La mandíbula tensa de Niki y su ceño fruncido habían conseguido mantener apartadas las miradas que había recibido desde la mañana, al llegar al campus de la mano de su no novio.

Actualmente, y ya terminando la jornada, nada parecía haber cambiado, las miradas cargadas de curiosidad seguían cayendo sobre el mientras era guiado por su no novio quien mantenía un firme agarre sobre una de sus manos.

Había repartido miradas asesinas por doquier, intentando descifrar quien había sido el causante de correr el rumor sobre él siendo un gobernado.

Jungwon por su parte, parecía todo lo entusiasmado que se podía estar después de terminar una jornada un día lunes.

── ¿Ya comiste? ── la mirada filosa de Niki disminuyó hasta regresar a su estado natural, luciendo como cachorro desorientado al encontrar la mirada preocupada de su pasivo.

──Sí ── asintió ── comí algo ligero.

──Esperaba que fuéramos por algo a la cafetería ── comentó Jungwon.

──Podemos ir si quieres ── se encogió de hombros ── nunca es un mal momento para comer algo más.

──Esa actitud me agrada ── sonrió complacido.

──O podríamos comprar algo para llevar, y comer en tu casa o en la mía.

──Mi casa es una mejor opción ── comentó ── Jake regresa tarde los lunes, tenemos la casa solo para nosotros ── comentó divertido, una sonrisa traviesa tiró de sus labios al mencionar esto último.

Niki no sabía si alegrarse o empezar a sufrir desde ya, llevaban varios días haciendo las cosas a la manera de Jungwon y eso lo estaba matando.

Vio al más bajo acercarse hasta el mesón del local que había elegido con anticipación, seleccionando lo que compartirían al llegar a casa.

Por primera vez en su vida, Niki no se sentía capaz de pensar en la comida.

Jungwon poco a poco había ido tomando un poco más de confianza, se había vuelto un explorador, sus manos inquietas tocaban cada vez que tuviera la oportunidad y se estaba volviendo aún más osado con el pasar de los días.

Niki sabía que él necesitaba familiarizarse de alguna manera, él mismo le había asegurado que podía hacerlo y que no tenía problemas con eso, pero jamás pensó que pudiese llegar a ser tan tortuoso.

Llevaba poco más de un mes de abstinencia y estaba al borde de perder la cordura, para alguien más podría no ser demasiado, pero para Niki quien tenía una vida sexual exageradamente activa era una eternidad.

──Recordaste... ── comentó Niki.

── ¿Pedir palitos de pan extra para ti? ── lo interrumpió Jungwon, Niki alzó una ceja intentando descifrar en qué momento se había convertido en alguien tan predecible para Jungwon ── ¿cómo podría olvidarlo? ── mencionó divertido antes de robar un pausado beso de los labios de su no novio.

Todo estaba yendo tan rápido en un sentido, pero tan lento en otros que Niki no conseguía ser racional respecto a su relación.

No consiguió salir de sus propios pensamientos durante todo el camino a casa, Jungwon lucía feliz y conforme con la actual relación que tenían, pero eso no podía ser suficiente.

── ¿Quieres ser mi novio? ── aquella pregunta llamó la atención de Niki.

No había una cita o una cena romántica de por medio, simplemente había sido una pregunta al azar por parte de Jungwon.

No es que Niki esperara demasiado romance o atenciones para oír esa pregunta, es más, esperaba ser él quien la hiciera cuando creyera que Jungwon estaba preparado para darle una respuesta.

Pero ahora mismo la respuesta la tenía él, y creía estar seguro de querer aceptar, aunque aquella incómoda sensación de ansiedad parecía no querer darle tregua.

La sensación de pertenecer a algo o más bien a alguien, no era solamente incómoda sino también sumamente inquietante para alguien que se negaba a ceder su libertad, como era el caso de Niki.

La primera vez que preguntó aquello, él buscaba algo en Jungwon por lo que no necesitó pensar demasiado, pero esta vez él ya había encontrado ese algo y su respuesta tenía mucho más peso ahora que en ese entonces.

Jungwon le estaba pidiendo tener una relación, una verdadera, sin terceras personas, sin secretos, y sin mentiras.

Y hasta cierto punto, eso era lo que Niki se había propuesto para llevar su primera relación sana con alguien más.

Su respuesta solo dependía de poner en una balanza lo mucho que quería y necesitaba de Jungwon en su vida contra lo mucho que quería y necesitaba de su libertad para poder seguir acostándose libremente con quien quisiera y cuando quisiera.

