Capítulo 4: Primera Explosión: Emoción
—Bro, cálmate... —dijo Kirishima, mirando a Katsuki ir de un lado a otro completamente molesto, que, si fuera humanamente posible, incluso estaría dejando salir espuma como un animal rabioso.
—¿Por qué tanta bronca contra ti mismo? Creí que eras un ególatra y que no amarías algo además de ti, bueno, y quizá a tu hermosa novia—dijo Kaminari antes de recibir un tremendo golpe por parte de Bakugō.
—¡¿PODRÍAN CALLARSE PAR DE TRAIDORES?! —les grito.
Mientras Kaminari se sobaba del golpe en la cabeza, Eijirō bajo el rostro como cachorro regañado. La razón detrás del grito, era que ambos chicos habían ido con el otro Bakugō durante el almuerzo de ese día. E incluso habían tenido el "descaro", -según Katsuki-, de invitarlo a la mesa donde estaban. Justamente cuando él les había "pedido", que no se le acercaran porque sospechaba mucho de él.
Ahí iba la última vez que trataba de hacer algo bueno por alguien porque le importaba.
No era quién para ordenarles con quienes podían o no juntarse, pero esa petición fue dentro de los estatus de amistad que él, al ver que son sus más cercanos amigos, podía decirles. Pero no. Esos idiotas se fueron con su mala copia a pasar el rato.
—Bro, solo queríamos ir para... ah... —Kirishima pensaba, tratando de defender que no eran traidores. Hasta que Denki hablo.
—¡Queríamos sacarle información! —dijo el rubio, salvando a su crush de cabello rojo. Quien apoyo el comentario.
Bakugō simplemente rodo los ojos, sabía que mentían.
—Bien, entonces díganme: ¿Qué averiguaron sobre él? — el silencio le siguió tal y como un intercambio de miradas entre los dos chicos— Lo sabía.
—¡No nos pidas que sepamos todo de un solo golpe! —dijo Kaminari— Ni siquiera por todo el tiempo que tenemos contigo te conocemos bien. De no ser por las cosas te sacamos a la fuerza, ni siquiera sabríamos que te gusta la comida picante o el montañismo.
En medio un gruñido mezclado con un suspiro, Katsuki se sentó en la silla del escritorio de Kirishima, ya que estaban en su habitación, discutiendo de los sucesos de los días pasados y del tremendo incidente de esa tarde que lo había obligado a ser arrastrado lejos.
Habían pasado justamente cuatro días desde el arribo del otro Katsuki. Apareció el lunes por la tarde, y justamente ahora, ese jueves por la tarde, Bakugō había estallado provocando una pelea en la sala común que termino con varios muebles quemados, vidrios de los ventanales rotos y un Izuku que se metió para frenarlos y termino casi noqueado.
De no haber sido por Kirishima que se colocó como escudo para proteger a Deku, del hielo de Todoroki que los detuvo en su lugar, de las cintas de Sero quien junto a la electricidad de Kaminari, no sabrían en que habría terminado todo aquello.
Todo había comenzado el martes siguiente. Bakugō salvaje no se despegaba mucho de Izuku, ya que alego que el aroma de Midoriya era igual al del Izuku de su mundo y eso le gustaba lo suficiente para estar tranquilo. Aquello no tenía sentido para muchos hasta que añadió: "Mi forma dragón puede salirse de control. Ya que es como un animal dentro de mí que no siempre puedo controlar." Con ello dicho, nadie se quejó y no hicieron más preguntas.
En las clases, se sentaba al lado del pecoso viéndolo estudiar y trabajar, mientras que él se dedicaba a hacer alguna pregunta ocasional o simplemente dormir debido a que todo eso le resultaba "aburrido".
Para la hora del descanso también estaban juntos. Comían juntos y siempre podía ver a varios compañeros suyos estando cerca y escuchando sus anécdotas de supuesto héroe que era. E incluso algunos alumnos más pasaban cerca solamente para ver el espectáculo de los dos Katsuki.
Monoma había aparecido para burlarse, hasta que Kendo lo noqueo y se lo llevo, disculpándose por su comportamiento y deseándole suerte al otro Bakugō para que pudiera regresar a su mundo.
Ya que, no era exactamente un secreto lo que paso, aunque la mayoría de cosas que se rumoraban no eran precisas, y menos el ver a un Dragon surcando los cielos cercanos a U.A.
Como lo odiaba.
Las siguientes horas de clase fue más de lo mismo, todo hasta el final de ellas. Después de eso, venían las prácticas y los entrenamientos de quirk, donde el Dragón se limitaba a mirar o pasearse por ahí. Algunos momentos intercambiando palabras con Aizawa y All Might.
Así durante los siguientes días hasta ese jueves.
