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preguntas se hacían con tanta naturalidad que no parecía una entrevista, incluso Hyeongjun le pregunto varias cosas que el reportero no dudo en contestar, resulto ser un alfa muy amable y carismático, que en ningún momento se comportó de forma superior a él, eso le agrado tanto que no quería acabar con la entrevista, pero esta tuvo que acabarse cuando la enfermera personal de su padre lo llamo, informando que este se había desmayado

-lo siento enserio ¿Aún quedan muchas preguntas?- le pregunto mientras esperaba su auto

-unas cuántas, si gusta, podemos agendarlas para mañana ¿Le parece?- cuestiono, revisando sus notas

-me parece perfecto ¿a las diez en mi oficina?- propuso

-estaré ahí.

Los ocho estaban al rededor de la cama de hospital donde descansaba su padre, su respiración era tranquila, señal de que ya no corría peligro, además del constante pitido que señalaba que aún seguía con vida

- lo siento, enserio- murmuró la muchacha completamente apenada

-no vuelvas a abrir la boca- demando el castaño mas joven, volteando a verla- si hubieras tenido mas cuidado, esto no estaría pasando ¿Por que carajos permitiste que se levantara de la cama?- le regaño, cruzándose de brazos

-solo fui a buscar sus medicinas- tartamudeo

-¿Nos quieres ver la cara de estúpidos? las medicinas siempre están aun lado de la cama no en la piscina- reprocho otro de los castaños, también enojado- ¿Crees que no nos dimos cuenta de que estas completamente mojada?

-¿O de lo que publicas en instagram?- siguió Yongbok, siendo abrazado por su esposo, quien también cargaba a su bebé de escasos dos meses

-apesta a perro mojado- murmuró el mas joven de todos sin mirarla

-vete de aquí, mañana pasa a mi oficina por tu cheque, estas despedida- informo Jisung- ¿Que no escuchas? ¡Lárgate!- grito, asustando a la chica, que salió corriendo

-cálmate Sung- el esposo del mencionado se acerco a el por la espalda, abrazando a su esposo y acariciando el ya crecido vientre de siete meses

-esta no es la luna de miel que esperaba- murmuró Seungmin, alejándose de la camilla y sentándose junto a su esposo, recargándose en su hombro, justo cuando el doctor entraba a la sala privada

-¿Que paso ahora Chan?- cuestiono el peli rosa, mirando con esperanza a su futuro esposo, quien rápidamente empezó a explicar la situación.

Se dejó caer en su escritorio con pesadez, desde que dejó el restaurante su celular no ha dejado de sonar, lo cual es frustrante cuando lo único que quieres es dormir, pero al parecer Hyerin no conoce de eso, pues todo mensaje y llamada que ha entrado a su celular en los últimos treinta minutos ha sido de la chica, exigiendo una explicación de su abandono ¿Realmente no lo escucho ese día? ¿Era más importante quitarse el maquillaje que él? con el tiempo aprendió a tolerar ese desinterés que Hyerin le mostraba, pero que ni siquiera lo haiga escuchado cuando terminaron era algo muy cruel

-parece que alguien no está de humor- escucho al mismo tiempo que le revolvía el cabello

-no lo estoy, lárgate Seungmin- murmuró sin moverse

-pero Joo, hoy es noche de comida china, no vas a dejarme solo ¿O si?- continúo el mayor

-posiblemente si, no me siento bien- contesto sin ánimo

-¿Que paso amigo?- pregunto el mayor, acomodándose a un lado

-volví a ver a Hyerin- confesó

-¿Que? pero prometiste no volver a mencionar su nombre

-lo se, pero resulta que es la asistente de quién iba a entrevistar- siguió, empezando a juguetear con un bolígrafo- y ahora no deja de escribirme o llamarme- señaló si celular, que no dejaba de timbrar

-hablando de ¿Ya me vas a decir a quien entrevistaste?- insistió el de cabello ceniza

-no, es una sorpresa- se animó un poco, leyendo sus notas

-¿Me das una pista chiquita? ándale- siguió el peli cenizo

-es un omega exitoso- soltó, recordando al pelirrojo con el que había pasado la tarde- y muy lindo- salió de sus labios

-parece que te cautivo- se burló

-es demasiado bueno en su trabajo- confeso- y es tan imponente, con solo entrar al restaurante pude sentir que el estaba ahí- admitió- pero ¿Que haces aquí? ¿No tenías una entrevista de trabajo?

