52. Wherever You Are

¿Ronnie? —Preguntó mi amiga, chasqueando sus dedos frente a mis ojos. Pestañeé varias veces, finalmente despegando la vista del móvil— te colgaste por como, cinco minutos.

—Perdón, sólo estaba mirando una foto de Harry —mentí, provocando que sacudiera su cabeza con una mínima sonrisa en su rostro, probablemente pensando en mí como si fuera un caso perdido.

No estaba segura de por qué lo había hecho, por qué le había mentido a Mer. Quizás porque conociéndola como yo lo hacía, sabía que se basaría en el guiño que terminaba el mensaje para afirmar que Luke estaba coqueteando conmigo, y definitivamente no quería eso. Sobre todo porque sabía que no estaba haciéndolo, o al menos quería convencerme a mí misma de aquello antes de intentar convencer a otra persona.

Se levantó de su asiento y quitó la enorme bolsa de mis manos, abriendola con cuidado y emoción al mismo tiempo.

—Regalo de graduación de Daisy —acoté mientras terminaba de descubrir el hermoso vestido de color rosa viejo. Era strapless con el típico escote en forma de corazón, ajustado en la parte de la cadera y holgado hasta el piso.

—Yves Saint Laurent, Ron... ¿¡Esto es real?! —Chilló saltando por toda su sala sin dejar de abrazar y besar el vestido.

— ¿Cuál es tu canción preferida de 5sos? —Pregunté. Dejó de saltar, mirándome desconcertada por haber arruinado su festejo con una duda tan fuera de lugar.
—Wherever you are, ¿por qué preguntas?

Me encogí de hombros y volví la atención a mi celular, permitiéndole continuar con su apasionado baile de festejo.

"Wherever you are. x"  contesté antes de tener el tiempo suficiente para arrepentirme.

Después de pasar toda la tarde divirtiéndonos mientras veíamos un estúpido reality show, decidí que era hora de irme si es que quería llegar a tiempo al concierto.

Mer me deseó suerte y me pidió perdón incontables veces por la forma en que se había referido a mí previamente.

«Patética»

Le aseguré que no había ningún problema, prometiéndole que pensaría sobre lo que me había dicho y que comenzaría a hacerme valer. Después de todo, su comentario no había hecho más que ayudarme a abrir los ojos y darme cuenta de cómo eran las cosas.

Llegué a mi casa totalmente frustrada a causa del tránsito infernal que había en Londres esa tarde. Había tardado más de media hora en un recorrido en el que usualmente tardaba incluso menos de quince minutos, y todo por un estúpido atajo que tomé creyendo que así tardaría menos.

Tomé el primer jean que encontré, uno azul claro con tajos en el muslo y en la rodilla, una bluza blanca acompañada con un sweater rojo y una bufanda negra para proteger mi cuello del frío. Peiné mi cabello y me perfumé rápidamente antes de tomar mis últimas pertenencias para salir a encontrarme con Gemma. Habíamos decidido no usar mi auto al haberle contado de mi experiencia con el horrible tráfico, y aunque estaba avergonzada de decir algo así, iba a ser una de mis primeras veces en un transporte público.

Caminé hasta el punto de encuentro que habíamos fijado, el cruce de dos de las más importantes avenidas, maldiciéndome internamente por no haber elegido un sweater más abrigado. Había subestimado el clima Londinense, de eso estaba segura. Divisé a Gemma esperando por mí, riéndose a carcajadas al verme temblar del frío.

—Hola, tú —sonrió al verme llegar a su lado. El sólo escucharla hablar había logrado formar un nudo en mi garganta. ¿Por qué hablaba exactamente igual a él?—. ¿Congelándote, eh?

—Estoy cerca de un serio caso de hipotermia, Gem —reí uniendo nuestros brazos para comenzar a caminar en dirección a la entrada al subterráneo.

—Acabo de cortar con Harry... te manda un beso, y dice que te extraña.

