❌Level 3: Engañar/Mentir❌

LEVEL 3
READY PLAYER TWO?

El cumpleaños de Jeremy estaba cerca, era bastante evidente presentirlo por la inquieta emoción del mismo, los calendarios escritos, su buen humor reciente y ¿Por qué no? Escucharlo tararear la canción de "Feliz cumpleaños" cada dos por tres.

No era de menos, el de pecas cumpliría 17 años, y no solo es, sería la primera vez que celebraría su cumpleaños con más de un invitado presente. Para él eso era la bomba.

Jeremy nunca fue de hacer fiestas grandes, solo contaba con Michael cada año para pasarla juntos muy bien todo el día y no hacer nada fuera del plan, pero esta vez sería diferente, esta vez celebraría con todos sus nuevos amigos y no sería una fiesta de dos. Esta vez no tendrían un pastelillo con una vela en la mesa, hablarían a gritos con todos para escucharse bien, se molestarían, reirían, hablarían hasta el amanecer...

No solía invitar más gente porque no era bueno haciendo amigos además de Michael, y porque seguía algo traumatizado por la vez que invitó a sus compañeros de la escuela en quinto año y lo dejaron plantado. Fue uno de los peores cumpleaños que pudo tener, y ni siquiera su madre se dignó en mandarle una tarjeta de felicitaciones por correo. Michael fue el único que se presentó y apagó las velas con él en la oscuridad de la sala.

Pero no tenía que temer eso esta vez, podía contar con sus amigos.

Quería organizar todo a la perfección, por eso se adelantó un mes para elegir el lugar, fijar la hora para tener la oportunidad de andar con los demás en la calle un rato más, hacer una reservación, preguntar los precios, ahorrar un poco... En fin, hizo de organizador, y lo hizo con gusto aunque estuvo horas al teléfono, revisando sitios en internet y soportando colas largas en restaurantes. No había escogido un sitio elegante, pero sí de calidad e informal donde podrían pedir bebidas de todo tipo, comida chatarra, helado, etc.

No sabía si tendrían pastel, pero valía la pena preguntar cuando fueran, en todo caso con comer helado después de la cena bastaba.

Estaba impaciente por la fecha, y para su fortuna el día de su cumpleaños caía en sábado, lejos de temporada de exámenes... ¡Era perfecto! Tenía garantizado que todos se reunirían, y para asesorar que todo fuese de acuerdo al plan, armó un grupo de WhatsApp para mantenerlos informados.

–¿Michie? ¿Qué tema es mejor para un cumpleaños? ¿Piratas o padres de la independencia disparándose? –Preguntó, acomodado en su cama con la cabeza colgando hacia afuera, mirando de cabeza el teléfono. Michael estaba haciendo zapping en la televisión hasta que le escuchó y se detuvo a pensar.

–Uh... ¿Por qué no DC? –Opinó. La liga de la justicia siempre tuvo buena pinta y Marvel ya estaba muy usado.

–Mh... No es mala idea. –Objetó.

–¿Por qué la pregunta? Oh, espera, ya sé por qué. –Michael sonrió socarronamente antes de tirar del brazo de Jeremy con tanta fuerza que logró hacerlo caer en sus brazos, el último se sorprendió ante tal acto, pero no negó que la forma galante de Michael al besarle la mejilla y sujetarlo era algo a lo cual no se podía negar. –¿Será porque mi lindo novio se hará más viejo?

–¡Viejos tus huevos! –Contrarió con falso tono molesto, y ambos se rieron. –Pero sí, es exactamente por eso.

–No puedo esperar a estamparte la cara contra un pastel. –Se rió el de gafas, retomando sus mimos en la zona entre la mandíbula y el cuello de su novio. Este no se atrevió a decirle que lo del pastel era una tontería, porque la verdad es que él hacía lo mismo en los cumpleaños de Michael así que... Karma. –Solos tú, yo... Y una maratón de películas como todos los años.