Cada vez veía a Deku muy unido a él. Notaba las miradas que Izuku le daba y esos sonrojos que aparecían en sus pecosas mejillas cada que había un intercambio de miradas entre ellos y su copia le sonreía a Izuku de forma ladina. Veía los nervios en Deku, como trataba de ocultarse con los brazos y como su otro yo trataba de sacarlo de su escondite para verlo y provocar más el rojo en el rostro ajeno.
Como lo odiaba, de nuevo.
Aunque gran parte de eso, sabía que era su culpa. Él podría ser el causante de esas sonrisas, de esos sonrojos, de esas miradas enamoradas que llevaba Deku en el rostro. Él podía haber sido la razón y quien lo molestara por estar colorándose hasta las orejas.
Pero la rechazo. Y ahora pagaba por eso.
—Es lo mejor. No queremos a ese nerd— Solía pensar Katsuki en esos momentos.
—Bakugō, sabes que confiamos en ti y que pocas veces te equivocas en las cosas, pero—Kirishima estaba teniendo cuidado con lo que iba a decir, y con una mirada rápida dio a entender a Kaminari de que se preparara detrás de él por si lo peor les pasaba al confrontar al rubio— ¿No crees que quizá estés celoso porqué ahora Midoriya pasa tiempo con alguien más? Bueno, aunque sea una versión tuya, no eres tú realmente y por eso estas... ¿celoso?...
La verdad era difícil explicar ese último punto. No solo por el tema de los dos Katsuki, sino porque muy en el fondo, Kirishima estaba confiado en que su bro sentía algo por Midoriya, por más que lo negara.
—¡¿Qué mierda estas diciendo?! ¡Me importa un carajo con quien este ese maldito nerd! ¡Podría ser novio del maldito mitad-mitad o de la cara redonda o cualquier otro bastardo extra y a mí no me importaría en lo absoluto! ¡Recuerda que tengo una novia! —respondió, con una vena marcada sobre su cuello y un par más en sus manos que dejaban salir humo— Simplemente no confió en ese idiota. Algo se trama o algo está tramando, y por eso lo odio.
Eijirō y Denki se comparten una mirada. No solamente por la forma en la que Bakugō se expresó de sí mismo, sino por la manera en la que estaba llevando las cosas.
—Quizá tengas razón. ¿Quién mejor para saber que planeas que tú mismo? —dijo Denki— Pero de todos modos no creo que debas ponerte en ese plan. Mira lo que ocasionaron tú y él hace unas horas...
Después de todos los días pasando momentos donde él miraba desde lejos como es que su otro yo y Deku compartían tanto y se miraban con cierto amor, justamente ese jueves es que el límite había sido excedido y no pudo controlar más ese sentimiento que juraba no eran celos.
Ese día no hubo un entrenamiento de práctica, así que muchos se fueron al dormitorio a hacer tarea o simplemente estudiar o vagar.
Él, en un intento de darse calma u olvidar todo lo que estaba viendo esos días, fue a la cocina en compañía de Kirishima y Kaminari.
En la cocina estaba Todoroki comiendo helado, junto a Sero y Tenya que charlaban de algo trivial. Jirou le estaba recomendando unas canciones a Koda según alcanzo a escuchar y finalmente, en la cocina donde todos miraban, estaba Deku sirviendo helado mientras tenía a Katsuki con capa detrás suyo.
Demasiado pegados. Demasiado cariñosos.
Bakugō recuerda que se quedó quieto, observándolos con ira. Y aunque él juraba, que apenas su versión más grande lo vio, fue que comenzó con el comportamiento inapropiado, aunque nadie podría respaldarlo porque nadie lo vio.
Apenas el otro Bakugō viera a su versión joven, comenzó a darle besos a Izuku por el cuello. Haciéndolo "reír", mientras las manos contrarias se movían por la cadera y el pecho en un intento de seguir "haciéndolo reír" con esas caricias. Deku no lo veía como algo malo en ese momento ya que no había notado la presencia del Katsuki de su mundo.
Pero la gota que rompió toda cordura del más joven de los dos Bakugō, fue cuando el mayor de ellos giro el rostro del pecoso para besarlo. No fue un beso profundo y sucios, solamente una unión de labios que por un momento llego a incluir lengua.
Ahí fue cuando la cordura que retenía a los celos-no-celos se esfumo y termino por lanzarse contra su otro yo a golpes y explosiones que venían de ambas partes.
Pelearon con explosiones, con golpes y patadas, rompiendo todo a su paso sin importarles nada. En medio de gritos y maldiciones.
Deku trato de separarlos, pero una explosión que colisiono entre ambas palmas lo mando al piso terriblemente desorientado al hacer que se golpeara contra el suelo también. Kirishima entonces entro en acción, socorriendo a Izuku y cubriéndolo del resto de los estallidos de los otros dos que no pudieron controlar.
Pobremente notaron lo que paso, Todoroki ya los tenía congelados de las piernas hasta la cadera. Sero les lanzo cintas para atraparlos y atarlos del torso para arriba; paso las cintas a Kaminari quien les dio una potente descarga eléctrica para hacerlos detenerse.
