❤ ፧ 𝘁𝗿𝗲𝘀 • 🖤✦⁾

Decir que Yeonjun estaba molesto sería quedarse muy corto, sentía sus orejas arder en vergüenza y rabia.

Aquellas chicas eran suyas, no entendía porque tenía que compartirlas con aquel extraño sujeto.

Vió al más pequeño de entre los dos, lamer uno de sus dedos, después de tomar un snack en su boca.

La mirada del individuo, buscó la suya antes que una coqueta sonrisa tirara de sus labios, haciendo a Yeonjun desviar la suya, observando con interés en cualquier dirección donde no estuviera aquel tipo.

Toda su molestia radicaba en que Yeji le había pedido a Beomgyu que la ayudara a subir el cierre de un nuevo vestido de Lia al probárselo.

Encerrándose en el baño junto a ella, para supuestamente "ayudar".

Fue en ese momento en que Yeonjun fue golpeado por tremenda revelación.

Tal vez, aquel tipo ni siquiera era gay realmente, y era sólo un pervertido quien quería tomar su parte del trato con las chicas, justo como estaba haciendo él.

Su sangre prácticamente hirvió en molestia al pensar en esto, ¿quién se creía que era? 

Tenía que admitir que aquel sujeto era un buen actor, durante algunas horas el estuvo totalmente convencido de que aquel cretino era un homosexual.

Yeonjun volteó nuevamente en dirección al ordenador buscando algo de música, que no fuera algún opening de series animadas o OST que delatara sus pasatiempos.

—¿Todo bien? —sintió el mentón de aquel homosexual más falso que los pechos de Kim Kardashian apoyarse sobre su hombro, a la vez que le oyó preguntar, demasiado cerca de su oído para el gusto de Yeonjun.

Una de las manos de aquel tipo, igualmente posándose sobre su hombro contrario, con un tipo de confianza que Yeonjun no recordaba haberle brindado.

Él pudo sentir el dedo pulgar del invasor acariciar la parte posterior de su cuello, mientras su agarre permanecía sobre aquel lugar.

—Todo bien —admitió Yeonjun—. Aún no decido que poner 

—Tengo algo en mente que podrías poner, ¿te interesa saber? —comentó con una sonrisa traviesa dibujada en su rostro.

—¿Es una adivinanza? —preguntó interesado.

—Si eso lo hace más divertido para ti, entonces sí —respondió.

—Algo en mente —balbuceó Yeonjun pensando en ello.

—Te estás tardando demasiado —susurró deslizando sus labios por el lóbulo de la oreja de Yeonjun.

—Sólo espera —negó—. Algo que podrías poner... —mencionó en un susurró apoyando su codo sobre el escritorio mientras daba algunos golpecitos en su cabeza, intentando encontrar la respuesta.

—Apuesto mi vida a que se refiere a poner tu pene en el —un nuevo susurro se oyó en su otro oído, esta vez proveniente de Chaeryeong, quien había apoyado su mentón sobre el otro hombro de Yeonjun, apartando la mano de Beomgyu 

—¿Es mi pene? —preguntó interesado a Beomgyu en un susurro.

—Puedo vivir sabiendo que hiciste trampa al adivinar, si al menos lo intentas ahora que lo sabes —susurró nuevamente Beomgyu.

—Yo en tu lugar aceptaría —susurró Chaeryeong.

—¿Por qué estamos susurrando? —preguntó nuevamente en un susurro Yeonjun.

—No lo sé, sólo lo hago porque ustedes lo hacían —respondió Chaeryeong igualmente en voz baja.

—¿Puedo ver? —susurró Yeji apoyándose sobre el escritorio, e inclinándose para obtener algo de la complicidad que tenían los presentes, y de paso brindándole un buen vistazo de sus pechos a Yeonjun, quien no parecía estar sufriendo al observar detalladamente la escena—. Les juro que no molestaré, seré como un mosquito en la pared —mencionó en un nuevo susurro.

—Van a meterse en problemas con Lia —susurró Ryujin, apoyando su mentón por sobre el hombro de Chaeryeong—. Ella dejó muy en claro que Yeonjun es de Soobin 

—Es lo que dije, por que así es —aclaró en un susurro Lia, uniéndose a la conversación.

En este punto estaban todos susurrando sin razón aparente, ya que además de ellos no había alguien más en la habitación.

—Deberían besarse con escándalo —sugirió Yeji.

—O para romper la tensión —comentó Chaeryeong.

—O podrías tú besar a alguna de las chicas —sugirió Yeonjun a Chaeryeong relamiendo sus labios.

—O podríamos hacerlo de manera grupal —sugirió Yeji.

—No le den más azúcar a Yeji, por favor —suspiró Ryujin—. Nadie besará a nadie.

—¿Excepto por ellos? —preguntó interesada Chaeryeong, señalando a Yeonjun y Beomgyu.