Jeremy se tensó en los hombros tan de repente que dejó de sentir los cariños de su pareja. Ok... Esto se había vuelto incómodo ¿En serio Michael creía que harían eso este año? Era una tradición muy bonita, disfrutaba estar con él a solas, pero... Por una vez quería saber qué se sentía no ser el anfitrión en una fiesta de un invitado, que le tiraran de la oreja solo para fastidiarlo al contar los años, o que los chicos le alborotaran bruscamente el cabello 17 segundos.

–Uh... Michael, no haremos eso este año ¿Recuerdas? –Decirlo fue como ponerle pausa a una película, Michael se congeló por completo. –Tenemos nuevos amigos ahora, vamos a celebrarlo juntos. Ya sabes... Comer porquerías, hacer karaoke, tal vez cantar el feliz cumpleaños... –Le hacía mucha ilusión imaginarlo, aunque por los gestos ajenos... A su novio no le entusiasmaba la idea.

–Pero... Jeremy, hacemos lo mismo cada año, es nuestra cosa, pensé que...

–Lo sé, lo siento, podemos hacerlo al día siguiente a la fiesta ¿No quieres? –Propuso, sintiéndose culpable al escucharlo así. Lo último que quería era entristecerlo. –Te prometo que seremos tú, yo, películas, y puede que te pida un regalo especial. –Se alzó de hombros tratando de usar una expresión sugerente, pero ni con eso logró subirle el ánimo. –Hey... Tranquilo. –Murmuró, besándole la frente cariñosamente. –Siempre serás el invitado de honor.

–Supongo... Entonces está bien. –Respondió, recobrando la sonrisa y el tono alegre. Eso alivió a Jeremy, sabía que una idea tan buena para festejar no podría ser rechazada ni por Michael. –¿Pero no tienes que estudiar para The guy who didn't like musicals?

–Oh... No, descuida, todavía tengo tiempo.

Ah sí, resulta que Christine consiguió que le dieran la oportunidad de hacer su audición unos días después que ella, y tuvo suerte de conseguir el papel principal. Después de todo, Michael y su enfermedad no habían estropeado nada, no pudo enojarse con él luego de haber obtenido lo que quería de todos modos.

Los días se volvieron semanas, y las semanas hicieron el mes. En ese lapso de tiempo Jeremy había terminado los últimos preparativos, consiguió la reservación, organizó a sus amigos, incluso Michael y sus madres decidieron hacerle el pastel de cumpleaños con ayuda de Paul. La emoción lo había llevado tan lejos que hasta había comprado un par de globos para hacer el ambiente. No necesitaba más, después de todo solo tenían una mesa para ellos solos, el resto del bar ya era de la multitud.

Michael y él fueron los primeros en llegar, en el grupo de WhatsApp el resto comunicaba que llegarían en unos minutos, así que ambos se pusieron a charlar para matar el tiempo.
Pasaron diez minutos, luego treinta... Luego cuarenta... Luego se volvió una hora, y seguían siendo solo él y Michael en la mesa, esperando como idiotas que los demás se dignaran en aparecer ¿Por qué se tardaban tanto? ¿Rich habrá estrellado el auto de Jake o algo así? Quiso preguntar por el grupo, pero no tenía datos que se lo permitiesen.

–Esos cabrones... Michael ¿Puedes preguntarles dónde están? No tengo señal.

–Oh, sí, dame un momento. –Se tardó aproximadamente cinco minutos en mandar unos mensajes, pero luego dejó el teléfono con un suspiro pesado. –No me responden, esperemos un rato.

–Bien, iré a pedir algo de beber.

Se levantó y fue directo al refrigerador libre, se supone que se pagaban después de comer o algo así, por lo que no se molestó en dejar dinero y solo volvió a la mesa, cabizbajo y distraído. De verdad quería ser optimista por ser su cumpleaños, pero estaba preocupado por sus amigos, ellos no faltarían solo porque sí luego de tanto organizarse y planear ¿Les había pasado algo? ¿Habían tenido un accidente? Trataba de no pensar en lo peor, pero hasta imaginaba escenas donde un dragón destruía la ciudad e incineraba los autos de todos, convirtiéndolos en cenizas y metal fundido.