Los noquearon, y finalmente cada uno termino en un sitio. Katsuki en su habitación, y el otro Katsuki en otra habitación tan alejado como fuera posible de su contra parte más joven.
Bakugō joven no dejaba de pensar en eso y en lo que sus ojos vieron por pocos segundos en esa pelea. Justamente en ese momento donde su atención no fue hacia su contrincante, sino hacia Izuku quien estaba en el piso.
Verlo ahí, casi inconsciente a causa suya y con una de sus enigmáticas playeras chamuscada, tuvo algo a lo que su Madre llamaría: culpa.
Y fue peor cuando sus compañeros debieron proteger a Deku de él. Todos sabían que su relación no siempre fue la mejor, pero de todos modos existía un límite para su quirk, porque sabe lo peligroso que es sino lo maneja bien. Ver a sus compañeros frenarlo a la fuerza para que no lastimara, era un golpe doloroso a su orgullo y a sus inestables emociones.
—Oye, Bakugō, ¿estás bien? —dijo Kirishima ante el silencio y la mirada perdida del contrario cenizo.
Katsuki levanto entonces el rostro, con el ceño fruncido y gruñendo.
—Me voy a mi habitación—dijo poniéndose de pie—. Quede en... en hablar con Camie.
Eijirō y Denki lo ven irse mientras azotaba la puerta a su espalda.
—No te parece que... —dijo Kaminari.
—¿Qué no esta contento con su relación? Desde que nos anunció que era su novia—responde el pelirrojo— Sé que ella lo hizo reír, eso dijo Todoroki, pero... después de eso, no he visto que pase esa magia de nuevo. Se ve tan infeliz.
—No entiendo porque no acepta a Midoriya—dijo Denki—. Se nota que lo quiere, pero es demasiado idiota con sus emociones.
Kirishima le dio la razón.
Tal vez la inteligencia en clase no fuera lo suyo, pero si la inteligencia emocional. Y ellos sabían que Katsuki no era feliz en esa relación. O no al menos como quería que todos pensaran.
Para cuando Bakugō llego a su habitación y azoto su puerta, se dejó caer sobre su cama. Tomo su móvil al cabo de unos minutos y atendió los mensajes de su novia. Todos ellos eran de ella preguntándole como estaba y como había ido su día. Tan amable y cariñosa como siempre.
Respondió lo mejor que pudo. Porque ella era su novia y él la quería.
Paso varios minutos hablando con ella por mensaje, hasta que por fin Camie le pregunto si podía llamarlo para escuchar su voz. Accedió a una llamada con ella, y así quedo. Escuchándola hablar de su día, de lo que le paso y opinando tanto como podría hacerlo con algún monosílabo ocasional.
—¡Debiste verla! Su traje era demasiado absurdo. Los profesores tuvieron que pedirle que volviera a mandar otra solicitud para hacerlo mejor— decía la rubia toda risa por el teléfono— Bueno, he hablado de mi por un largo rato. ¿Qué hay de ti? ¿Qué paso hoy, cariño?
—Nada interesante. Estudiar, entrenar—Mintió Katsuki.
—¿Solo eso?
—¿Esperabas algo más?
—Mmm, no. La verdad, viniendo de ti no. ¿Sabes? A veces siento que soy solo yo la que está poniendo de su parte para que esto funcione— Ya estaba empezando de nuevo con sus comentarios— Quizá debamos tomarnos un tiempo. No quiero sentirme como una pérdida de tiempo para ti. Sí, estarás muy guapo y bueno, pero no pienso ser tu juguete.
—No digas estupideces, maldita sea... —gruño, sentándose en su cama. Sintió el corazón pesado, y que estaba cediendo demasiado su orgullo por una relación. Por una mujer. Ni siquiera a su Madre le dejaba mancillar tanto su orgullo como lo hacía con Camie ahora y el resto de veces— Tengamos otra maldita cita. ¿A dónde jodidos quieres ir?
—¡Uju! ¡Otra cita! — la escucho reír— Bueno, antes de lo de la cita, nuestra preparatoria ira a la U.A la siguiente semana por unos cursos que van a impartir. ¿Recuerdas que te dije, ¿verdad? — Bakugō había olvidado ese detalle. Habría unos cursos con Héroes extranjeros donde hablarían sobre cómo se manejaban en otras partes del mundo el trabajo de Héroes, lo importante que era aprender otros idiomas y demás cosas. Sería una especie de Feria, con muchos invitados— Se nos permitirá quedarnos en sus instalaciones los días que dura el evento, así que estaba pensando...
—Aja.
—Qué te parece si... —Hubo una pequeña pausa en la que Katsuki casi podía sentir como sonreía cual gato rizón— ¿Podría quedarme en tu habitación? Tú, yo... Juntos.
