Capítulo 3: Lava Saliva

—... y es por eso que termine aquí. —Bakugō había terminado de contar a toda la clase A como fue que había llegado a su mundo. Claramente mintió en muchos aspectos para evitarse problemas y preguntas innecesarias.

Había contado que estaba persiguiendo a un brujo escurridizo porque le robo su espada. Dijo que se internó en el bosque, y que, tras ver una luz cegadora, quedo casi inconsciente, pero que había reaccionado cuando su cuerpo partió la puerta.

Todos estaban más maravillados por escucharle hablar y que contara contadas cosas de su mundo. Más importante aún, era haberlo visto convertido en dragón que surcaba los cielos.

Solo una persona sabía que había cierto cabo suelto en la narración.

Un cierto joven de cabello cenizo que con los brazos cruzados y una mirada que gritaba muerte con todas sus letras, a juego de aquella aura oscurecida, y que no dejaba de ver al otro él, sabía que algo no estaba cuadrando en su narración.

—Así que ese tipo de mascara debió ser el brujo que te trajo aquí — dijo Aizawa.

—Mmm... Eso significa que estamos en un grave predicamento—Apoyo el director Nezu, quien junto a All Might, Ectoplas y Mic, estaban en la clase A. No es como que todos los días un quirk desconocido trajera a uno de sus alumnos de otro universo y lo obligara a convertirse en dragón para salvar a otro de sus alumnos—. ¿Tienes alguna idea sobre cómo volver?

—Encontrarlo—dijo Katsuki—. Es lo único que sé que podrá regresarme a mi hogar.

Bakugō había "expresado" su frustración al saber que no podía regresar a su Universo. Era inteligente y sabía que fingir que había llegado ahí como una casualidad, era la mejor manera de abordar las cosas.

—Haremos todo un barrido de pies a cabeza por toda U.A para encontrarlo o encontrar por donde fue que entró. Tenemos sensores por todas partes para evitar estas infiltraciones...—dijo nuevamente el director.

—¿Identificaste algo sobre...? Ahm, el brujo—dijo con algo de dificultad Aizawa, jamás se esperó que en su vida diría algo así—. Algo que pueda ayudarnos a encontrarle más rápido.

—Sé qué era un brujo de las montañas por la manera en la que se movía. Una característica de ellos son los ojos de distintos colores... —Al momento en que Katsuki explico eso, la mayoría de la clase A fijo atención a Todoroki, quien tan sorprendido como ellos dijo:

—Yo no fui.

—Eso es obvio Todoroki—dijo Shota—. ¿Otro detalle?

—El arco y las flechas... —responde Katsuki nuevamente. No quiere darles más detalles o podrían atrapar a Rin y eso sería un problema a sus planes. Y de problemas, ya tiene suficiente—Su arco tiene diseños en el lenguaje de los brujos de las Montañas, y está hecho de materiales que no creo que sean de este mundo.

—Eso ya nos reduce el rango de búsqueda—dijo Mic.

—Usaremos esos datos para comenzar a buscarlo. Revisaremos las cámaras y realizaremos una exhaustiva investigación. Encontraremos a esta persona para ayudar a que vuelvas a tu mundo—dice Nezu—. Por ahora, siéntete bienvenido en nuestras instalaciones.

Bakugō solamente se limita en agradecer con un movimiento de cabeza sin decir una sola palabra más.

—Debido a eso, daremos el día libre a los alumnos mientras realizamos un análisis de seguridad a la U.A—Ante las últimas palabras que dice el director, la mayoría de los alumnos pudo celebrar, pero verdaderamente no había un motivo.

Todos sabían que, si esa clase de información se filtraba, a muchos podrían sacarlos de la Academia por no ser como prometieron que sería: "Segura".

Añadiendo otro detalle más, es que el "Villano" termino por ser bastante peligroso, ya que ni los pro-heroes pudieron detenerlo y ni un dragón pudo herir. O al menos hasta donde ellos creen es peligroso, ya que realmente solo era un idiota con poderes de otro mundo.

Si tan solo supieran...

—Iida, lleva a tus compañeros hasta los dormitorios y activen el sistema de seguridad apenas estén todos dentro—Ordeno Aizawa, a lo que Tenya afirmo—. Yaoyorozu, Todoroki; ustedes irán a la enfermería y esperarán a que Midoriya despierte para regresar a los dormitorios con él como escoltas.

Los dos mencionados afirmaron.

—Iré con ellos también—dijo Katsuki con capa—. Sí alguien puede proteger a Deku de ese tipo, soy yo.

—¡¿HAH?! ¡¿Y quién nos asegura que no estas relacionado con el Villano?! — El otro Katsuki por fin había estallado cuando se escuchó hablar y decir que iría por Deku, así como si nada.

—Pero él eres tú, Bakugō—dijo Kirishima—. Es como si nos dijeras que no podemos confiar en ti y-

—¡No me refiero a eso! —volvió a gritar Katsuki golpeando severamente su mesa—. Es muy raro que el Villano atacara al nerd teniendo en cuenta que podría haberle disparado a cualquiera de nosotros que estábamos en el rango de peligro. También es muy raro que apenas Deku supiera que no fui yo el que grito, salió demasiado rápido del salón. Pero, sobre todo, cuando te vio, ni siquiera parecía sorprendido de verte...

El contrario Bakugō, había fruncido un poco más el ceño. Sabía que se daría cuenta de eso, pero por un momento tuvo la esperanza de que no fuera así. Pequeños detalles que nadie más que él notaría, y como siempre, no debía subestimarse. Antes de que alguien decidiera argumentar sobre ese detalle, uno de los Pro-Héroes había hecho su aparición por la puerta.

—¡Director Nezu! Hemos encontrado una avería en el sistema sur de la Academia.

—Muy bien. Iremos a revisarlo. Dejo las decisiones restantes de tu grupo a tus ordenes, Aizawa—dijo el director antes de salir junto a Mic y Ectoplams—. Recuerden que, si ven algo sospechoso, avísenlo rápido.

El resto de alumnos afirmo y sin más salieron del salón. Shota había quedado pensando en lo que su alumno dijo, pero le era difícil darle explícitamente la razón. Sabe que Midoriya salió primero que todos, pero no podía recordar exactamente sino fue de los sorprendidos.

Estaba más enfocado en detener al Villano para que no lastimara a sus alumnos. Katsuki es muy inteligente y observador con respecto a muchas situaciones, si alguien puede darse cuenta de fallos o detalles que nadie más veía, puede ser él o el propio Midoriya. Observo de nuevo al otro Bakugō. Si tenía dudas, debería guardarlas para cuando resolvieran esa situación.

