Capítulo 12: El Dragón Kase

Las Islas viejas, eran un cumulo de islas que rodeaban a una isla mucho más grande en el cual, en su centro, había un volcán; vigiladas celosamente por un enorme y quizá el más viejo y poderoso dragón que alguna vez haya existido. Anidando en la punta del volcán que bien podría ser igual de viejo que él.

Ambos, durmiendo como era de esperarse, pero con su poder activo para proteger sus islas y su pequeño pedazo de paraíso natural.

Una enorme muralla de nubes y neblina protegían todas las islas de las visitas no deseadas y de los ojos curiosos que buscaran hacerse con los tesoros que ahí se encontraran.

Las rocas que servían para protegerse eran la segunda defensa, y si esta era pasada, siempre estaba un dragón marino que vigilaba las orillas y los cielos una vez pasadas las rocas y las torres de rocas ubicadas estratégicamente para cuidar las islas. Tal y como si alguien las hubiera colocado en esas zonas para proteger el territorio. Aunque no era la única magia que lo protegía, ya que esas rocas constantemente cambiaban de lugar, haciendo casi imposible su entrada.

Para un dragón como Kirishima, era fácil guiarse entre las nubes y la niebla, esto debido al aroma que había de ciertas algas que crecían en las costas. Estas algas desprendían un olor que solo los dragones detectaban. Según las leyendas, ser un dragón era la única manera de poder entrar a las islas. Sin embargo, no cualquier dragón podría hacerlo. Nadie sabía a ciencia cierta porque algunos si podían y otros no podían atravesar ese portal de niebla. Izuku no estaba del todo preocupado por Kirishima y sobre si este lograría pasar. Él estaba seguro de que así sería.

Porque Eijirō fue curado por las plantas medicinales que ahí crecían, y esperaba que esa unión entre la medicina y su poder de dragón, lograran pasar las defensas. Era la primera vez que Kirishima pasaría esa neblina, y aunque él desconocía que no todos los dragones podían pasar, su vuelo fue bastante tranquilo, pero sin dejar de sentir esa sensación de nervios que estrangula en la boca de su estómago.

Fue así, como el enrome dragón rojo voló entre las rocas, esquivándolas con facilidad, pasando la primer y segunda defensa en cuestión de minutos. Izuku simplemente se quedaba maravillado por la manera en la que Eijirō se movía con ágil gracia por entre las rocas; esquivando a tiempo los pilares y sabiendo cuando debía volar alto y cuando debía hacerlo bajo, casi rozando el agua para eludir las rocas. Comenzó a recordar aquella vez que fue con Katsuki a ese lugar, y la manera en la que lo hacía también. Como si de alguna manera ya conociera el camino.

Una vez pasado la barrera, el hermoso paisaje de montañas verdes, de un mar tan azul y cristalino, tan puro que dejaba ver hasta los arrecifes que había entre sus aguas. Incluso se veía a al enorme dragón marino nadando cómodamente en el agua en compañía de otros peces. Árboles y palmeras creciendo juntos como si no existiera las reglas de la naturaleza que privaban la convivencia de otras especies, tal y como si la Madre naturaleza hubiera tenido el lienzo en blanco para hacer de sus mejores creaciones sin límites.

Montañas cubiertas con capas verdes de espesa naturaleza, incluso el volcán estaba lleno de esa espesura. Dragones volando de un lado a otro, como si se trataran de criaturas normales que Vivian en completa armonía con ese espacio. Formando parte dé, y no fuera una especie de criaturas míticas que resaltaban.

Kirishima comenzó a volar bajo, sabiendo que llamaría la atención del resto de las especies. No solamente por su color y sus alas deformadas, sino también por ese olor que desprendía de dragón no nativo de las islas. Acelero el vuelo, llegando prontamente hasta la costa, donde aún transformado, avanzo a pie por el paisaje tal y como Midoriya le indico que hiciera.

Después de todo, era la primera vez que el pelirrojo muchacho pisaba esas tierras.

Las joyas que Izuku llevaban comenzaron a brillar sutilmente, y a atraer la atención del resto de dragones más pequeños que curiosos ante la llegada, se acercaban para mirarlos moverse por los amplios bosques de las montañas.

