56. Impredecible

A diferencia de las últimas veces que había ido al famoso boliche, la entrada se encontraba totalmente vacía y la enorme cantidad de guardias de seguridad se había reducido simplemente a uno, que al ver a Louis se hizo a un lado para dejarnos pasar. Era increíble lo normal que me parecían ese tipo de cosas a esa altura, y sin dudas estaba malacostumbrándome a tener tales beneficios; como que abrieran una discoteca sólo para nosotros, en pleno día de semana.

Una vez dentro, fuimos directamente hacia el sector VIP, que al parecer era el único que estaría habilitado aquella noche -o eso supuse al ver la pista de la planta baja deshabitada.

La mujer que vigilaba la entrada de la parte de arriba corrió la cortina para dejarnos pasar, y me sorprendió no haber recibido las típicas pulseras que nos habían permitido entrar allí en otras ocasiones.

Meredith estaba aferrada al brazo de Chad, mientras que yo caminaba junto a Louis sin intentar comenzar ningún tipo de conversación; no porque no quisiera, si no porque me sentía cómoda estando en silencio con él.

A la primera persona que divisé entre el montón de gente que no conocía, fue a Niall, visiblemente pasado de copas, bailando con Zayn y quien -si mal no recordaba- era la novia de este último. Alejándome de Louis y los demás, me ubiqué detrás del rubio, intercambiando miradas cómplices con Malik y la hermosa chica de la que intentaba recordar el nombre.

— ¿¡Empezaste a festejar sin mí?! —Exclamé sacudiendo suavemente su hombro. Me miró extrañado, como si le costara acordarse quién era yo—. Oh, estás peor de lo que imaginé.

— ¡Ronnie! —Gritó un momento después y me abrazó por la cintura, logrando levantarme unos centímetros del suelo—. ¡Felicitaciones!

—Bien hecho, Baldwin —acotó Zayn en su típico tono de voz neutro, pero con una gran sonrisa en su precioso rostro.

—No hablo con gente que no viene a mis fiestas.

—Zayn, estás en problemas —soltó Niall, tomando un sorbo del trago que parecía haber llegado a su mano como por arte de magia.

— ¡Hey, estoy aquí! —Se quejó, frunciendo el ceño. Abrazó a su novia por la cintura y ella reposó la cabeza en su hombro, abrazándolo también. "Genial, sigan contando monedas frente a alguien en bancarrota" pensé.

—Estoy bromeando, tonto —sacudí mi mano restándole importancia—, ¿cómo estás? No te veo desde... No lo sé, ¿la semana de la moda? Woah, eso es mucho tiempo.

En realidad no había sido demasiado tiempo, pero así se había sentido para mí, teniendo en cuenta todo lo que había vivido en ese plazo.

Me actualizó brevemente sobre su vida, presentándome una vez más a su futura esposa, Perrie Edwards, con la que se había mudado hacía no mucho tiempo a una hermosa casa en el este de Londres.

Niall decidió que se había aburrido por nuestra, cito, "charla de ancianos" , y fue en busca de "gente de su edad". No lo culpaba, porque honestamente nuestra conversación era más propia de un café en la tarde que de un boliche en la noche, pero de todas maneras estaba disfrutando de la compañía de los dos, que parecían enamorarse aún más con cada segundo que pasaba.

Me preguntaba si la gente notaba eso en Harry y en mí. ¿Acaso nos escucharían hablar y verían lo enamorados que estábamos?

Claro que no.

Me excusé para ir a los baños y, de paso, tratar de encontrar a Liam, el último miembro de la banda (de este lado del atlántico) que me faltaba saludar y agradecer por estar presente en aquella fantástica fiesta. Mi vestido recibió unos cuantos cumplidos en el trayecto hacia el toilet, la mayoría provenientes de gente desconocida, pero que acepté de todas maneras.

— ¡Ronnie! ¡Al fin te encuentro! —Me paró Daisy, sosteniéndome por los hombros. ¿Qué rayos estaba haciendo mi jefa ahí, y por qué estaba borracha? — Mañana definitivamente no trabajaremos —me señaló con el dedo índice y tocó juguetonamente mi nariz.

—Te adoro cuando estás ebria, Knights —reí mientras la abrazaba y ella simplemente carcajeó en mi oído para después marcharse sin decir una palabra más.

Resoplé y sacudí mi cabeza, aún sin entender por qué D había sido invitada, aunque debía admitir que no trabajar al día siguiente era una propuesta difícil de rechazar, y de no haber sido por quien fuera que la haya invitado, hubiese estado volviéndome loca pensando en las pocas horas de sueño que tendría.

Cambié mi destino y me dirigí hacia la barra, sentándome en la primera silla alta que vi disponible. Mientras esperaba que el barman notara mi presencia me entretuve con el celular, mirando las fotos que Louise y Meredith habían subido a Instagram antes de la graduación. Después de pasar minutos y minutos decidiéndome sobre qué efecto pondría, publiqué la foto junto a mis padres y una con Mer.

