Iridia había acabado con Elías, Aoki se retiró con Garats a la base rebelde junto a otros heridos, los peleadores restantes intentaban hacerse cargo de los Castigadores, y aquella asesina se iba retirando.

Un disparo se escuchó, Iridia se detuvo, aquél proyectil lanzado por Alejandro había rosado su muslo derecho, pero esta se regeneró.

Furiosa, se lanzó contra su rival pero Tomoko se interpuso, un fuerte golpe impactó en el estomago de la mujer de los brazos de acero, pero ella no se detuvo.

Tomoko era capaz de mantener una pelea pese a que su poder era inferior al de la asesina, su cuerpo tenía una resistencia y fuerza capaz de soportar ataques de rivales más poderosos, por ello los golpes físicos de Iridia no le hacían daño.

Iridia entonces lanzó un ataque de su propia invención la "Bomba Onírica", un ataque que se dividía en varios proyectiles y eran capaces de moverse mientras el usuario pensara en su trayectoria, los esfuerzos de Tomoko estaban ahora en esquivar tal ataque.

Entre sus saltos hacía edificaciones cercanas y movimientos rápidos, la persecución del ataque terminó, pero Iridia había desaparecido.

En las instalaciones de su base, los científicos de la asesina por fin entendían el funcionamiento de la máquina del tiempo, por lo que en cuanto su líder lo ordenó, ellos lo activaron.

Iridia ahora mismo viajaba al futuro, y la Alianza y la Unidad Central se encontraban combatiendo en los exteriores, pero una fuerte luz se desprendió, era la máquina viajando al pasado.

Mientras tanto en la realidad de la UIE...

-Señor, se activaron los protocolos, es mejor que pongan a patrullar a la Unidad Infra- afirmó un asistente

-Muy bien, debes enviarlos a contener la amenaza- contestó el viejo

En aquella ciudad pequeña donde vivía una chica que había trabajado con Liu, escuchaba una voz que decía:

-Ingrid, me las pagarás- dijo enfadada Iridia...