—¿Cómo te sientes, Kirishima? —pregunto el pecoso, inclinándose lo mejor que podía a su compañero dragón. A lo que la respuesta del otro fue una especie de resoplido—. Sí, lo sé. Yo también estoy igual.

Ambos estaban nerviosos y tensos por lo que significaba estar ahí.

Izuku miraba de reojo a los pequeños dragones y a los demás animales que habitaban la zona acercarse a ellos y mirarlos desde los arbustos y las copas de los árboles.

Los dos avanzan un poco más, hasta que llegan a un punto medio entre la costa y el volcán. Ahí se encuentra una superficie de roca volcánica tallada como una especie de cuadrilátero con runas ubicadas en cada uno de sus lados. Justo más al fondo, estaba una cascada enorme, la cual, alimentaba al resto de las cascadas de la isla por todos los ríos formados a su alrededor. Incluso dos ríos que corrían tranquilamente por los costados del cuadrilátero.

Había antorchas apagadas sobre dos pilares que daban la sensación de haber sido en el pasado una entrada a otro lugar, pero que con el paso del tiempo y quizá una pelea por lo desgastado que se veía, terminaron por ser más parecidos a rocas apiladas a que pilares poderosos.

Izuku bajo del cuello de Kirishima, y apenas poner pie sobre la roca, uno de los dragones que sobrevolaba se acercó veloz hasta ellos. Un dragón de color plata, con la punta de sus escapas de la cola negras al igual que los cuernos que le se formaban por su cabeza como una corona. De filosos irises carmesí sobre un fondo negro que era el resto de sus ojos. Con alas enormes y de escamas negras que a medida que llegaban a las orillas, se volvían blancas. Era de la gama de dragones que poseía cuatro patas.

Eijirō agacho la cabeza, en señal de sumisión y respeto por el viejo dragón. Izuku lo imito colocándose sobre una rodilla y agachando su cabeza de igual modo. Las gemas de su collar brillaron de nuevo, haciendo al dragón plateado resoplar. Ha reconocido las gemas y al usuario que las porta, incluso desde la distancia.

Veo que sigues sin aparearte con el dragón que te dio esas joyas—dijo el dragón de plata extrañamente calmado y en el idioma de los humanos, cosa que llamo la atención del pecoso. Hasta donde su última visita le permite saber, la mayoría de los dragones de esas tierras no usaban nunca, o casi nunca, el idioma de los humanos. Siempre era el idioma antiguo dragón.

Midoriya mordió sus labios, suspirando por lo bajo, sabiendo lo que significaran sus palabras y el hecho de que no se ha apareado con Katsuki cuando el mismo lo prometió. Claro, esas palabras solo quedaron entre ese dragón y él, y siendo sinceros, él pensaba que jamás volvería a esas islas.

—N-Necesito de hablar con To-Torino—solicito en voz baja.

¡No ignores mi pregunta, espadachín! — ante el reclamo, golpeo el suelo con una de sus enormes patas, haciéndoles saltar a los dos por la increíble fuerza, incluso a Kirishima quien era un dragón pesado, termino saltando—. Cuando un dragón te da esas joyas no hay razón que valga para que no exista el apareamiento. Sabía que no respetarías nuestra tradición. Deshonras nuestras creencias y los sentimientos del Dalfa.

—Po-Por favor, yo-

¡Sin excusas! No pondrás un pie en estas islas hasta que no huelas a él tal y como dictan nuestras tradiciones— En ese momento, el pecho del dragón, comenzó a inflarse y a brillar a medida que una luz subía desde su abdomen hasta su garganta.

Izuku tenía su diestra sobre el mango de la espada de All Might para desenfundarla y defenderse del ataque; Kirishima de su lado estaba listo para colocarse entre el ataque e Izuku, utilizando su don como dragón de coraza irrompible.