—Sí quisieran hacerlo, ya estarían en ello —aclaró—. Sólo déjalos en paz 

—Dormirán juntos, ¿no? —preguntó interesada Yeji.

—Supongo que sí, ya que tu dormirás conmigo y Ryujin con Chaeryeong — respondió Lia.

—No quiero dormir con Chaeryeong —se quejó Ryujin—. Sus manos son demasiado inquietas 

El cuello de Yeonjun giró casi por completo, sin tener nada que envidiarle a la niña del exorcista al oír esto último.

—Soy sonámbula —comentó Chaeryeong, deslizando su lengua por el interior de su mejilla.

—Que conveniente —bufó exasperada Ryujin.

—Esto es discriminación sexual, si fuera un chico no estarías quejándote —señaló 

—Ella cuenta cómo un chico gay —chasqueó la lengua Yeji.

—No soy gay, y me incomoda que ella haga ese tipo de cosas —se quejó Ryujin.

—Tu discriminación me duele —comentó Chaeryeong con un gesto lastimero dibujado en su rostro.

—No es discriminación, sólo quiero tener mi espacio.

—¿Qué clase de idiota busca espacio en una pijamada? —preguntó incrédula Yeji.

—Ryujin —respondió rápidamente Chaeryeong, recibiendo una mala mirada por parte de la antes mencionada—. Ella preguntó, yo sólo respondí

—Ya dejen el escándalo —comentó Lia—
 Necesito mi encargo —mencionó a Beomgyu.

—Aquí está —le entregó una bolsa de papel, la cual ella recibió de inmediato hurgando en esta—. Trajiste adhesivos depilatorios, creí oírte mencionar que no conseguías encontrarlos.

—Los encontré el último día —señaló.

—Tenemos planes para esta noche —comentó sonriendo amplio Lia viendo los adhesivos.

—Ya estoy viendo por donde empezar —comentó Beomgyu observando parte de las piernas de Yeonjun, al tener estas extendidas aún sentado sobre la silla de escritorio.

Los ojos de Yeonjun parecían a punto de escapar de sus cuencas, esto no era parte del trato.

De ninguna puta manera iba a dejarse depilar, ni sus piernas, ni cualquier otra parte de su cuerpo.

—Prefiero que no —comentó llamando la atención de las demás—. No hago esas cosas porque... —balbuceó— a mi ex novio no le gustaban esas cosas y aún no consigo superarlo —intentó recurrir a la lástima nuevamente— no quiero cambiar nada, porque todo me recuerda a el 

—Awwwww, me muero —comentó con una expresión comprensiva Lia—. Cariño, no es necesario que lo hagas si no estás preparado, sé lo duro que es superar una ruptura.

—¿Por qué rompieron? —preguntó interesado Beomgyu.

—Él me dejó porque —su mente parecía ir a mil por hora intentando inventar algo— iríamos a universidades diferentes y la suya quedaba en otra ciudad, él a diferencia de mi, no creía en las relaciones a distancia.

—Eso es horrible —comentó Beomgyu acariciando su cabello, mientras Yeonjun sentía el terrible impulso de querer morder su mano para que se alejara—. Mi última ruptura también fue espantosa, pero todo pasa por algo, cariño.

—Está bien si necesitas desahogarte —Lia tomó las manos de Yeonjun entre las suyas.

—¿Cuál era su nombre? —preguntó Chaeryeong.

Yeonjun no se sentía capaz de pensar en algo en esos momentos, y obviamente decirle que el tipo se llamaba Naruto o Gokú no era una opción.

—Lee Heeseung —balbuceó dando el nombre de su vecino fetichista, que a su parecer era de lo más creíble en comparación con sus personajes de anime.

—¿Lee Heeseung? —preguntó Ryujin—. ¿No es aquel tipo raro y antisocial que estudia música? 

Todo tipo de pigmentación escapó del rostro de Yeonjun, haciéndole lucir más blanco que un papel.

—¿Es ese Lee Heeseung? —preguntó curioso Beomgyu.

Yeonjun repentinamente estalló en llanto, balbuceando cosas sin sentido, sintiéndose acorralado 

—¡Ese infeliz! —comentó molesta Chaeryeong—. Ni siquiera esperaba marcharse, sólo buscaba un motivo para romper contigo.

Yeonjun simplemente se dejó consentir, prácticamente hundiendo su rostro en el pecho de Chaeryeong al ser consolado.

Aquello era lo más parecido a tocar el cielo para él, sentía a Lia frotar su espalda mientras Chaeryeong le envolvía entre sus brazos buscando darle algo de contención.

El relamió sus labios sintiendo el dulce aroma de aquellas diosas, colarse en sus fosas nasales.

