La Verdad Duele

Flashback:

Sakura observó el jardín delantero por una de las ventanas, los crayones de Jungwon sonaban demasiado en cada trazo que hacía en uno de los cuadernos de su hermana mayor.

Jungwon tenía 6 años recién cumplidos en aquel momento y Sakura 13, ya habían pasado dos años desde que papá se había marchado y Jungwon ni siquiera parecía haberlo notado.

Una serie de susurros y tarareos llamaron la atención de la chica quien acababa de poner algo de chocolate al tazón de leche que había preparado para su hermano, haciendo que volteara en dirección al antes mencionado.

──Muy lindo ── tarareó el niño, su lengua asomaba entre sus labios en un claro gesto de concentración en cada trazo del crayón.

── ¿Eres tú? ── preguntó interesada viendo el dibujo de un hombre hecho de varitas, el cual el niño se encargaba de colorear.

──Es lindo ¿verdad? ── respondió el niño bebiendo de su tazón ── es el niño nuevo de mi salón ── admitió ── su cabello es color amarillo pollito ── señaló tomando el crayón para colorear el cabello del niño ── y sus ojos tienen el color del cielo ── aclaró buscando el crayón azul ── es el niño más bonito que he visto en mi vida.

──Seguro lo es ── comentó Sakura ── ¿quieres que sea tu amigo?

──Claro que sí ── admitió sonriendo amplio ── sus ojos son muy redondos, así ── separó sus párpados con sus dedos ── se ve como una caricatura.

──Puedo ayudarte con eso ── comentó frente a la expresión entusiasmada de su hermano menor ── pero debes seguir cada paso, ¿puedes hacerlo?

──Yo puedo ── asintió convencido ── ¿qué debo hacer?

──Primero que nada nunca debes decirle a mamá lo lindo que es ese niño ── comentó pensando en lo mal que podría tomar su madre ese tipo de comentarios, independientemente de que provengan de un niño.

── ¿Porqué? ── preguntó curioso.

──Mamá podría estar muy celosa, y podría intentar quererlo como su amigo ── respondió.

El niño parecía estar pensando en ello, y su mirada de realización le hizo saber que estaba de acuerdo.

──Cuando mamá pregunte cómo va la escuela, no puedes mencionarlo tampoco, ni a ningún otro niño lindo ¿sí? ── preguntó, recibiendo un asentimiento por parte de su hermano.

── ¿Y sí mamá pregunta sobre niñas lindas? ── preguntó curioso.

──En ese caso puedes responder con la verdad.

──Pero mamá querrá ser amiga de las niñas lindas ── comentó confundido.

──Hay muchas niñas lindas, pero niños no tanto ── respondió rápidamente ── sólo debes ocultar a los niños lindos.

── ¿Y si ella pregunta sobre mis amigos?

Sakura suspiró cansada observando el dibujo.

──Miéntele, Jungwon ── respondió ── si ella alguna vez te pregunta por un chico, sólo debes mentir.

──Mentir es malo ── respondió el niño.

──Hay personas que pueden sobrellevar una pequeña mentira cuando es necesario ── comentó ── en cambio la verdad no está hecha para todos.

El niño asintió retomando su dibujo, sin prestar demasiada atención o poner en duda a su hermana mayor.

Ella era más grande a sus ojos, sabía cosas que Jungwon no y eso la convertía en un adulto según el criterio del menor, si ella decía que eso estaba bien entonces debía ser cierto.

Sakura por su parte, no entendía que iba mal con su madre, últimamente se dedicaba a sobre reaccionar demasiado y a juzgar las vidas de las demás personas, la joven sabía que con Jungwon no sería distinto, ni siquiera por tratarse de su hijo.

La mujer tenía expectativas muy altas del niño, principalmente parecía esperar que el pequeño Jungwon fuera por mucho alguien mejor que su ex-esposo.

Sakura sabía que faltaba demasiado tiempo para que ella fuese la madre de alguien, pero estaba completamente segura de que no era así como funcionaban las cosas, las madres amaban y apoyaban incondicionalmente o al menos eso era lo que la joven creía, y eso era demasiado decir para alguien como su madre, quien antepuso su fracaso matrimonial a su labor maternal.

Jungwon no necesitaba saber sobre todo aquello aún, pero eso no lo excluía de ser tratado como un experimento por parte de la mujer, para demostrarle a su ex-esposo que, aunque hubiera fallado miserablemente en su rol, Jungwon podía ser un buen hombre y todo lo opuesto a lo que él era.

La mujer estaba llevando el asunto demasiado lejos, Sakura le había oído considerar un internado para el menor de entre los dos, y así asegurarse que Jungwon "no cometiera errores" a lo largo de su vida.

Parecía no ser consciente que en los lugares en donde más se daban esos "supuestos errores" era en los internados.