Bakugō se sintió frío en ese momento. ¿Le estaba proponiendo "eso" de verdad? ¿O solamente quería irse a su habitación a dormir? ¿Acaso Camie estaba preparada para intentarlo? No, él debía estar equivocado. Debía de estar malentiendo a Camie y lo que le estaba proponiendo.
Malditas hormonas y malditas mujeres con sus mensajes confusos.
—¿Qué?
—¡Vamos! Somos jóvenes, y yo aprendí muchas cosas de la última clase de sexualidad. ¡Quiero intentarlo! —Sabía que Camie era atrevida, pero no tanto. —A menos que no quieras llevar esto más serio y solamente estés jugando conmigo. Que te advierto que, si es así, Katsuki yo te juro que-
—Sí, está bien. Lo que sea—Gruño.
—¡Maravilloso, cariño! ¡Ya verás que esta experiencia será emocionante! ¡Y no te preocupes por los condones, yo los compro!
Él guardo silencio. Y ella continúo hablando un rato más diciéndole que de igual modo podrían salir el sábado como dijo. Quedaron en verse en el centro comercial e ir a comer. Hasta que colgaron. Bakugō entonces se quedó mirando el techo de su habitación de nuevo. ¿Cómo haría "eso" con Camie? Corrección: ¿Por qué putas acepto?
Ciertamente estaban en ese punto de la juventud para explorar lo que sus cuerpos podían dar dentro de otro entorno que no fuera un campo de pelea. Las hormonas en constante ebullición, y que, si tenían todo el conocimiento para prevenir cualquier cosa, podrían disfrutar lo que la inexperta juventud les ofrece de modo seguro. Disfrutar los placeres carnales antes de que la vida adulta los consuma o los mate, lo que pase pasara primero.
Pero él no quería esos placeres con ella.
El porno le daba erecciones decentes, sobre todo cierta categoría sucia que comenzaba con "G" y terminaba en "Gay". También es cierto que era algo difícil usar sus manos debido a su quirk, pero había un pequeño y sucio juguetito oculto en sus cajones cuya forma de vagina no le resultaba tan atractiva, pero era eso o dejarse el falo con olor dulce de la nitroglicerina no explotada. Tenía incluso ya sus videos favoritos dentro de la categoría prohibida, que, a juego con ese juguete, terminaba en generosas descargas, aunque no siempre eran tan satisfactorios. Siempre terminaba con una sensación de culpa e incomodidad por ver a otros hombres haciendo esas cosas.
Pero su incomodidad no duraba mucho... y mucho menos cuando se imagino esos labios parlanchines y ojos verdes. En ese momento descubrió quien encendía su libido, quien le hacía soñar hasta ese punto, e incluso cuando aparecía alguna escena romántica en el porno, lo imaginaba a él.
Deku, fue el único capaz de hacer que su corazón diera brincos y golpeteos intensos, así como encender su excitación hasta el punto de hacerlo gotear la ropa interior y querer arremeter la cadera como un animal.
—Deja de pensar en ese inútil nerd. Esto es lo mejor para los dos... — dijo en voz alta, cerrando los ojos con fuerza. Ya no tenía que pensar en Deku. No tenía que pensar en nadie que no fuera su hermosa novia y el futuro que le esperaba a su lado.
Camie sería una hermosa esposa; tendrían hermosos hijos. Y su vida sería perfecta de esa manera al lado de ella y su titulo como el Héroe Numero 1.
En su corazón no había lugar para Deku. Ni ahora ni nunca.
¿Verdad?
Solo había lugar para Camie. Porque era su novia y él la quería.
En otra habitación, Bakugō con capa estaba sentado sobre el piso. Bufaba cada tanto, bastante molesto por lo que había pasado. No solamente había sido interrumpido por su maldita versión enana, sino que también había herido a Deku y se vio obligado a ser enviado a una habitación lejos de él.
Justamente cuando había logrado hacer que Izuku aceptara sus sentimientos, y le dejara besarlo y tocarlo, tenía que aparecer su maldito otro yo para arruinarlo todo.
No dejaba de pensar en que, se suponía que su otro yo no quería a Deku, tal y como el Deku de su mundo no quería nada con él.
Para matar el tiempo, decidió ir a espiar a su otro yo. Si tenía suerte y el Kirishima de ese mundo era tan despistado como el suyo, dejaría la puerta de su balcón abierta.
Y así fue.
Katsuki estuvo escuchando atentamente su charla y lo que su otro yo gritaba. Alegando que tramaba algo.
—Solo tramo robar a Deku.
Respondía mentalmente a los comentarios ajenos. Todo normal hasta que el otro Katsuki se fue a su habitación y Bakugō con capa lo siguió. Pero no podía escuchar nada porque, si era responsable y tenía su balcón cerrado.
Sin embargo, un simple cristal no era defensa para su agudo oído de dragón, así que escucho la charla con esa mujer Camie. Le pareció curioso que su versión de ese universo eligiera a Camie como pareja, teniendo en cuenta que ella en su universo lo odiaba y lo culpaba por la muerte de Shindō. No escucho toda la charla, ya que a la mitad le pareció demasiado aburrido.
