❌Level 5 & 6: Celar/Culpabilizar❌
LEVEL 5
READY, PLAYER TWO?
Jeremy sentía que le iba a reventar la yugular de la rabia, si es que no echaba humo por las orejas o se incendiaba primero.
Estaba de camino a la casa de Michael con unas ganas bestiales de romperle la cara, con el único detalle de que solo lo haría en su imaginación, sería una pena romperle su linda y apuesta cara... Aunque estuviese furioso.
Las chicas habían insistido en acompañarlo, quizá para darle su escarmiento a su manera, sin embargo rechazó la oferta, esto era algo que tenía que resolver solo con él. Ya saben, de hombre a hombre, de novio a novio, de ex cumpleañero a horrible traidor. Lo de siempre.
No lloraría, al menos no en este momento. Ya había llorado suficiente los últimos días, a pesar de que muy en el fondo sí tenía ganas de hacerlo. Es decir... Michael había saboteado algo importante para él solo porque quería tenerlo para él solo ¿En qué mundo consideras eso una muestra de afecto? ¡Y tuvo el descaro de enojarse con él por hablar con Christine! ¿En serio? ¿Qué se creía? ¿Qué, en el nombre de Starkid, le pasaba?
Realmente... Nunca lo creyó capaz de hacer algo así.
–¡MICHAEL GEORGE MELL SALAZAR! –Vociferó entrando a la casa de un portazo. Los Mell siempre dejaban la llave debajo del tapete de la entrada, no fue difícil ingresar. Y aunque le hubiese gustado romper la cerradura de una patada... Tania y Lisa no tenían que pagar por la traición de su hijo, además estaba seguro de que él no tenía la fuerza suficiente en la pierna para romper una cerradura así. –¡Sal de donde quiera que estés, cobarde!
–¿Ah? ¿Jeremy? –Tania se asomó por la puerta de la cocina con una expresión asombrada. –¿Qué haces aquí, tesoro?
–¿Y por qué parece que quieres cometer homicidio? ¿Qué hizo Michi ahora? –Lisa cuestionó. No le gustaba que perturbaran la paz de su casa, pero mucho menos le gustaba que Michael metiera la pata con su yerno. –Está en el sótano ¿Quieres que lo traiga de la oreja?
–No gracias, tengo que hablar a solas con él. –Declaró seriamente antes de dirigirse al sótano. No quería meter a las madres de Michael en este asunto por mucho que le gustaría verlas a ambas regañándolo y dándole un buen castigo por ello. Esto era algo privado que debían resolver como pareja, además... Sería más plácido si era él quien hiciera llegar el karma más adelante.
Michael estaba echado sobre la cama con la computadora haciendo un trabajo escolar. Ni pareció notarlo hasta que Jeremy carraspeó con la garganta. Ahora, bien, la idea era hablar tranquilamente con él, ya saben, ser razonable, dejarle explicarse y tal. Pero no había esperado a tranquilizarse antes de venir, así que acudiría al plan B.
Plan B: Gritar hasta que te canses y el desgraciado responda.
–Oh, Jeremy ¿Qué haces...?
–¡Cierra la boca, Mell! ¡¿Qué demonios significa esto?! –Cuestionó sin dejarle terminar la oración, casi golpeándole los lentes con la pantalla del teléfono en un gesto brusco de acercárselo a la cara. Michael casi se cae hacia atrás del susto, pero se recompuso acomodándose las gafas para ver mejor.
–¿Ofertas para un sex-shop?
–¿Qué? ¡No, esto...! Ah, espera. –Bufó por lo bajo. Sin querer había abierto una captura de pantalla diferente. Ese asunto no era algo que discutir ahora. Cuando encontró la que buscaba volvió a hacer el mismo gesto brusco, aunque Michael no se sorprendió tanto. –¡Esto! ¡¿Qué demonios está mal contigo, Michael?!
El aludido se tomó unos segundos para ver la imagen, y las siguientes que Jeremy siguió pasando. Se puso pálido, sin embargo no dio el brazo a torcer y resopló rodando los ojos para volverse a la computadora y continuar con el trabajo.
–¿Capturas falsas para hacerme quedar mal? Qué fácil que te dejas engañar, Jeremy.
–¡Oh no, ni creas que me voy a tragar esa maldita excusa! –Chilló indignado, quitándole la computadora de un manotazo y apartándola. Michael pareció molesto por ello, pero no tuvo tiempo de decir nada. –Lo vi todo en los teléfonos de los chicos, Michael ¡¿En qué estabas pensando?!
