32 : it's not a good bye




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TWO YOUNG HEARTS
no es un adiós
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Dormir en los brazos de Edmund había sido una sensación completamente nueva para Meredith, fue algo que realmente le agradó, sentir su pecho subir y bajar lentamente con cada respiración serena, escuchar los latidos de su corazón y sentir su brazo al rededor de su cintura. No había querido separarse de él en ningún momento sabiendo lo que pasaría en unos días.

Esos días se convirtieron en horas, horas que de igual manera pasaron rápido llegando al día menos esperado para Meredith.

La rubia se encontraba con su hermana en un cuarto con un tocador, vestidor y vestidos los cuales estaban perfectamente alistados para ellas. Meredith decidió ponerse un vestido rosa pálido con pequeñas flores decorando la falda y un lindo encaje blanco en el pecho. Zephyr peinaba sus rizos para que se vieran presentables.

— Te vez muy linda —sonrío hacia el reflejo una vez que termino de decorar el cabello de su hermana con flores

— Gracias —Meredith le sonrío de vuelta— ¿Quieres que te ayude a peinarte? —preguntó levantándose de la silla

— Lo dejaré suelto —respondió—. Será mejor que nos vayamos

Juntas caminaron a donde sus hermanos ya las esperaban bien vestidos y peinados, se veían muy diferentes a los cuatro adolescentes desaliñados que recién habían salido de una guerra.

— Se ven muy lindas —Nicholas alago

— Deberían bañarse más seguido —comentó Oliver provocando una carcajada—. Ahí viene el cuñado —fingió una mueca de disgusto— mejor vámonos

— Eres un tonto —Meredith golpeó su brazo

— Hay que irnos, nos esperan —Zephyr le sonrío a su hermana antes de retirarse junto a sus hermanos

Edmund llegó a su lado se mantenían serios sabiendo que era lo siguiente que pasaría, estando a unos minutos del suceso ninguno se inmutaba en querer aceptarlo.

— Así que... se van —Meredith se atrevió a hablar

— Si —respondió Edmund

Sabía que sería una egoísta en pedirle que se quedara con ella, él no podía abandonar a sus hermanos por ella, tampoco a su mamá o su vida en su tierra.

— Ven conmigo —Edmund pidió desconcertando a Meredith

— ¿Qué dices? —preguntó para verificar si lo que había oído era correcto

— Puedes venir con nosotros —se acercó a tomar sus manos

Meredith observó unos segundos sus manos antes de alzar su vista hacia los ojos avellana de Edmund los cuales irradiaban desesperación, tristeza y anhelo, estaba más que claro que ninguno quería separarse del otro, no de nuevo.

— Ed... —comenzó

— Solo piénsalo, podemos ser felices ahí, nada nos separara de nuevo —insistió con un toque exasperación

Lo que decía Edmund era cierto, aquellas palabras habían cegado la lógica de Meredith por una fracción de segundo. 

— No puedo —dijo por fin, separando sus manos—, yo no puedo salir de Narnia

— ¿Cómo lo sabes? ¿Alguna vez has intentado salir? —preguntó Edmund con la misma desesperación

— No —susurró—, simplemente lo sé —volvió a acercarse a él— tienes una vida y tienes que seguir con ella, yo tengo que seguir con mi trabajo de Guardiana aquí —acaricio con delicadeza su mejilla

— No es justo —respondió al borde del llanto

— No lo es —respondió Meredith sintiendo una lágrima resbalar por su mejilla—, ten —Se quitó una pulsera de oro, la misma de su promesa —Quédatela, se que algún día me la regresaras

— Volveré por ti —prometió sin saber si realmente volverían a Narnia

— Se que lo harás —dijo antes de unir sus labios


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— Narnia le pertenece tanto a los Narnianos como a los hombres —Caspian hablaba frente a la multitud—. Los telmarinos que quieran quedarse y vivir en paz, pueden. Pero Aslan regresará a los demás a la tierra de sus antepasados. Hace generaciones que nos fuimos de Telmar

— No hablo de Telmar —Aslan interrumpió—. Sus antepasados eran bandidos marinos piratas que encallaron en una isla. Ahí encontraron una cueva, un abismo que los trajo acá de su mundo. Del mismo mundo que nuestro reyes y reinas

Todos dirigieron su mirada hacia los cuatro Pevensie. Meredith sintió un nudo en el estómago al conectar mirada con Edmund que se encontraba frente a él.