Sí, tal vez estaba exagerando un poco.

Al cabo de un rato el teléfono de Michael alarmó notificaciones, eso lo tranquilizó por unos segundos, luego Michael leyó los mensajes y su expresión nerviosa lo angustió.

–¿Qué? ¿Qué pasó?

El filipino vaciló, rascándose la nuca y mirando a los lados para evitar la mirada de Jeremy. –U-uh... Jeremy... C-Creo que lo mejor sería que nos fuéramos.

–¿De qué estás hablando? ¡Déjame ver! –Le arrebató velozmente el teléfono sin darle oportunidad a oponerse, fue demasiado tarde cuando él trató de quitárselo para evitar que mirara, y para cuando lo hizo se quedó inmóvil e inexpresivo con los ojos pegados en la pantalla. Tenía la expresión de haber visto un fantasma.

–J-Jeremy, escucha...

Pero no se detuvo a oír explicaciones, el de pecas estalló en llanto justo ahí mismo y corrió disparado al baño de hombres.

No podía creer que esto de verdad estuviese pasando "¿Qué?" se preguntarán, pues... No, no fue un accidente, nadie murió, nadie estaba herido, nadie mandó un mensaje disculpándose por el retraso, solo fotos de todos en otro local. Apenas tuvo que ver una de ellas para descifrar que el grupo se había ido a tener su propia fiesta para divertirse lejos de él, justo en su cumpleaños, a pesar de que habían dicho que irían.

Se encerró en uno de los cubículos apenas tuvo chance y lloró con ganas ¿Cómo mierda pudieron hacerle algo así? Él matándose para conseguir todo, organizando, reservando, gastando dinero en esos estúpidos globos, esas estúpidas velitas azules y el bobo confeti, y ellos lo mandaban al demonio restregándole por la cara cómo la pasaban mejor sin él ¿Por qué le hicieron eso? ¿Es porque no eligió el lugar correcto? ¿Sugerir karaoke era una tontería? ¿No les gustaba la comida del local? Preguntarse eso era estúpido, estaba claro que no vinieron por causa suya.

–¿Jeremy...? Sal de ahí, por favor. –Michael habló desde afuera del cubículo, tocando suavemente la puerta y hablando con amabilidad. Jeremy no abrió, simplemente siguió lloriqueando abrazándose las rodillas sobre la tapa del inodoro. –No te puedes quedar ahí toda la vida, por favor.

Más ganas le dieron de tirar la puerta cuando en vez de responderle hablando, Jeremy puso en reproducción "Pitty party" de Melanie Martinez justo en "It's my party and I cry If I want to". Eso al menos le confirmaba que Jeremy seguía siendo igual de oportunista hasta en momentos así, pero eso no quitaba el hecho de que escucharlo llorar así le partía el corazón.

–Oye, sé que esto se ve mal, pero...

–¡¿Mal?! ¡Esto es horrible!

Nunca llegó a esperar algo tan vil de parte de nadie, ni siquiera de Jenna que era la menos cercana a él ¿Pero Christine? ¿Por qué ella participó? ¡Se supone que era su mejor amiga! Pero ahí la vio en la foto, feliz y risueña cantando a dueto con Brooke cuando se supone que ellos cantarían juntos primero, eso le prometió ella.

Si la azabache lo plantó ¿Qué podía esperar del resto? No sabía qué pensar, estaba afligido, triste, furioso, todo junto. Otra fiesta en la que acababa con un solo invitado, dudando sobre sus amistades.

Salió del cubículo unos diez minutos después. Seguía llorando, pero al menos ya no estaba haciendo un alboroto. Michael lo había estado esperando paciente y fiel todo el rato apoyando la espalda en la pared, es más, apenas lo vio se acercó para abrazarlo, y Jeremy no lo apartó.

–Shhh, está bien, cariño... Vayamos a casa.

El viaje a su casa fue corto. Ambos pidieron algo para llevar en el local, no querían desperdiciar la visita, en cuanto a los globos... Bueno, entraron en el auto aunque golpearan su cabeza cada vez que el auto paraba.