Esta vez el joven Mell no respondió pronto, simplemente suspiró derrotado y se bajó de la cama. Se veía más tranquilo y dispuesto a decir la verdad, pero eso no bajaba la furia de Jeremy. –Escucha, sé que estás molesto...
–¡¿Molesto?! ¡Estoy enojado! ¡Tengo ganas de ahorcarte, así de enojado estoy!
–Lo sé, pero...
–¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! ¡A mí! ¡A tu novio! ¡A tu jugador dos! –Se le quebró la voz cuando trató de elevarla, notando que sin quererlo había empezado a llorar de rabia. No le importó mucho en realidad, sus emociones opacaban todo rastro de racionalidad. Esto le dolía, pero de una forma que no había conocido antes. Saber que en quien más confiaba le tendió esta trampa y le hizo daño... ¿Qué se supone que debía sentir? –¡Sabías que me importaba! ¡Sabías cuánto me esforcé en la fiesta! ¡Sabías cuánto significaba esto para mí y aun así lo arruinaste solo porque eres un egoísta!
–¡¿Egoísta yo?!
–¡Sí, tú! ¡Hiciste quedar mal a todos nuestros amigos y me lastimaste solo porque me querías solo para ti en mi cumpleaños! ¡Mi maldito cumpleaños, Michael, no el tuyo! ¡¿Tienes idea de cómo me siento ahora?! –Quiso reírse para alivianar su llanto, pero solo lo empeoró. –¡Me siento horrible! ¡Saber que la persona que quiero y en quién confío me hizo esto...!
–¡¿O sea que solo importa cuando eres tú el que se siente mal?! ¡Tú me abandonaste por ellos también una vez, Jeremy! ¡¿Se te olvida?! ¡No soy el único egoísta!
Fue increíble que solo decir aquello acallara tan rápido sus lloriqueos, por sorpresa más que nada, por indignación. –¿Cómo mierda puedes sacar eso a colación en este momento...?
–Porque vienes aquí a gritarme por algo malo que hice siendo que nunca te hice lo mismo ¡Y adivina qué! ¡Tampoco recibiste una sola consecuencia por lo que hiciste! ¡¿Pero yo tengo que aguantarte a ti haciéndote el santo?!
A Jeremy no se le escapó ni una sola palabra, casi ni parpadeó mirando horrorizado a su novio.
Sentía como si su estómago se hubiese hecho un nudo justo alrededor de su corazón, y como si sus pulmones quedaran aplastados entre ellos ¿Cómo podía ser que Michael le restregara en la cara algo que tanto lo había hecho sentirse como la mierda por meses? Algo que hasta el día de hoy lamentaba, algo que le seguía trayendo pesadillas, algo con lo que tenía que vivir con las cicatrices de su espalda, con las quemaduras de Rich, con la obra arruinada, Jake con las piernas quebradas, Brooke y Chloe enemistadas... Ellos separados.
¿Cómo tenía las agallas de despotricar contra él justo ahora para defenderse de algo que hizo? Quería negarlo, pero ya era tarde, ya le parecía que no tenía el derecho a decir absolutamente nada y solo se ahogó en lágrimas mientras su novio ablandaba su gesto y trataba de acercarse, notoriamente arrepentido.
–Jeremy, perdón, no quería...
–¡Eres un imbécil, Michael Mell! ¡¿Me oyes?! ¡Vete a la mierda!
Se dio la media vuelta abandonando el sótano y la casa tan rápido como pudo, ignorando los gritos de Tania y Lisa y el intento de Michael por explicarse. No quería seguir ahí, ahí no era bienvenido.
Corrió hasta que le dolió el pecho, las piernas, y solo se detuvo hasta que llegó a su casa y se encerró en su habitación a llorar con fuerza. No podía creer que tras todo lo que pasó aún le quedase más frustración y culpa que sacar, pero así era, y ni siquiera se pudo arrastrar a la cama para hacerlo más cómodamente.
Increíble... Michael podía hacerlo sentir como el malo del cuento siempre que se lo propusiera ¿O es que lo era en realidad?
(...)
Al día siguiente no se cruzó a Michael en todo el día, ni siquiera cuando tuvieron clases juntos. El filipino se estaba tomando muy en serio esto del "largo minuto de silencio" por lo que podría ser la futura muerte de su relación, y aun así se veía fresco como lechuga. Él no estaba igual. No había dormido casi nada y se veía como si hubiese llorado toda la noche, lo cual sí hizo. Su capacidad cerebral estaba a cero y no podía hacer más que comportarse como zombie. Nada fuera de lo común cuando se muere algo por dentro.