—Resolveremos esto después... —dijo Shota— Por ahora, harán lo que les ordene. Y en cuanto a Bakugō—la mirada cansada del profesor se fijó en el Bakugō con capa—, preferiría que sigas a la clase hasta los dormitorios. Habrás salvado a Midoriya, pero este Villano también parece venir detrás de ti. Sirve que alguien puede prestarte o darte una playera, no vayas a resfriarte.

Bakugō quería quejarse, pero de hacerlo probablemente apoyaría las palabras que dijo su otro yo. Se limito a suspirar y seguir las ordenes a regañadientes.

—Tomen sus cosas y váyanse en grupo. Sí algo sucede, ya saben que hacer—Finalizo Shota, esperando fuera del aula a que todos salieran.

Los dos Katsuki se lanzaban miradas que, si fuera un poco más exagerado, lanzarían rayos por los ojos queriendo ver quien doblegaría a quien. La clase ya auguraba días difíciles con esos gestos.

Todoroki y Momo se apartaron del resto de la clase y tomaron camino a la enfermería donde descansaba Izuku después de la pérdida de sangre.

Todos esperaban que las cosas salieran bien.

Lejos, muy, muy lejos. Y en otro Universo, se encontraba un joven guerrero de cabello verdoso mirando los entrenamientos desde lejos de sus amigos.

El príncipe Todoroki Shoto estaba practicando con uno de sus más leales hombres y mejores instructores, Tenya Iida, nuevos movimientos de pelea.

No había dejado de pensar en lo que paso con su espada y en esa extraña sensación que le da ahora cada vez que la maneja.

La espada se siente... ¿incompleta?

Siente como si el balance de la espada hubiera desaparecido y fuera difícil sostenerla al momento de blandirla. Añadiendo eso que estaba menos pesada. No entendía que estaba pasando y cuando trato de ir a buscar a Kacchan a su tribu para hablar sobre ese extraño suceso, Mitsuki le negó la ayuda.

No por ser mala, sino porque ella misma le dijo que su hijo necesitaba algo de tiempo a solas después de que él lo había rechazado. Eso sí, aunque la Matriarca Bakugō fuera comprensiva, también debía ver por el bien de su hijo. Y si bien también ella tenía sus dudas sobre la honestidad de Katsuki, debía confiar en él y en que estaba en la cabaña que construyo.

De ese modo, decidió buscar a Kirishima y Mina para que pudieran ayudarle, pero los dos tampoco tenían idea y estaban de cierto modo castigados para no abandonar la Tribu. Además de que ambos también estaban algo molestos por haberle roto el corazón a su amigo. Sí, Midoriya también era su amigo, pero Bakugō lo era más.

Sin nada más que hacer, regreso al Reino y hasta este momento donde no dejaba de pensar en eso. Necesitaba y sentía que debía hablar con Katsuki con respecto a lo que pasaba con la espada. Era la herencia que All Might le había dejado a cargo y cualquier cosa que tuviera relación a esa espada, tenía relación con ambos.

Quería aclarar que no fuera solamente sus nervios, o algo similar.

—¿Midoriya? ¿Está todo bien? — dijo Yaoyorozu, llegando con una bandeja de limonadas en tarros de metal, tan frías que los tarros sudaban.

—Sí... bueno no... No lo sé—respondió Izuku.

—¿Tiene algo que ver con la espada de All Might que mencionaste? — Mientras seguían platicando, Momo le paso uno de los tarros, e Izuku lo tomo para darle un largo trago antes de responder.

—Sí... He querido hablar de esto con Kacchan, pero nadie sabe dónde está. —Izuku vuelve a beber, esperando que la famosa y deliciosa limonada de Momo pudiera ayudarle a sentirse mejor.

Para ese momento, Todoroki e Iida concluyeron su entrenamiento para acercarse hasta donde estaban ellos y tomar cada uno un tarro también.

—¿Qué pasa, Midoriya? —Pregunto Shōto.

—Es sobre la espada... Fui a la tribu de Kacchan ayer, pero nadie pudo ayudarme.

—Eso es bastante raro. Usualmente son muy amables contigo—dijo Tenya—. Quizá sea porque llegaste en uno de los Grifos* del palacio.

—No creo que eso sea un factor, Iida—dijo Momo.

—¿Tiene que ver con que rechazaste a Bakugō? —hablo el príncipe Shōto.

Cuyas palabras generaron sorpresa en los otros dos e hicieron que Izuku se incomodara. Sabe que no es culpa de Todoroki soltar comentarios así.

—¡¿Rechazaste a Bakugō?! —elevo la voz Tenya.

—Hacían una hermosa pareja... —dijo apenada Yaoyorozu.

—K-Kacchan merece a una mujer fuerte y valiente que le ayude a gobernar su tribu y darle muchos hijos— Se defiende Izuku, queriendo ocultar su vergüenza y lo mucho que esas palabras le dolían tras el tarro de limonada—. ¡Y-Yo soy un hombre y no puedo darle hijos! ¡Ni podría ser una buena esposa! ¡Digo, esposo!

—Siempre te he imaginado como una bonita esposa, Midoriya—dijo Todoroki con mucha seriedad.

—Uraraka menciono que hay hechiceras capaces de hacer que un hombre pueda quedar en cinta... —medito Tenya.

—He oído que la... ejem, semilla de los hibrido dragón es lo suficientemente potente para preñar hombres—Momo había dicho eso con las mejillas sonrojadas, sabiendo que esas no eran palabras que una dama/guerrera/caballero de la corte, debía decir de modo tan casual.

Las miradas de los otros tres varones se quedaron fijas en ella, bastantes sorprendidos de que conociera un tema como ese. Yaoyorozu con las mejillas más rojas responde la duda no dicha de los hombres a verse observada de esa forma.

—¡E-Es una manera de preservar su especie! C-Cuando hay escases de dragones hembra, los dragones macho desarrollan los or-organos sexuales femeninos y se someten ante el mandato de los dragones alfa para procrear. Y Ba-Bakugō es uno de esos alfas... ¡E-Eso fue lo que me explico Ashido! —Yaoyorozu siente que la cara le estalla. No es que no se hablara de la sexualidad en esos tiempos, pero generalmente esos temas no eran tocados por los ajenos de las tribus dragón.

