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Son las diez treinta de la noche. En todas las cafeterías aguarda alguien en busca de taxis. Sin embargo, una chica espera un Uber junto a sus amigos. La chica se abraza así misma en el terrible frío de la noche. Es lo que muchos considerarían “bonita”. Tiene el cabello largo sobre los hombros, mejillas redondas y labios curvos. Su costosa chaqueta de cuero no es suficiente y está desesperada por irse. Pero sabe disimular. Siempre ha sido buena en guardarse las cosas para sí misma. Ahora mismo siente celos por su amiga y sus planes de boda. Casi refleja la envidia en su rostro pero sonríe veloz.
Un mensaje de texto calla a todos y ella mira abajo.
Desconocido: Ya estoy aquí.
Un auto negro reduce la velocidad frente a ella. Todos miran, curiosos.
—¿Min Yongsik? — Pregunta la conductora al bajar la ventana del asiento pasajero.
—Sí, soy yo. Entro en un momento. Me despido de mis amigos.
—No hay problema. — La conductora asiente y sube la ventana.
La chica voltea hacia sus amigos y estos le preguntan si realmente no quiere ir con ellos al restaurante, pero ella insiste en que mañana hay examen en la uni y repasará.
—Bueno, ¡adiós, Min! Avísanos cuando llegues.
Una de las amigas despide. Todos mueven sus manos como “adiós” y ella también. —Lo haré. — Promete.
La conductora mira el retrovisor. Observando a la cliente entrar.
—¡Hola! — Suspira agotada la chica.
—Hola.— La otra sonríe con los ojos porque tiene un cubrebocas negro. A diferencia del país en el que está, es americana.
*N/A: La actriz que puse como la conductora de UBER se me hace muy tierna. Su nombre es Daisy Edgar Jones💖
*La actriz para la cliente es Go-Minsi ✨*
Mientras el viaje procede en silencio, Min mira a través de la ventana. Se ha puesto audífonos para entrar en su propio mundo. En esta solitaria vida, la música era su mejor amigo.
Y poco a poco, comienza a dormir. Hasta quedar noqueada. La conductora de Uber le iba a ofrecer una de sus botellas de agua, pero saca provecho del momento y cancela el mapa en la pantalla. Toma la curva a la derecha e ingresa una ruta que el mapa marca como desconocida.
Las luces del auto desaparecen del ojo humano. Y el auto negro se hace uno con la oscuridad. Después de una hora o dos, el auto se detiene. Y Min abre los ojos. Inhala soñolienta y frota el lado de su cabeza con dolor. Había usado el panel de la puerta para dormir y fue un grave error. No sabe cómo lo usó.
Al mirar alrededor, se da cuenta de que está dentro de un bosque. Al carro no lo rodea nada más que árboles. —Dama. Esta no es mi casa. ¿Dónde estamos? — Para cuando voltea, la conductora muestra un reloj pausado en veinticuatro horas con cinco minutos. Los dígitos en rojo.
—Tienes veinticuatro horas para huir de mí y cinco minutos para salir del auto y esconderte. Cuando pasen los cinco minutos, iré a cazarte.
—Espera, ¿qué? — Min sonríe esperando que sea una mala broma. La mujer presiona el botón de comienzo y los minutos se reducen. —Dama, yo... No entiendo nada.
—Entonces eres presa fácil. — La mujer recarga un arma real. —No puedes llamar a la policía. Ellos están a mi favor. Estaciones de policía, bomberos, urgencias, todo está a mi favor durante veinticuatro horas. Solo debes esconderte.
—P--Por favor.
—Cuatro minutos.
La chica mira afuera y vuelve a mirar la conductora. Min sale corriendo del auto y trata de llamar a una de sus amigas, pero no hay señal en esta área. Corre tan rápido como puede y quiebra hojas bajo sus zapatos. Incluso ramas. Todo el rato mira atrás.
En cada vistazo ve a la mujer fuera del auto sacar unas cosas del maletero: dónde hay más armas.
Min agranda los ojos y pone un contador en su teléfono. —Si salí en cuatro minutos entonces deben ser tres minutos. Voy por tres minutos casi para dos. — Murmura falta de aire. Tiene el corazón en la cabeza y el fuego en los muslos.
El contador llega a 0 y en ningún momento ha visto una carretera. —¡¿Qué?! — Ella susurra sin tener a dónde ir y se oculta tras un árbol. Se adhiere a él como una pared y mantiene su teléfono en el bolsillo de su chaqueta. Lo que a ella le costó tres minutos andar, la conductora alcanza en menos de un minuto y posa a pasos largos detrás del árbol.
Mira alrededor con el arma en mano y sigue el camino colina arriba.
Min tiembla horrorizada, pero al mirar a la derecha ve las luces de un camión pasar los árboles. Significando que debe haber una carretera cerca. Se dirige a las luces cuando las hojas a su lado estallan y al mirar atrás, la conductora está ahí. Arma humeante como un cigarro. Min grita desesperada e intenta alcanzar el otro lado de los árboles. Las lágrimas corren por sus mejillas e instantáneamente queman del frío.
Logra esquivar las balas y agarra una roca de alrededor. Sin dejar de correr, le tira una roca a la conductora y afortunadamente, golpea su cabeza. La conductora tropieza y cae sobre su espalda entre gruñidos.
Min sigue corriendo hasta salir a la carretera y pararse frente el camión. Cruza los brazos arriba su cabeza y grita: «AYUDA. AYUDA POR FAVOR. » con pares de brincos. Las luces la iluminan por completo. El conductor del camión abre la puerta y sale.