— Yo los puedo regresar a esa isla —siguió el león—. Es un buen lugar para empezar de nuevo

— Yo voy —dijo alguien entre la multitud—. Yo aceptaré la oferta —Meredith reconoció a Glozelle ese hombre que siempre estuvo en contra de Miraz caminaba al frente de la multitud

— Nosotros también —dijo una pareja que llevaba a un bebé en brazos

— Como ustedes hablaron primero les irá bien en ese mundo —Aslan los roció con su aliento dándoles la bendición

Pronto el árbol detrás de ellos dio una vuelta abriendo un agujero en su tronco. Los tres caminaron hacia él, unos pasos más tarde habían desaparecido al interior sacando exclamado de sorpresa entre la gente.

— ¿Cómo sabemos que no nos matará a todos? —gritó alguien entre la multitud

Por un momento Meredith sintió el impulso de ofrecerse a cruzar, solo quería confirmar si realmente no podía cruzar al otro lado pero alguien tomó su mano, Nicholas negó con la cabeza sabiendo lo que su hermana pensaba hacer.

— Iremos nosotros —Peter anunció dando un paso hacia enfrente

— ¿De verdad? —Edmund cuestionó

— Se acabó nuestro tiempo aquí —explicó

En ese momento Meredith sintió un hueco en el corazón, las lágrimas comenzaron a picar sus ojos. Parpadeo múltiples veces intentando apartarlas.

— Después de todo —el rubio camino hacia Caspian—. Aquí ya no nos necesitan —entregó su espada al nuevo rey

— La cuídate hasta que vuelvan —prometió

— Ese es el problema —Susan intervino—. No vamos a regresar

Tan rápido como Susan pronunció esas palabras, Meredith y Edmund compartieron una mirada llena de angustia. La rubia sintió sus piernas fallar y estaba segura de que si no fuera por el agarre de su hermano había caído al suelo.

— ¿No? —Lucy preguntó con tristeza

— Ustedes dos si —dijo Peter viendo hacia sus hermanos menores

— ¿Pero, por qué? —preguntó Lucy hacia el león— ¿Hicieron algo malo?

— Al contrario, querida —Aslan respondió—. Pero todas las cosas tienen su tiempo, tus hermanos aprendieron lo que pudieron de este mundo. Es hora de que vivan en el suyo

Meredith dirigió su mirada hacia Zephyr que luchaba por no derramar ninguna lágrima, sabía lo cercana que había sido con Peter pero no podía comprender su dolor. Oliver sostenía su mano con fuerza brindándole apoyo.

De reojo vio como los Pevensie se acercaban a despedirse, no sabía si seria lo suficientemente fuerte para no llorar en frente de todos.

Peter fue el primero en acercarse a Meredith, dieron una reverencia antes de abrazarse cortamente, ciertamente su relación no había sido estrecha pero sentían un cariño hacia el otro.

— Gracias por todo lo que hicieron por nosotros —habló hacia los cuatro Brown

— Gracias a ti por ser un buen rey —dijo Nicholas inclinando su cabeza

La siguiente en pasar fue Lucy que con lágrimas en los ojos les dios un fuerte abrazo a cada uno incapaz de lograr decir algo.

Pronto llegó Edmund que en cuanto Meredith lo tuvo frente a ella lo abrazó con mucha fuerza.

— Nos volveremos a ver —Edmund susurró acariciando la cabellera de Meredith a lo que la rubia asintió—, te voy a extrañar mucho

— Y yo a ti —se separaron

Sus ojos volvieron a conectarse, con solo una mirada trasmitieron todo lo que querían decirse. Edmund se inclino depositando un último beso a su amada.

— Te quiero —susurró contra sus labios pero Meredith se quedó en silencio— ¿No dirás nada?

— Lo diré cuando vuelvas —le sonrío besando su mejilla

Con algo de dificultad se separaron, Edmund camino hasta llegar junto a sus hermanos.

Peter fue el primero en tomar la iniciativa y caminar hacia el árbol siendo seguido de Susan. Edmund no despegaba su vista de Meredith, ella sacudió su mano en señal de despedida alimentándolo a continuar.

Con una última sonrisa de despedida cruzó el árbol siendo sus ojos celestes lo último que vio antes de encontrarse en una estación del tren.

Volteó hacia atrás encontrándose con más gente apresurada a subir al tren. Una sonrisa apareció en su rostro aferrándose al recuerdo de su sonrisa.

— Volveré por ti —pensó llevando su mano a su muñeca donde descansaba la pulsera.





Oficialmente terminó el segundo acto y Two Young Hearts llego a las 10k leídas, les agradezco de corazón el apoyo que le han dado a la historia. Me gustaría que votaran y comentaran así yo me motivo a seguir con el fanfic.

Antes de comenzar con el tercer acto editaré los capítulos del primer acto, más que nada estética y faltas de ortografía.

Sin más que decir, nos leemos pronto<3

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