El Código

Lee Heesung suspiró frustrado sintiendo el agarre de su novio, ajustarse a sus dedos entrelazados.

Habían pasado ya poco más de diez meses desde que Sunghoon le robó aquel primer beso, que dio inicio a muchos más.

Dentro de un par de meses se cumpliría un año desde que comenzaron a salir, y al menos 7 meses desde que le pidió al menor ser su novio.

La vida estaba siendo buena con él, y ni siquiera sabía si continuaba agradeciendo a Jungwon haber empujado a Sunghoon hasta sus brazos o si sólo estaba agradecido por no ser un hijo de puta como los que vinieron antes de él.

De cualquier manera, Sunghoon le había elegido por sobre a Sunoo y no podía estar más agradecido por ello.

──Podemos ir sólo por un par de horas ── insistió, haciendo rodar los ojos al más alto de entre los dos.

Observó hacia el frente notando la mirada de un grupo de chicas sobre ellos, haciendo que tirara de su gorra más abajo, intentando cubrir sus ojos y parte de su rostro.

Ser el centro de atención continuaba sin ser lo suyo, pero teniendo un novio tan atractivo y espontáneo, era prácticamente imposible no hacerlo.

──Hay tantas cosas que me gustaría hacer, tengo una lista bastante extensa ── admitió ── estoy completamente convencido de que ir a la fiesta de cumpleaños de Niki, no está en ningún lugar de esa lista.

──Él nos invitó ── se quejó.

──Estoy muy seguro de que no fue así ── negó ── probablemente Jungwon insistió hasta el cansancio, haciendo que el gobernado se rindiera.

──No hay nada malo en que él considere las sugerencias de Jungwon ── aclaró Sunghoon ── no necesariamente es un gobernado por oír a su novio.

──Eso es cierto, pero luego está el asunto de que su novio es un carismático, enfermizo y descarado sociópata, capaz de meterse con facilidad en la mente del imbécil más ingenuo ── bufó ── ese es tu amigo, Niki el estúpido gobernado.

──Niki no es mi amigo ── señaló.

──Pero Jungwon sí, y es peor ser amigo del depredador que de la presa ── suspiró.

──No diría que somos amigos ── comentó finalmente recibiendo su helado por parte de la encargada del local en el cual estaban esperando ── ¿estás seguro que no quieres uno? ── preguntó viendo a su silencioso novio pagar por el helado.

──No, estoy bien así ── comentó seguro dirigiéndose junto a su compañero hasta una de las bancas del parque.

── ¿Al menos puedes probar el mío? ── preguntó acercando su helado hasta los labios de Lee Heesung ── me siento mal si pagas por él, pero no consigues un bocado.

Sunghoon vio las mejillas de su novio arder en vergüenza al tomar un pequeño bocado del helado, Lee era probablemente el hombre más extremadamente tímido que hubiese conocido alguna vez.

Estaban muy cerca de cumplir un año de relación, y ni siquiera le había visto sin camiseta durante el tiempo que llevaban juntos.

──Si vamos puedes elegir el regalo de Niki ── ofreció, recibiendo una mirada totalmente incrédula por parte de Lee ── puede ser todo lo ofensivo que quieras.

── ¿Cómo es que harán una fiesta en la casa de Jake? ── preguntó interesado ── el tipo tiene un bebé de pocos meses.

──No será una fiesta, más bien es una reunión familiar ── admitió.

──No somos su familia ── señaló.

──Pero sí somos parte del círculo más cercano ── aclaró.

──Si te entusiasma tanto ir con tus amigos, lo haré ── mencionó despreocupado.

──No son mis amigos ── lo corrigió.

──Ajá ── comentó deslizando su lengua por el interior de una de sus mejillas ── entonces ¿vamos a ir a la fiesta de tus desconocidos?

── ¿Por qué eres así? ── comentó divertido ── podemos ir al menos por una hora, si ellos fastidian demasiado podemos escaparnos e inventar un nuevo panorama.

──Suena interesante ── admitió ── podemos dejar el regalo, saludar al cretino ¿y luego irnos?

── ¡Heesung! ── se quejó.

──Bien, nos quedamos ── suspiró cansado ── sé que cuando te pidan cargar al bebé, vas a querer regresar a casa ── comentó seguro ── entonces, me voy a reír en tu cara e insistiré en quedarnos.