Izuku, quien sigue con las mejillas rojas, se mantiene oculto entre sus hombros tanto como puede, meditando las palabras que han dicho sus compañeros. Después de todas las batallas que habían tenido juntos, de todos los momentos compartidos, de una guerra que los unió y de la bendición de All Might, seguía sin sentirse digno de ser pareja de Bakugō.

Es decir, era Katsuki Bakugō, el guerrero más fuerte de las Tribu Dragón. El primer dragón puro nacido en décadas. Ya que dependiendo de cómo eran los dragones, eran clasificados como puros o mestizos. Katsuki era uno de los puros, debido a su gran cantidad de cuernos, sus enormes alas y sus cuatro patas fuertes. El resto de los dragones se dividían en aquellos que solamente tenían dos patas traseras, o los más viejos, que no poseían alas y se movían como serpientes.

Fue bendecido por las diosas de la magia, quienes le otorgaron el don de crear explosiones de sus manos.

Era alto, musculoso. De rostro esculpido y tallado por las manos de las diosas. Atractivo a morir. De cabello rubio y cenizo tan rebelde que ni el agua era capaz de calmar. De ojos rojos, como las piedras rubí más bellas jamás encontradas. Y su voz era un orgasmo auditivo.

Todo ese hombre gritaba perfección si se veía solamente desde el físico. Ya que, emocional y mentalmente era todo un dilema, una caja de pandora, una bomba. Era demasiadas cosas pensándolo bien.

Pero incluso entre toda su perfección, también había fallos. E Izuku era de los privilegiados, por no decir que el único además de Mitsuki y Masaru, que había visto la vulnerabilidad de Katsuki. Que lo vio en sus momentos más débiles, donde se permitía caer de ese pedestal donde estaba y salir de la armadura que él mismo se creó para protegerse.

Por toda esa mezcla que era en el fondo Bakugō, es que Midoriya no se sentía tan suficiente para él. No al menos en el sentido romántico.

Le amaba suficiente para saber que él no era digno y que prefería dejarlo libre, para que encontrara a quien de verdad estuviera a su altura.

—Si quieres encontrarlo, podemos pedirle ayuda a Hawks—dijo Todoroki—. Si alguien que conoce tan bien estas tierras y los dominios dragón, es él.

—N-No quiero ser una molestia, Príncipe—responde Izuku—. Ya suficiente has hecho por mi dejándome quedar en el castillo.

—Mis Padres te deben sus vidas al igual que yo y medio mundo que salvaste junto a Bakugō. ¿Crees que pedir la ayuda de Hawks es molestia para ellos o para mí? —Todoroki da un sorbo a la limonada antes de añadir: —Mi Madre estaría encantada de ayudarte, aunque sea solamente dándole una orden a alguien más.

Midoriya sabe que ya no puede negar la ayuda.

—¿Sabes dónde está Hawks, Momo? —La mirada heterocromática se posa sobre la mujer que afirma.

—Está en las torres mensajeras del palacio.

Con ello dicho, los cuatro se ponen en marcha hacia las dichas torres mensajeras.

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Kuuzen era el centro de los Reinos. Una llamada metrópoli llena de abundancia y ventajas que no había en otras partes. Un Reino rico y hermoso.

Contenía muchas torres que cubrían cada dirección. Norte, Sur, Este y Oeste. Todas las torres poseían distintos tipos de aves; desde palomas mensajeras, hasta halcones y águilas enormes que transportaban enormes envíos. Todas entrenadas rigurosamente y leales.

Todas ellas dirigidas por una sola persona: Hawks.

—¡Príncipe Shōto y su guardia personal! ¿Qué los trae por aquí? —Justamente se habían topado con Hawks en la entrada de la Torre, quien llevaba en su brazo derecho un águila que al parecer alimentaba.

—Necesitamos pedirte algo—dijo Todoroki.

—Sus deseos son órdenes para mí, Príncipe. —El hombre realizo una reverencia, y como si no fuera más, el águila en su brazo incluso agacho su cabeza en señal de respeto. Si había alguien tan leal a la Familia de los Todoroki, ese era Hawks también.

—Estoy seguro que recuerdas a Bakugō Katsuki. El heredero del Clan Dragón de las montañas norte—hablo Shōto de nuevo.

—¡Como olvidar a uno de nuestros Héroes! ¿Qué necesitan de él?

—Necesitamos que lo encuentres—siguió hablando Todoroki—. No le ha pasado nada malo, pero necesitamos hablar con él sobre algo importante.

Hawks observa a Izuku repentinamente, pero de inmediato regresa la atención a su Príncipe. No era ningún secreto, al menos para él, que había cierta tensión entre el espadachín discípulo de All Might y el Guerrero Dragón.

—Intuyo que, si vienen por mi ayuda, quiere decir que en el Clan no quisieron darles información—respondió el rubio—. ¿O me equivoco?

—No estás muy lejos de la verdad. ¿Podrás ayudarnos? —Insistió Shōto.

—¡Desde luego que sí, mi príncipe! Me tomara algunas horas encontrar su ubicación exacta, espero que eso no sea problema.

—En lo absoluto. Iré a solicitarle los permisos a mi Padre y alistarnos para salir a buscarlo.

—Como ordene. Le avisare en cuanto termine—dicho eso, el rubio hombre hizo una nueva reverencia junto con el águila de su brazo.

El pequeño grupo siguió al príncipe dentro del palacio, mientras que Hawks entraba a la torre.

Nadie había notado a la pequeña serpiente blanca que estaba oculta entre los arbustos de flores, escuchando y mirando todo para cierto brujo de las montañas que la había mandado a vigilar a Midoriya.

—¡Por el Señor Oscuro, lo que faltaba! —dijo Ren, golpeando el agua de su caldero. No pensó que actuarían tan rápido. Pensaba que tendría al menos uno o tres días antes de que Midoriya decidiera buscar a Katsuki.

¿Por qué era así Midoriya? ¿Por qué no despreocuparse un rato de lo que haga la persona que rechazaste? ¡Maldita también sea Uraraka por largarse de viaje! Que falta hacia esa bruja ahí para frenar las cosas que hacía Izuku en su papel de novia ignorada.

—Tendré que apurar las cosas—dijo de nuevo—. ¡Neo, ven aquí! —llamo al líder de sus lobos.

El lobo grande, de pelaje blanco como la nieve y ojos verdes, apareció por la entrada de la cueva.