—Sería bueno escucharlo de él y no de una paloma mensajera —suspiré recordando la última vez que habíamos hablado: antes de que se subiera al avión. La charla no había durado más de dos minutos y había consistido en un simple "estaremos bien" suyo y unas cuantas lágrimas de mi parte.

— ¿Acaso me parezco a una paloma, Veronica? —Carcajeó y me codeó al costado del estómago, haciéndome reír a mí también.

Caminamos por el famoso Underground, hablando de más cosas irrelevantes de las que podía contar. Gemma había resultado una gran distracción para mí, ya que a diferencia de Mer (y a pesar de definitivamente no ser neutra en la situación, siendo la mismísima hermana de Harry), elegía dejar el tema de lado e incluso se permitía bromear sobre eso.

Pagamos nuestros correspondientes boletos y nos sentamos en uno de los bancos del andén, dándonos cuenta de que habíamos llamado la atención de un grupo de chicas al lado nuestro, que sin disimulo alguno, comenzaron a sacarnos fotos. De la manera más educada posible, Gemma se levantó soltando un bufido y tomó mi mano para alejarnos de allí hacia otro banco.

Asentí, aún sin entender cuál había sido el problema en que nos estuviesen tomando fotografías. Habiendo conocido a Harry durante todo ese tiempo, ya estaba más que acostumbrada a eso y lo único que me molestaba era que me miraran mal, cosa que no parecían haber estado haciendo.

Nota mental: preguntarle qué rayos había sido eso.

El subte finalmente llegó y conseguimos asientos cerca de la puerta. Nos faltaban más de 6 paradas para llegar hasta nuestro destino y no podíamos dejar de reírnos por las estupideces que decíamos, ganándonos miradas fulminantes de los demás pasajeros del vagón.

— ¿De verdad hicieron eso? —Tapé mi boca para no reír de manera estrenduosa, y como era de esperar, fallé miserablemente. ¿Cómo no iba a reírme de una estúpida travesura que habían hecho los chicos de 5sos con Niall?

— ¡Sí, justo cuando empiezas a pensar que son maduros, bam, hacen algo estúpido! Pero creo que es por eso que me agradan —carcajeó—. Ya llegamos.

Levanté la vista para comprobar en el tablero que habíamos llegado a destino. Una vez más, me paré junto a ella y anclé nuestros brazos, dejándola arrastrarme por la desconocida estación. Rápidamente encontramos la salida y subimos las escaleras dando saltos para intentar entrar en calor.

—Estamos a tres cuadras, asegúrate de aguantar el frío —rió llevando su móvil a la oreja— ¡Hey, estamos afuera! ¿Puedes traernos los pases?... Sí, afuera... Sí. De verdad. ¡Sal, hace frío! Ok, adiós.

—Así que afuera, eh...

—Ugh, no preguntes. Odio esperar, y si no les miento, tardarán tres horas en venir a buscarnos. Probablemente ahora estén peleándose para decidir quién tiene que levantar el trasero para traernos los malditos pases, de seguro tengamos diez minutos de sobra.

—Pensé que simplemente entraríamos, hice eso la última vez. —Me encogí de hombros, intentando no reír por lo exagerada que Gemma sonaba.

—Hey, soy Styles pero no soy Harry Styles, no puedo entrar a cualquier lugar sin permiso —refunfuñó con gracia.

Llegamos al mismo lugar en el que los había visto con Harry tras haber caminado definitivamente más de tres cuadras, contrariando lo que mi supuesta guía había dicho. A pesar de faltar poco más de una hora para el concierto, muchas fans ya habían comenzado a hacer la fila para poder entrar.

— ¡Hey, ahí están! ¡Voy a matarte, Gemma Anne! —Exclamó Ashton, habiendo salido prácticamente de la nada. Gemma sonrió pícaramente y se giró a abrazarlo, pero él la esquivó, abrazándome a mí en su lugar— Hola, Ronnie, ¿cómo estás? Hicieron que me congelara, ¿crees que eso es gracioso? —Me retó al escuchar mi risa.