──Eres tan antipático ── comentó acercando nuevamente su helado hasta los labios de su novio, notando que parecía haberle gustado ya que no puso resistencia a tomar otro bocado.

Sólo esperaba que esta vez no terminara todo en desgracia, como cada vez que su novio y Niki compartían un mismo espacio.

Jungwon lanzó su bolso en cualquier dirección, esperando no haber lastimado a Maeumi en el proceso.

Se sentía cansado, su estúpido trabajo de dinero fácil, había resultado ser un martirio.

Pasear perros parecía sencillo, algo que cualquiera podría hacer.

Pero aquellos jodidos perros del infierno, lo hacían correr, saltar y quedar en ridículo frente de todos.

Sabía bien que no podía quejarse, el trabajo de Kinnie era por mucho más duro que el suyo, llegaba tan cansado a casa todas las noches que sólo roncaba como un oso, luego de dejar un suave beso en su frente o en sus labios.

Necesitaban el dinero con urgencia, la casa no se podía proveer por sí sola, además no podía evitar sentirse culpable por Jake, se suponía que sólo se quedaría en su casa por algunos meses, y ya llevaba más de un año allí y esta vez, acompañado de su novio.

Kiki era sumamente responsable, él se encargaba de mantener la despensa llena, para que Jake pudiese proveer a su bebé.

Pero era extremadamente sofocante el ritmo de vida que llevaban, por lo que Jungwon había decidido ayudar consiguiendo algo de dinero "fácil" según su propia opinión.

Observó en los colgantes de entrada de su casa la chaqueta de Kiki, notando igualmente el móvil de su novio sobre el mesón de la cocina, antes de chequear la hora en su reloj de pulsera.

──Amor, vas tarde ── gritó alto entendiendo que Niki aún estaba en casa, tomó una botella de agua del refrigerador antes de tomar igualmente el móvil de su novio, al notar las muchas notificaciones que se le habían acumulado.

Sus cejas se alzaron en un gesto sorprendido, al deslizar uno de sus dedos por la pantalla y notar que le estaba pidiendo un código para ingresar.

Su ceño se frunció de inmediato, Niki no utilizaba un código.

Desde hace mucho que él había dejado de resguardar su móvil con claves secretas, ya que afirmaba no tener nada allí que Jungwon no pudiera ver.

──Lo sé ── respondió el mayor, acomodando su chaqueta antes de rebuscar en sus bolsillos ── ¿has visto mi móvil?

──Aquí ── señaló Jungwon sacudiendo el aparato en una de sus manos ── está bloqueado ── comentó con obviedad.

──Hmm sí ── comentó intentando tomar el móvil, pero en un rápido movimiento Jungwon lo apartó.

── ¿Por qué? ── preguntó inseguro ── siempre ha estado sin una clave, ¿qué cambió?

──Si lo pierdo, no me gustaría que alguien más pudiese ver nuestros asuntos ── comentó despreocupado tomando el móvil en una de sus manos, antes de ponerlo en uno de sus bolsillos ── ¿quieres que algún desconocido vea las fotografías prohibidas de tu hombre? ── preguntó divertido rodeando a su pasivo por la cintura ── o peor, ellos podrían ver las fotos indecentes que me envía mi hermoso pasivo en horario de trabajo.

──No me convences ── comentó frunciendo sus labios, a la vez que presionaba las mejillas de su novio con una de sus manos, haciendo que sus abultados labios lucieran aún más gruesos ── quiero morderte ── admitió antes de tomar el labio inferior de su novio entre sus dientes.

──Muérdeme ── suspiró ── estoy esperando que lo hagas.

──Tienes trabajo ── le recordó Jungwon.

──Me pagan por hora, que me las descuenten ── señaló deslizando sus labios por la mandíbula de su novio.

──Pero podrían despedirte ── aseguró.

──No lo harán, Jongseong puede cubrirme ── comentó seguro ── Jungkook ni siquiera nota cuando alguien no llega a trabajar.

Eso tenía sentido para Jungwon, el novio de su padre era demasiado despistado, el peor error que había cometido su padre había sido dejarle supervisando las obras de remodelación de la nueva casa en la que estaban trabajando.

──Bien, eso podría ser cierto ── admitió ── ¿por qué seguimos perdiendo el tiempo aquí si deberíamos estar en la habitación?

──O podríamos ser un poco más atrevidos y hacerlo aquí ── mencionó Niki tirando del pantalón deportivo de su pasivo por sus piernas, hasta dejarlo a la altura de sus muslos.