Ren de su parte, comenzó a guardar varias cosas en una mochila de cuero. Arrojo pergaminos, ingredientes, libros y algunas ramas largas de árbol. En una bolsa de tela metió varios cuarzos brillantes y unas botellas vacías.

—Necesito que me lleves a donde llevaste las rocas que te di con la esencia del Señor Dragón—tras su orden, el lobo se inclinó—. No, no. Tengo que llegar primero con la anciana Chiyo, ella tiene unos libros que me serán útiles si quiero ganar tiempo... ¡Primero iremos con la abuela y después a la cabaña!

Dicho eso, Ren ato las cosas en su lobo y después lo monto para ambos salir de la cueva junto a un par de lobos más. Dejando otros al cuidado de su hogar.

Sí las cosas salen bien, sabe que puede ganar al menos una semana y poco más para darle tiempo a Katsuki.

Y más le valía estar haciendo todo lo posible por enamorar a ese Izuku, porque él estaba poniendo su vida en riesgo.

Caída la tarde en el otro Universo, Izuku había despertado. Momo y Shōto estaban en unas sillas, ambos viendo sus celulares y charlando un poco sobre lo que había pasado ese día mientras esperaban el despertar del jovencito de pecas.

Midoriya se removió en la cama de la enfermería, sentándose lentamente.

—¡Midoriya! ¿Te sientes mejor? Trata de no moverte mucho. Recoverygirl dijo que no deberías hacer movimientos bruscos—dijo Yaoyorozu acercándose hasta él—. Toma. Todoroki y yo te compramos algunas golosinas y algo de jugo para ayudarte.

—Perdiste mucha sangre. Pero no te hicieron una transfusión, lo cual fue bastante extraño. Incluso Recoverygirl parecía confundida por ello—dijo Shōto una vez que estuvo cerca.

Cuando lo llevaron a la enfermería y vieron la mancha de sangre, Recoverygirl solicito donantes para hacerle la transfusión, pero al revisarlo, noto que no era necesario y que Izuku solamente había perdido el conocimiento, como si alguien le hubiera golpeado la cabeza. Nada que ver con la perdida de aquel preciado líquido rojo que parecía estar dentro del sistema normalmente.

Izuku de inmediato dio con la respuesta ante ese momento. Katsuki dijo que el Villano lo curo, y si curo una herida de flecha justo por el pecho de alguna manera mágica, no le sorprendería. Y hablando de Bakugō...

—¿D-Dónde está Kacchan? ¿Está bien? —La voz le salió algo ronca, e incluso sintió un pequeño piquete de molestia en el pecho. Como si le hubiera dolido hablar.

—¿Cuál de los dos Bakugō? —adelanto Todoroki.

Deku no supo por cuál de los dos preguntar. Solo se llevó una mano al pecho, sobando esa área que le estaba incomodando.

—¿Te duele mucho? —dijo Momo.

—Se siente extraño—sincero Izuku, presionando la zona. Le dolió. Pero no era algo que no pudiera manejar. Si pudiera compararlo, diría que es como tener un doloroso moretón.

—Recoverygirl dejo una pomada. Dijo que estarías bien y que solamente necesitabas descansar. La herida de tu pecho fue curada, pero al parecer te salieron algunos moretones ahí y en otras partes del cuerpo—Explico la chica—. Añadió que, si tenías más molestias, puedes tomar medicamento para el dolor o venir a verla mañana.

—De acuerdo. — Izuku suspiro después de eso y bebió el jugo que le llevaron.

Con ello, esperaron un poco más y de paso le contaron todo lo que había dicho el otro Bakugō con respecto a porqué estaba ahí. Midoriya lo sabía, pero no iba a dejar de lado el hecho que le sorprendió saber toda la historia que se montó Katsuki.

—El Director y el resto de los profesores nos dieron el día para que pudieran buscar por cada rincón donde pudo esconderse o por dónde pudo haber entrado. —Yaoyorozu explico la situación brevemente.

—Entiendo... —fue la respuesta de Izuku.

—Midoriya—dijo Shōto—. El Bakugō de nuestro mundo dijo algo interesante, sobre que tú no te habías sorprendido cuando viste al otro Bakugō.

—Sí, sí—apoyo Momo—. Dijo también que fuiste el primero en salir...

—Quizá todo sea una coincidencia, pero, no nos estas ocultando algo, ¿verdad? —Finaliza Todoroki con el breve interrogatorio. No es que quisieran inmiscuirse, pero teniendo en cuenta como estaban las cosas con el Villano y la llegada de un Bakugō de otro Universo, las casualidades no podían ser.

Es ahí donde Deku no sabe qué hacer. Confiaba en sus amigos, y estaba casi seguro que ni Momo o Shōto dirían algo. Ya habían guardado bien el secreto de que se le confeso a Katsuki y lo habían estado ayudando a superar ese doloroso rechazo. Pero la idea de compartir un secreto que solamente sabían el otro Katsuki y él, no le agradaba demasiado.

De alguna manera no lo hacía sentirse cómodo la idea de revelarlo.

—Yo... —Midoriya trato de hablar, pero de nuevo el pecho fue un inconveniente.

—Trataremos este tema después. Es mejor que vayamos a los dormitorios y puedas descansar en tu cama más cómodo, ¿está bien? —dijo de modo comprensivo la chica de cabello negro.

Izuku afirmo, y con ayuda de ambos se puso de pie de la cama. No tuvo que preocuparse por sus cosas ya que Iida se las había llevado según le informo Todoroki.

Ahora lo único que le estaba preocupando a Deku, además de que conocieran el motivo real del por qué Bakugō estaba ahí, era saber cómo es que se manejaría con el otro Kacchan y el resto.

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—¡¿Cómo que solamente Kirishima puede convertirse en Dragón y nosotros no?!— se quejó Denki, quien junto a varios del curso, tenían a Bakugō adulto rodeado haciéndole preguntas sobre cómo era el Universo al que pertenecía.

Katsuki sin poder hacer más que esperar a la llegada de Deku les complació, a cambio de comida, el responderles preguntas.

Les había contado de su mundo, de la magia, de muchas peleas que tuvo y del papel que llevaba en su historia. No es que Katsuki no estuviera acostumbrado a la atención o a contar historias de sus muchas peleas.

A veces, si estaba de buenas, solía sentarse en las fogatas con los niños a contarles las historias de sus aventuras y sus batallas. Había adquirido ese gusto, cuando su Padre y otros guerreros lo hacían cuando él era pequeño. Además de que era una manera de estar en contacto con la gente que gobernaría.