-la cambio para mañana, así que vine a buscarte para ir juntos a cenar ¿Nos vamos?- cuestionó el mayor

-dame diez minutos, tengo que pasar esto- señaló las notas de su cuaderno, el mayor asintió, sacando su celular, empezando a jugar.

Ver a un planeador de bodas no es precisamente el mejor plan de viernes por la noche que ha tenido, más si tomamos en cuenta que el no era el que se va a casar, pero Jeongin lo había mandado en lo que el mayor se quedaba a cuidar a su padre

-¿Ah Jeongin?- pregunto el alfa cuando entro a la oficina, mirando los papeles que llevaba en la mano

-es mi hermano- contestó, tendiendo una de sus manos para saludarlo- soy Ah Jungsu

-oh, esto no es común- lo escucho murmurar mientras soltaba su mano- Goo Gunil, planificador de eventos, debo preguntar, ¿Por qué usted y no su hermano? si se supone que es el quien se casa

-asuntos familiares- dijo de forma vaga, concentrándose- pero no se preocupe, conozco a Jeongin, se lo que quiere o no quiere- sonrió, siendo imitado por el alfa.

Llegar a casa luego de un agotado día era lo mejor del mundo, más cuando tres de esas horas las paso en un hospital que le revolvió el estómago por su penetrante olor a alcohol

Pero esa molestia se esfumó de inmediato cuando la comida recién hecha lo esperaba en la mesa, con todas las luces apagadas y siendo iluminada por varias velas que estaban al centro de la mesa

Para el, la comida quedó en segundo plano cuando escucho las pisadas desde la cocina, de dónde salía su novio con un pastel en manos

-Jinnie- exclamó, conteniendo las lágrimas

-feliz aniversario mi amor- fueron las palabras del mayor, acompañadas de una sonrisa que Junyoung imitó, aún con las lágrimas resbalando por sus mejillas

-lo recordaste- murmuró, viendo el lindo pastel que el mayor había preparado.

Lo único que deseaba era llegar a su departamento y dormir hasta que sea navidad, pero debía ser un adulto responsable que podía seguir con su vida por más que quiera volver a ser un niño sin responsabilidades

Pero había veces que ni siquiera quería atender sus necesidades fisiológicas, por eso estaba ahí, esperando en la fila para ser atendido y poder irse a su departamento y cenar lo que estaba por comprar, estaba muy cansado como para cocinar, además, toda la semana había tenido antojo de comida china

-aquí tiene- la amable chica le entrego con cuidado el recipiente y el solo sonrió de forma cansada, dejando el establecimiento para entrar a su auto

Más no lo encendió, solo se quedó ahí, mirando a quien pasaba frente a él, en específico, a un par de chicos, posiblemente alfas por su anatomía, entrando al restaurante del que acababa de salir

Uno de ellos llamo su atención, tal vez por su altura, o su cabello, tal vez por su cuerpo, que se notaba estaba bien trabajando, pero definitivamente lo quería para la próxima pasarela

Pero no podía salir así sin más a pedirme que sea su modelo, además, se suponía que ya tenía a todos sus modelos, solo faltaba uno por qué el que tenía planeado se lastimó la nariz. Por eso había pasado todo el día buscando un remplazo, pero ninguno lo convenció tanto como ese alfa de cabello ceniza

Era perfecto de pies a cabeza

Pero cuando ya se había decidido a acercarse, el chico salió junto a su amigo rubio, subieron a un auto color gris y se fueron

<Carajo> se reprochó mentalmente, golpeándose con el volante.


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