— ¿Por qué tan sola? —Habló finalmente el altísimo muchacho detrás de la barra. Tenía una botella en cada mano y una sonrisa encantadora, que de seguro lo ayudaba a ganar con las chicas.

—No estoy sola, acabo de ver a mi jefa totalmente borracha y necesito tiempo para borrar esa imagen de mi mente —expliqué soltando una risita.

— ¿Tiempo o alcohol? —Se burló, apoyando un vaso vacío enfrente mío.

—La segunda opción.

Mezcló más de cuatro bebidas en el vaso, mientras me contaba cómo él le reclamaría a su jefe una paga más alta por trabajar un día de semana. Le expliqué que, básicamente, yo era la razón por la cual estaba trabajando, aunque más de la mitad de las personas que estaban ahí presentes no tenían idea de quién era yo -ni tampoco les importaba-. Simuló escupir mi trago y lo apoyó nuevamente en la barra, deslizándolo hacia mí. Esperó que tomara el primer sorbo del dulce líquido y después de darle mi aprobación, se despidió para continuar atendiendo.

—Woah, tranquila Veronica —escuché por detrás mientras finalizaba el trago. Al darme vuelta para ver de quién se trataba, vi a Luke e inmediatamente recordé su minoría de edad y lo ilegal que era que estuviese ahí dentro.

— ¡Luke! ¡No puedes estar aquí, tienes diecisiete! —Grité más fuerte de lo que había planeado.

—Mira y aprende —me guiñó el ojo y se sentó a mi lado, haciéndole un gesto con la mano al barista que me había atendido. Éste se acercó y sin siquiera preguntar nada, sirvió dos vasos de shot frente a Luke, que los bebió como si se hubiese tratado de dos vasos de agua—, podrás hacer esto cuando seas una estrella de rock.

—Idiota —bufé y codeé el costado de su estómago— perdón por haberme ido así ayer.

—No te preocupes, ¿qué dijimos de pedir perdón?

—Agh, no uses mis propias palabras en mi contra. Harry siempre lo hace. Siempre.

—Harry es tan inteligente como yo —presumió, acomodando el cuello de su camisa cuadriculada.

—Harry es justo tan idiota como tú —reí— ¿has visto a Liam? ¿Y Ashton? ¿Ha venido Gemma? ¿Mike y Calum?

—Cálmate, Veronica. Liam está allá con su novia —señaló hacia los sillones que estaban a nuestra izquierda, donde efectivamente estaba Liam— Ashton debe estar en el balcón con Gemma, como cada vez que venimos aquí, y no, Michael y Calum no vinieron porque no les importas.

—Heeey —me quejé y empujé su hombro. Por la cantidad de alcohol que había consumido logré desestabilizarlo del asiento,casi haciendo que se cayera—. El balcón es nuestro lugar.

— ¿Harry y tú también tienen sexo ahí? —Preguntó casualmente, de la misma manera en que preguntaría la hora.

— ¡¡¡No!!!

—Seguro, Veronica —carcajeó y palmeó mi espalda. Evité discutir, sabiendo que de cualquier manera continuaría creyendo lo qué el quisiera.

Me levanté de mi asiento y me tambaleé apenas un poco a causa del riquísimo trago que había tomado. Miles de veces me habían aconsejado no pararme de repente después de haber tomado, pero cada vez que recordaba aquel consejo era después de pararme y, en efecto, después de marearme al sentir el alcohol en mi cuerpo. Luke caminaba detrás mío, muchísimo mejor que yo, probablemente porque contaba con la ventaja de no estar usando tacos de más de diez centímetros. Louis pasó por mi lado y me arrastró hacia él por el brazo, obligándome a saludar a Eleanor, quien me abrazó y felicitó con gran emoción, a diferencia de otras veces en las que no había demostrado más que simple cordialidad hacia mí.

Una figura que reconocía más de lo que me hubiera gustado, apareció por detrás de Luke. Como si ninguno de los demás existiéramos, chilló el nombre de Eleanor y saltó a abrazarla.

— ¿¡Qué rayos hace ella acá?! —Exclamé, sin importarme el rudo tono de voz que había elegido usar ni que, de hecho, "ella"  estuviera a una distancia suficiente para escucharme.

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Capítulo dedicado a @xEli1Dx porque es la mejor ♥

El próximo capítulo va a tener p.o.v. de Harry porque sé que lo extrañan.

Gracias por todos los votos y comentarios, no se olviden de comentar qué les pareció y quién creen que es.. Aunque I think es algo obvio, y si no, idk jajaj.

Besoootes!

Pasen por WWA y agreguenla a sus bibliotecas :D

MAR

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