❤ ፧ 𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 • 🖤✦⁾

Soobin se sentía sumamente frustrado, él había pasado de tener una exitosa cita con Yeonjun a llegar a casa, y enterarse hace sólo algunos minutos por uno de sus cercanos que Taehyun estaba rondando a Huening.

¿Con qué objetivo? 

Se suponía que Taehyun estaba totalmente perdido por Beomgyu.

¿En qué clase de mierda estaba pensando Taehyun? 

Soobin no podía simplemente llamar a Huening para averiguar si esto era cierto, ya que eso significaría mostrar interés por aquel intenso y extremista chico.

El tendría que buscar la manera de quitar a Taehyun de allí, no quería tener que ser un idiota con el, pero no le estaba dejando demasiadas opciones.

O bueno, él sí sabía de una manera más sencilla de hacerlo sin dañar a Taehyun, sólo debía preocuparse de no ser atrapado.

Chasqueó la lengua pensando en ello, antes de tomar su móvil y enviar un breve mensaje a Huening.

"¡Hey! ¿Tienes planes?" no creía necesario entrar en detalles, su inexistente relación con Huening siempre se resumía en mensajes cortos, direcciones en donde encontrarse y un tiempo de espera estimado para llegar.

"Nada en mente, estoy sólo en casa" respondió al menos un par de minutos más tarde.

Soobin deslizó su lengua por el interior de su mejilla, entendiendo muy bien el mensaje entre líneas.

"En 15 estoy allí" respondió el mensaje de manera cortante y sin más preámbulos.

Lia no llegaría a dormir por estar en su noche de chicas, lo que le daría algo de libertad para ir por algo de diversión.

"Espero" recibió aquella respuesta acompañada de un guiño.

¿Por qué aquel pasivo no podía responder de la misma manera? 

El se lo estaba dejando muy difícil, y eso no hacía más que instarle a querer clavar sus dientes, y poner sus manos sobre alguna parte de su cuerpo.

Ese tipo le estaba haciendo perder la cordura, él no podía pensar en algo más que en cómo hacer su camino hacia él.

Le mortificaba tener que planear una segunda cita, él no sabía absolutamente nada de ello, el romanticismo nunca fue lo suyo.

Y no es que tuviera algún tipo de interés romántico hacia él, eso lo llevaba a pensar demasiado en: ¿Por qué estaba haciendo esto en primer lugar?

Con sólo un mensaje Huening estaba más que dispuesto a recibirlo en su cama, pero él no podía quitar a aquel esquivo pasivo de sus pensamientos, eso estaba siendo demasiado para procesar.

Muy decidido optó por tomar una ducha e intentar no darle más vueltas al asunto antes de visitar a Huening, y terminar por sacar todas las dudas que tenía en mente, obteniendo un buen momento con él.

. . . . . . . . . . . . . . . .

Yeonjun ya se había metido en demasiados problemas con muchísimos homosexuales, sólo por conservar a su harem de chicas calientes.

Ese tipo no podía ser un desafío mucho mayor, sea quien sea el estaba decidido a sacarlo de su camino.

Él no tenía culpa alguna de que Soobin lo hubiese elegido en primer lugar.

¿Cuál era su jodido problema? 

El nombre de Huening continuaba dando vueltas en la cabeza de Yeonjun, impidiendo de alguna manera que el disfrutara la compañía de sus hermosas mujeres vistiendo reveladoras pijamas.

Él no sabía si sería correcto preguntar, ya que él no podía decirles que había sido advertido por Heeseung, Aka su ex novio.

Pero él definitivamente podía inventar algo, era un mentiroso profesional después de todo.

—¿Qué es lo que saben sobre Huening? —dejó salir abruptamente interrumpiendo los chismes que Yeji había estado contando desde hace al menos 10 minutos.

—¿Huening? —frunció el ceño Chaeryeong—. ¿Huening Kamal Kai? —preguntó curiosa.

Yeonjun se dió una bofetada mental por no preguntar a Heeseung el nombre del celoso en cuestión.

—¿Es el tipo que salía con Soo? — 
preguntó Yeonjun.

—Definitivamente es HK —admitió Yeji.

—¿Él te ha dicho algo? —preguntó interesada Lia.

—No, no nos hemos visto jamás —respondió. 

—¿Soobin lo mencionó en algún momento? —preguntó Ryujin

—No —aclaró—. Es sólo que alguien me mencionó que él estuvo saliendo con Soobin y no está llevando demasiado bien su ruptura.

—No fue una ruptura como tal —aclaró Lia—. Ellos no tenían una relación 

—¿Pero él sigue interesado? —insistió Yeonjun.

—¿Y quién no? —mencionó incrédula Yeji—. Si hubiese perdido mi oportunidad con Soobin probablemente me sentiría igual de frustrada.

—¿Por qué lo dejaron? —preguntó—. ¿Existe alguna razón? 