—¿Estás bien? ¿Qué pasó? — El conductor pregunta.
—Alguien quiere matarme, ¡ayuda por favor!
—Pero ¿te siguen por algo que hiciste? ¿Me meteré en problemas si te ayudo? — El señor entra en alerta.
—... Qué. — Min susurra, llorosa.
—Es que no quiero morir por salvar a quién no lo merece.
Min llora y quiebra la voz, pero la conductora de Uber sale de los arbustos y la rodea del pecho con un brazo. Amenazando su cabeza con el arma.
—Usted sí que es inteligente. — La mujer sonríe através del cubrebocas mientras le sangra una sien y su víctima se retuerce. Gritando tanto como puede.
El camionero regresa al vehículo y permite que la conductora se la lleve. Las observa con algo de culpa, pero se autoconvence diciendo que esos no son sus asuntos.
Min es tirada a rodar por el césped hasta quedar de costado y agarrar puñados de tierra. Sangre cae de su nariz y las lágrimas no paran.
—Por favor... — Alarga las palabras. —¿Por qué hace esto?
—No te lo tomes personal. — La conductora la apunta. —Es solo porque quiero.
Le dispara.
UBER.
Book recoge los vasos y platos vacíos de los clientes. Ya no hay nadie en el restaurante y a él le toca cerrar. Lo cual será en unos minutos. Él usa una camisa manga corta y un delantal negro sobre sus pantalones. Para cuando limpia una mesa, alguien toca en la puerta de vidrio y él alza la mirada.
Quién lo espera es alguien mucho más alto y de tez bronceada. El chico sonríe con un piercing en el labio superior y el cabello largo hasta los hombros. Era todo un rebelde comparado con Book, pero ambos se conocen desde la secundaria. “El Dúo Malcompuesto” les decían. Porque uno era el chico que las chicas morían por tener y el otro, lo intentaba. Pero nunca tuvo éxito con las chicas. Y para ser honestos, su mejor amigo siempre le pareció atractivo. Pero, como siempre, nadie quiere arruinar una buena amistad.
—T-r-a-j-e P-o-l-l-o. — Mímica tras la puerta y muestra una cajita de pollos. Él trabajaba para ese lugar haciendo delivery y el lugar era regido por sus padres. Book sonrie formando un “¡Ok! ” con su mano.
Al dejar las luces apagadas en y salir, se sientan en los escalones afuera de la tienda. Ambos comen los ricos muslos de pollo. Sus labios se llenan de grasa, pero a ellos no les importa. Solo saborean.
—¡La comida de tus padres es sabrosa! — Book saborea.
—¿Quieres que te adopten?
—¿Pueden?
—Nah. Soy su hijo favorito. No quiero competencia.
—Maldito.
Ambos ríen y Book sigue comiendo. —¿Ya acabaste tu turno?
—Ay, sí. — Force exhala tirando la cabeza para atrás. —No podía esperar a terminar. Qué molesta son la gente. ¿Cómo te fue a ti?
—Me fue igual, supongo. Uno trata de ser generoso... Pero la gente no lo permite. — Book imita su gesto.
Force endereza la cabeza y lo mira. —¿Sabes? Eres la única persona, fuera de mi familia, con la que puedo ser yo mismo.
—Ah. Qué curioso. Porque yo también. — Book voltea a verlo. Abriendo sus ojos. Ambos comparten sonrisas labiales y Force es el primero en desviar la mirada.
—¿Vas a ir a tu otro trabajo hoy? ¿Siquiera tienes tiempo de dormir?
—Oye, las deudas no duermen. Además duermo los sábados y domingos. — Ambos agarran otro par de muslos en la caja y comienzan una épica batalla de pollos dentro de la caja.
—Te llevaré.
—Siempre lo haces.
—Dejate ganar de mi pollito.
—Estás loco si piensas que lo haré.
—Ya no es divertido.
—¡Porque desmantelé tu pollito!
—... A mí me gusta la piel por encima.
—Tonto.
Vuelven a reír como los buenos amigos que son y Force lo lleva atrás suyo en la motocicleta. Ambos recorren las oscuras carreteras entre miles de automóviles, pero Book se abraza fuerte a su amigo. Ambos con cascos. Uno de ellos personalizado para Book. Tiene pequeñas orejas de panda y al centro lee "Book" con letras recortadas de una revista. Cada tamaño de mayúscula a minúscula. La de Force era completamente negra con franjas rojas.
Force se detiene frente al trabajo de guardia de seguridad de Book. —Mírate. De camarero a guardia de seguridad. Tienes una doble vida. — Susurra dramático Force.
—Es lo que hago para vivir. — Book le muestra la lengua antes de quitarse el casco y ofrecerselo.
—Cuando salgas. — Force deja a medias la oración para que Book la contesté.
—Tomaré un Uber y te avisaré. Cuando tú llegues a casa.
—Me daré un baño aunque esté demasiado vago para hacerlo y te escribiré que llegué sano y salvo.
Book sonríe. —Anda. Cuidado por ahí.
—Claro, amor. — Force le vuela un beso en broma y toma el casco de Book. El recién mencionado sorna y camina hacia la cabina.
*N/A: Damn it, ¿les sorprendió el camionero? Damos comienzo a "UBER" la historia que promete suspenso, adrenalina & acción. ¿Qué les ha parecido? Me encanta cómo ellos se tratan😍✨💖*
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