Extra

Jungwon sonrió amplio observando la Sala de su apartamento, una melodía angelical y luces imaginarias resplandecientes parecían escapar de su nueva consola de videojuegos.

Una nueva consola, de último modelo había sido el regalo de su Kiki, para celebrar su nuevo empleo bien pagado.

Jungwon debería trabajar día y noche para poder compensar ese regalo, considerando que el piso lo había pagado igualmente su novio.

Esperaba poder pagar, aunque sea los gastos comunes, ya no habría tantas salidas a convenciones o compras de ofertas relámpagos por internet.

Tendría que ser un novio responsable, y uno productivo si esperaba que su relación funcionara.

No quería que Niki creyera que era un vago, aunque el mayor ya lo supiera después de tantos meses viviendo juntos en lo de Jake.

Tomó el retrato familiar que estaba acomodado sobre el mueble antes de sentarse en uno de los sofás, en el mismo podían verse su novio y él en compañía de Maeum.

El entusiasta cachorro, descansaba entre los fuertes brazos de su novio en aquella fotografía, Niki lo había decidido de esa manera, apelando a que así le sería mucho más difícil recortar su hermoso rostro de aquel retrato si algún día el menor decidía terminar con su relación.

Claramente Jungwon le había dicho que eso no sucedería, pero Niki insistió en que era una posibilidad y que no perdía nada cargando al bebé.

── ¿Nostalgia? ── la voz grave de su novio llamó su atención.

──No, es sólo que ── balbuceó deteniéndose abruptamente al notar a su desnudo novio de pie a unos metros de distancia.

El mayor continuaba secando su húmedo cabello con una pequeña toalla al haber salido recientemente de la ducha, mientras no mostraba el más mínimo pudor por pasearse desnudo.

Tampoco es que fuese un desvergonzado, aquel apartamento era únicamente de ambos.

Si él quería ir o venir desnudo, no era un problema para Jungwon.

Igualmente, nunca estaba demás apreciar lo glorioso que lucía sin una sola prenda de vestir cubriendo su cuerpo.

── ¿Estás extrañando a Maeum? ── preguntó curioso.

──Bastante ── admitió, recordando a su cachorro quien sería prontamente regresado a casa por su mejor amigo.

De lunes a jueves, Maeum debía ir con Jake, ya que tanto Niki como Jungwon debían trabajar y no regresaban hasta muy tarde en la noche.

Eso no había sido del agrado de Jungwon, pero sabía que Maeum era demasiado inquieto para su propio bien, por lo que dejarlo solo no era una opción.

──Él debe estar por regresar, sólo faltan algunas horas.

Jungwon regresó su mirada hasta Niki, dejando la fotografía sobre la mesa central en la Sala.

Los amplios hombros de su novio lucían aún húmedos, al igual que parte de su pecho.

── ¿Necesitas ayuda con eso? ── preguntó re lamiendo sus labios.

La mirada del menor no conseguía apartarse de la entrepierna de su novio, subiendo descaradamente por su torso, sin querer perderse la hermosa vista, su vida sexual estaba muy lejos de ser lo activa que creía sería al vivir ambos a solas.

El trabajo y el agotamiento muchas veces mataban las ganas, o dejaban muy poco tiempo para descansar.

El seguía deseando a Niki con la misma intensidad de siempre, pero últimamente sus encuentros sexuales lucían como oasis esporádicos, que ya no conseguía distinguir si habían sido reales o si sólo habían sido sueños húmedos producto de su necesidad por obtener un poco más de su novio.

──Aún tenemos algunas horas antes que Jake regrese a Maeum ── comentó Jungwon mordiendo su labio inferior ── casi no consigo recordar cuándo fue la última vez que ambos coincidimos en casa.

──Creo que fue la semana pasada, a esta misma hora ── comentó divertido acercándose hasta el menor, antes de sentarse a horcajadas sobre su regazo.

──Quiero tocarte, pero temo despertar y encontrar mi ropa interior húmeda y pegajosa ── comentó oyendo una risa áspera y divertida por parte de su novio.

── ¿Sucede muy seguido? ── preguntó rodeando el cuello de su novio entre sus brazos.

──Todo el tiempo ── comentó buscando los gruesos labios de su novio, atrapando los mismos entre los suyos ── más de lo que me gustaría admitir.

Un suspiro escapó de entre los labios de Jungwon, al rodear la cintura de su novio entre sus brazos.

Su piel se sentía húmeda y cálida, a pesar de haber salido de la ducha hace poco.

El aroma de Niki le producía unas enormes ganas de morder, podía sentir el mismo incluso por sobre el aroma de su loción para después de afeitar.

Un áspero gemido escapó del menor, al sentir los dientes de su novio dejar una suave mordida sobre su mandíbula.

Por lo visto, no era el único ansioso por morder.

Amaba el descaro de Niki.