—Él es demasiado intenso —aclaró Lia—. Eso a Soobin no le gusta

—¿Qué tan intenso? 

—Él le hacía escenas de celos y quería exclusividad —comentó Ryujin—. A los tipos como Soobin no les gusta lidiar con ello.

—Pero no deberías preocuparte, él no buscaba exclusividad con Huening, pero contigo es totalmente diferente —mencionó Lia.

—Huening y él no salieron jamás en citas, mucho menos recibió un presente o la completa atención de Soobin sobre él —comentó Chaeryeong.

—Eso suena como una razón de peso para odiarme profundamente —comentó Yeonjun. 

—Eso depende de como juegues tus cartas —comentó Beomgyu.

—¿A qué te refieres con eso? —frunció el ceño.

—Él es la persona más adorable que vayas a conocer alguna vez —comentó Ryujin—. Pero es realmente muy difícil interpretarlo, si bajas la guardia definitivamente podría arruinarte.

—Es jodidamente atractivo y tan caliente como el infierno —señaló innecesariamente Chaeryeong.

—Pero es el Diablo —mencionó Beomgyu—. No lo quieres como enemigo, cariño.

—Él va a buscarte, seguro lo hará —comentó Lia, Yeonjun estaba sintiéndose repentinamente intimidado sin siquiera conocer al tipo—. No creas en sus cumplidos, probablemente buscará tus fallas, seguro espera enterarse de por qué Soobin te eligió.

—Debes sacar las garras, porque él va a querer arrebatarte a Soobin —mencionó Beomgyu—. Así que no te confíes.

Yeonjun no quería pelearse como una colegiala por el amor de aquel tipo, pero no podía simplemente cederle el lugar a Huening sin ser juzgado por su grupo.

—Igualmente no deberías estar asustado, tienes una ventaja que él no —mencionó Ryujin—. Soobin está totalmente perdido por tí.

—No sé que debería esperar —balbuceó.

—No esperar nada es la mejor opción —comentó Chaeryeong—. Simplemente no confíes en él.

—Eso no parece algo difícil —respondió—. Creo que puedo con esto.

—Porque aún no lo tienes en frente —chasqueó la lengua Yeji—. Es tan difícil negarle algo.

—¿Por qué? —preguntó interesado 

—Lo sabrás cuando lo conozcas —se encogió de hombros Lia.

—¿Deberíamos dejar de asustarlo? —preguntó Chaeryeong 

—Definitivamente debería estar asustado —mencionó despreocupada Ryujin.

—Deja de ser tan cruel —se quejó Chaeryeong—. Tampoco es para tanto, es sólo un estudiante más.

—Uno despechado, eso lo convierte en alguien demasiado peligroso —se encogió de hombros Ryujin.

—Y tú de despecho sí que sabes —comentó de manera desdeñosa Chaeryeong.

—Estamos hablando de Huening —frunció el ceño—. Sí tienes algo que decir sobre mí, ahora es el momento.

—Aunque te lo diga en veinte idiomas distintos vas a seguir buscando mil razones para no escucharme —se quejó Chaeryeong.

—¿Podríamos evitar sus peleas de gatas? —suspiró cansada Lia.

—Ella empezó —acusó Ryujin.

—Estoy completamente segura que esta noche esto se solucionará con escándalo —mencionó con una sonrisa traviesa Yeji.

—Creo lo mismo —se encogió de hombros Chaeryeong.

—Ya quisieras —respondió de mala manera—. hoy dormiré con Beomgyu, no contigo 

—Entonces, ¿Chaeryeong dormirá con Yeon? —preguntó Lia.

Yeonjun sintió sus piernas temblar de ansiedad, ¡su momento había llegado! 

Dormiría con una de ellas, por fin él tendría a una chica real durmiendo en su cama.

Y ella no iba a huir como sus ex compañeras de Instituto, porque él sería una buena compañía y se encargaría de no arruinarlo esta vez.

—Tu edredón es tan bonito —lo elogió Ryujin.

—Es uno de mis colores favoritos —balbuceó Yeonjun viendo el edredón rosa con detalles plateados.

—Soo y tú tienen tanto en común —suspiró Lia.

—Son perfectos el uno para el otro —le dió la razón Yeji.

Un suspiro de alivio escapó de entre los labios de Yeonjun al oír a Chaeryeong quejarse por ser ya bastante tarde y no haber comido nada, Yeonjun no necesitaba oír más sobre Soobin por lo que simplemente salió de la habitación, mencionando que iría por algo de comer.

Era tan jodidamente malo cocinando, simplemente decidió pedir algo de comer en un delivery, de lo contrario él fácilmente podría envenenar con su dotes culinarias a cualquier persona en la habitación.

—No puedo creer que se lo hayas dejado tan fácil —escuchó a sus espaldas.