Siempre quiso ser visto como un Héroe en su tribu y alardear de cierta manera sus logros.

Sin embargo, el único tema que no contó a detalle, fue la guerra.

Una guerra nunca es fácil de contar si has participado en ella. Ya que había varias cosas que sucedieron, que prefería no recordar.

—Es porque Kirishima es uno de los muchos mestizos de la tribu, nacido en la tribu como Mina—aclaro Bakugō—. Tú y Sero, en cambio, se unieron a nuestra tribu después de... Después de un accidente.

Por poco revelaba un recuerdo doloroso.

—¡¿Pero si Ashido nació en la tribu, por qué no es dragón también?! —Volvió a quejarse el rubio, siendo que al parecer su papel en el otro Universo era ser un ladrón.

—Ya dije que hay mestizos. Y no todos son mestizos dragón.

Kaminari bufa y se cruza de brazos, indignado por ello. No era justo que no pudiera ser más genial en otro Universo.

—¡Yo quiero saber que es Todoroki! —dijo la chica de cabello rosa.

—Un jodido príncipe. —Se limita en responder.

—¡Toru, te dije que era un príncipe! —Celebro Ashido junto con la chica invisible.

—Suena tan bien escuchar que mi Familia eran todos caballeros leales a la corona—menciono Tenya. Imaginando a su Familia en brillantes armaduras. Claro, armaduras medievales y con espadas.

—Yo solo soy una bruja de bosque... —dijo Uraraka.

—¡Sigue siendo un papel importante! — trato de levantar los ánimos Iida.

—Iida tiene razón. Suena bastante más divertido ser una bruja que dirigir una taberna en el Reino, kero—dijo Tsuyu.

Bakugō se limitó a escucharlos hablar de lo increíble que sonaba su Universo y de todo lo que ellos eran en él. Sin embargo, no pudo evitar sentir un poco de melancolía de nuevo. Después de la guerra, las cosas no fueron iguales para nadie.

Uraraka había perdido a sus Padres; Tsuyu perdió a su hermana junto a la taberna de su Familia; el hermano de Tenya había muerto; Kaminari y Sero siempre fueron huérfanos hasta que lo conocieron a él y a Kirishima, y hablando de Kirishima, le paso una de las peores tragedias para los mitad dragón, perder sus alas. La bestia, Gigantomachia, se las había arrancado. Y aunque las recupero después de una dolorosa recuperación y una pócima que casi le cuesta la vida, no fue el mismo. Los Todoroki fueron víctimas de una enfermedad casi mortal; Aizawa había perdido un ojo; y finalmente... la muerte de All Might.

—¿Qué te pasa? ¿Ya extrañas tu maldito hogar? —Sino fuera porque estaba sentado delante de él en el sofá contrario, Katsuki había jurado que escuchaba una voz en su cabeza. Pero no. Era su yo de ese Universo, matándolo con la mirada.

—Sabes que no. —Se responde, cruzando los brazos sobre su desnudo pecho. Había rechazado las playeras que tanto Sato como Tenya y Shoji, ya que eran lo suficientemente grandes para ese Bakugō, le ofrecieron para que se cubriera.

Alego que no se avergonzaba de sus cicatrices y que sus ropas eran parte representativa de su tribu. Cambiarse simplemente para darles gusto a los demás en sus modas extrañas, no era parte de sus tradiciones.

—¿Entonces por qué la cara tan larga, viejo?

—No tengo porqué responderte.

—¡¿HAH?! —Bakugō sin capa se puso violentamente de pie, acercándose hasta si mismo con intensiones hostiles. Ya estaba harto de la atención que recibía esa mala copia suya.

—¿Qué vas a hacer, enano? ¿Vas a golpearte a ti mismo? — Y como si la cosa no empezara a ponerse tensa, Bakugō con capa se puso de pie igual.

—El hecho de que seas yo de otro puto universo, no significa que no pueda darte una paliza para demostrar que soy mejor.

—¿Crees que tus patéticas explosiones de mierda podrán contra mi espada y mi forma dragón, debilucho?

—¡Tú eres el puto debilucho!

La situación se puso tensa. Y si ya de por medio separar a Bakugō solo ya era todo un problema, nadie estaba preparado para separar a dos Bakugō que se estaban trayendo bronca. Ni Kirishima quien se metía a frenar a Katsuki estaba seguro de poder soportar o aguantar, mejor dicho, dos tipos de explosiones. No quería morir tan joven.

—Va-Vamos chicos, a-ambos son la misma persona... —dijo Eijirō, quien fue casi empujado por el Bakusquad para que actuara— ¿P-Por qué no prueban a llevarse bien?

Las miradas rubí se pusieron sobre él, y seguido inmediatamente enormes gritos:

—¡¡NO TE METAS CABELLO DE MIERDA!! —gritaron ambos tan al mismo tiempo y con el mismo tono de voz, que pareció un solo grito y no uno hecho por dos personas.

Ambos vuelven a retarse con la mirada, listos para soltar el primer golpe. Nadie estaba preparado para una situación así. ¿Quién podría separar a esos dos si llegaban a enfrentarse?

Y de inmediato, como escuchados por el Padre de todo, la salvación hecha pelusa verde, apareció por la puerta junto a Shōto y Momo.

—¡Midoriya! ­­—dijeron varios de sus compañeros al verlo.

—¡Deku! —dijeron los dos Katsuki al mismo tiempo también.

—Hola— simplifico Izuku ante la atención recibida.

Todoroki lo ayudo a avanzar hasta el centro, donde la tensión de los dos Katsuki fue de cierta manera evaporada.

—¿Cómo te sientes, Deku? —hablo el mayor de los dos Bakugō, acercándose hasta el pecoso. Lo que provocó un fuerte y sonoro gruñido por parte del otro Bakugō.

—Ah-ah... —Midoriya tartamudeo ante el gesto preocupado de Kacchan 2.

—¡No tan rápido, imbécil falso! —alego el otro Bakugō.

Deku se limitó a mirarlos confrontarse nuevamente entre gruñidos y miradas que gritaban amenazas. Su corazón se aceleró, quizá por miedo o nervios de la situación que estaba viviendo en ese momento y de que de una u otra forma tenía la culpa, pero esa aceleración hizo que le doliera el pecho de nuevo y se quejara soltando un quejido.

—¿Te sigue doliendo el pecho? —la voz de Todoroki atrajo la atención de los demás que seguían esperando poder frenar a los dos Katsuki.

