No homo, bro
El corazón de Jungwon latía desbocado, escudándose tras una silla de escritorio mientras era acechado por Nishimura mayor.
Una sonrisa tiró de los labios del mayor, creyendo entender el juego implícito en esto e intentando atrapar a Jungwon.
──Tengo un novio ── balbuceó nervioso.
Las mentiras lo habían llevado a esa situación y eran las únicas que podían sacarlo a su parecer.
──No soy celoso ── respondió divertido el mayor, intentando irse nuevamente sobre su presa.
──El va a romperte el cuello, si intentas tocarme ── amenazó en respuesta.
Las cejas del mayor se alzaron en un claro gesto incrédulo.
──¿Quién es tu novio? ── preguntó interesado ── no lo veo aquí, ¿tú si?
──El... ── balbuceó ── está en la otra habitación, si grito muy alto él vendrá por mi.
──¿Él es tu novio? ── preguntó divertido ── ¿es quien va a romperme el cuello?
──Puede verse pequeño y débil pero va a patearte el culo si es necesario ── insistió ── ¿Cuál es tu problema? ¿es tan difícil de entender para ti que no esté interesado?
──¿No estás interesado? ── preguntó curioso.
──Para nada ── negó rápidamente.
──Bien ── se encogió de hombros ── en mejores platos he comido.
La mirada ofendida de Jungwon estuvo a punto de arrancar una fuerte carcajada en Niki, pero se abstuvo de esto evitando crear más conflicto.
──Tampoco es que seas la gran maravilla ── comentó despectivo Jungwon.
──¿No te ibas? ── preguntó bostezando el mayor ── si no tienes nada que hacer aquí, lárgate ── señaló dejándose caer de espaldas sobre la cama.
El ceño de Jungwon se frunció de inmediato, del Niki amable y gentil que había conocido no parecía quedar rastro.
──¿Me harás sacarte? ── bufó exasperado ── noté desde un principio que no eras gay ── Jungwon tragó saliva sintiéndose repentinamente amenazado frente a aquella acusación ── toma tus cosas y lárgate de aquí antes que te saque a patadas frente a las chicas.
──¿Todo hombre que te rechace no es gay para ti? ── tenía muy claro que la salida más sencilla era huir, pero la acusación de Niki sonaba extremadamente peligrosa en su mente.
No podía permitir que el dijera algo como eso a su hermana, o Jungwon sería desterrado de su harem de chicas calientes.
El morir aplastado o a punta de golpes no valía lo que su harem, su vida sería miserable otra vez sin ellas.
Vaya lógica de mierda;
──No todo hombre ── aclaró apoyándose sobre sus manos tras de sí, al alzar únicamente su torso ── pero tú, obviamente no eres gay.
──Claro que lo soy, ¿porqué te mentiría?
──Porque quieres cogerte a mi hermana ── Jungwon nuevamente tragó saliva sintiéndose inquieto, al ver la tensa mandíbula de Nishimura mayor.
──Si quisiera cogerme a tu hermana ¿porqué le diría que soy gay? ── mencionó con obviedad.
──Porque eres un imbécil ── señaló ── probablemente hasta ahora sólo has tenido por novias, a chicas animadas virtuales en videojuegos o algún Tamagotchi, ¿yo que sé? ── chasqueó la lengua.
──No he tenido novias ── aclaró, sintiéndose tremendamente ofendido al oírle meterse con su Tamagotchi.
──Ahí lo tienes, ¿eres de aquellos raritos que le temen a las mujeres y prefieres tocarte viéndolas a lo lejos? ── preguntó interesado ── ¿un pervertido?
──No he tenido una novia porque soy gay ── aclaró.
Aquel tipo estaba siendo tan molesto como un grano en el culo, de saber que le interrogaría así, se hubiese dejado coger desde un principio para mantener su hocico cerrado y lejos del alcance de sus chicas.
──¿Realmente eres el novio de Sunoo? ── preguntó
──No ── negó ── sólo lo dije porque temía que me atacaras.
──No sé con que clase de tipos te has cruzado, pero jamás me atrevería a forzarte ── aclaró ── creí que estabas interesado y pretendías poner un poco de resistencia nada más.
──No estoy interesado ── Jungwon no era un idiota, sería demasiado sospechoso para las demás que el no estuviera dispuesto siquiera a darle una segunda mirada a aquel hombre tan cotizado por las chicas ── mira, no es por ti, hombre ── rascó su cabeza ── pero no soy así de fácil, al menos invítame por algunas cervezas o algo así.
Niki deslizó su lengua por el interior de su mejilla, evaluando con la mirada al amigo de su hermana.
El tipo era atractivo, demasiado a su parecer.
Niki odiaba las citas, los compromisos o cualquier tipo de reseña que indicara estar atado únicamente a una persona, pero aquel extraño tipo lo valdría.
Sentía urticaria de sólo pensar en estar saliendo con alguien, pero podía hacer su movimiento con él y luego dejarle en cualquier momento.