Calma, mi querido amigo—una voz, que sonaba ronca y muy vieja, se escucho intervenir cuando los dos chicos estaban a punto de responder al ataque del dragón plateado que termino por ser escupido al cielo por la intervención. La enorme llamarada de fuego azul salió de la garganta del dragón, creando un remolino que asusto a todas las criaturas cercanas e incluso detuvo las actividades rutinarias del resto de dragones que sobrevolaban cerca. Deku se cubrió al igual que Eijirō por el calor abrasador que los golpeo. Fue como estar cerca de un volcán o de una fogatada cuyo fuego es completamente incontrolable y golpea con su calor haciendo sudar simplemente por tocar la piel.

Cigoto, que alegría verte. Aunque me temo que no deben ser buenas noticias para que vengas aquí con un mestizo—Torino avanzaba como si aquel fuego no significara nada para él.

—¡Gran Torino! —Izuku alzo la vista, viendo como el anciano, -muy anciano-, hombre llegaba con ellos. Con su bastón y su bata larga. Sus arrugas eran mucho más notorias que la última vez, y su barba había crecido más. Ya no existía ni un solo rastro de cabellos plateados que ayudaban a verle no tan viejo. Ahora solo era una mata de cabello y barba blanca como la nieve.

Este espadachín esta burlándose de nosotros al no aparearse todavía con el Dalfa que le ha propuesto matrimonio. No trates de protegerlo, Sorahiko—Se refirió el dragón, resoplando y sacando humo por sus enormes fauces. Su molestia era notoria, para sus facciones de reptil, e incluso durante instantes, Kirishima pensaba que el dragón los rostizaría y esta vez no fallaría.

—Calma, Kase, estoy seguro que pronto lo hará. Han venido por lo que paso con la espada, ¿verdad?

—¿Cómo es que lo sabe? —Un asombrado Izuku responde.

—Mm. No hace falta que me lo expliques. La energía de la espada esta incompleta, y esta vez no parece haber sido oculta por magia. ¿Qué es lo que paso?

Izuku no sabe por donde comenzar, porque de hacerlo, sabe que terminara convertido en brócoli quemado.

✥﹤┈┈┈┈┈┈┈┈﹥✥

—¿Ren, ¿eh? —dijo Sorahiko, mirando seriamente su pequeño tarro de madera con té.

Una vez que las cosas se calmaron, Kirishima adopto su forma humana y siguió al anciano y a Izuku hasta una cabaña, que quedaba cruzando el rio derecho de la plataforma y que, tras pasar por un pequeño camino de piedras, se encontraba. La cabaña sencilla de un solo piso, pero lo suficientemente amplia para tener al menos tres habitaciones. Sobre una plataforma que la elevaba al menos un metro de la superficie con su plataforma de piedra. Rodeada de algunos árboles, y con un amplio jardín trasero donde tenía cosechas que variaban entre maíz, tomates, hierbas medicinales, entre otro pequeño montón más.

El dragón Kase les siguió y se recostó sobre el amplio espacio verde detrás de la cabaña, aun lado de donde los cultivos de Torino crecían, donde en la pequeña terraza de la misma, los cuatro tenían acceso a una charla. Midoriya conto con todo lujo de detalles lo que había sucedido hace unos días y las perturbaciones que sintió sobre su espada.

Kirishima aporto con detalles igualmente, no quitando su atención del dragón plateado que los miraba. Tal vez no habría sido tan malo de no ser por lo pesado que se sentía su mirada carmesí sobre ellos. Cada uno con una taza de té de hierbas y un par de bocadillos que consistían en pequeñas empanadas rellanas de queso.

­—He tratado de buscar a Kacchan con el vinculo que une nuestras espadas, pero, simplemente es como si hubiera desaparecido—explico Izuku—. No sé exactamente a que se deba, pero sé que el brujo Ren tiene algo que ver con su desaparición. De otra manera no me explico porque esta tan relacionado a esto.

—¿Habías escuchado algo así? —pregunto Torino al plateado dragón, mismo que suspiro.

El Dalfa debe estar en otra dimensión— respondió con simpleza Kase.

—¡¿Otra dimensión?!—hablaron al mismo tiempo los dos menores. Incluso Sorahiko le observo con sorpresa. Pese a que sabe muchas cosas y podría ser uno de los pocos humanos que casi todo lo sabía, escuchar de otra dimensión si que era muy diferente.