──Sí ── respondió ── quiero ser tu novio.

La sonrisa en los labios de Jungwon era una buena señal, él había conseguido dibujar esa sonrisa, y por su parte la misma había conseguido tirar de sus propios labios.

Podría decirse que, si Jungwon estaba feliz y conforme con el ritmo que llevaban las cosas, Niki también lo estaba

── ¿Cuál será nuestra primera actividad oficial siendo novios nuevamente? ── preguntó.

Era todo en lo que podía pensar, mordió su labio inferior con fuerza intentando dar una respuesta decente, de pronto casi podía oír la música de concurso en su mente esperando por la alternativa que deseaba tomar.

──Comer ── respondió ── vamos a almorzar en tu casa ── balbuceó.

──Solo los dos ── aclaró sonriendo amplio Jungwon ── ¿y luego qué?

Repetía aquella tortuosa vocecita en su mente, sentía ganas de reventar su cabeza contra la primera muralla de concreto que encontrara.

──Luego podemos ver una película ── comentó ── o jugar videojuegos.

── ¿Con qué jugaremos? ── preguntó ── mis videojuegos están aún en la casa de mi madre.

──Tengo algo con lo que podrías jugar ── admitió llamando la atención de Jungwon, él ni siquiera esperaba responder eso en voz alta, pero si bien tenía un doble significado él se estaba refiriendo a su consola portátil de videojuegos ── traigo mi consola en el bolso ── señaló aquel bolso deportivo que arrastraba a donde quiera que fuera.

──Tenemos que ver si tienes algún juego decente ── comentó divertido sacando su llave para quitar el seguro de la puerta, una vez llegaron al lugar.

──Todos mis juegos son mucho mejor que decentes ── aclaró.

──Eso dices, pero no puedo estar seguro ── señaló divertido lanzando sus llaves sobre la mesa de entrada mientras quitaba sus zapatillas.

── ¿Quieres pelear? ── se quejó siguiéndole el juego, tomándolo totalmente desprevenido al atraparlo por la espalda y alzarlo con facilidad.

──La comida no va a prepararse sola ── comentó riendo alto, su voz profunda parecía resonar aún más alto producto del silencio en la casa.

── ¿A quién quieres engañar? Compraste comida preparada ── comentó divertido.

──Bájame ── se quejó riendo alto al sentir una de las manos de su novio en uno de sus costados ── no toques ahí me voy a hacer ── se retorció riendo alto.

── ¿Si? ── preguntó aun forcejeando con el más bajo ── que lástima.

──Estoy hablando en serio, voy a mojar mi pantalón ── insistió quedando en posición de ovillos, aún de espaldas al mayor, y siendo sostenido únicamente por sus brazos.

──Bien ── comentó cargando a su novio hasta el baño ── haz lo tuyo.

──Necesito que salgas.

──Solo hazlo, a menos que sea mentira ── presionó ── ¿estabas jugando conmigo?

──Sólo por esto, no voy a lavar mis manos para servir tu comida ── se quejó acercándose hasta el inodoro, mientras acomodaba su bragueta.

──En ese caso, si ensucio mis dedos tendrás que chuparlos tu ── señaló divertido.

──Eres un cerdo ── se quejó riendo.

── ¿Por qué me das la espalda? ── preguntó ── ¿temes que vea tu cosita?

Una escandalosa risa escapó del más bajo entre los dos, al oír este último comentario.

──Ya sabes cómo son las cosas, debes esperar hasta nuestra noche de bodas ── respondió divertido.

Niki estaba comenzando a pensar que tal vez si tendría que hacerlo, para ese entonces su pene ya se habría caído a pedazos o se habría atrofiado por falta de uso.

──Tu virtud está a salvo conmigo, no voy a intentar nada ── comentó haciendo reír nuevamente a Jungwon por su elección de palabras ── Creí que no ibas a lavar tus manos.

──Sólo bromeaba ── respondió.

──También yo cuando dije que tu virtud estaba a salvo conmigo ── aclaró rodeando nuevamente a Jungwon entre sus brazos, aferrándose a su espalda.

──No sé cómo serán las cosas en tu rancho, pero en el mío no puedes meter mano al postre antes del plato principal ── comentó divertido al sentir el amplio torso de Niki presionar contra su espalda y su pelvis firmemente presionada contra sus glúteos.