Decidió alejarse del balcón e ir a espiar ahora a Izuku que estaba sentado sobre su cama recibiendo atención de Uraraka, Momo, Todoroki e Iida. Quienes preocupados insistían en quedarse con él, pero Midoriya y su sonrisa tan hermosa que convencería a cualquiera de saltar por el techo, los hizo salir de su habitación para quedar solo.
O al menos él pensaba que estaba solo hasta que los toquidos al vidrio llamaron su atención.
—¿Kacchan? ¿Estás bien? ¿No tienes heridas, o sí?— Bakugō en ese momento pensaba en cómo podría añadirle más puntos de amor a ese nerd si estos ya eran infinitos dentro de él— Vi como Kaccha-Bakugo-Kach... —hubo silencio, y después añadió:— te estallaba el costado del vientre...
Bakugō no dudo nada en sujetarle por el rostro, presionando sus mejillas abultadas y generando una expresión divertida y adorable en Izuku. Analizo sus expresiones y asegurándose de que no tuviera ninguna herida. Solo tenía un pequeño golpe en la frente, bastante bien oculto por toda la maleza de cabello verde que poseía.
—Deja de preocuparte por mí, soy un maldito dragón—dijo, levantando el cabello de Deku para ver el hematoma— Nada puede herirme.
Una vez finalizo de hablar, lamió la zona dañada de Midoriya, haciendo que soltara un pequeño quejido ante el contacto. Eso debería ser suficiente para que su saliva ayudara a bajar la hinchazón. De algo servía tener la sangre de Dragón y los miles de años de antigüedad junto a su mágico y no conocido poder.
—Siempre te está gustando resultar herido en todo momento. ¿Qué clase de masoquista eres, nerd?
—¡No soy ningún masoquista! —Se quejo, dando un pequeño golpe al hombro de Katsuki con capa. Bakugō solamente se rio.
Repentinamente, Bakugō atrapo a Deku entre sus brazos. Debido a la diferencia de estaturas que siempre los ha seguido a ambos, Izuku quedo justamente a la altura del pecho. Hundido entre sus pectorales.
Por el lado contrario, Bakugō se inclinó un poco para enterrar su rostro en el cabello del otro, aspirando su aroma con fuerza.
—¿Kacchan? —pregunto Deku ante el repentino acto de cariño. La respuesta que tuvo fue un ligero aumento en cuanto a la fuerza del abrazo, como si con eso le dijera que no cuestionara sus actos.
Lo cual funciono, Midoriya se dejó abrazar. Permitiendo ese intercambio de calor mutuo, ese arrullo con el latir tranquilo del corazón de Katsuki, y finalmente su aroma que le nublaba casi cada sentido, permitiendo que sintiera que estaba en el mejor lugar del mundo entero.
En el lugar perfecto, especial y, sobre todo, feliz.
En otro punto, se encontraba Bakugō. Había tenido un leve y pequeño recuerdo de cuando estaba con el otro Izuku. A quien molestaba por ser bajito y quien también había golpeado su hombro en algún momento de confianza.
A ese Izuku que recordaba era igual de masoquista y que siempre estaba haciéndose daño.
Él no quería recodarlo. Porque ese Izuku no lo amaba como a quien tenía en sus brazos, entregándose felizmente a su amor correspondido.
Ese Deku es el que se merecía. Ese Deku debía ser amado por él, y él amado por Deku.
Así debía ser el balance.
Un rato más en que estuvieron despiertos charlando, Izuku le recordó a Bakugō que debía intentar de nuevo hablar con Ren. Mismo que durante los últimos días no había respondido a sus intentos de comunicación con el espejo. Cada vez que lo intento, solamente había una bruma en el espejo hasta que esta misma se deshacía completamente sola.
Lo que provocaba cierto sentimiento agrio en Bakugō. Algo debió pasar y, sus instintos que rara vez fallaban, le decían que no podían ser del todo buenos.
Usaron el espejo que Momo les hizo, (bajo una mentira blanca), y Katsuki dibujo su tatuaje de nuevo sobre la superficie.
—Nunca me has contado, ¿Qué significa tu tatuaje, Kacchan?
—Katsuki— responde, viendo su brazo por algunos segundos, para seguido volver a mirar el espejo.
Y ya, eso fue todo. A Izuku de verdad no debería sorprenderle que tan narcisista podía ser el cenizo, pero de igual modo se sorprendió por ello. Ya estaba imaginando toda una historia de tradiciones de los Dragones, llena de simbolismo y un complejo significado. Pero no. Nada más alejado de la realidad.
Los dos vieron como el dibujo del espejo se deshacía sobre la superficie, abarcando todo el espacio hasta que el reflejo se veía borroso.