—¡¿Eso es posible?!—añadió Kirishima.

Por supuesto que lo es, par de idiotas—regaño y rugió, asustando a los dos chicos—. Nuestras leyendas siempre han hablado de la creación de los mundos y el estrecho vinculo que existe entre ellos. Todos los mundos están conectados de formas que no podemos ver ni tampoco explicar.

—¿Eso quiere decir que las historias de los mundos a través del espejo son reales? —pregunto Eijirō. Él, como muchos otros niños, se les contaban esas historias para que no se les hiciera tan fácil confiar en cualquier brujo que conocieran o hicieran cosas que no debían. Ya que solía decirse que el mundo al otro lado era extraño y horrible, donde todo era a la inversa y pobre de aquel que llegara a ser lanzado a ese mundo. Al menos esa fue la versión que le habían contado a Kirishima.

Nuestros mundos están vinculados con los extraños mundos del espejo. Pero, eso no quiere decir que cualquiera puede viajar a ellos, de hecho, solo un dragón poseía ese poder. Hace muchos años, un dragón se enamoro de una humana; en aquellos tiempos era algo prohibido, sobre todo para uno de los Fundadores— narraba el dragón de plata con suma nostalgia.

—¿" Fundadores"? —pregunto Kirishima.

Eres un dragón, ¡¿Y no sabes la historia de tu origen?! —Kase golpeo la tierra cerca de ellos haciendo que todo mueble de la casa de Torino diera un brinco, incluyendo a los tres hombres que estaban ahí.

—¡L-¡Lo siento, lo olvide! —se defendió el dragón rojo. En su defensa, la historia era bastante amplia, y el conocimiento que retener lo era también. Por lo que recordar todos los detalles a veces era difícil.

—Fueron un grupo de dragones que descendieron desde las estrellas para poblar estas tierras y dispersar la magia que en ese entonces no era más que un caos entre las razas y fuerzas que nadie entendía ni controlaba—explico Torino—. El grupo se conformó por Khaal, Sehen, Eur, y Vin. Mismos que fundaron las tierras que ahora llevan sus nombres.

Cómo decía antes de tu inepta interrupción; Nuestros fundadores bajaron desde los cielos para crear y darle forma a toda la vida que en ese entonces existía como energía caotica. Cada uno de ellos poseía habilidades únicas e irrepetibles. Khaal, el dios dragón de las estrellas, quien controlaba los astros; Sehen, dios de la tierra que moldeo todo nuestro mundo; Eur dios del fuego y la inteligencia, y finalmente Vin, dios de la vida y naturaleza. Crearon el mundo en base a sus poderes, y enseñeron al mundo que en ese entonces no eran más que humanos de madera por el falso dios que en ese entonces buscaba existir. Ellos dieron y formaron la vida, a los seres que la habitan y les enseñaron a sobrevivir y vivir en ese mundo de magia.
Cada fundador falleció con el paso de los eones que crearon este mundo, siendo el último de los fundadores es Eur, quien vive en la cima de nuestro volcán. El fundador conocido como Khaal, el dragón blanco, se enamoró de la humana, cosa que estaba estrictamente prohibida debido a que los humanos poseían almas egoístas y ambiciosas, algo que a nuestros ancestros les quedo claro cuando estos fueron corrompidos por el falso dios. Los Fundadores pensaban que los humanos solamente fingirían amor o tratar de seducirlos para hacerse de su casi infinito poder. Sin embargo, el amor de Khaal era genuino y puro, por lo que, llevo su relación en secreto hasta que la mujer dio luz a dos hijos. Dos gemelos. Ahí es donde nació el primer hibrido que dio origen a los de tu especie, Eijirō—
dijo el dragón. El pelirrojo recuerda vagamente esas historias que se les contaban. Sobre el primer hijo mestizo de dragón, que podía convertirse en humano y dragón. Aunque la sorpresa de que el dragón plateado conociera su nombre fuera más llamativa para él.