—¡Ohhh Dios! —hizo aspavientos con una de sus manos Beomgyu, abanicando su propio rostro al borde de las lágrimas—. Él no vale tus lágrimas, cielo 

En aquel momento Yeonjun pensó que aquel falso homosexual debía al menos tener 3 premios Oscar por lo realista de sus dramatizaciones.

Por momentos le hacía olvidar que no era gay, y Yeonjun se creía por completo sus cuentos.

—Aquel infeliz pagará muy caro todo el daño que te hizo —comentó decidida Lia—. Sólo espera que Soobin se entere que aquel idiota te hizo llorar.

—No se lo digas —balbuceó sollozando Yeonjun—. No quiero que le haga daño, él podría lastimarlo.

Tampoco era la idea que aquel fetichista saliera lastimado, él no tenía la culpa de que Yeonjun fuese un mentiroso profesional.

—Eres demasiado bueno —suspiró Ryujin finalmente cayendo en la mentira de Yeonjun—. Aquel imbécil no te merece —señaló limpiando las falsas lágrimas del mentiroso.

Si le restaba el beso robado y el acoso de Soobin, aquel era por lejos, el mejor día de en la vida Yeonjun.

Ser el centro de atención en aquel grupo era un logro impresionante para él, incluso en su actual situación.

Durmiendo abrazado al cuerpo del falso homosexual, mientras este le envolvía entre sus brazos dejando algunas reconfortantes caricias en su espalda.

Para suerte de Yeonjun ya todas estaban dormidas y las luces apagadas, el ya se había quedado sin cosas tristes en que pensar y por ende, también sin lágrimas falsas para derramar.

Pero aún completamente comprometido con su papel, dejaba escapar de vez en cuando algún sollozo.

El sintió los labios del pequeño homosexual sobre su frente, mientras continuaba acunándole como si de un bebé asustado se tratara.

Una de las manos de Yeonjun se encontraba aferrada a la espalda baja de Beomgyu, y ser un pervertido era algo demasiado natural en él como para dejar pasar la oportunidad.

Aquella mano se deslizó sin pudor por el lugar, terminando aferrada a uno de los grandes glúteos del más pequeño entre los dos.

Los cuales por cierto, Yeonjun en estos momentos estaba confirmando eran en un cien por ciento naturales y sin intervenciones, al estrujar uno de estos bajo una de sus manos.

La piel del tipo, se sentía extremadamente suave y olía a fresas

Y bueno, para Yeonjun de noche todos los gatos eran negros, así que en tocar a tientas no había engaño.

Un audible suspiro escapó de entre los labios de su acompañante al percibir, las inquietas manos de Yeonjun deslizar por todo lo que estuviera a su alcance.

No estaba quejándose en absoluto, pero se sentía genuinamente desorientado al haber pasado de oírle sollozar por su ex novio, a sentirle manosearle en la oscuridad.

Yeonjun estaba odiando la necesidad patológica de los hombres de besar al sentir la atención de alguien puesta sobre ellos.

Aunque debía admitir que la piel tersa de aquel tipo, sumada al sabor de su bálsamo labial le hacían pensar en él como una chica, olvidando momentáneamente de quien se trataba.

El se permitió a sí mismo disfrutar del beso, empujando su lengua en la boca de aquel tipo, pensando detenidamente en si aplicar esto con Soobin podría funcionar.

Probablemente no, su cuerpo fornido y espalda amplia no podían asemejarse a una chica, tampoco su mentón rasposo o su aroma a loción para después de afeitar, eso por no mencionar a su ganso grande y grueso que se frotaba sobre Yeonjun, cada vez que veía la oportunidad.

¿Por qué diablos pensaba en Soobin mientras tenía una buena oportunidad frente a él? 

Un suave gemido escapó de entre los labios de Beomgyu, al verse atrapado bajo el cuerpo de Yeonjun 

Los labios del descarado mentiroso, haciendo su camino por el cuello de su acompañante sin detenerse a pensar en algo más.

Yeonjun sintió una de las manos de Beomgyu, apropiarse descaradamente del bulto en su entrepierna y no es que fuese a quejarse o a poner resistencia.

Sus manos eran pequeñas y cálidas, se sentían demasiado bien para negarse a sus avances.

Yeonjun se detuvo abruptamente al oír un tercer gemido, proveniente de alguna de las chicas en la habitación, pero sin conseguir identificar a quién pertenecía.

Beomgyu se apartó rápidamente, probablemente esperando algún comentario por parte de alguna de ellas, pero sólo pudieron oír a alguien aclarar su garganta en su lugar.

¿Era esa Ryujin o Lia? 

Yeonjun no podía esperar a que llegara el día siguiente para hacer preguntas incómodas respecto a esto, era demasiado obvio para el que al menos dos de ellas se estaban divirtiendo entre sí, y era un crimen a su parecer como mejor amigo gay que no se lo hubiesen contado en detalles gráficos y detallados hasta ahora. 

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