— Con todo respeto te exijo que quites tu mano de ahí y te alejes un continente — habló serio el peliblanco.

— Lo mismo va para ti, viejo — habló en un puchero el joven rubio que aún seguía en los brazos del mayor.

— ¡Me llamo Byakuya! ¡Y tú! — miró fijamente a Tsukasa para luego acercarse a paso lento — ¿qué pretendes? ¿Quieres que vayamos a juicio otra vez? Ten por seguro que ésta vez es imposible perder.

— No quiero algo así pero si la situación lo amerita. Por mi no hay problema.

— Tsukasa — Homura parecía enfadada.

— Espera el citarorio.

— Como guste.

— ¡Cara de mierda! — Hyouga se levantaba con ayuda de Homura a la vez que un tic aparecía en su ceja derecha — ¿de qué hablas? ¿¡De qué hablas!?

Byakuya pasó de largo a la chica cabellos rosa y al albino de ojos rasgados, miró de soslayo a Shishio y alejó su mano sin mucho escándalo, no quería preocupar al omega. Le ayudó a levantarse a la vez que ponía al gamma rubio en el piso y se llevaba ambos fuera del consultorio.

— Se puede saber ¿qUÉ HACES? ¡Te va a demandar!

— Sí — Hyouga se quitó la mascarilla dejando al descubierto una larga cicatriz que surcaba sus labios en una línea vertical inclinada, arrojó la mascarilla a alguna parte y totalmente exaltado encaró al cambia formas león.

— En algún momento tu cerebro dio una carrera y no volvió — tomó dos mechones de su cabello y tiró de ellos quedando cara a cara, rozando sus narices — tus padres sobornaron al juez para que te declararan inocente y te pudieras lavar las manos de todo esto, si Ishigami va y dice que estás acosando a su hijo y si tú — jaló ambos mechones hacia abajo con brusquedad — dices que el bebé es tuyo y por eso quieres estar con él vas a IR A PRISIÓN POR VIOLAR A UN OMEGA, TUS PADRES, EL AMIGO DE TUS PADRES Y TODOS LOS IMPLICADOS, INCLUÍDO MOZU, VAS A TIRAR UNA ORGANIZACIÓN COMPLETA COMO FICHAS DE DOMINÓ, TSUKASA.

— Touché — Homura no podía estar menos interesada en el asunto.

— ¡Y no solo eso! ¿¡Qué va a pasar con mi papá y conmigo!? ¡A él lo despedirán por negligencia médica y él me va a matar a mí por ayudarte a-! — exhaló ante el hecho de que su padre seguía atorado desde hace ya un buen tiempo — ¡Mi papá! — salió corriendo lo más rápido que pudo a la vez que tapaba su boca con ambas manos, no tenía tiempo para buscar una mascarilla.

— Te recomiendo que lo arregles a la antigüita — la joven de hebras rosa hablaba sin despegar la vista del suelo — el posible resultado de todo esto no es nada bueno para nadie — Tsukasa le miró con el ceño fruncido no comprendiendo de qué hablaba — si las cosas ocurren como dijo Hyouga, y sí que van a pasar, tu omega quedará totalmente a merced de cualquier alfa.

— ¡¿Qué?! — una extraña presión se instaló en su pecho a la vez que un agudo dolor crecía en él.

— Tú y tu gente quedan fuera del juego, contigo en prisión solo queda el señor Byakuya, el tiempo actual es igual de mierda que el de hace años pero con diferente cara, ¿de verdad crees que dejarán a un omega preñado con un alfa que no es el padre del bebé aunque sean familia? No, el Estado los separará con alguna excusa de mierda y es ahí cuando la cosa se ponga seria... — el castaño le miró con el ceño fruncido.

— ¿De qué hablas? ¿Qué tanto sabes Homura?

— Solo diré que vi lo suficiente... La última omega que llevaron... Le prometieron no abandonarla después de la muerte de su beta, le dijeron que la llevarían a un lugar donde... — una risa enferma y a la vez afligida escapó de su boca, Tsukasa ya no sabía si la misma Homura de hace años era la misma que regresó de ese viaje a Alemania — la violaron entre diez alfas hasta que tuvo un aborto espontáneo... Murió.

La expresión de Shishio hablaba por él, el aroma a madera quemada se hizo más intenso a la vez que un temor se expandía en su ser y diversas escenas jugaban con su mente.

— Me voy, mi sumiso morirá de un infarto o algo así — la joven se fue tras el cambiaformas grifo, dejando solo a Tsukasa y sus pensamientos.

Shishio salió del lugar a paso rápido, guiándose por el aroma a hierba buena ya que era el que más prevalecía en el aire, al llegar al estacionamiento encontró a Byakuya teniendo una plática con el gamma de antes. Se acercó hasta ellos mientras buscaba con la mirada a Senkuu pero no lo encontró en ningún lado.

— Señor Ishigami — el peliblanco volteó en su dirección y viró los ojos hacia arriba, se quedó callado al igual que el gamma, pero éste retrocedía puesto que el olor de Tsukasa se sentía extraño, no amenazante, pero tampoco amigable — tuve una charla con mis compañeros y llegué a la conclusión de que ir a tribunales no es la mejor opción para resolver esto.

Byakuya alzó una ceja ante eso y sin querer conectó miradas con el gamma que se estaba ocultando detrás de él "disimuladamente", miró al auto donde Senkuu parecía olfatear el aroma a madera quemada mientras sonreía levemente y se acariciaba el estómago. El peliblanco sonrió desilusionado y le hizo señas a ambos jóvenes que se subieran al auto.

— Dejarás de molestar me imagino — Byakuya, mientras manejaba, hablaba a Tsukasa que estaba a su derecha, ni loco dejaría que se acercara ni a su hijo ni al gamma.

— En tiempos añejos este tipo de situaciones se arreglaban en peleas a puño limpio entre alfas, el ganador reclamaba al omega. Seré directo una pelea entre usted y yo, usted gana y me alejo de Senkuu y el bebé, yo gano y-

— No te vas a llevar a mi hijo — Tsukasa le miró con cara de pocker por haber sido interrumpido y luego prosiguió.

— Yo gano y me deja estar cerca de Senkuu, no me lo llevaré a ningún lado, solo quiero estar cerca.

— Hmm… Tch… ¿Que te parece si yo gano te vas de nuestras vidas y si tú ganas también? — Tsukasa volvió a poner cara de pocker mientras el gamma rubio solo miraba por la ventana — la única razón para hacer esto es que no quieres morir.

— Yo creo que dice la verdad... Hombre de edad avanzada — Byakuya miró por el retrovisor al joven de ojos claros a la vez que alzaba una ceja —.

— Ya veremos.