El resto de los fundadores no estaba feliz por lo que había hecho, y su amor debía ser castigado. Fue entonces que Khaal utilizo todo su poder para enviarlos lo más lejos posible de aquí. Abriendo un portal en las estrellas, arrojo a su esposa e hijos, pero uno de los pequeño no logro pasar el portal, y murió al caer cuando Khaal no logro atraparlo. La mujer desapareció de las tierras junto al otro pequeño, y ante la devastadora muerte de su hijo mestizo, Khaal se convirtió en un mar de lagrimas que ha dado vida al océano desde entonces a través de nuestra cascada. El resto de los hermanos, conmovidos por el poder del genuino amor, rompieron sus propias reglas y se permitieron amar no solamente entre ellos, sino también con el resto de especies, como una manera de honrar el amor que ninguno de ellos experimento, incluso si eso condenada su existencia. Al final fue esa muestra de arrepentimiento lo que los condeno, como en el caso de Vin y su amor por las criaturas como ustedes, humanos.

—¿Supieron algo de la mujer y el otro hijo? —pregunto Izuku.

Según la historia, la mujer debería estar en el mismo universo donde está ahora el Dalfa. No sé sabe que fue del pequeño y ella, pero se sabe que Eur fue capaz de establecer un contacto medio con ellos mediante el poder tomado de Khaal. Fue así como supimos que el poder de Khaal se dividió en sus hijos de diferentes formas. Mientras uno heredaba el poder de los dragones, el otro heredo su magia. Hace 20 años, un nuevo portal se abrió en los cielos y una estrella cayo de él. A quien ustedes conocen como Ren, fue quien vino de las estrellas.

¡¿Ren es entonces el hijo de Khaal?!—alarmado pregunto el pelirrojo. Izuku deseo con todo su corazón que no fuera. De otro modo, eso significaría que el poder del brujo de cabello azul era mucho más fuerte de lo que estaban pensando.

Es más bien algo como su chozno, hijo de uno de sus tataranietos según su aroma. Aunque el poder que alguna vez fue de Khaal se ha heredado, este se pierde entre más se mezcle con razas inferiores, volviéndolo débil. Cuando ese niño llego a la tierra, la bruja Chiyo Shuzenji, decidió adoptarlo ya que, siendo chozno de Khaal, y su llegada por el portal, dejaba en claro que él también podía viajar por los espejos y de ser así, caer en manos equivocadas podría traer una calamidad mucho peor de la que el Señor Oscuro alguna vez pudo hacer.

Una vez que la historia ha sido contada, los dos jóvenes se miran entre ellos. Preocupados era poco para todos los sentimientos que ahora mismo tenían pasando por sus corazones. Incluso Torino estaba preocupado por lo que eso significaba. Él estaba ahí cuando los dragones tomaron la decisión dejarlo vivir. Más que por la misericordia, era también por el recuerdo del hijo de Khaal. Kase admite abiertamente que Ren tenía mucho parecido con aquel hijo que murió y esa era la única razón por la cual no lo asesinaron; eso y la intervención de Vin que decía que era su ultimo recuerdo de su hermano, Eur no tuvo más dudas ante la intervención, y decidió obedecer. Sorahiko siendo el único humano permitido vivir en esa isla, conoce y conoció mucho de la historia que les dio origen. Alguna vez escucho la trágica vida de Khaal, y lo que la cascada significa dentro de la tribu, pero jamás pensó que sus caminos se fueran a entrelazar. Hasta donde sabia, la bruja Chiyo se iba a encargar de educar y mantener alejado al pequeño descendiente de Khaal lejos de todos, tal y como ella lo hacía.

Pero era claro que nadie contaba con que el Señor Oscuro también conocía las leyendas y apenas ver la estrella caer de los cielos, movió a todos sus mejores hombres para encontrarlo y posteriormente secuestrarlo.