Bastaron un par de minutos para que la imagen de cierto chico de cabello azul apareciera. Pero este no tenía nada de cabello azul. Su cabello se veía totalmente lacio hacía abajo y sin sus característicos picos rebeldes, con el mismo tono cenizo de Katsuki. Sus ojos se veían rojos, pero las facciones de su rostro eran diferentes. Tenía un moretón en la mejilla, una cortada en la ceja y algo de sangre seca por la comisura de su labio derecho.
—¡Mi Señor Dragon! ¡Hola! ¿Cómo se encuentra? ¿Todo bien en su nidito de amor? —Ren hablo rápido que fue difícil de entender para los otros dos.
—¿Qué demonios te paso? —dijo Bakugō, notando las heridas y alcanzando a ver de fondo que el brujo no estaba en su cueva sino, en una especie de lugar hecho de madera.
Ren se rio, demasiado nervioso para el gusto de Katsuki que sabía que algo no estaba bien. Incluso Izuku se preocupó por él y por la cara que estaba haciendo el cenizo, no auguraba nada bueno.
—¿Recuerdas que dije que ganaría tiempo? No está saliendo tan bien como esperaba... —Ren comenzó a toser con brusquedad. Una tos seca que les hizo pasar saliva a los otros dos, ya que sonaba a que se desgarraba la garganta contraria.
—¿Lo encontraron? ¿Tan rápido? ¿Y qué carajo le paso a tu apariencia? — dijo Katsuki.
—Pidieron ayuda a Hawks. Ese idiota puede encontrar la aguja en un maldito desierto... —El brujo volvió a toser— Tome una pócima que me daba tu apariencia por unos momentos, pero estas pócimas siempre me sientan mal y me destruyen el interior—Eso ya explicaba el asunto con la sangre de sus labios— Hable con... —la mirada roja se fue hacia el Midoriya que estaba al lado de Katsuki y Ren se mordió el labio antes de hablar— Hable con ellos, y al principio todo salió bien. Pero tu grupo llego y Kirishima descubrió que no eras tu por el maldito aroma...
Bakugō maldijo e Izuku no entendía tan bien.
—Logre mantenerlos a raya, pero no se cuanto pueda resistir mi poder. Por suerte ni Nejire, Tamaki o Uraraka están con ellos, eso me da ventaja. Pero no se cuanto más... —Antes de que pudiera terminar de hablar el brujo, un estadillo se escuchó de fondo, seguido de unas palabras dichas en otro lenguaje que bien podría asimilarse a un cantico mágico— ¡Carajo!
Ren se alejó del espejo, dejando a los otros dos.
Se escucharon estallidos, y más gritos en un lenguaje desconocido para Izuku. Al menos fue desconocido cuando uno de los conjuros que dijo Ren sonó a su idioma.
—"El alma hueca de un brujo, se divide. ¡Os levanta la falsa voluntad de servir! ¡De pie, golems míos! ¡Servir a su falso dueño!" —Después de eso, hubo estruendosos sonidos y tierra que se movía. Como un mini terremoto.
Katsuki e Izuku se intercambiaron una mirada con notoria preocupación.
Ren apareció de nuevo, su cabello ya se veía azul.
—Tengo que irme... Tamaki y Nejire aparecieron junto a Mirio, han derrumbado mi primera línea de defensa—dijo entre jadeos— Te llamare cuando este a salvo.
Ni siquiera dio tiempo a Bakugō de decir algo más cuando la comunicación se terminó.
Hubo silencio después de eso. Deku había tomado el espejo de las manos de Kacchan, y lo dejo sobre su escritorio, se mordisqueaba los labios y no sabía que hacer o que decirle al cenizo. Sabía todo lo que estaba pasando y por eso se sentía peor.
Una parte de él quería pedirle que se fuera. Aunque eso significara que doliera y calara hondo en su corazón de nuevo; era lo mejor. Sabía que, si se iba, todo estaría en calma en su otro universo y no matarían a ese tal Ren que no tenia culpa de nada.
Pero otra parte como siempre suele pasar, no quería que se fuera. La estaba pasando bien con él y ese amor tan dulce que estallaba en sus corazones. No quería que desapareciera por más egoísta que eso pudiera sonar para algunos.
—Kacchan...
—No, Deku—respondió—. No pienso irme. Y no me importan las mierdas razonables que digas para hacerme volver. Yo no me iré de aquí sin ti.
Midoriya sintió las lágrimas juntarse en sus ojos. ¿Por qué estaba siendo tan difícil tener un amor correspondido? ¿Por qué todo en su vida debía ser complicado a tal punto de romperlo siempre?
Avanzo hasta llegar con Bakugō y abrazarlo, dejando que el rostro de Katsuki se hundiera en su pecho y este le abrazara igual.
Sabia que los Héroes deben tomar decisiones difíciles por el bien de la mayoría, pero aquello era demasiado para su herido corazón que lo único que buscaba era un momento de paz y felicidad al lado de la persona que amaba.