Jeremy no tenía mucho apetito, el nudo en el estómago le impedía dar bocado, pero para su fortuna eso no duró demasiado. Se acomodaron con Michael en la cama, acurrucados en piyama bajo las sábanas, y después de mitad de película y muchos mimos de su parte, Jeremy se sintió lo suficientemente relajado como para acabar con la pizza y la soda.

No es como si todavía no le doliera esta traición, lo hacía, pero... No se sentía tan triste.

Al menos Michael seguía ahí, él era el único que siempre estaba ahí. Incluso ahora cuando todos lo habían apartado él estaba abrazándolo cariñosamente, besándole el cabello y acariciándole mimosamente con dedicación, como si tratase de que olvidase el mal rato ¿Y saben qué? Funcionaba. En el pasar de media hora ya estaba comodísimo sobre el regazo de Michael, ignorando la película entre cada beso, olvidando el pesar.

–¿Michie? –Llamó melosamente a su nombre cuando se separaron por un rato. Michael se limitó a hacer "¿Mh?" con una sonrisa suave mientras continuaba enredando y desenredando sus dedos en los rizos de su pareja. –Gracias por estar siempre para mí. Eres... La única persona en la que puedo confiar realmente.

Volvieron a fundirse en un beso más profundo, Michael le rodeó más posesivamente por la espalda y le murmuró amorosamente. –Yo siempre estaré para ti, Jer. No me importa si todos se van, siempre estaré.

El de pecas sonrió y dejó que él acomodara contra el colchón para llenarlo de besos. Rodeó el cuello de su novio llevando las manos a su cabello para peinarlo y solo se dejó estar sintiendo cada roce de labios como una caricia dulce y cosquillosa.

Se sentía bien, cálido, acogedor... No podía esperar menos de Michael. Tal vez sí debió aceptar su oferta inicial desde el inicio, continuar con su tradición de fiesta de dos... No sonaba mal, aunque tenía una idea que puede que los desviara de los planes.

–Por cierto, aún no te dije que quería pedirte de regalo. –Sonrió de modo pícaro, delatando por completo sus intenciones. Michael lo captó pero fingió demencia para seguirle el juego.

–Uh... No lo sé ¿Qué podrá ser? ¿Está a mi alcance, Jer-Bear? –Respondió juguetonamente. Sus dedos se colaron bajo la camiseta del piyama ajeno. –¿Soy yo el primero al que le pides algo así?

No hubo necesidad de hablar más, ambos sabían que Michael sí podía concederle un obsequio tan particular.

(...)

–Es realmente una pena que no vinieran. –Christine repitió por enésima vez con un suspiro desilusionado, releyendo los mensajes del grupo. Rich se sentó a su lado seguido de Brooke y alcanzó otro pedazo de pizza.

–Está bien, Christine. Ya sabes, tenían que cuidar a Paul y todo eso... En serio ¿Tan mala suerte tienen que se tuvo que enfermar hoy?

Christine asintió. Michael había armado hace tiempo un grupo aparte donde no estaba Jeremy, había organizado en secreto suyo una fiesta sorpresa, dijo que la fiesta sería en un local diferente y les dio instrucciones, pero desgraciadamente a último momento les habló para decirles que el padre de Jeremy se encontraba mal y tenían que cuidarlo. Aparentemente la salida se cancelaba para ellos, y todos tendrían que esperar al lunes para darle los regalos a Jeremy.

Era una pena, Christine en serio tenía ganas de cantar en el karaoke con él, pero hasta que tuviera la oportunidad... Lo haría con los demás y dejaría mensajes presentando sus disculpas por Paul en el otro grupo.

Ay... Sentía pena por Michael, después de todo, él había organizado esta asombrosa fiesta sorpresa para su novio.

LEVEL 3 COMPLETE
L o a d i n g . . .

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APOCO ESPERABAN QUE MICHAEL FUESE INFIEL JAJAJAJA

Esta idea me gustaba más, era más cruel 8)

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