──La mala suerte me persigue, no quiero tentar a mi mal karma ── comentó Jungwon viendo hacia la puerta.

──Jake tenía asuntos que atender, nadie va a venir ── señaló tirando de su propio cinturón antes de deslizar su cremallera ── excepto tu ── aclaró con una sonrisa engreída tirando de sus labios.

──Es una pésima idea ── admitió Jungwon.

──No puedes decirme eso cuando ya estoy duro ── se quejó.

Jungwon tiró de su pantalón por sus piernas acomodándolo en su lugar, antes de empujarle por sus amplios hombros dejándolo sentado sobre uno de los banquillos de la cocina.

Niki re lamió sus labios, al ver a su pasivo arrodillarse entre sus piernas.

── ¿No quieres dejarte en la cocina, pero ahora esperas hacerte cargo? ── preguntó ── ¿qué pasa si alguien viene?

──Me escondo bajo la mesa y te dejo solo, semi desnudo y haciendo el ridículo por tu cuenta ── señaló tirando de la ropa interior de su novio, antes de tomar su necesitada erección en una de sus manos.

Niki dejó caer su cabeza hacia atrás, a la vez que un áspero gemido complacido escapaba de entre sus gruesos labios, al sentir la lengua de su pasivo arremolinarse en torno a su pene, lo estaba necesitando bastante desde hace varios días.

El estrés que le suponía hacer tantas cosas a la vez, le estaba pasando factura.

Jungwon era un tipo listo, Niki sabía que no tardaría en notar que algo no iba bien.

Más bien que le estaba ocultando algo.

Pero él no podía simplemente cambiar las cosas, cuando se proponía algo lo cumplía y se había propuesto no hacerle saber aún a Jungwon sobre sus planes a futuro.

No quería asustarlo, aunque las probabilidades de que lo hiciera eran altas.

Jungwon por su parte, estaba anhelando un contacto más íntimo con su novio, pero el asunto del código en su móvil seguía muy presente en sus pensamientos.

Se apartó ligeramente de Niki sólo para notar a Yeji asomar por el pasillo vistiendo únicamente una camisa de Jake, el ceño del menor se frunció de inmediato al cruzar miradas con su amiga.

La chica sólo alzó sus cejas en sorpresa, al igual que sus manos.

"Vete" señaló Jungwon únicamente moviendo sus labios, a lo que la chica respondió llevando uno de sus dedos hasta sus labios en señal de guardar silencio, colándose nuevamente en el pasillo, probablemente regresando hasta la habitación de Jake.

Había días como aquellos, en que Jungwon deseaba compartir piso únicamente con su novio.

Pero él no podía ser exigente, no cuando la casa no era suya.

Nuevamente regresó su atención hasta su objeto de interés, no sabía si era por el tiempo que habían estado ocupados en sus asuntos o por algo más.

Pero estaba comenzando a notar el gansito de su novio más grande de lo habitual, probablemente era sólo el hecho de que había perdido la práctica.

Estaba comenzando a antojarse demasiado, las ganas de arrastrar a Kiki hasta su habitación sólo crecían, no parecían disminuir.

Su mandíbula dolía tanto como la primera vez, un jadeo de angustia escapó de entre sus labios al notar esta vez no sólo a Yeji, sino también a Lia espiando por el inicio del pasillo.

──Suficiente ── se quejó apartándose frente a la expresión desorientada de su novio ── vamos a la habitación ── balbuceó incómodo.

Esas jodidas fetichistas en su casa conseguían erizar cada vello en su cuerpo, rondaban cerca cada vez que intentaba tener intimidad con Kinnie, sabía que estaban sólo a una vez más de atraparlos para proponer un trío y no estaba dispuesto a compartir su gansito.

Probablemente Kinnie si lo estaba, era un bisexual perversito interesado en tríos y en pechos, además de gansitos.

Jungwon mentiría si dijera que no le gustaría igualmente compartir su cama con una bella mujer, pero no estaba dispuesto a transar ofreciendo lo que era suyo.

Él podía resistir la tentación, simplemente se sentía curioso por saber si Niki podría hacerlo también.

Probablemente podía, o al menos eso quería creer Jungwon.

Jungwon no tenía dudas respecto al amor que sentía Niki por él, solo estaba ese insignificante detalle, que probablemente le quitaría el sueño por varios días antes de que su novio hablara.

¿Por qué él tenía una clave para su móvil?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top