—No quiero que te vayas—dijo Deku— No quiero...
—No me iré nerd—respondió Kacchan—. Y si debo irme, te llevaré conmigo.
Izuku no pudo responder a eso. Por más que había tratado de encontrar una respuesta a ese problema, sobre dejar su sueño e irse con Katsuki, no podía. Amaba ambas cosas por igual, y era difícil querer renunciar a una de ellas.
Si decidía quedarse, Bakugō debería irse y seguir con su vida en ese otro universo donde quien sabe qué podría pasarle.
Si se iba, sería feliz al lado de Kacchan con una vida en un reino mágico y hermoso, libre del mal y con nuevas tradiciones que conocer; pero terminaría decepcionando a su Madre, a All Might, Torino y a todas las personas que han creído en él como héroe. Dejaría al mundo a merced de All for One y de Tomura. Y él jamás se permitiría eso.
Ambas cosas le dolían si renunciaba a ellas.
Y no era fácil elegir entre las dos cosas que amas.
Deku solamente pudo abrazarlo un poco más fuerte, y contener las lágrimas.
Ya suficiente dolor ha sido por ese día, y lo que más deseaba en ese mismo instante era quedarse dormido en los brazos de Kacchan; olvidar que existían los problemas y un mundo al cual enfrentarse fuera de esas paredes de su habitación.
Solo quería olvidar un rato.
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Viernes por la tarde, una hora antes de comenzar con los entrenamientos prácticos, Aizawa había tomado cartas en el asunto con respecto a la pelea de los dos Katsuki. Aunque quisiera haberlos castigado antes, la situación era que no pudo hacerlo debido a las pistas del paradero de Rin y su presencia en los lugares boscosos cerca de Musutafu.
Entre más pronto le encontraran, mejor sería para todos.
Pero ahora que estaba al mando de nuevo y que las siguientes pistas del misterioso hombre de mascara estaban cubiertas por la Policía y otros Héroes capacitados, decidió que sería una buena idea poner algo en práctica teniendo en cuenta la habilidad del mayor de los Bakugō.
—Apenas terminen de cambiarse, los dos Bakugō vienen conmigo directamente. Ustedes solos—advirtió Aizawa en el vestidor masculino—. Los estaré esperando fuera, no tarden.
Con ello y una fuerte mirada, se marchó del vestidor dejando a los chicos solos y con un ambiente silencioso e incómodo para todos que comenzaban a cambiarse.
Katsuki con capa se quedó entonces observando y recargado en uno de los casilleros solos. El resto de los chicos se cambiaban con algo de dificultad, ya que sentían que estaban cambiándose junto a un desconocido.
Claramente no todos estaban de ese modo. Todoroki y Shoji, por poner un ejemplo, se cambiaban con normalidad, ya que ellos no veían diferencia con los dos Katsuki para sentirse incomodos. Todos eran hombres, a fin de cuentas.
—Tus ropas son demasiado ajustadas, Deku—dijo Bakugō con capa, delineando con el índice los músculos que estaban resaltando del cuerpo de Izuku debajo de la tela verde—. Deberías de usar algo más... —mientras finalizaba de hablar, su índice se movió hasta abajo, justo a centímetros del trasero del otro, donde delineo sin pena la parte superior de la ropa interior ajena que se notaba muy ligeramente.
Antes de que Izuku, avergonzado y rojo hasta las orejas le diera un manotazo por estarse propasando en público, la firme y enguantada mano del canon Katsuki, le detuvo. Sujetando firmemente la muñeca de su otro yo con las firmes intenciones de hacerle daño, ya que incluso su mano comenzaba a dejar una marca rojiza en la piel contraria.
Tenía una peligrosa vena en la frente y otra en el cuello señal de su ira acumulada.
—Deja de manosear a Deku—sentencio, con un tono calmado pero que erizo los cabellos de todos de una manera aterradora. Incluso Todoroki se sintió inquieto por ese tono que uso.
Una cosa era el Bakugō gritando a todo pulmón que los mataría como usualmente siempre hacía, pero existía una curiosa y muy marcada diferencia cuando ese mismo Bakugō usaba un tono calmado, pero tan malditamente amenazador que en ese momento sabias que tu vida corría mucho peligro a manos de ese rubio.
Su contra parte mayor y con capa no evito gruñirle. Se conoce. Y sabe que su advertencia de ese modo era de temer, porque no había mayor seriedad que esa en su persona, que no necesitaba de gritar que los mataría para saber que verdaderamente lo haría.
Aparto su mano de la contraria, pero sin dejar de verse.
Solo estaba bastando una chispa para hacer que todo volviera a estallar como la vez pasada. Donde ambos Katsuki se liaban a golpes como sino existiera un maldito mañana.