Apenas y se recuperó cuando sus amigos lo arrastraron con ellos a cada actividad en el recreo, el almuerzo, y todas las clases en las que se cruzaban. Era como si quisieran levantarle el ánimo o hacerle hablar sobre lo que pasó con Michael, solo que no lo decían y eran sutiles. Hasta Jenna Rolan se esforzaba en ello, y no tenía su teléfono cerca.
Realmente lo apreciaba, pero... ¿Acaso lo merecía? Hasta por donde él sabía, la única que merecía hacer que Rich fuese tranquilo y extremadamente amable era Brooke.
En clase de teatro no fue mejor. El señor Reyes los separó en dos grupos para hacer improvisación de lo que se les viniera a la mente en diez minutos y se fue a buscar un hot pocket, extendiendo el tiempo límite a veinte minutos.
Por lo general le entusiasmaban estas actividades, pero se sentía incapaz de todo, solo útil para sostener un libreto en su regazo.
–Hey... ¿Jeremy? Creo que tenemos una idea para la improvisación. –Jake le habló, haciéndole una seña para que se acercara. Obedeció de mala gana, los chicos se veían emocionados, aunque no podía saber bien el por qué.
–Muy bien... Christine nos dio varias opciones... Pero creo que deberíamos hacer escenas musicales en pareja ¿Qué tal suena eso? –Jenna explicó, buscando en su teléfono.
–¡Sí! Jake, Brooke y yo... Haremos "Lost", Jenna y Christine harán "What is this feeling"... Ah, y tú tendrás que hacer "Bad idea" con Chloe. –Anunció Rich con una sonrisa autosuficiente.
Jeremy entró en duda, volviendo la mirada hacia su compañera. No es que Chloe no le cayese bien, de hecho desde hace tiempo se habían vuelto muy amigos y tenía bastante superado lo que pasó en la fiesta de Halloween con ella, pero... El problema era que no le sabía bien hacer ese tipo de números musicales con la novia de alguien más ¿Por qué demonios no lo dejaron participar en Lost?
–Pero... Uh... Jake...
–No te hagas mala sangre, Jerry. –Respondió él alzando el pulgar. –No soy celoso ¿Verdad, chiquita?
–Así es, grandote. –Dijo risueña Chloe. –Lo haremos bien, sabemos la letra. Solo improvisa los pasos de baile.
–Chloe, yo no llego a los tonos de Jim.
–¿Y quién dijo que tú serías Jim? –Cuestionó alzando una ceja. Jeremy se quedó callado de la impresión. –¡Tú serás Jenna, Jerry! ¿A que eso no es genial? Siempre quise ser doctora... Al menos en una obra.
Jeremy no sabía qué decirle. No estaba entre sus sueños ser una camarera, al menos en la vida real, así como visualizaba de forma extraña que Chloe fuese la doctora atendiendo un... Embarazo. –E-Eh... Vale, está bien.
Todos se pusieron de acuerdo y aprovecharon el resto del tiempo para hablar. El señor Reyes hizo pasar al otro grupo, quienes hicieron la improvisación de una discusión familiar porque padre y madre de familia habían salido del armario y querían explicárselo a sus hijos. Eso le sacó un par de risas. Después fueron Rich, Brooke y Jake, haciendo una graciosa interpretación de Percy, Annabeth y Grover echándose la culpa entre ellos. Christine y Jenna... Si no fuesen tan buenas en esto creería que son novias de verdad, pues hacían una excelente tensión amorosa entre ambas brujas.
Chloe y él seguían. Estaba nervioso, no cantaba frente a nadie que no fuesen amigos y puede que aún tuviese la garganta ronca por haber llorado. Aun así se esforzó, respiró hondo y comenzó cuando Christine puso la música y Chloe y él se acomodaron entre un par de mesas de clase.
Chloe no lo hacía nada mal. Sí llegaba a los tonos de Jim de una forma espectacular y fingía echarse hacia atrás los vuelos de una bata de doctor falsa con dramatismo.
–I need a bad idea! I need a bad idea! I need a bad idea! I need a bad idea! Just one...!
Probablemente debería sentirse extrañado ante la mera atención de sus amigos, pero lo ignoraba por completo mientras Chloe le seguía el ritmo y se enfrentaban en las mesas. Esto era divertido, al demonio que fuese inhabitual.
–Let's see this throught... It's a pretty good bad idea... Me and you!