—¿Estás bien, Deku-kun? —dijo Uraraka acercándose a él.

—El pecho me duele... —al decir eso ultimo el Bakugō con capa se ignoró y de inmediato puso su atención en el pecoso.

—¿Tienes un moretón? —Katsuki se apartó y se acercó veloz hasta Izuku, mientras que el otro Katsuki estaba por saltarle encima y golpearlo hasta matarse, pero fue frenado por Kirishima, Sero y Kaminari que aprovecharon el momento para retener a uno.

—Eso dijo Recoverygirl—le responde Shōto.

—Ese imbécil... —murmuro Bakugō—Lo más seguro es que no sean moretones normales. Vamos a tu habitación, te curare ahí.

—Pero Kac- — Izuku ni siquiera termino de hablar cuando fue levantado en brazos por el Bakugō con capa.

El Katsuki más joven se soltó del agarre de los otros cuatro, sacando una fuerza inusualmente mayor a la normal y demando a gritos que soltara a Deku.

—¡Más te vale que bajes a Deku ahora mismo o de verdad te voy a explotar tanto que ni tu maldita forma de dragón te va a salvar! —Incluso para Bakugō, haberse liberado de tres de sus fuertes compañeros, eso había sido extraño.

—Quiero ver que lo intentes, enano— ante su respuesta, Izuku no dejaba de pasar su mirada de uno a otro, y pese a que sus amigos querían ayudarlo, Midoriya aseguro que estaba bien en esos brazos fuertes. Dejar que más personas se metan en ese momento a la pelea de ambos Kacchan's no haría otra cosa que generar problemas.

—Bro, no va a hacerle nada—dijo Kirishima de nuevo.

—Le salvo la vida. No hará nada para lastimarlo—dijo Sero.

—¡No confió en este bastardo! —les grito de vuelta.

Claramente no era el único que sentía sus dudas contra la verdad del porqué ese Bakugō estaba ahí. Todoroki también sospechaba que algo no estaba bien, e incluso Tenya. Pero sus dudas no estaban del todo justificadas.

Antes de que nuevamente hubiera más gritos, el móvil de Bakugō comenzó a sonar. Este lo saco de su bolsillo, viendo en la pantalla "Camie". No había elegido peor momento para llamarlo. Esa llamada genero un extraño silencio que fue roto por la persona quizá que menos esperaba.

—Contéstale a tu novia, Kacchan. Yo estaré bien—la voz algo ahogada de Izuku creo un silencio incómodo para aquellos que conocían lo que paso antes.

Pero no solamente a ellos, incluso el propio Bakugō sintió un enorme pinchazo doloroso en el pecho. Escuchar esa vocecita tan suave sonando tan dolorosa, como quien debe aparentar alegría cuando está muriendo por dentro. Deku tenía ese nudo en el pecho, en la garganta que incluso estando en brazos de Katsuki, el dolor no desaparecía. De hecho, quizá agradecía estar siendo sostenido en ese momento, donde el cuerpo del mayor Bakugō le recordaba que no estaba enfrentando ese dolor solo. O de que ya no debería haber más dolor.

El pecho volvió a dolerle y se contrajo en brazos de Bakugō.

—Recoverygirl dejo una pomada para Midoriya—dijo Momo antes de que Katsuki con capa diera media vuelta para irse dando finalizado el momento.

—Sus medicinas no pueden curar heridas de mi mundo—responde Kacchan. No está seguro de lo que acababa de decir, pero aprovechando la confusión y el incómodo y tenso momento, se apartó con Deku en brazos hasta la habitación del pecoso.

Dejando un ambiente raro. Gente incomoda, y un Katsuki herido.

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Apenas llegaron a la habitación de Izuku, Bakugō le dejo sobre la cama y regreso a echar seguro a la puerta para tener preciada privacidad.

Deku se quedo sentado sobre su cama. Trato de palpar su pecho, pero al hacerlo dio casi un brinco por el dolor que le cruzo el cuerpo como una enorme aguja.

—Quítate la ropa—ordeno Katsuki.

—¡¿EH?! —Izuku se coloro.

—Tengo que ver tus heridas, no pienses cosas raras. Nerd pervertido.

—Oh... e-está bien.

Comenzó por quitarse la corbata y después desabotonar la camisa. Una vez fuera esas prendas, en su pecho se veía un parche que estaba siendo rodeado por un tono purpura señal del moretón que parecía estarse expandiendo.

También había otros más en su clavícula y en la cadera que de igual forma parecían expandirse.

—Voy a quitar el parche del pecho­—advirtió Bakugō—. Te va a doler.

—Está bien... —Izuku respiro irregular ante la advertencia, ya que el hematoma de su piel se veía tan doloroso y sin tocarlo ya le había generado tanto daño, no quería ni imaginar lo que pasaría si algo lo tocaba directamente.

Katsuki trato de hacerlo lo más rápido que pudo, pero de todos modos termino por causarle dolor a Izuku. Se quejo y soltó un pequeño quejido.

Justamente en el centro del hematoma, se veía un color negro que a medida que se expandía por la piel se iba volviendo morado. El rubio bufo.

­—No puedo creer que ese imbécil de campanita no sepa usar las pócimas de su propio gemelo. Una poción de curación no puede ponerse toda directamente en la herida ni debe aplicarse solo dejándola caer... —explico Bakugō, quien se giró en busca de su bolso de cuero y comenzó a rebuscar en ella.

Deku ni siquiera quería respirar por miedo al dolor y lo horrible que se veía.

—¿Y-Y esto que significa?

—Tu cuerpo rechaza la pócima porque no se aplicó bien y porque era demasiado potente—responde Katsuki, quien sigue rebuscando—. Podría matarte...

Al finalizar esas palabras, Deku sintió un escalofrío terrible. ¿Era capaz de morir por una pócima que se supone debía curarlo? ¿No sonaba completamente ilógico?

—¡¿Yo te hice eso?! —La voz de Rin se escuchó de nuevo desde el balcón, donde apenas hacerse notar, el hombre de cenizo cabello le salto encima. Golpeo su cabeza con un puñetazo y sin darle tregua, entorno sus manos sobre la garganta del otro.

Rin trato de sacarse las manos de encima de Bakugō, pero no podía hacer nada contra el agarre fuerte que poco a poco lo dejaba sin aire. Incluso trato de patearlo cuando Katsuki le levanto sin soltar su cuello. A lo que respuesta del otro, fue llenar todo su pecho y vientre de escamas que le protegieran de sus débiles ataques.