—Vámonos ya—dijo Katsuki joven tan tranquilo, pero con el ceño fruncido y sin apartar la mirada de lo que haría el otro. La suerte de que Aizawa estuviera afuera esperando y que de saber que volverían a pelear, los castigaría con toda la brutalidad permitida, fue que ambos Bakugō salieron en completo silencio sin mediar más palabras o miradas.
Solo salir y dejar el ambiente en un tenso silencio, y un Midoriya terriblemente preocupado.
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Nadie lo habría esperado. O quizá sí.
Una vez que toda la clase A llego al campo de entrenamiento, varios de los profesores estaban ahí, incluyendo a All Might y a Aizawa. Pero sin la presencia de los dos Katsuki.
—¿Estas seguro de que es una buena idea, Aizawa? —dijo Yagi en un susurro para su colega profesor y Héroe. Estaba de acuerdo en que los dos jóvenes deberían de tener un castigo por su mal comportamiento y por haber herido a uno de sus compañeros, pero no estaba seguro de que el castigo de Shota fuera el mejor.
—Será una manera en la que ambos deban llevarse bien, y también les servirá a los niños como un entrenamiento básico en los Héroes—Shota dirigió una mirada hacia el rubio, quien solamente pudo suspirar—. Bien. Su entrenamiento de hoy será un poco más especial al acostumbrado.
Aizawa comenzó a caminar hacia donde estaban sus alumnos, teniendo la libertad de mirarlos a todos de uno a uno, notando las distintas reacciones de todos.
Desde la estoica mirada de Shōto, hasta las miradas curiosas de Tsuyu.
Una vez que finalizo sus palabras, presiono el botón del radio que saco de sus ropas, mientras decía:
—Listo.
En pocos segundos, fuertes oleadas de viento y un potente rugido, salieron desde las nubes en dirección hasta donde estaban ellos.
La enorme forma de dragón de Bakugō apareció, tocando tierra con sus garras y lanzando de vuelta otro enrome rugido que hizo temblar los edificios del campo, así como rompiendo otros más.
Miradas llenas de sorpresa no se hicieron esperar, de igual modo las dudas del por qué aquel Bakugō estaba apareciendo así.
Pero pronto todo sería explicado, y más cuando vieron al más joven de los dos Bakugō encadenado y colgando del cuello del dragón.
—¡¿Kacchan?! —dijo Deku una vez que los vio, pero sin saber si lo decía o por el Kacchan dragón o por el Kacchan Héroe.
—Su entrenamiento, o, mejor dicho, misión de hoy, tendrá dos formas de ganarse... —dijo Aizawa— O vencen al dragón, o salvan a Bakugō. Cualquiera de los dos objetivos significara la victoria.
Hubo miradas de sorpresa, confundidas, pero sin duda alguna el único pensamiento de toda la clase fue el mismo y generalizado...
Debía ser una broma.
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Notas:
I'M BAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAACCCCCCCCCCCCCCCCCCCKKKKKKKKKKKKKKKKK
¡QUE GANAS TENIA DE VOLVER! ¡MÁS QUE VOLVER, QUE YA EMPEZABA A OLVIDAR COMO EDITABA MIS ESCRITOS FEOS! AAAAAAAAAAAAAAAA
De verdad, extrañaba muchísimo escribir. Honestamente jamás deje de hacerlo, siempre estaba buscando la manera de escribir y seguir, de hecho ya me compre una funda con teclado para el celular y poder seguir escribiendo en todos lados. Ujuju uvu
Sé que quizá sea un capítulo corto, pero tuve que cortarlo para darles más capítulos y no tratar de abarcar todo lo que quería en uno solo saltando pedazos y resumiendo cosas...
En fin, me despido por ahora, no sin antes recordarles que, como ahora en Wattpad al parecer esta habiendo una purga, pueden seguirme y seguir los fics en AO3 o en FF, donde me encuentran igual como "Midna" Por si algo llega a pasar...
Sin más que decir, me despido dejando este link a este hermoso fanart que le hicieron al fic con una de sus escenas más bonetas djfkdgjd
Creditos y agradecimientos por el fanart milexnay
https://www.instagram.com/p/B51aN-ZF-Ub/?utm_source=ig_web_copy_link
Si el link les da problemas, pueden buscarle como "lenniah_uwur" en Instragram. Su grandiosa creadora que se tomo el tiempo de hacer el fanart ;u; ( HIZO A KACCHAN CON SUS MEJILLAS LLENAS DE POLVO DE LAVAAAAAAAAAAAAAAAA A QUE BONETO YO LO AMO) JKDKSLFJSKDFJGDGJ
MUCHÍSIMAS GRACIAS DE NUEVO (≧∇≦)
Ahora sí, sin más que añadir, me despido por ahora ~~
¡Nos leemos!
Att:
D'Sae
PD: ¡ESTOY DE VUELTA AUNQUE SEA EN FORMA DE FICHAS, DIGO, AUNQUE SEA TARDE!
PD: Me gusta poner titulos raros (??)
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