De Pasivos y Activos

Jungwon a pesar de haber dormido poco y muy mal, no se sentía cansado.

Niki continuaba acaparando más de la mitad de la cama para sí mismo, pero eso no parecía ser un problema para el menor.

Iban a ser las 6 de la mañana y aún no se ponía el sol, cuando el inquieto menor se volteó en dirección a su novio, pasando uno de sus brazos por sobre el abdomen del mismo, buscando despertarlo.

──Niki ── susurró de manera suave en su oído.

El mayor se removió incómodo, frunciendo el ceño y volteando en dirección contraria.

──Niki ── se quejó Jungwon, al ver a su novio hundir su rostro en la almohada, girando nuevamente hasta quedar tendido sobre su torso, buscando ignorar al menor olímpicamente.

Jungwon suspiró frustrado antes que una brillante idea cruzara por su mente, trepó en silencio sobre el cuerpo de Niki, separando las piernas del mayor y haciendo que su entrepierna frotara directamente contra el culo de Niki, cubierto únicamente por un boxer bastante ceñido.

── ¿Qué haces? ── esto pareció dar resultado ── Jungwon, no tengo ganas ── suspiró ── me duele todo y tengo una horrible resaca, aunque quisiera no duraría demasiado.

──No tienes que hacer nada ── admitió el menor ── puedo encargarme ── aclaró estrujando uno de los firmes glúteos de su novio en una de sus manos.

Niki simplemente suspiró frustrado alzando sus caderas, para permitirle deslizar su ropa interior por sus muslos hasta descartarla.

──Deja de apretar ── se quejó, notando la resistencia que estaba poniendo Niki para poder separar más sus piernas ── Niki, estoy hablando en serio.

──Si me lo pides con cariño, tal vez podría ceder ── bostezó ── hazlo con cuidado.

Niki finalmente parecía haber cedido, alzando un poco sus caderas para facilitarle el trabajo, quedando prácticamente arrodillado con sus piernas abiertas, mientras su torso continuaba descansando apoyado sobre la cama.

Jungwon sintiéndose demasiado ansioso, extendió su cuerpo hasta alcanzar en una de sus manos, el pequeño tubo de lubricante que estaba en su mesa de noche.

Su estómago continuaba siendo frágil, mucho más aún al venir despertando, por lo que no estaba en sus planes poner en práctica lo aprendido con Niki, al prepararlo.

Era una suerte que Niki prácticamente se hubiese casi mudado a su pequeña habitación, tenía condones y lubricante sin haber invertido nada de dinero.

Su novio se encargaba de correr con ese tipo de gastos, y en realidad también con todos los demás, ya que Jungwon no había conocido el trabajo en todos sus años de vida.

El trabajaría algún día, claro que sí, pero para eso debía antes obtener su título.

Niki por su parte no parecía tenso, o nervioso al sentir los húmedos dedos de Jungwon, ya lubricados, abrirse paso entre sus glúteos.

No parecía suponerle un problema mayor, Jungwon no estaba seguro de si su novio aún estaba ebrio o de si ya tenía experiencia siendo el pasivo en una relación.

── ¿Sigues ebrio? ── preguntó sólo por curiosidad.

──No ── negó Niki, apoyando una de sus mejillas sobre el dorso de su mano, mientras continuaba esperando.

Un gemido un tanto áspero escapo de entre los labios del mayor, al sentir uno de los dedos de Jungwon abrirse paso por primera vez en su interior.

Para Jungwon estaba muy claro que su novio, no estaba teniendo dificultades para recibirle, por lo que sin previo aviso hundió un segundo dígito, acompañando al primero.

Allí estuvo su primer error, o al menos así lo comprendió al ver a Niki aún bajo la poca luz que había en la habitación, estrujar las sábanas entre sus puños.

──Espera un momento ── jadeó el mayor, su voz sonando un tanto amortiguada al prácticamente haber hundido su rostro en la almohada.

Jungwon apartó su mano rápidamente, deslizando sus dedos fuera.

──No dije que ya no lo hicieras, sólo que esperes ── aclaró, mordiendo con fuerza su labio inferior y parte de la almohada, al sentir al menor nuevamente empujar los dos dedos sin nada de sutileza de regreso a donde estaban.

Para Niki estaba muy claro que debía ser considerado un crimen, el permitir confiarle su culo a un primerizo.

Su cuerpo ya estaba doliendo y sintiéndose maltratado, y ni siquiera habían hecho demasiado.

──No ── negó Niki entendiendo que no había manera en que no fuera horriblemente doloroso, y que ir por pasos sólo prolongaría el sufrimiento ── toma un condón y hazlo, ¿sí?