Una de las manos del mayor, le tomó con firmeza por el rostro presionando ligeramente sus mejillas entre sus dedos buscando sostener su mirada.

Un suspiro complacido obtuvo por respuesta, al deslizar sin pudor su lengua por el labio inferior de su novio, antes de tomar el mismo entre sus dientes.

Jungwon parecía muy dispuesto a todo, y Niki no podía estar más conforme con ello.

Las manos del menor deslizaron por la amplia espalda de su novio, antes de detenerse sobre sus glúteos, tomando ambos de manera firme y descuidada.

Ser complaciente con Niki no era difícil para él, conocía cada uno de sus puntos débiles y sabía muy bien cómo llevarlo muy lejos sin necesidad de darle tantas vueltas al asunto.

Los dedos del mayor se perdieron entre los oscuros rizos desordenados de su novio, al sentirle rodear entre sus labios uno de sus pezones.

Jungwon por su parte no podía estar más conforme con la reacción de su novio, llevó dos de sus dedos hasta su propia boca humedeciendo los mismos antes deslizar a tientas su mano entre los firmes glúteos de su mayor.

Al estar Niki a horcajadas sobre su regazo, no fue un trabajo difícil.

Un gemido grave y profundo, similar a un ronroneo escapó de entre los gruesos labios del mayor, el sentir uno de los dedos de Jungwon abrirse paso en su interior.

Arqueando abruptamente su espalda al sentir un segundo dígito, acompañar al primero.

La mano del menor, que se mantenía firmemente anclada a uno de sus glúteos, le impulsó haciéndole saber implícitamente lo que esperaba, por lo que sin pensarlo dos veces Niki alzó sus caderas, quedando arrodillado aún a horcajadas sobre el regazo de su novio, sintiendo sus dedos ir un poco más profundo.

Los expertos labios de Jungwon no tardaron en rodear su hinchada erección, teniéndola esta vez a su alcance.

La desesperación del menor sólo aumentaba, sentía que en cualquier momento alguien podría interrumpir por lo que sin nada de sutileza comenzó a forcejear con su pantalón, intentando deslizar el mismo por sus muslos.

Vio a su novio apartarse ligeramente, dándole algo de espacio para conseguir su cometido.

──Nos estábamos tardando en inaugurar la sala ── comentó Niki arrodillándose de espaldas a él, sobre el sofá individual.

──Si consideramos que aún tenemos que inaugurar cada lugar, y tenemos sólo un día a la semana, tardaremos meses ── admitió descartando su pantalón deportivo.

Niki parecía muy dispuesto, le vio separar aún más sus piernas mientras su amplio torso se recargaba sobre el respaldo del sofá.

── ¿Dónde está el lubricante que pediste en línea? ── preguntó curioso.

──En la repisa del baño ── admitió.

── ¿Lo estuviste usando sin mí? ── preguntó acercándose hasta el baño, regresando rápidamente con el objeto.

──Necesitaba saber si era bueno, para dejar una reseña ── respondió.

──No sé si quiero saber qué decía esa reseña ── mencionó divertido vertiendo una cantidad decente en sus dedos ── "es buenísimo, me entró como una bala".

──Eso lo veremos, no fui tan específico ── respondió sonriendo divertido.

Jungwon observó curioso la fresa dibujada en el tubo de lubricante, antes de acercar sus dedos empapados hasta su nariz.

No olía a fresas, pero aun así tenía el fruto en su logo.

── ¿Pasa algo? ── preguntó Niki volteando su rostro, intentando entender porque tardaba tanto el menor.

Jungwon acercó sus dedos hasta sus labios, lamiendo un poco el líquido, notando de inmediato a que se referían con las fresas.

──Sabe a fresas ── comentó como si fuera una inmensa revelación.

──Esa es la idea ── comentó apoyando su rostro de medio lado sobre sus manos, las cuales permanecían sobre el respaldo del sofá ── pero eso está en un nivel que tu pasividad no podría soportar.

── ¿Me estás retando? ── preguntó expandiendo el frío lubricante por entre los glúteos de su novio.

──Por supuesto que no, pero ambos sabemos que comerte el culo es mi trabajo ── admitió ── no intentes ser un opacador y haz el tuyo.

Era muy cierto que Jungwon jamás lo había hecho, a pesar de que había sido el activo en su relación una cantidad decente de veces.

Tal vez no sería tan malo, era Niki después de todo.

No un desconocido o alguna persona al azar.

La frente de Niki se golpeó abruptamente contra el respaldo del sofá, dejando caer su cabeza sobre el mismo al sentir por primera vez la lengua de su pasivo deslizar descaradamente por entre sus glúteos.

No creyó posible que él lo hiciera, simplemente buscaba meterse con él nada más.

Ambas manos del menor, separaron sus glúteos intentando hacerse de un mejor lugar empujando su lengua entre estos.