Deku no pudo dejar de culparse, porque era él el causante de todo. Él y su patética decisión de hacer el bien sin importar si eso le molía el corazón, de pensar que las cosas estarían mejor de ese modo y de pensar egoístamente en que Kacchan necesitaba a una mujer tan guerrera como él. Si hubiera aceptado los sentimientos que tanto ansiaba corresponder, nada de esto estaría pasando. Bakugō no habría ido a ver al brujo quien a saber qué, debió hacerle para mandarlo lejos y que jamás pudieran encontrarlo, tomando venganza por la Orden a la que por tanto tiempo perteneció. Kacchan estaría justamente con él ahora, comiendo juntos u organizando las cosas para su muy segura boda.

Todo estaría en su respectivo lugar, y no cayéndose a pedazos, involucrando a todos a una misión peligrosa, cuando han pasado una guerra y los tiempos de paz apenas estaban iniciando.

Kase le había dicho a Deku aquella vez que se vieron, que, si este no aceptaba los sentimientos de Bakugō que él mismo también profesaba por él, un mal augurio se cerniría sobre ellos al rechazarlos por mentiras. Y ahora el pecoso estaba pagando las consecuencias de sus actos.

Amaba a Bakugō, de verdad que lo hacía, pero él siempre pensó en lo mejor para los dos. Y lo mejor para Kacchan siempre debió ser alguien más. No él. Pero jamás pensó en que Katsuki no querría lo mejor, sino que lo quería a él que simbolizaba lo mejor para él.

—Todo esto es mi culpa—dijo Izuku, ocultando su rostro entre sus manos. Deseaba llorar al saber que ahora Kacchan estaba en otra dimensión el solo. Enfrentado lo desconocido, quizá herido o capturado y torturado. No estaba del todo ciento por ciento seguro, pero era lo que estaba en ese momento azotando su cabeza, ya que como a Kirishima, a él también le toco esa versión que les decían lo peligroso y horrible que eran los mundos a través de los espejos.

Te advertí que rechazar una propuesta de matrimonio traería mala suerte a sus vidas. Sobre todo, cuando los sentimientos de ambos están claros el uno por el otro. Deja de culparte, espadachín estúpido, y haz algo—gruño el dragón de plata.

—¿Qué es lo que podemos hacer, Kase? —pregunto Torino.

Si el Dalfa esta allá, necesitamos establecer el enlace. Una vez hecho, buscar al brujo Ren y utilizar su poder para abrir el portal y traer al Dalfa antes de que sea demasiado tarde.

¿Tarde? ¿Tarde para qué? ¿Le pasara algo a Bakugō si no regresa? —Un alarmado Eijirō exterioriza las mismas preguntas que Izuku estaba a punto de hacer.

El balance de las cosas no debe alterarse. Lo que exista aquí, no debe existir dos veces. Nuestras creencias y lo que decían los Fundadores, solían decir que tenía que ver con la muerte del hijo de Khaal. Debido a que los dos hermanos no pudieron cruzar juntos, no debe haber entonces más de dos personas iguales en un mismo universo, hablamos de personas iguales y con iguales almas.

Es decir que... —trato de decir Deku.

—¿Qué hay de los gemelos idénticos y esas cosas? —pregunto Kirishima.

—Como bien pueda ser expulsado de ese mundo, forzado a fusionarse con su versión de allá, o muriendo. No importa cómo, pero solo debe existir uno o... simplemente no existir. Los gemelos o mellizos, quienes nacen así, comparten un alma. Es por eso que ellos no entran en este asunto—añadió Sorahiko.

Si permanece mucho tiempo allá, y termina por ser eliminado, su versión de ese universo igual morirá. Porque el vinculo debe existir de ambos lados, no solo de uno. Incluso si uno de ellos muere como debe ser según el ritmo natural de las cosas, el otro morirá progresivamente a su propio paso después.

—El Señor Oscuro... Ahora entiendo porque estaba tan obsesionado con las runas antiguas y porque perseguía a Vin —dijo Izuku.

Ese sujeto fue capaz de asesinar a uno de los Fundadores, aunque debilitado, lo logro. Sería un horrible destino si es que dos de ellos se reúnen o si dos de ellos coexisten por un tiempo...

—Un momento, si era tan peligroso, ¿por qué dejarlo con vida? —pregunto el pelirrojo— ¿No habría sido más fácil regresarlo a dónde estaba?