Tampoco quería hacerle saber al menor su incomodidad o malestar, él no tenía la culpa de no saber qué diablos hacía.

Además, había sido su decisión permitirle a Jungwon ser el primer hombre en tomarlo de esta manera.

Era la única primera vez que podía ofrecerle, ya que Niki había agotado sus primeras veces durante sus años portándose como un cretino, y bueno Jungwon lo había estado dando todo desde hace algún tiempo, y Niki esperaba poder hacer lo mismo por su pasivo.

── ¿Estás seguro? ── preguntó curioso ── entonces, ¿es sólo eso? ── insistió incrédulo, no pudiendo creer lo sencillo que era preparar a alguien, sólo usando dos dedos por algunos segundos nada más.

──Sólo eso, lo estás haciendo perfecto ── admitió suspirando rendido.

── ¿Sí? ── una sonrisa orgullosa tiró de los labios del menor.

Era tan jodidamente bueno siendo un homosexual, que de haberlo sabido antes, se hubiese empeñado desde un inicio en admitirlo a viva voz, y le hubiera hecho frente a su madre.

Jungwon estaba seguro de que había nacido para esto, y recién entonces lo estaba notando.

Sintiéndose mucho más seguro, alcanzó un condón buscando asegurarlo en su lugar, a la vez que los vellos de la nuca de Niki se erizaron de manera instantánea al oírle rasgar el envase.

Repitiéndose mentalmente lo mucho que amaba a Jungwon, y que el dolor era pasajero, se aferró con ambas manos a las sábanas, acordándose de cada persona a la cual lastimó alguna vez y pidiendo perdón al cielo por ello, como si fuera una manda al sentir, el pene de su novio ya cubierto por el profiláctico alinearse entre sus glúteos.

Sintiéndose un tanto desorientado, Jungwon re lamió sus labios, empujando con extrema suavidad sus caderas, consiguiendo abrirse paso con demasiado cuidado hasta quedar profundamente hundido en su novio.

Un jadeo escapó del mayor, al sentir prácticamente palpitar, la hinchada erección de su novio completamente empalada en él.

El dolor inicial había sido espantoso, y aún continuaba muy presente en su cuerpo, sobre todo en la parte más baja de su espalda, pero después de algunos minutos no parecía tan terrible como lo creyó.

El ardor y escozor que sintió en un inicio, parecía ir disminuyendo al sentir lo quieto que se había mantenido Jungwon.

La sensación en sí era extremada incómoda, sobre todo en la posición que se encontraba, estaba seguro de poder haber elegido una posición mucho menos denigrante, que estar con el culo alzado mientras su novio se encargaba, pero tampoco quería moverse del lugar.

Esta vez quien debía hacerse cargo era Jungwon, su príncipe muerde almohadas debía demostrar de que estaba hecho y hasta ahora parecía únicamente una estatua.

Jungwon continuaba sintiéndose demasiado incómodo, la sensación era buenísima, su novio ajustaba bastante bien.

Pero continuaba sintiéndose como un chihuahua montando a un perro labrador, la espalda de Niki lucía aún más amplia desde donde lo estaba viendo.

El jamás había notado la diminuta cintura de su novio sino hasta ahora, o bien, tal vez si lo había hecho, pero en ese entonces no parecía tan pronunciada como en aquel momento.

Sus músculos se sentían acalambrados, y aún no había hecho nada.

Tal vez después de todo, el si estaba hecho para ser un pasivo.

Pero no podía dejar las cosas así nada más, él había iniciado algo y debía terminarlo o Niki se burlaría de el por el resto de su vida, por ser un muñeco inflable.

Por lo que reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban, impulsó sus caderas, hundiéndose en un certero movimiento nuevamente en Niki consiguiendo que un gemido áspero y atrayente escapara de los gruesos labios de su mayor.

Sin dudas sus gemidos eran completamente distintos, a los que dejaba escapar estando en su posición y Jungwon no podía sentirse más complacido por ser el causante de los mismos.

Sintiéndose sumamente confiado, alzó con facilidad el torso de su novio, aun ondeando sus caderas en cada empuje, consiguiendo un poco más de aquellos gloriosos quejidos y gemidos por parte de Niki.

Su novio suspiró complacido, haciéndole saber el maravilloso trabajo que estaba haciendo y eso para Jungwon significaba demasiado, siendo su primera vez siendo la parte dominante de la relación.

Aunque un pequeño diablillo, que casualmente lucía y se oía muy similar a Sunghoon, que rondaba en sus pensamientos, le recordó que su novio era un tipo bastante duro y amante de la brusquedad.