Si por el contrario, Jungwon no era gay y sólo estaba burlándose de él para cogerse a su hermana, siempre podría quebrar uno a uno los dedos de sus manos, mientras aquel infeliz mentiroso suplicaba por piedad.
──Bien, supongo que tienes razón ── suspiró rendido ── ¿Qué día puedes quedar? ── preguntó interesado levantándose hasta llegar a la puerta para quitar el seguro.
──Te llamaré ── respondió convencido, tomando el pomo de la puerta.
──Espera ── interrumpió su escape Niki ── no puedes simplemente dejarme así, ¿verdad? ── se acercó demasiado, para el gusto de Jungwon, invadiendo su espacio personal ── necesito al menos algo de tu parte ── le tomó por el mentón, acercando su rostro peligrosamente al del contrario ── ya sabes, para estar seguro de que vas en serio conmigo.
Jungwon movió rápidamente su rostro, evitando sus labios y depositando un casto beso en su mejilla antes de apartarse.
La expresión seria e incómoda en el rostro de Niki, le dio a entender a Jungwon que no estaba ni siquiera cerca de ser lo que esperaba.
Su respiración quedó atorada en algún lugar de su garganta, al sentir los labios de aquel insistente hombre, sobre los suyos.
Jungwon se preguntaba si así de molesto era para las chicas, que estuvieran sobre ellas todo el tiempo, porque de ser así, entendía totalmente el rechazo de la mayoría de ellas.
Si Jungwon cerraba los ojos, él simplemente podía imaginar que aquel enorme sujeto era una chica y era un problema resuelto, al menos hasta notar que el mentón del tipo raspaba el suyo propio.
No era un buen momento para pensar en una chica con bigote, Jungwon jamás saldría con una chica que lo tuviera, probablemente él le daría una rasuradora antes como un regalo amistoso y luego la invitaría a una cita.
Pero ¿a quién diablos quería engañar?, él estaba siendo besado por un hombre.
Aquel tipo tenía un detalle que las chicas no, y este no podía ser ocultable por demasiado tiempo, un escalofrío recorrió su espalda al notar que probablemente aquel grandote estaba pensando en mil maneras diferentes de como guardar su salchicha en él, y sintió ganas de reventar sus huevos de un rodillazo.
El podía pretender que era una chica al ser besado, pero ¿y luego qué?
¿Cómo justificaba aquel duro ganso que tenía firmemente presionado contra el suyo?
No podía justificar lo injustificable, las chicas no tenían un pene, bueno, tal vez Yeji sí, probablemente uno de goma ya que ella no podría ser un hombre gay sin tener al menos uno falso.
El estaba delirando, su cerebro negándose a la idea de ser besado por otro tipo, al menos hasta sentir su lengua empujar en su boca, desde allí ya no podía ignorarlo.
Intentó apartarlo, pero el tipo era tan malditamente insistente.
Una de sus fuertes manos bajó desde su cintura, en donde se había mantenido quieta, hasta el culo de Jungwon, estrujando una de sus nalgas como si fuesen de su propiedad
──Basta ── se quejó, no comprendía en que momento había terminado con su espalda completamente presionada a la puerta, mientras aquel urgido besaba y mordía parte de su mandíbula y su cuello ── esto no es lo que acordamos ── tragó saliva dolorosamente al intentar apartarlo empujándole por sus bíceps, y sintiendo la dureza de estos bajo las yemas de sus dedos.
──¿Cuál es el problema? ── su expresión de cachorro aturdido, aquel flequillo despeinado y su mano firmemente apoyada sobre la superficie de la puerta, a un costado de la cabeza de Jungwon, probablemente hubiese conseguido volar tangas o al menos empaparlas totalmente al tratarse de una chica.
Pero tratándose de Jungwon, el simplemente quería dejarle caer algunos putazos y huir de la habitación a la velocidad de la luz.
Obviamente el no lo haría, no era un suicida.
El descarado hombre se acercó nuevamente a sus labios, tomando únicamente el inferior entre sus dientes.
De pronto una idea brillante, al parecer de Jungwon, cruzó por su mente.
Él había tenido la respuesta frente a su rostro todo este tiempo.
Jungwon sólo debía darle a entender que a él le gustaba ser quien mandaba en la cama, que él quería cogerlo en primer lugar, y entonces aquel cretino huiría despavorido, dejándole totalmente libre y jamás volvería a molestarlo otra vez.
El sólo tenía que parecer un urgido descarado, básicamente, tenía que ser el mismo y problema resuelto.
──No puedo esperar hasta nuestra cita ── los vellos de la nuca de Niki se erizaron como si la muerte estuviera rondando sus espaldas, al oír la palabra cita, salir de los labios de su ligue.
Una de las manos de aquel travieso pasivo, como Niki lo había catalogado, se deslizaron por su amplia espalda igualmente hasta detenerse sobre su culo, mientras de pronto parecía haber recuperado las ganas de probar un poco más, al intensificar el beso que él mismo había iniciado.
Por lo visto no necesitaría una cita, el entusiasmo de Niki incrementó al notarlo, empotrando a Jungwon contra la puerta nuevamente.