Sakura observó una notificación entrante en su móvil, notando el número que a simple vista parecía desconocido, pero que le era muy familiar a la vez, ella tomó el móvil entre sus manos haciendo discretamente una foto de Jungwon coloreando con sus crayones, antes de enviarla a aquel número.

El niño continuaba en lo suyo, mientras una sonrisa tiraba de los labios de su hermana al ver los lindos corazones de colores que recibió en respuesta a la fotografía.

Para Sakura la sensación de abandono no existía, y sabía que tampoco existiría alguna vez para Jungwon, ya que ellos no habían sido abandonados.

A quien dejaron fue a su madre, pero a ellos jamás los descuidarían, su padre se lo hacía saber a diario en cada mensaje que enviaba para saber sobre ellos y preguntar si todo estaba bien en casa.

No temía que su madre lo descubriera, ella tenía muy claras las reglas del juego y se sentía mucho más tranquila al hacerle saber las mismas a su hermano menor.

Si algún día su madre le descubría, solo debía mentir.

Por el bien de Jungwon y por el suyo propio, su madre no estaba dispuesta a transar con la verdad, no en aquel momento y en realidad Sakura estaba comenzando a pensar que tal vez nunca lo estaría.

Jungwon suspiró cerrando sus ojos, e intentando imaginar la cara de Maeum, el lindo cachorro que Jake había adoptado y se lo había dado como regalo de cumpleaños.

Su madre le acercó una taza de café, y no tardó en recibirla, viendo a la mujer sentarse en uno de los banquillos de la cocina, de la que alguna vez fue su casa.

Sólo dos días habían pasado desde su fiesta, y sus amigos no habían tardado en entrar en crisis y hacerle saber su descontento a causa de las mentiras.

Sakura había sido la única que le había apoyado, mencionado que era muy necesario por el momento, pero eso no había hecho cambiar de parecer a los demás.

Niki también le había comentado que estaba bien con lo que él decidiera, pero su novio merecía mucho más que ser escondido.

Las mentiras se agravaron aún más aquella noche, y pendieron de un hilo durante el transcurso de la misma, uno de los jugadores había gritado a viva voz que el novio de Kenny estaba buscándole, y que le esperaría en la terraza de fumadores, haciendo que Chaewon le asegurara a su madre ser Kenny, la novia de Sunoo para no delatar a Jongseong, también tuvo que bailar con Kazuha toda la noche además de besarla frente a su madre, viendo igualmente a su novio ser extremadamente atento y pegajoso con su hermana mayor

Todo había ido tan lejos, que ya no sabía por dónde empezar a quejarse.

La verdad no estaba hecha para todos, Jungwon lo había comprobado, pero aún conservaba una mínima esperanza de que su madre no lo tomara tan mal.

── ¿Cómo está Kazuha? ── preguntó la mujer, sentándose frente a su hijo.

──Ella está bien ── admitió.

──Creí que vendría contigo ── mencionó la mujer ──la verdad, esperaba que lo hiciera, cuando mencionaste que ibas a visitarme.

──No, ella estaba ocupada ── respondió ── y en realidad, estaba esperando poder hablar contigo a solas.

──Parece ser algo serio ── comentó interesada la mujer ── si vas a decirme que ella está embarazada o que pretendes casarte, créeme que vas a matarme ── comentó sonriendo amplio la mujer ── no estoy segura de en qué momento pasó tan rápido el tiempo.

──Mamá ── la detuvo Jungwon ── no voy a tener un bebé, ni mucho menos voy a casarme ── aclaró ── al menos no por ahora.

──Me parece que vas muy en serio con esto ── comentó haciendo alusión a lo seguro de sí mismo que sonaba Jungwon.

──Completamente ── aseguró ── lo que tengo que decir, no tiene que ver con Kazuha.

──Ajá ── asintió la mujer, muy atenta a lo que tuviera para decir.

──Tiene que ver con Niki ── aclaró.

Las cejas de la mujer se alzaron de inmediato, en un claro gesto sorprendido al oír esto último.

──El hombre guapo ── comentó ── el novio de tu hermana.

──Niki no es el novio de Sakura ── admitió, el gesto de la mujer se tornó demasiado serio de pronto ── sólo te lo dijimos porque aún no me sentía preparado para hablar contigo, la verdad es que...

──No ── la mujer negó ── no sigas ── aclaró entendiendo de alguna manera lo que vendría.

──Mamá, necesito ser sincero contigo ── admitió ── estoy enamorado.

── ¡Basta! ── alzó la voz abruptamente, golpeando el mesón de la cocina, haciendo al menor encogerse en su lugar ── no tienes idea de que estás hablando, ¿qué puedes saber tú de la vida? ── negó ── eres sólo un niño.

──Ya no soy un niño ── admitió ── estoy muy seguro de lo que siento, y me gustaría compartirlo contigo.

──No quiero saberlo ── negó dándole la espalda a su hijo, pretendiendo ocuparse de hacer más café ── Jungwon, una vez que sabes algo, ya no puedes pretender que no sucedió ── aclaró ── no arruines aún más esta familia.