Volteó rápidamente encontrando a Beomgyu de brazos cruzados y apoyado sobre el mesón de la cocina.

—No sé de qué estás hablando —balbuceó.

Las alertas de Yeonjun comenzaron a sonar, recordando que Soobin era un bocón y probablemente todos en torno a él ya estaban enterados de que él se la había chupado en el mirador.

Quería darse de cabezazos contra un muro por confiar en aquel infeliz 

—Tengo la teoría de que Soobin está sobre tí, porque se lo estas poniendo difícil —chasqueó la lengua—. No puedo creer que te hayas dejado en la primera cita.

—¿Él te lo dijo? —preguntó preocupado.

—Entonces es cierto —negó en desaprobación.

—Claro que no —balbuceó—. No hicimos demasiado, seguro él está mencionando al mundo que obtuvo el premio completo, pero no es así.

Una de las cejas de Beomgyu se alzó en incredulidad.

—¿No? —preguntó interesado—. ¿Entonces qué fue? —insistió—. ¿Qué hicieron él y tú en el mirador? 

—Hombre —se quejó— no es algo que deberían saber las demás personas.

Beomgyu entrecerró sus ojos en su dirección, el tenía sus dudas sobre Yeonjun siendo un farsante, pero también había una gran probabilidad de que simplemente fuese un homosexual un poco tonto, y totalmente desorientado al tratarse de otros hombres.

—Bien, digamos que le diste algo en que pensar —mencionó—. En la próxima cita querrá ir un poco más lejos.

—¿Qué tan lejos? —tragó saliva sintiéndose sumamente cohibido.

—No se conformará con menos de lo que recibió —aclaró— que me imagino según tu expresión nerviosa y cargada de ansiedad, fue como mínimo una mamada.

Las orejas de Yeonjun ardieron en vergüenza, el pequeño homosexual lo sabía, el conocía su sucio secreto.

—¿Eres virgen? —preguntó repentinamente Beomgyu, haciendo que los ojos del mentiroso parecieran a punto de escapar de su rostro—. ¿Ese es tu problema? ¿Por eso temes que Soobin intente ir más lejos contigo? 

—Claro que no —balbuceó con un gesto avergonzado y bastante aniñado.

La respuesta era demasiado obvia para Beomgyu como para dejarlo pasar, no quería incomodarlo pero tampoco podía permitir que aquel bobo arruinara su vida por hacer alguna estupidez.

—No tengo el más mínimo interés en conocer los detalles sobre eso, mucho menos en comentarlo con alguien más — aclaró— si aún eres virgen a tu edad, imagino tendrás tus razones —suspiró— cualquier chico puede hablarte bonito como Soobin, darte obsequios o invitarte a comer a algún lugar, pero eso no quiere decir que estés en deuda con él, es su decisión invitarte y no es tu obligación corresponder.

Yeonjun ladeó su cabeza pensando en ello, eso era muy cierto, no era su obligación responder a Soobin dándole algo a cambio de sus atenciones.

—En caso que creyeras que sí lo merece, y se ha ganado un pedacito de tu atención con esto, entonces puedes ceder un poco —lo miró entrecerrando sus ojos— sólo un poco, ya sabes, siendo más dulce y atento con el, pasar tiempo juntos de manera pública, o asumir públicamente que estás saliendo con él —aclaró— créeme que eso es muy gratificante para los tipos como él, porque prácticamente estarías reconociéndolo como un potencial novio a futuro.

—No parece ser lo que él espera —admitió ya más calmado y sintiéndose más cómodo en torno a su conversación.

—Él puede esperar por muchas cosas —admitió— pero las reglas las pones tú, él está interesado e intentando llamar tu atención —se encogió de hombros— si quieres o no dársela es tu decisión y él no puede hacer nada al respecto.

Eso sonaba maravillosamente bien a sus oídos, aquel bobo entonces estaba girando en torno a Yeonjun, y sólo debía dejarse consentir diciendo que no cuando algo no le gustara.

—¿Qué debería hacer respecto a su ex novio? —preguntó intentando conseguir todas las respuestas de una sola vez en aquella conversación.

—Tienes algo que él quiere, ¿pretendes dejárselo? —preguntó interesado.

—No —la respuesta de Yeonjun fue tan automática que no sólo sorprendió a Beomgyu, sino al mismo Yeonjun— No se lo dejaré.

—Supongo que tenemos mucho que hacer entonces —asintió orgulloso al notar que el cachorrito finalmente pretendía sacar las garras.

Hueningkai no era precisamente el tipo más sencillo de tratar, y Beomgyu lo sabía muy bien.

Probablemente Yeonjun perdería rápidamente contra él, si no tuviera la ventaja de tener al grupo de su parte.

Todo aquello se pondría realmente feo al enterarse aquel desquiciado que finalmente alguien le había arrebatado a Soobin. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top