—¡Kacchan, basta! —Izuku se puso de pie, camino hasta llegar al cuerpo del otro, donde trato de hacerlo aflojar el agarre— ¡Matarlo no es la solución!

—¡Ya ha hecho demasiado daño! ¡Trato de matarte dos veces y si yo no estuviera preparado esas mierdas de hematomas te matarían! —responde Katsuki.

Deku observo hacia Rin, viendo como poco a poco iba perdiendo fuerzas y sus ojos se desorbitaban a cada segundo.

—¡Kacchan, por favor no lo hagas! —pidió de nuevo.

Ambos se miran a los ojos entonces una vez más. Izuku nota los ojos rojos de Bakugō cambiar. Los ojos de una bestia, de un dragón más específicamente. Con un dorado salpicado en el centro, dando la impresión de ver autentico fuego nacido de la nada.

Puede ver la ira en esos ojos que arde sin compasión alguna, buscando algo que quemar. En ese punto, hubo algo que acelero su corazón.

Porque si lo pensaba desde un punto de vista romántico, Katsuki estaba dispuesto a destruir, por no decir matar, a quien lo lastimo. Sonara extraño, pero también era romántico en un sentido muy cliché.

Saber que le importas tanto a alguien que es capaz de matar por ti. Suena a romance enfermo y dañino, es verdad, pero también sonaba a un gesto romántico. Era complicado explicar esas dos formas de verlo, y él no tenía el tiempo en ese momento o de lo contrario matarían al albino.

Para suerte del albino, el verde logra doblegar al rojo después de pocos segundos donde se miraban a los ojos, y donde Midoriya le suplicaba que no lo hiciera.

Bakugō entonces gruñe y suelta a Rin con violencia para que le duela. Rin al caer comienza a toser y tomar aire de manera desesperada.

—M-Me... Me lo merezco—dice Rin en medio de tosidos.

Bakugō ya no pierde el tiempo con él, y solamente regresa a su mochila donde por fin encuentra un frasco de cristal que contiene un poco de polvo rojo.

Mientras Rin se recupera de su casi muerte, Katsuki regresa a Deku a la cama mientras comienza a juntar saliva en su boca. Una enorme cantidad para ser más exactos.

—¿Qué vas a hacer? —pregunta un algo temeroso pero curioso a su vez Izuku, que mira cómo es que Katsuki hace gestos tan raros con los labios y mejillas.

Pero el otro no le responde por estar juntando la saliva.

—¿Has escuchado que la saliva de dragón tiene poderes? —dijo Rin, acercándose. Pero en un momento se escucha un gruñido de Katsuki en señal de advertencia—. Dragones como Bakugō, tienen una saliva algo... curativa. Pero gran parte de su efecto solamente funciona con algo de polvo de lava.

Deku lo miraba muy intrigado, observo entonces al cenizo, quien movió su cabeza en forma de afirmación.

—Pero... Kacchan dijo que fue sus poderes curativos los que me dejaron así. ¿No es contradictorio?

—No toda la magia curativa funciona bajo los mismos principios. Las pócimas tienen lo suyo, y la baba de dragón con polvo de lava tiene otro—explico el albino—. La magia que habita las venas de los dragones es más misteriosa que la propia magia antigua.

Una vez que termino de hablar Rin, Bakugō abrió el frasco. Lo elevo hasta la altura de su boca y dejo caer parte del polvo en ella.

Katsuki comenzó entonces a mezclarlo dentro de su boca, provocando que sus mejillas se hincharan más y que incluso se viera un extraño brillo por debajo de su piel. Deku se preocupó, pero de inmediato la preocupación paso a un sentimiento raro por decirlo de algún modo, cuando Katsuki abrió la boca y de ella salía algo que físicamente se veía como lava.

Tomo una parte de lo salía con sus propias manos, y corto la lava saliva con los dientes. Una vez que tenía las manos, la fue acercando hasta Midoriya quien retrocedió un poco quizá por mero acto reflejo.

El chico de verdoso cabello observa de nuevo al de cabello cenizo, quien parece pedirle de alguna manera que confié en él. Es así que Izuku se queda quieto y la extraña lava le es untada sobre la piel como si fuera loción.

Siente un agradable calor, como agua caliente relajando los músculos tensos.

De esa manera Katsuki procede a ponerle por todos los moretones que tiene, hasta que finalmente acaba con todo. El único moretón que lo lastimo a la hora de ponerle esa loción, fue el del pecho que le causo muchos piquetes dolorosos.

—Te iré quitando las masas en unos quince minutos. Menos la del pecho, esa deberá quedarse al menos unas horas—explica Bakugō.

—Gracias, Kacchan—dijo Izuku, con una sonrisa amplia que hace ver más abultados sus cachetes de la cara.

Complacido con esas palabras, el mencionado sonríe. Y después vuelve a golpear a Rin de tal fuerza que lo tumba.

­—Eso... eso también me lo merecía—dijo desde el suelo el albino.

—Ya que has estado tan hablador, ahora explica todo—ordeno Bakugō, sentándose al lado de Izuku, ceño fruncido y mirada asesina incluida.

Rin se levanta, con dolor, pero lo hace. Una vez de pie y pedir permiso para sentarse en la silla de escritorio, les permite que le hagan preguntas. Katsuki pregunta primero entonces.

—Ren dijo que no había problema en que me llevara Izuku a mi mundo. Pero ahora tú dices que no puedo. ¿Qué clase de puto juego están teniendo ustedes dos bastardos?

—¿Ren? ¿Dijo eso de verdad? — El albino se quedó pensando unos segundos en los que Bakugō afirmo. E incluso le mostro desde la distancia el cuarzo verde que le dio para que regresara y le resumió las palabras que dijo el de cabello azul. —Eso no... eso no tiene sentido.

Izuku y Katsuki se comparten una mirada, mientras observan como el albino parece comerse la cabeza en búsqueda de una respuesta.

—¿Qué diablos pasa? — dijo Bakugō, ya molesto del silencio del idiota albino.

—Ren es el más listo de los dos. No temo admitirlo—dijo Rin—. Me suena tan raro que te dijera que no había problema... De hecho, desde el momento en que te envió aquí ya había algo raro.

—¿A qué te refieres? —dijo Izuku.