Es el balance, niño. Lo que existe una vez, no debe existir dos veces. Esa es la naturaleza. Si el brujo regreso a estas tierras, debe ser por el balance.

Una vez dicho, Izuku recupero parte de su compostura. Ya tendría tiempo que lamentar después por sus decisiones mal pensadas, por ahora, solo quería y deseaba volver a encontrar a Kacchan y asegurarse de que él estaba bien. Si era su culpa que las cosas se volvieran así, era su deber corregirlas. Fue así como Inko le educo y como Yagi le enseño. Hacerse responsable de sus acciones y pagar las consecuencias.

Si Katsuki estaba en peligro, él haría hasta lo imposible para salvarlo. Incluso viajar a otro universo si era necesario.

—¿Cómo estableceremos el lazo? He visto que lo que he intentado no funciona—dice el pecoso— ¿Qué más puedo intentar?

Kase le observa. Ese cambio de actitud le sorprende, aunque no podría esperar menos del que ahora es el espadachín de la espada sagrada. Sus irises rojos escudriñan a Deku esperando ver algún rastro de miedo, o lo que en su defecto pueda ser más mentiras, pero lo que ve en él es el deseo de encontrar a Bakugō de nuevo. Lee su corazón, sabiendo que, por primera vez, no es acallado por las ideas de su cabeza, y late acelerado y vigoroso por moverse en busca de a quien ama.

No hay rastro del pecoso chiquillo nervioso e inseguro que conoció hace años. No hay miedo ni dudas. Solo un valiente espadachín que desea encontrar al Dalfa. Que desea encontrar a su llama gemela. Pese a que le guste ir en contra de sus creencias y sus tradiciones, el corazón de guerrero puro lo compensa lo suficiente para que dragón plateado suspire en resignación. Lo odia y le admira por lo que hace.

No te será fácil aprender estas runas ni el canto de dragón que voy a enseñarte.

—Lo aprenderé. Tal y como lo aprendí antes.

Esos ojos verdes retan al reptil que simplemente vuelve a bufar, molesto por enseñar sus técnicas antiguas a los humanos, sobre todo a ese insolente. Pero no negaría que le hace ganar puntos de admiración justamente por ese mismo hecho. Probablemente lo despreciaría más si Izuku se hubiera rendido.

Kase decide sentarse entonces, mientras Torino se va a preparar algo de comida, esto podría demorar un poco. Kirishima se queda mirando a Izuku quien comienza a desabotonar su chaleco y camisa para quedar con el pecho desnudo. Los collares ahora estando en directo con su piel brillan mucho más, haciendo que, de igual forma, las marcas de las runas antiguas que alguna vez marco sobre su piel para practicar la magia que ese collar le dio, brillan gracias al collar.

Izuku no sabe porque razón es que Kacchan termino por estar en esa otra dimensión. No sabe si fue por decisión propia o si Ren lo envió allá por alguna maldad. Lo que sea que haya pasado, él estaba dispuesto a traerlo ahora. No solo por las personas que lo necesitaban para ser el siguiente líder, ni por sus Padres que estaban moviendo cielo, mar y tierra por encontrarlo, sino porque él mismo no podía imaginar un mundo donde él no exista más.

✥﹤┈┈┈┈┈┈┈┈﹥✥

Ren no tenía recuerdos, o quizá la tenía, pero estos eran confusos y difusos. Incompletas memorias de los últimos días en los que sentía su cuerpo ser movido de un lado a otro, durmiendo en incomodas posiciones y siendo alimentado como un bebe al que se le da papilla. Utilizar un conjuro tan poderoso en poco tiempo era un desgaste para cualquier brujo, sobre todo para él, quien no estaba tan relacionado con los conjuros de magia prohibida que Toga conocía.

Ser forzado a utilizarlo fue todavía peor. Porque eso solamente acrecentaría la fatiga mental.

En el amanecer del cuarto día de su viaje, su consciencia al parecer por fin había regresado completamente a su cuerpo y por fin estaba siendo consciente del espacio y tiempo que lo rodeaban. Despertó gracias a una sacudida que dio Jin mientras descendían por una pendiente.