──Mamá ── insistió levantándose de su asiento e intentando acercarse a la mujer ── las mentiras ya arruinaron todo desde hace demasiado tiempo.

La mujer ni siquiera quería alzar su rostro o ver a su hijo menor a la cara, ella había hecho todo lo que pudo para evitar que algo como eso sucediera, y la frustración de saber que no había sido suficiente le estaba pasando factura.

──Estoy enamorado de Niki ── admitió, recibiendo una fuerte bofetada por parte de su madre.

── ¿Cómo te atreves a hacer algo como esto? ── respondió exasperada y al borde de las lágrimas ── lo he dado todo por ti, he hecho hasta lo imposible por compensar la ausencia de un hombre en esta casa, lo único que tenías que hacer era no doblegarte frente a esas estúpidas malas influencias, se supone que sólo debías hacer lo correcto.

──Es lo que estoy haciendo ── admitió ── estoy haciendo lo correcto ahora mismo.

──Todo esto es culpa de tu padre ── acusó la mujer ── debe haber algo mal en los genes de ese hombre maldito ── comentó sollozando ── todo lo que tiene que ver con el termina en ruinas, el marcó la pauta, fue él quien te guió a ser un depravado ── insistió.

──Sólo necesitaba que lo supieras ── mencionó ── Jongseong, Jake y Sakura no lo saben ── intentó interceder por ellos, sabiendo que las preguntas recaerían sobre ellos ── no tienen nada que ver en esto.

──Por supuesto que no ── comentó incrédula ── tu hermana es una mujer decente, probablemente si lo hubiera sabido, no hubiese permitido que arruinaras tu vida de esta manera.

──Debería regresar a casa, Jake debe estar preocupado por lo mucho que estoy tardando ── comentó intentando mitigar sus ganas de echarse a llorar por la mueca de desprecio que le estaba dirigiendo su madre.

──Él es un buen chico ── comentó ── no merece que arruines su vida o atraigas miradas indeseadas sobre él, no lo empujes a seguir tus malos hábitos.

──Adiós, mamá ── suspiró yendo hasta la puerta.

──Jungwon ── lo llamó antes de salir, haciendo que el menor viera de inmediato en su dirección ── no te molestes en regresar ── aclaró ── jamás.

──Voy a tomar algunas cosas de mi habitación ── aclaró recordando que aún sus pertenencias estaban en la casa.

──No ── negó ── ¡sólo vete! ── alzó la voz ── ya no eres bienvenido en esta casa, así que olvida tus comodidades o cualquier tipo de ayuda por nuestra parte ── señaló ── tú lo quisiste así.

──No quería que las cosas fuesen de esta manera ── admitió, sintiendo su labio inferior temblar, por lo que simplemente decidió tomarlo entre sus dientes, intentando nuevamente contener las lágrimas que amenazaban con querer escapar.

──Ahora eres el problema de alguien más ── admitió ── nadie vive de gratis como estabas haciendo hasta ahora, supongo que el pervertido con quien estás ahora, costeará tus gastos por un tiempo ── señaló ── veremos cuanto tiempo tarda ese degenerado en dejarte luego de usarte a su gusto ── agregó con disgusto.

──Espero que algún día lo entiendas ── comentó Jungwon, saliendo finalmente de la que alguna vez fue su casa.

Pudo ver a Sakura observarlo desde su auto, y no tardó en acercarse subiendo al asiento del copiloto al notar que estaba esperándole.

── ¿Fue tan malo? ── preguntó subiendo las ventanillas, mientras acomodaba el espejo retrovisor.

Jungwon se encogió de hombros, entrelazando los dedos de sus manos, y torciendo los mismos en un claro gesto ansioso, era algo habitual para Sakura verle hacerlo desde niño.

──Ven aquí ── extendió sus brazos en dirección a su hermano menor, quien no tardó en buscar refugio entre los mismos, dejando finalmente escapar el llanto amargo que había estado conteniendo durante la cruda conversación con su madre ── vas a estar bien ── comentó Sakura acariciando el cabello de su hermano menor, como si aún fuera el pequeño niño mentiroso y preguntón ── ¡Hey, mírame! ── Jungwon alzó la mirada prestando atención a su hermana, sus mejillas lucían irritadas y sus ojos hinchados producto del llanto que no cesaba ── no estás sólo ── aclaró tomando una de las manos de su hermano menor.

Jungwon bajó la mirada hasta sus manos, notando el pequeño papel que había puesto su hermana entre las mismas, viendo un número de teléfono escrito a lápiz en el mismo.

── ¿De quién es? ── preguntó.

──Cuando te sientas solo, deberías llamarle ── comentó poniendo en marcha el auto ── nadie podrá comprenderte y aceptarte más ── aclaró.

Jungwon observó el número nuevamente, sin comprender a que se refería Sakura, pero creyendo ingenuamente que se trataba de un número de autoayuda o algo similar.

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