La primera vez que Shinsou escucho de los estudiantes de intercambio fue de boca de sus compañeros de clase, y no por sus habilidades, sino por su atractivo. Al parecer los italianos tenían como lugar de reunión para su almuerzo un espacio del patio que se podía ver casi perfectamente desde la ventana de su salón. El tan solo miró con curiosidad por todo el alboroto que estaban haciendo sus compañeros y debía admitir que atractivos se quedaba cortó, aún con sus uniformes escolares parecían recién salidos de una revista de alta moda, algo sobre ellos capturaba tu atención y hacía casi imposible el poder sacar tus ojos de ellos, desde entonces Shinsou comenzó a comer en su puesto en la ventana su almuerzo y si de vez en cuando veía en la dirección de los chicos era pura coincidencia.

La segunda vez que escucho de ellos fue después de un incidente donde villanos se infiltraron en la escuela. Ahora no solo eran atractivos, sino que lo suficientemente fuertes como para derrotar por su cuenta y sin ningún tipo de ayuda a villanos y hacerlos huir por dulce vida.

Por un segundo mientras los veía compartir pensó que así era como se suponía que los héroes debían verse, de seguro ellos tenían increíbles singularidades acordes con sus personalidades y apariencia. En ese momento como por arte de magia una barrera se formó entre ellos, y él, siendo como era actualmente, atrapado en estudios generales no podría acercarse jamás a futuros héroes que brillaban como el sol.

La tercera vez que escucho de ellos fue cuando alguien se unió a su pequeño grupo, lo que era extraño ya que aunque no parecían completamente cerrados al mundo, algo sobre ellos por lo general lograba que el resto mantuviera su distancia de ellos. El hijo del segundo mejor héroe, fue su nuevo miembro, y Shinsou no pudo evitar creer que desde un principio alguien como él, con un quirk poderoso, influencia en el mundo de los héroes y considerablemente atractivo para ser honestos, siempre estuvo destinado a formar parte de ese grupo.

Y mientras llenaba su cabeza cada día más con este tipo de pensamientos un día sin querer chocó con el que a su parecer por lo que logró observar era el centro de aquel extraño grupo que lo tenían fascinado.

- ¡Tu! - Le llamo al verlo y enseguida sus ojos color avellana se llenaron de curiosidad y emoción infantil al verlo, como un niño abriendo un regalo en navidad.

Durante el corto periodo de tiempo que compartieron su cerebro hizo corto circuito y sin saber cómo actuar o reaccionar termino por usar su singularidad en ella. Al darse cuenta de lo que pasó enseguida se sintió mortificado ¡Ahora de seguro le odiaría! ¡¿Porque tuvo que estar tan nervioso?! Ahora incluso si por algún milagro lograba entrar al curso de héroes una posible amistad con la chica y su grupo sería imposible.

Se repitió una y mil veces que debía encontrarla para disculparse pero cada vez que recordaba esto, ya estaba escapando de la castaña, realmente no quería ver sus ojos cuando le reclamara por usar su singularidad de villano en ella.

Estaba tan concentrado en evitar a Tsu que olvidó por completo que ella nunca estaba del todo sola, y que por lo tanto también debía evitar a sus acompañantes, tales como el hijo de Endeavor que lo echo al agua en cuanto le vio.

A diferencia de lo que creyó la italiana no le juzgo por lo que hizo, ¡Lo halago! ¡E incluso se ofreció a ser tu tutora! Shinsou no podia creer su suerte. Claro hasta que fue al primer día de tutorías y Todoroki le vio con pena, para luego sacarse la ropa y comenzar a huir, todo esto sucedió en un minuto y cuando escucho un rugido detrás de él entendió el sentimiento y la huida lo de la ropa no del todo pero... Eso no evitó que saliera huyendo detrás del chico con cabello bicolor, quizás no pensó esto del todo bien.

Nota de la autora: Hey estaba pensando~ que como los lunes actualizo The angel and the beats podría hacer de un día a la semana para cada una de mis historias~ ¿Cuando les gustaría que actualizara está? Como tengo varios capítulos podría ser dos días a la semana