Resulta que iban caminando por un fragmento bosque, probablemente por la línea divisora de Vinea y Kuuzen, eso debido a la forma de las hojas en los árboles y el tono de césped que crecía cerca.

—¿Falta mucho? —escucho decir a Toga.

—Al menos dos días más de viaje. Si mal recuerdo cerca de aquí estaba la cabaña de Magne... —secunda la voz de Dabi, quien observa con un catalejo su alrededor. Himiko aprovecha para estirarse y hacer que sus articulaciones hagan sonidos que parecen dolorosos por lo feo que han tronado ante sus movimientos para relajar sus contracturas— Ah, ahí está. Andando.

Dabi sin pensarlo dos veces avanza, seguido de Jin y finalmente Toga quien se queja por su adolorido cuerpo y el hecho de tener que moverse una vez más.

El sol prontamente cala sobre el rostro de Ren, quien se ve obligado a moverlo y ocultarlo en el cuello del zombi. Su ultimo recuerdo fue sentir la mano de Himiko sobre sus labios, mientras que ella le hipnotizaba para que obedeciera las palabras de su conjuro e hiciera que los muertos de Jisuberi se levantaran de la arena. Fuera de eso, el resto es borroso.

Mientras se deja llevar, no evita suspirar. Con todo y el dolor de cabeza que martillea su cerebro en la zona media, sabe que no tiene escapatoria. No ahora. Y menos con las circunstancias a las que lo han metido.

Y muy en el fondo de su corazón, sino fuera por la necesidad de reunirse con su gemelo, jamás se habría tomado tantas molestias en ayudar a Bakugō, o de saber lo complicado que todo iba a tornarse, probablemente no lo hubiera hecho. Muy seguramente le habría dado un suero para forzar la manipulación mental en Midoriya y este aceptara salir con Katsuki sin pensarlo. O le habría dado un remedio para el corazón roto.

De saber todo lo que iba a pasar y todo lo que estaba pasando ahora, del dolor y la vergüenza de ser llevado como un simple costal, una simple muñeca a la cual forzar cada que deseaban...

Ese dolor solo se estaba justificando por ver a Rin. Oh, su gemelo...

Se preguntaba: ¿Qué debería estar haciendo ahora? Seguramente estaría preocupado por no tener noticias suyas en un tiempo, aunque no sabe cuánto exactamente. Sabe que no tardara mucho en tratar de llamarle y si no contesta, y sigue sin contestar, esta seguro que Rin trataría de abrir un portal para salvarlo, y eso solamente terminaría en la muerte de alguno de los dos. Rezo entonces a los dioses porque no lo haga.

Solo espera que no haga ninguna estupidez mientras no está, y que no haga nada imprudente que arruine sus planes. No podrá liberarse de sus captores, y sus únicas esperanzas están que el príncipe Todoroki lo salve o los dragones lo encuentren, o que los villanos cometan un error y lo asesinen.

A esas alturas, Ren de verdad no sabe que sería mejor.

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Notas: 

¡Tarde pero siempre! Es mejor que tarde, pero nunca (?)

Lamento mucho las tardanzas, pero, ya saben como es la vida de adulto responsable, trabajador y estudioso (?) sjsjsj 

Me he creado todo un mundo medieval que da origen al canon y los superpoderes. Porque, cachen, que el hijo de Khaal tuvo descendencia en el mundo humano canon. Solo que su poder estaba oculto y sellado, y como dice Kase, entre más avanza más se debilita. Es decir, que cuando el poder esta débil, el sello no funciona y eso lo libera. Por eso surge el bebé que brilla 👀 Ya ven como me tengo todo planeado (?????) JAJAJAJA Mucha lectura de la creación me tiene mal... 

En fin. No tengo más que añadir. Ya en nuestro siguiente capítulo veremos que es lo que sucede con los dos Bakugo otra vez, y que hará Rin para ver a su hermano... No es como que vaya a hacer una estupidez... ¿o si? 

Muchas gracias por su paciencia, por sus comentarios y apoyo. ¡Nos leemos! 

Att: 

🧡 D'Sae 💚 

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