Por lo que sin nada de sutileza prácticamente clavó sus dedos en uno de sus hombros, golpeando una y otra vez sin consideración en su interior, haciendo al mayor prácticamente arquear su espalda y crispar los dedos de sus pies.

Uno de sus brazos rodeó el torso de Niki, alcanzando con una de sus manos el húmedo cuello del mayor, producto del sudor de su extenuante actividad.

Ejerciendo algo de presión sobre el mismo, y obteniendo los resultados esperados.

Su mano hasta ese entonces desocupada, buscó a tientas tomando la necesitada erección de su novio, con firmeza en la palma de su mano.

Niki parecía estar cada vez más cerca del borde, empujando en este punto sus propias caderas, buscando empalarse más aún a sí mismo sobre la latente erección de su novio.

El rubor su expandió desde las mejillas de Jungwon hasta gran parte de su cuello y sus orejas, al dejar escapar un vergonzoso gemido, alcanzando su orgasmo antes que Niki.

¿Qué procedía en estos casos?

Sus músculos se sentían tensos y haciendo su mayor esfuerzo por no hundirse en la humillación, ejerció aún más presión sobre el rígido pene de su novio

Todo su cuerpo dolía horrores, y Niki no daba indicios por seguirle, había comenzado a sudar frío al sentir su gansito ablandarse considerablemente.

A su parecer, todo eso debía ser un mal sueño, era imposible que algo así le sucediera.

Él debía detenerse, no podía seguir, él había oído historias de personas que se habían fracturado el pene por forzarlo estando semi erecto y no podría soportar el dolor, pero su dignidad haciéndose trizas al dejar a medias a su novio sería igualmente algo tremendamente doloroso.

Como si hubiera oído sus suplicas, sintió a Niki arquear su espalda y alcanzar su orgasmo acompañado de alto gemido, y probablemente el suspiro de alivio que dejó escapar se escuchó incluso a cuadras de distancia, aún más fuerte que los gemidos de Niki.

Para colmo, al apartarse notó que el estúpido forro se había roto otra vez.

Esta probablemente habría sido la primera vez más espantosa para su novio, él lo había arruinado completamente y no tenía excusas.

Ni siquiera se atrevía a mirar a la cara a Niki, él era un tipo acostumbrado a las cosas intensas y al sexo de buena calidad, y por parte de Jungwon sólo había recibido migajas de aquello.

Jungwon acaba de tener la enorme revelación de que era pésimo en la cama, y estaba completamente seguro de que ni siquiera el inmenso amor que profesaba Niki hacia él, sería capaz de salvarlo de ser bateado.

Por lo que simplemente lanzó con molestia el condón, hasta el papelero, fallando en el proceso al verle caer fuera de este, tendiéndose sobre su vientre a la vez que su rostro se hundía en la almohada.

Niki por su parte no podía sentirse más complacido, creyó que sería horrible, doloroso y un tremendo error permitir a su novio primerizo tomarlo por primera vez, pero había superado por mucho sus expectativas, probablemente las veces que vinieran serían aún mejores luego de que Jungwon se acostumbrara un poco a ello.

Su cuerpo se sentía dolorido de buena manera, y sentía ganas de dormir una larga siesta aferrado al cuerpo de su, ya no tan pasivo novio.

Jake suspiró completamente arrepentido de haber regresado a casa, el inquieto cachorro abandonado que había recogido en el taller, se removía incómodo entre sus brazos mientras su rescatista permanecía completamente inmóvil parado en medio de la Sala de su casa

Los altos gemidos con los que había sido recibido, al poner un sólo pie en el interior de su casa, le indicaron que no era el mejor momento para enseñarle el cachorro a Jungwon.

Su incomodidad radicaba, en que para su desgracia él había sido más que capaz de reconocer que los mismos no provenían de su mejor amigo, sino del grandulón a quien tenía por novio.

Hubiera sido igual de incómodo para el haber oído a Jungwon, pero en realidad él hubiera deseado no oír a ninguno de ellos.

Ahora su mente no dejaba de imaginar a su mejor amigo haciendo mil cosas a su novio, y eso era mucho más de lo que podía procesar.

Había muchas cosas que él prefería pensar que Jungwon desconocía, pero por lo visto el tipo estaba ya en otro nivel, deberían ingeniárselas para poner una media en la puerta o pasar el seguro de la puerta principal para que esto no volviera a suceder.

Jake simplemente negó, acomodando al cachorro sobre su pecho para salir del lugar antes de tener que encontrarse de frente con alguno de los dos hombres, paseándose desnudos en su casa por lo que simplemente salió de la misma, intentando encontrar un panorama apto sólo para el pequeño cachorro y para él.

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