Narra Sarah

Finalmente me desperté y sentí algo esponjoso como las colas de Luther, así que me di la vuelta todavía en la cama, solo para ver a Luther con rosas en sus manos, y ella también estaba dormida. Agarré su mano para poder agarrar las rosas, y con un toque se despertó, sorprendida, por lo que estaba haciendo. La acaricié antes de que pudiera decir algo.

— ¡Sarah! ¿Qué estás-? Oh las rosas. — Dijo, mientras se sonrojaba. —

— Mhm, ¿Eran esas para mí? — Pregunté, acariciándolo en su pecho esponjoso. —

— Bostezo. — Sí, ¿Por qué preguntas? — Dijo disfrutando de las caricias que le di. —

Miró a su alrededor, asegurándose de que nadie viera esto.

— Bueno, me quedé despierta toda la noche, buscando rosas.....para ti, y quería sorprenderte. — Dijo en un tono dulce, acariciándome la cabeza, permitiéndome dejar escapar un suave ronroneo. —

— ¡Awwww, Luther, no deberías haberlo hecho! — Dije mientras le daba un pequeño beso, mientras me levantaba solo para salir de mi cama, dándome cuenta que tenía que superar a Luther para hacer eso. —

— ¡OH!, lo siento, Sarah, déjame salir de tu cama. — Dijo mientras salía de mi cama, solo para que yo pudiera salir. —

Me levantó de la cama y me puso en el suelo, pero esta vez me acarició la cabeza.

— ¿Quieres que vaya a buscar un poco de café negro para ti? — Preguntó, mientras abría la puerta corrediza automática del área de la cama del laboratorio. —

— No, estoy bien, Luther. — Dije, retrocediendo, escuchando los pasos de X-Terion. — Aunque podría querer retroceder..... — Dije, viendo a Luther retroceder, para evitar que X-Terion lo lastimara. —

— ¡¡¡HORA DE DESPERTAR!! Oh, ustedes están ya despierto. — X-Terion entró corriendo, mientras decía: — Bueno, sí, los desayunos de McDonald's están ahí. Aquí tienen, desayuno. — Dijo, mientras se iba. —

— ¿Qué diablos acaba de pasar.....? — Preguntó Luther. —

— No sé. — Dije, sorprendida por lo que acababa de pasar. —

[Otro salto de tiempo, después de comer.]

— Voy a ver qué están haciendo los demás. — Hice una pausa. — ¿Quieres venir Luther? — Le pregunté. —

— No, estoy bien. — Dijo recostada en su cama, quedándose dormida. —

— Está bien, dormilona. — Dije saliendo del área de la cama del laboratorio, corriendo hacia el portal solo para llegar a la zona de la colina verde. —

Giré rápidamente hacia la ciudad de la colina verde, donde los demás se quedaron en...