—La manera en la que envió al Señor Dragón fue distinta. Utilizo otro conjuro—continuo—. No es algo que hacíamos siempre. Cuando lo envió, le envolvió en una nube y yo debí jalarlo para traerlo aquí. Usualmente solamente abre el portal y deja que la persona lo cruce o lo que sea que vaya a cruzar es él quien lo lanza... No lo pensé antes.

—Ya nos quedó claro que no eres muy listo—dijo Katsuki— ¿Qué significa entonces?

—No lo sé. No sé qué es lo que mi hermano planeo hacer. Digo, yo nací en este Universo, solo conozco mi propio quirk y cómo funciona en sintonía con Ren, pero Ren nació en tú Universo. Él es magia pura... —Rin sigue pensando, pero por más que trata de entender que fue lo que uso su gemelo o lo que estaba pasando, no podía encontrar respuesta. A veces su gemelo era todo un enigma.

—¿Entonces...? —dijo Bakugō de nuevo. Harto de tanto drama y misterios.

—Yo he cumplido con decirte que hay un riesgo si te quedas mucho tiempo acá y que no puedes llevarte a Midoriya. Te recomendaría que hablaras con mi hermano apenas puedas. Yo lo haré también, tiene que darme explicaciones—dicho lo final, Rin se puso de pie listo para irse al saber que ya no podía decirles nada nuevo.

—Espera... —hablo Izuku— S-Sí Kacchan debe irse en algún momento... ¿Puede volver de nuevo?

Katsuki lo observa bastante intrigado, y por primera vez desde que ha conocido al gemelo albino, no tiene deseos de arrancarle la cabeza. Espera ansioso a que responda.

Rin se mordisquea los labios. No esta seguro de dar una respuesta que pueda ser correcta teniendo en cuenta todo lo que ha hecho su gemelo antes. No quiere darle esperanzas a ese jovencito de ojos verde a quien casi mata dos veces y que le salvo la vida.

—No lo sé—dice—. Pero si debe irse, puede regresar de nuevo. Solo debe esperar a que todo el balance regrese y lo verás, a menos que quieras ser tu el que vaya con él y lleven su relación así...

Con ello finalizado, Rin se despide, asegurándose de qué Izuku seguía teniendo su tarjeta de presentación con su número de celular, en caso de que necesitaran algo.

—Oh, por cierto, deje una flecha aquí arriba que bloquea los sonidos de la habitación por algunas horas—dijo Rin—. Digo, por si quieren aprovechar en hacer algo— después de eso, hizo unos guiños que provocaron que Katsuki le lanzara fuego otra vez.

El albino huyo, siendo cubierto ya por las sombras de los arboles y con la ropa quemada de nuevo.

Una vez solos por fin, ambos se sientan frente a frente sobre la cama. Izuku tiene muchas preguntas y cosas que decirle a Kacchan. Pero no esta teniendo idea de cómo hacerlo o que decirle realmente.

—Quiero llevarte a mi mundo y seas mi esposa—dijo Katsuki, tan directo y sincero como siempre ha sido—. Y si vas a darme un No, créeme que voy a pelear e insistir hasta que me digas que aceptas.

Midoriya entonces ve la decisión en los ojos rojos de Bakugō. Oh, esos ojos que siempre le han mostrado toda el alma de Katsuki. Un alma ardiente, vibrante y llena de orgullo.

—Kacchan... —Eso estaba siendo demasiado para un día. No puede imaginarse como la esposa, corrección, esposo de alguien. De hecho, ni siquiera se había imaginado estando casado con alguien todavía. Apenas podía soñar con la idea de ser un novio. ¿Casarse? Incluso la palabra le generaba un eco por cada rincón de su cabeza.

Ama a Katsuki. Y el dolor de su rechazo fue la prueba de ello. Pero lo peor, es que no si Bakugo se lo pide, de rodillas y un anillo en sus manos, sabe que no podrá negarse mucho. Sabe que su resistencia a decirle "No" a Kacchan es muy poca.

Deku no puede resistirse al amor que vive como las llamas del infierno dentro de él generado por Kacchan.

—Sé que es apresurado pedírtelo, pero te daré razones para que me ames y aceptes. Ten eso seguro, nerd. Te enamorare—E ahí la amenaza más hermosa de todas dichas por Katsuki que no hizo otra cosa más que enternecer a Deku.

Ya te amo demasiado, fue lo que pensó Izuku, mirando a Kacchan. Pero, por más amor que tuviera, no podía renunciar a sus sueños. No debía renunciar a ellos.

Él quería y debía ser un héroe. Tal y como se lo prometió a All Might. Debía ser el siguiente Símbolo de la Paz que salvara al mundo con una sonrisa. Porque ese era su deseo desde muy pequeño. Era un sueño que después de tanto dolor y sacrificio estaba luchando por cumplir.

Sin embargo, ¿un sueño cumplido valía más la pena que estar con el amor de tu vida? ¿Qué tanto se debe sacrificar para lograr lo que deseas y si al final valdrá completamente la pena todo el sacrificio hecho? ¿Valía perder el amor de su vida, por ser un Héroe? ¿Valdría la pena sacrificar todo para llegar a cumplir tu sueño, si eso significaba estar solo?

Muchas preguntas seguían surgiendo una otras otra en su cabeza, tanto que comenzaba a saturarlo. Quizá para muchos sería fácil darles una respuesta, pero no para alguien como él que sobre piensa las cosas todo el tiempo, no era tan simple.

No fue hasta que sintió la mano de Katsuki sujetar su mejilla, que reacciono y le observo de nuevo. Bakugo entonces se inclino hasta llegar a él y besarlo. Algo lento para no lastimar su magullado cuerpo.

Izuku siente que su deseo tambaleo, por esos ojos rojos una vez más.

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Notas: 

No sé que decir en estas notas... Pero, ¡ya hice los separadores y un banner! No son tan bonitos y disculpen si los deja ciegos o algo por la fealdad que tienen~

Ya han comenzado a moverse en el otro Universo, y todo depende de Ren para evitar que sepan que Bakugo no está. Por otro lado, los dos Katsuki no se llevan bien y por primera vez, Bakugo canon siente las consecuencias de sus actos... ¡MOAR DRAMA!

Teniendo el lugar de Dekubb canon, ¿ustedes que harían? ¿Llegarían a la cima de cumplir sus sueños, pese a que estén solos, o renunciarían para estar al lado de quien aman? 

Sin más que añadir, agradezco mucho la paciencia para que actualice, los votos y los comentarios. 

¡Nos leemos!

Att: 

D'Sae 💚

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