ya estuvieran destruyendo la maldita enfermería—decía molesto el profesor—. Usaran estas esposas que mandamos a hacer. Si se apartan más de un metro el uno del otro, les dará descargas eléctricas.

—¡¿Un metro?!—grito el joven Bakugō.

—Si demuestran comportarse bien, iré aumentando la distancia—respondió Shota— Les había advertido a llevarse bien, y que si no lo hacían los castigaría esposándolos.

Los dos Katsuki, quienes tenían marcas de un enfrentamiento se miraron el uno al otro, gruñendo.

—Sigan comportándose como niños y reduciré la distancia—Amenazo seriamente—. Ahora, pidan disculpas a Lady por destruir su oficina.

De nuevo, ambos Katsuki agacharon la cabeza, soltando a regañadientes una disculpa. La anciana suspiro.

—Supongo que ya era tiempo de una nueva decoración—La mujer lo tomo con calma, y solamente pidió que se cuidaran.

Toshinori entonces estuvo a punto de llevarse a los dos muchachos para hablar con ellos, pero el mayor Bakugō vio a sus amigos y a Deku.

—¿Qué carajo hacen ustedes aquí? —dijo el canon Katsuki, viendo desde el grupo de amigables tontos que lo seguían, hasta al nerd.

—C-Creíamos que seguían en cama y que- —dijo Kaminari, quien sostenía el bol del curry, aunque estaba algo nervioso por lo tenso del ambiente por parte de Aizawa que los veía.

—Más les vale no seguir metiéndose en problemas—dijo Shota, quien termino por alejarse junto a Recovery. Tenían que hablar de lo ocurrido con el director y ver que nuevas medidas se iban a tomar.

Yagi se quedó ahí asegurándole a Aizawa que los controlaría, ya que seguía sin desistir de su idea de hablar con los dos chicos rubios.

—Les traíamos algo de curry—dijo Sero.

El mayor de los dos Katsuki camino, no en dirección directa de los demás, sino en donde estaba Izuku sosteniendo otro bol que mostro amigablemente cuando Sero lo menciono. Iba a tomar ese, cuando el límite de su distancia con su otro yo se pasó.

La descarga eléctrica les golpeo a los dos y los hizo casi arrodillarse.

—¡¿Qué carajo no sabes lo que es un puto metro?! —grito el menor de ellos.

—¡¿Y tú no sabes lo que es moverse para que no pase?!

—¡No me des ordenes, anciano!

—¡No son ordenes pedazo de mierda! ¡Es sentido común para evitar esta maldición!

—¡Deja de creer que eres superior a mí por ser más grande! —Bakugō joven se lanzó sobre sí mismo, aplicando una llave a su yo mayor, quien comenzó a retorcerse para liberarse.

Toshinori comenzó a pensar que quizá una simple charla no sería suficiente para tratar de ayudarlos. Mucho menos viendo al resto de sus alumnos tratar de separar a los dos Bakugō, quienes querían evitarles más problemas con Aizawa y terminaran confinados en una habitación para contenerlos si las peleas continuaban.

—Será un largo día... —suspiro Toshinori.

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Ya hacía falta otra actualización por acá. 

Desde que estoy enferma he podido escribir mejor y más... Lo cual es raro (?

En fin. Esta vez no tengo mucho que decir la verdad, solo disculparme por tardar de nuevo en actualizar y pedir que me perdonen por eso u u 

Quizá olvide decir que en esta historia, la segunda pareja secundaría sería KiriTodo. Honestamente no sé de donde me vino el gusto por estos dos, pero los ame en un fanart que vi dfsjlj 

Descuiden, no va a aparecer mucho ya que no son pareja principal. Y sé lo molesto o triste que es leer y tragarse partes de parejas que no siempre a uno le gustan. Tratare de darles momentos, aunque sean muchos o sean largos. A menos que les guste la shipp, en cuyo caso pondré un poquito más. 

De otro modo, seguiré con estas dosis leves dfjls

Agradezco su apoyo, sus comentarios y votos. 

¡Muchas gracias por leer! 

Att: 

D'Sae

PD: Puse una canción de Dororo porque yes uvu

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