──No estoy pidiendo demasiado ── el susurro que dejó escapar sobre la parte posterior del cuello de Jungwon, no sólo consiguió humedecer su piel, sino también erizar cada vello en su cuerpo ── hay tantas maneras de divertirnos sin necesidad de llegar tan lejos.

Niki había terminado por ceder a sus impulsos, sabía que era una pésima idea tentar a su suerte cuando esperaba hacer las cosas bien, pero estaba dispuesto a conformarse con lo que Jungwon pudiera ofrecerle.

──Deja de tentarme ── comentó volteando en su lugar ── primero debo alimentarte.

──Puedes hacer ambas cosas a la vez ── comentó divertido, ajustando su agarre en torno al cuerpo del menor.

──Creí que comer era importante para ti ── comentó rozando sus labios deliberadamente sobre los de Niki.

──Comerte es más importante ahora mismo ── aclaró atrapando los labios contrarios entre los suyos.

El no esperaba que Jungwon respondiera a ese beso, se suponía que el menor era el sensato de entre los dos, él debía apartarlo en lugar de estar prácticamente sorbiendo y mordisqueando el labio inferior de Niki con ansias.

El chasquido producido por sus bocas parecía hacer eco en la habitación, o tal vez sólo resonaba demasiado fuerte en la conciencia del mayor.

Sintió las húmedas manos de Jungwon colarse bajo su camiseta, re moverse tentativamente sobre su espalda baja.

Parecía no conseguir oír algo más que la respiración de Jungwon al trazar un camino con sus gruesos labios por la mandíbula del menor, dejando de vez en cuando suaves mordidas que lo llevaron a hundirse aún más profundo en su ansiedad al oír un profundo gemido por parte de su pasivo muy cerca de oído.

Las inquietas manos del menor bajaron desde su espalda baja hasta detenerse sobre los glúteos del mayor, los cuales estrujó a su antojo sin recibir algún tipo de queja por parte de su novio.

Una de las expertas manos del mayor hizo su camino por el pecho del más bajo, subiendo hasta detenerse a un costado de su cuello empujando su mentón con uno de sus dedos, y consiguiendo el espacio necesario para continuar con su exploración sobre el tembloroso cuerpo contrario, sintiendo el movimiento de la nuez de Adán de su acompañante al trazar su cuello con sus labios y lengua.

Un jadeo escapó de entre los labios de Jungwon, antes de empujar su pelvis contra la mano de Niki, sintiendo está demasiado cerca del lugar en el que estaba necesitándole con urgencia.

Esta vez fue Jungwon quien buscó los labios de Niki, al sentirle apropiarse de su necesitada erección, la cual permanecían firmemente presionada contra la bragueta de su pantalón.

La presión era sumamente dolorosa a pesar de que Niki intentaba hacerlo con el mayor cuidado posible, debido a la mala elección de Jungwon por utilizar prendas de vestir demasiado ajustadas, siendo esta una sugerencia de Sunoo alegando que a Niki le gustaría demasiado verle vestir así más seguido.

Un escalofrío recorrió la espalda de Jungwon al sentir una de las frías manos de Niki colarse bajo su camiseta, acariciando tentativamente su abdomen hasta hacer su camino de regreso a su pecho, consiguiendo alzar la prenda lo suficiente como para darle un indicio al menor de lo que Niki esperaba fuese su siguiente movimiento.

Un tanto inseguro y avergonzado, tiró de su camiseta hasta quitarla por sobre su cabeza, quiso golpear una de las manos de Niki al sentirle deslizar la misma por la cinturilla de su pantalón, era muy consciente de la pequeña lonja que podía percibirse por culpa de aquel ajustado pantalón.

Estaba odiando a Sunoo en esos momentos.

Sintiéndose sumamente cohibido tiró de su innecesario cinturón, desabotonando su pantalón y consiguiendo finalmente liberarse de la firme presión que ejercía sobre su dolorida entrepierna.

Aunque aquel suspiro de alivio que dejó escapar, fue rápidamente reemplazado por un jadeo al sentir una de las manos de Niki apropiarse de su creciente erección aún cubierta por la delgada tela de su ropa interior.

Jungwon había esperado demasiado por esto, y en este punto ya no era un tema preocupante para el saber si sería o no el extremo receptor en su relación, lo que fuese a pasar, mientras fuera con Niki, era todo lo que estaba bien para él en el mundo.