Niki temía haber sufrido una conmoción por el golpe bruto en su frente, tal vez dejaría una marca, pero no podía importarle menos al sentir esta vez una de las manos de Jungwon colarse entre sus piernas, tomando su desatendido miembro en la misma.

Jamás creyó siquiera pensar en algo parecido, pero nunca había estado tan conforme con su abstinencia forzada, Jungwon parecía más entusiasta y participativo que de costumbre.

Niki se recompuso quedando arrodillado en el sofá, al sentir repentinamente la intromisión del menor.

Ni siquiera había notado en que momento Jungwon se había alineado, dispuesto a cumplir su propósito sino hasta sentirle hundirse a fondo en un sólo movimiento.

Seguía sintiéndose tan bueno e incluso mejor que las veces anteriores, una de las manos del menor empujó su espalda haciéndole inclinarse nuevamente, antes de arremeter con embestidas descuidadas y ansiosas.

Por lo visto, él había estado juntando ganas desde hace días, sólo podía oírse el chasquido incesante de la pelvis del menor al golpear en cada empuje los glúteos de su novio.

Jungwon amaba sentir a Niki impulsarse en cada empuje, ondeando ligeramente sus caderas, haciendo mucho más placentero para él tomarlo desde atrás.

Alzó su camiseta, observando con interés su erección desaparecer en el interior de su novio en cada empuje.

Aunque Niki sintiéndose ya por sobre el borde debido a la anticipación, interrumpió al menor repentinamente.

── ¡Espera! ── advirtió ── Ya está ── señaló haciendo alusión a algo ya muy frecuente, que habían aplicado en su vida íntima.

Aún con su respiración irregular Jungwon se apartó, viendo a su novio sentarse muy en el borde del sofá, separando sus piernas para mayor comodidad

Sin pensarlo dos veces Jungwon se acomodó a horcajadas sobre el sofá individual, quedando por sobre el regazo de su novio quien no tardó en alinearse alzando sus caderas, antes de hundirse en un movimiento certero.

── ¿Qué decías sobre buscar diversión a solas? ── preguntó divertido al notar lo preparado que parecía estar su novio.

──Necesitaba un poco de esto ── admitió afirmándose al respaldo del sofá.

Nuevamente los chasquidos y golpeteos incesantes producto de cada embestida proporcionada por Niki resonaban en el apartamento.

Un gemido áspero y dolorido escapó de entre los labios del menor, al sentir las manos de su novio empujar sus caderas hacia abajo, consiguiendo empalarse por completo.

── ¿Tu muslo? ── preguntó preocupado.

──Mis caderas ── lo corrigió.

Para Niki tenía sentido, al estar su novio con las piernas tan extendidas.

── ¿Cambiamos? ── preguntó.

──No, tu sigue ── comentó acomodándose antes de alzar ligeramente su cuerpo volviendo a bajar.

Aquel familiar cosquilleo en su bajo vientre, le dio un indicio a Niki de lo cercano que estaba a alcanzar su orgasmo, pero no podía evitar preocuparse por lo necio que era su compañero, sabiendo que aun estando en el dolor podría sobre exigirse sólo para no negarse a alguna petición.

Sintiéndose sumamente frustrado, simplemente ancló sus manos a la cintura de Jungwon, alzando sus caderas en cada empuje.

Su orgasmo recayó sin previo aviso, y antes de poder si quiera intentar hacerse cargo de encargarse de su novio.

El propio Jungwon llevó su mano hasta su erección, auto estimulándose mientras continuaba empalándose a sí mismo sobre su regazo.

Niki ni siquiera se negó a ello, oyendo la risa un tanto cansada y quejidos doloridos por parte de su novio al haber acabado derramándose sobre su pecho, y parte de su rostro producto de su actual posición.

──Creo que me entró en un ojo ── se quejó Niki frotando el contorno de su ojo ── me arde, no hay más cítricos para ti

Un tanto dolorido Jungwon se levantó del lugar sentándose sobre el regazo del mayor, buscando acomodarse allí.

── ¿Ni siquiera vas a ayudarme? ── preguntó curioso aún con uno de sus ojos cerrados.

── ¿Vas a ayudarme tú a limpiar el desastre que acabas de dejar allí dentro? ── se quejó en tono divertido, haciendo alusión a la falta de un preservativo.

──Sólo tenemos que quitar el casco de la regadera y asunto solucionado ── comentó aun frotando su ojo.

──Oí que el semen es bueno para tu piel ── comentó Jungwon.

──No me digas ── se quejó oyendo el tono profundo de la risa de su pasivo, antes que una sonrisa propia se dibujada en sus labios.

Definitivamente, él no cambiaría absolutamente nada de su vida.

Es más, esperaba que todo lo que estaban viviendo, fuera sólo el inicio de una extensa relación, aún sabiendo que, si las cosas seguían así, probablemente él tendría que comprar nuevamente una caja de terciopelo, pero esta vez para ofrecer mucho más que compartir un apartamento.

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