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Lo único que se escuchaba era el constante choque de los cubiertos con los platos, los nueve miembros de la familia estaban en silencio mientras comían, esperando que alguien hablara, siendo, como siempre, su progenitor el que iniciaba

-Jisungie ¿Como van las cosas con Minho?- cuestiono a su hijo mayor

-muy bien, hemos estado hablando y pensamos que es momento de tener un bebé- revelo con una sonrisa

-me alegro ¿Y tu Bokkie?- siguió con su segundo hijo

-perfecto, Hyunjin y yo ya tenemos fecha para la boda- confeso con esa radiante sonrisa que lo caracteriza- si todo sale como lo planeamos, nos casaremos a inicios de agosto

-esas son espléndidas noticias ¿Alguien mas desea compartir algo?- propuso

-conocí a alguien hace poco, vamos a salir el fin de semana- fue la confesión del mas joven de la mesa, Junyoung

-termine con quien estaba saliendo- fue lo que dijo Jungsu, el quinto en la línea de sucesión

-Channie y yo nos mudamos juntos- expuso Jeongin, el único peli rosa

-me casaré con Changbin- dijo Seungmin por lo bajo, mas interesado en comer

-la nueva línea de verano fue un éxito en la pasarela de Milán- fueron las palabras del único pelirrojo

-el nuevo taller esta en su fase final, podrá empezar a funcionar en dos semanas- revelo Jiseok

Las confesiones siguieron de un lado a otro, haciendo la noche mas pasadera para la familia Ah.

Cerró la puerta con un estrepitoso golpe que lleno todo el departamento, no estaba de humor, todo por culpa de su intolerable jefe ¿Enserio la dejo sola con un montón de trabajo mientras el se iba a quien sabe dónde? maldito sea Ah Hyeongjun, por su culpa se quedo casi cinco horas más de las que debía, pero mínimo ya estaba en su cálido departamento junto a su promedio, aun que aun no lo encontraba

-¿Jooyeonie? ¿Estas aquí?- abrió la puerta del dormitorio, donde estaba el mayor, sentado a los pies de la cama, mirando su celular- creí que ya estarías dormido- la chica se acercó con la intención de besarlo, mas este se volteo, causando que el beso cayera en su mejilla- no creerás lo que mi estúpido jefe hizo ahora

-¿Podrías no mencionar a tu jefe?- pidió, enojado- ni siquiera notas tu alrededor cuando te quejas de el- regaño el rubio

-¿Que tienes Jooyeon?- pregunto, aunque no con mucho interés, mientras entraba al baño a desmaquillarse- ¿Acaso tuviste un peor día que yo? no lo creo, seguro tu jefe no se fugo dejándote con todo el trabajo de cierre de mes

-dialogar contigo se volvió imposible desde que trabajas en Wekah- el rubio se levanto y también entro al baño, viendo por el espejo a su novia- ¿Acaso sabes que día es hoy?

-obvio, jueves- respondió sin mirar al otro

-es nuestro maldito aniversario Hyerin- soltó con enojo- hice la cena para ti y ni siquiera la notaste, te mande un mensaje y no lo leíste, tengo las maletas en la puerta y ni las viste- le reclamo

-¿Maletas? ¿Tienes un reportaje o algo así fuera de la ciudad?- la azabache ni siquiera se inmutó ante el, pues estaba más interesada en quitar la sombra de sus párpados

-no Hyerin, me voy del departamento- revelo, cruzándose de brazos- estoy cansado de esto, te doy todo Hyerin, pero no lo aprecias, me esfuerzo y no lo notas, pase de ser tu novio a tu psicólogo, lo único que haces conmigo es quejarte de tu jefe y cuando intento hablar de mis problemas, solo los minimizas, como si fuera mas importante el tener un calambre en la pierna mientras escribes que casi morir por cubrir la nota de una vieja finca que servía como guarida de un narco- le reclamo, saliendo del baño y dirigiéndose a la cama, donde tomo su celular y una mochila- así que, lo mejor será terminar, quédate con el anillo, no lo quiero de vuelta- fue lo único que dijo antes de salir del cuarto y luego del departamento

-exagerado- dijo para si misma- volverá cuando se le pase el berrinche.

Tal parece que ese "berrinche" ya había durado un año, en el que Hyerin no hizo mas que culpar a su jefe por la perdida de la única persona que la había escuchado durante tanto tiempo y que ahora no quería saber de ella. La única forma de saber de el era mediante el instagram de uno de los amigos de su ex, que solía subir fotos con sus amigos, entre ellos Jooyeon

-¡Hyerin!- se escucho desde la puerta frente a ella, donde su jefe estaba revisando las cuentas del mes- ¡Ven aquí en este instante!- la chica se levantó de mala gana, lanzando la lima de uñas hacia su escritorio

-¿Que necesita?- pregunto de mala manera, importando poco que el pelirrojo estuviera enojado

-quiero que hagas estos balances de nuevo- demando, mostrando una tabla en su computadora- faltan cinco cuentas y 224,000,000,000 wones- dijo, mostrando otra tabla con más información

-si ya las tiene corregidas ¿de que sirve que las haga yo nuevamente?

-si quieres llegar a la pasarela tienes que ser productiva, eso no lo consigues hablando mal de mi a mis espaldas- comento con una sonrisa ladina y recargándose en su silla- ya van a ser tres años cariño, y sigues siendo igual que cuando llegaste, a este paso jamás serás modelo de Wekah

-¿Necesita algo mas?- pregunto, esas palabras la lastimaron, hacia todo lo que podía, pero su jefe siempre la trataba así

-termina antes de las seis, tengo una entrevista en Leebit's- dijo, volviendo a su computadora.

Leebit's era el restaurante de uno de sus cinco cuñados, del esposo de Jisung exactamente, además tenia todo tipo de comida del agrado de su paladar, por lo que siempre lo elegía cuando se trataba de un asunto de trabajo que solo lo necesitara a él. Por eso estaba ahí, en espera del reportero que le preguntaría sobre la nueva línea que había sacado en conjunto a sus hermanos, quien también estaban en entrevistas pero con otras revistas. Su única compañía era su secretaria, Hyerin, una chica con una actitud intolerable, pues se sentía superior a cualquiera, había llegado para ser modelo, pero Hyeongjun quería darle una pequeña lección y la tomo como secretaria, por mas ineficiente que sea la chica, que ahora mismo solo jugueteaba con su celular cuando debería de estar terminado los balances que le mando. Esta bien, acepta que se paso un poco, hacer las cuentas no es algo que le corresponda, pero ella necesita saber que en un trabajo no se entrega cualquier cosa

-buena tarde- saludo el alfa que seria su reportero, alto, rubio, lindo y poseía un embriagante aroma a menta- lamento la tardanza- se disculpo, sentándose frente a el- Lee Jooyeon, de la editorial Flower- se presentó, entendiendo su mano sobre la mesa

-un gusto- respondió, estrechando su mano junto a una sonrisa, era encantador, desde un principio lo miro a los ojos, como si fueran iguales, no con superioridad, como solían verlo cuando iba en la universidad- ¿Desea empezar ya o prefiere comer algo antes?

-lo que usted elija esta bien para mí- respondió, mirando por un segundo hacia su asistente, quien también lo miraba, tal parece que se conocen

-entonces primero comamos- con una seña, llamo a uno de los meseros, quien le entrego el menú.


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