Apenas todo se terminó de golpe, Christine fue la primera en aplaudir emocionada mientras el señor Reyes puntuaba en su libreta y el resto se acercaba a felicitar. Chloe no merecía menos, se había lucido con su papel.
–No entiendo por qué aún no me contratan en Broadway, chicos ¿Se imaginan lo deslumbrante que sería? –Decía ella, apoyada en la mesa.
–Lo harías bien, nena. –Asintió su novio. –¡Te salió bien intimidar al paciente!
–Ay, por favor. Ella no me intimidó. –Jeremy corrigió entre risas. Sí que había sido fácil subirle el humor con algo que le gustaba tanto. –Se llama seducir.
–De todos modos es fácil, porque es como. –Para dar el ejemplo, Chloe se puso en papel exageradamente abrazándolo de la cintura. –¡Tu pareja es un asco! ¡Es maltratador y no te entiende! Ven a mis brazos, conmigo estarás mejor, chiquita beibeh, aunque esto sea infidelidad.
La risa general le pudo, así que Jeremy ni lento ni inseguro hizo un gesto sobreactuado antes de rodear a Chloe por los hombros. –¡Sus palabras me conmueven y de pronto siento el deseo de tirar justo en esta mesa!
Rich estaba medio al borde de la asfixia, pero más que preocuparles, todos preferían seguir riendo. –¡No puedo... Basta!
–Hay que decirle adiós al mundo y celebrar nuestro nuevo amor. –Declaró la joven Valentine.
Jeremy iba a seguirle el juego otra vez, pero a todos los sobresaltó el sonido de la puerta cerrarse con fuerza de un golpe.
–¿Qué fue eso? –Brooke preguntó al aire, sin esperar que el señor Reyes respondiera desinteresadamente.
–Oh, solo era un estudiante que debió equivocarse de aula. Ese tal... Uh... ¿Mell? El de los audífonos.
–¡MIERDA! –Chloe tuvo que apartarse rápidamente o de lo contrario Jeremy la hubiese empujado al demonio cuando se bajó de la mesa y se apresuró a salir del salón.
–¡Jeremy! ¡¿Qué haces?! –Christine le llamó, aunque fue olímpicamente ignorada al igual que los demás.
Mierda, mierda, mierda... Es cierto que Michael lo hizo sentir como una basura ayer, pero no pretendía hacerle creer que quería terminar con él por una chica ¿Se la habría creído acaso? No tendría que esperar para saberlo, el aludido estaba alejándose a paso pesado a medio metro.
–¡Michael! ¡N-No es lo que crees, nosotros solo...!
–Ahórrate las explicaciones, Jeremy. Nadie es tan idiota como para tragarse la mala actuación de ustedes dos, creo que es bastante evidente que Jake no te animaría a robarte a su novia. –Aclaró fastidiado, aliviando un poco al de pecas.
–O-Oh, entonces... No crees que yo...
–Lo que creo es que te veías bastante feliz como para haber tenido entre las piernas a esa tipa. –Jeremy se horrorizó ¿Cómo podía comentar algo tan vulgar cuando solo estaban bromeando? No podía reaccionar para otra cosa que alejarse de espaldas cada que su novio se acercaba hablándole acusatoriamente. –¿Crees que no sé que estuvieron hablando mal de mí entre ustedes? ¿Que la pasas mejor con ellos? ¡Claro que sí, porque esa es tu forma de resolver las cosas! ¡Resolver tus problemas apartando a la gente que te da la gana! ¡¿NO ES ASÍ?!
Ahogó un chillido. Michael no lo golpeó, pero sí dejó una linda abolladura en el casillero en el que él quedó apoyado. Unos centímetros más a la izquierda y pudo haberle dado en la cara.
Su mente se quedó congelada en ese instante y no fue capaz de notar cuando su novio se alejó de él y se fue mascullando insultos. Sus piernas reaccionaron antes dejándolo deslizarse hasta el suelo, todavía tenía grabada la mueca de espanto y no conseguía procesar lo sucedido.
Ni siquiera para volver a llorar.
WOW, DOUBLE COMBO!
LEVEL 5 & 6 COMPLETE
CONGRATULATIONS, PLAYER TWO!
L o a d i n g . . .
FILE SAVED!
CONTINUE, PLAYER TWO?
Yes < No
-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-
Hice estos dos capítulos juntos porque sentía que no podía hacer uno sin el otro 8( Lo siento bbys.
Si no se entiende por qué¿ Culpabilizar a alguien por tus celos, siksi.
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