El chico se notaba entusiasmado estrujando sus glúteos con ambas manos, y Niki no podía estar más conforme con esto.
Jungwon por su parte sintió su determinación temblar, al notar las manos de su compañero tirar de su pantalón y colarse bajo la cinturilla elástica de su ropa interior, tomando su pene en la palma de su mano.
Sintiéndose realmente desorientado por no verle hiperventilando, se apartó ligeramente viéndolo directamente a los ojos.
──Quiero hacerlo en primer lugar ── mencionó directamente.
Una sonrisa tiró de los labios de Niki, antes arrodillarse frente a Jungwon quien sólo le observó con un gesto desencajado en su rostro, dejando caer su cabeza hacia atrás bruscamente golpeando con esta la puerta, al sentirle envolver sus suaves labios en torno a su pene.
Jungwon haciendo gala de ser un urgido, enredó sus dedos en los alborotados cabellos azabache de su mayor, le vio ahuecar sus mejillas en cada succión, mientras sentía la lengua experta de Niki prácticamente envolviendo todo el espesor de su pene, al llevarlo profundo y casi hasta el fondo.
En este punto estaba importándole poco el género de quien se la estaba mamando, una cálida boca en donde hundirse no haría daño a nadie, y tampoco una gran diferencia si nadie se enteraba.
──¿Lo mató? ── ambos escucharon el mitad grito, pero supuesto susurro según Yeji desde el otro lado de la puerta.
Niki se apartó rápidamente suspirando frustrado, el jamás podría coger a gusto en su propia casa mientras, "el hada madrina de los chicos gays" viviera bajo su mismo techo.
No dejaba de preguntarse desde hace mucho, si sería algo normal ese fetiche suyo de querer emparejar homosexuales e incluso heterosexuales con otros homosexuales, como si fuesen su propio monopoly y quienes le rodeaban sus figuritas.
Ella tenía su propio Tinder entre sus amigos gays, y Niki no podía esperar para que ella encontrara a su propia pareja, y dejara de hincharle los huevos de una buena vez, para poder romper a aquel iluso frente a él.
Jungwon no tenía la culpa de nada, pero alguien debía pagar los platos rotos, Niki tenía prácticamente las bolas azules, y estaba más acumulado que la lotería de al menos 5 países juntos.
El lo rompería, de eso estaba seguro.
Pero aquel endeble pasivo de lindo rostro no tenía porque enterarse aún sobre el As bajo su manga, un mago jamás revela sus trucos.
Jungwon por su parte se sentía sumamente asustado al ver al hermano mayor de Kazuha reír como un desquiciado, pensando en ¿Quién sabe qué?
Él le debía la vida a Yeji, o bueno no su vida pero sí su dignidad.
Definitivamente sería su novia más importante de entre las 4 chicas;
──Debería irme ── balbuceó frente al extraño tipo con quien imaginaba tendría una cita para ir por algunas cervezas ── nos vemos, algún día ── agregó de manera atropellada.
──¿Tal vez mañana? ── mencionó Niki ── Kazuha mencionó que se quedarán a su pijamada.
Jungwon sintió su cabeza retumbar, y de pronto sus oídos tapados, tuvo que chequear su nariz para asegurarse de no estar sufriendo un derrame al pensar en las posibilidades, sobre él durmiendo con aquellas diosas.
En la carpa de circo que levantaría en esa cama probablemente cabrían también Niki, sus padres e incluso sus vecinos.
Era imposible que el no estuviera duro como una roca durante toda la noche, estando rodeado de aquellas hermosas mujeres.
El podría abrazar y tocar lo que quisiera, era gay después de todo, nadie lo pondría en duda jamás.
Las cejas de Niki se alzaron tanto que estaban a punto de perderse entre su cabello, al ver la enorme erección que había crecido en el pantalón de Jungwon, y que se mantenía rozando su pelvis.
Viendo esto como una maravillosa señal, el chico estaba absolutamente en él.
Lo tenía comiendo en la palma de su mano, y no esperaba algo diferente en realidad.
Él no había sido rechazado ni una sola vez, y no podría ser distinto con aquel pasivo de hermosas facciones.
Aunque no tuvo tiempo siquiera de jactarse antes de ver salir a su ligue, prácticamente corriendo de la habitación.
El cuerpo de Jungwon impactó de lleno en el pasillo con alguien más, consiguiendo que cinco personas cayeran de culo sobre la alfombra, como si fueran pinos en un juego de bolos.
Una sonrisa lasciva tiró de los labios de Jungwon al ver a quienes serían sus compañeras de cama.
El estaba prácticamente frotando sus manos mientras sus colmillos ficticios crecían, casi del tamaño de un dientes de sable.
Al menos hasta notar aquel detalle;
Aquel insignificante detalle
Aquel caribeño y no bronceado detalle, quien probablemente estaba también invitado a la pijamada.
Y que al ser el único hombre homosexual, además de él en la habitación.
Probablemente sería a quien enviarían a dormir con él.
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