—No pasará otra vez —sostuve mi mano en el aire para darle más seriedad a mi promesa. Ashton rió y, finalmente, abrazó a Gemma.

Caminé hacia adentro detrás de ellos, que curiosamente seguían abrazados. Un guardia de seguridad los detuvo y Ashton le enseñó dos pequeñas tarjetas que colgaban en un collar. El guardia asintió e hizo un gesto hacia adelante, indicándonos que siguiéramos caminando por el pasillo hacia la próxima puerta negra que ya bien conocía.

La crucé tímidamente después de ellos, sintiéndome un poco fuera de lugar ya que mi cuñada (no tan cuñada en ese momento) los conocía de pies a cabeza y parecía tener una excelente relación con ellos y yo pasaba a ser la llamada "tercer rueda".

Los tres estaban sentados en el mismo sillón de cuero negro de la última vez, dejándome sin otra opción que ponerme melancólica y anhelar lo feliz que me sentía en ese momento. ¿Por qué todo me había pasado en tan poco tiempo? ¿Por qué la felicidad me había durado tan poco?

—Ronnie, gracias por invitarme a tu fiesta, eh... —Reclamó Michael levantándose del sofá caminando hacia mí.

—Yo no sabía... Quiero decir, Niall no me dijo...

—Está bromeando, tonta. —Acotó Luke desde su lugar, sacudiendo su mano en forma de saludo. Revoleé los ojos y fulminé a Michael antes de acercarme a saludar a Calum y sentarme junto a él. Miré a mi alrededor en busca de Gemma, pero para mi desgracia, no estaba en ningún lugar a la vista.

—Ohhhhh, ahora lo entiendo —pensé en voz alta.

¡Por eso Ashton y Harry "peleaban" constantemente! Gemma definitivamente estaba con él. ¿Cómo pude no haberme dado cuenta antes? Era tan obvio.

— ¿Entiendes qué? —Preguntó Calum.

— ¡Gemma y Ashton! Ahora entiendo por qué él y mi nov... por qué el y Harry discuten no tan en broma.

Calum rió incómodamente, comenzando su relato sobre la "relacion" en la que ellos estaban. No logré prestar mucha atención a su historia. Había estado distraída pensando en mi estúpida equivocación al haberme corregido en cuanto estuve a punto de decir "mi novio".

Me levanté de mi asiento y caminé hacia la mesa de aperitivos para servirme algo de beber, como si eso pudiera hacer que dejara de pensar al menos por un instante. Pronto sentí la presencia de una figura muy alta junto a mí, y supe inmediatamente de quién se trataba.

— ¿Estás bien? —Preguntó Luke tomando una banana del tazón de frutas. Asentí desinteresadamente y tomé un sorbo de agua— ¿Harry y tú están bien, verdad?

—Sí —mentí, y al mismo tiempo comprendí a Harry.

Lo comprendí por no haberle contado a su familia sobre nuestra pelea, por comportarse como si todo estuviera bien cuando en realidad era todo lo contrario.

Lo hacía porque se sentía una mierda admitir a otra persona que no estabas bien, que necesitabas un abrazo o ayuda. Porque a pesar de todo quieres seguir y por alguna razón piensas que pretender ser feliz te ayudará a serlo.

Mi humor mejoró increíblemente, en parte por mi "gran descubrimiento" sobre el comportamiento de Harry en el almuerzo del domingo, y en parte por lo agradable que estaba siendo mi conversación con Luke, aunque debía admitir que ésta última era la parte más influyente.

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¡Hola! ¿Cómo están? Espero que hayan tenido un día del amigo genial :) si es que fue el día del amigo en sus países, aunque creo que no, jajaja.

El capítulo siguiente va a tener el punto de vista de Harry que probablemente conteste dudas de muchas de ustedes, jeje, me duele que dejen de quererlo <\3 ¡Ámenlo!

Mmm creo que no tengo más que decir, so, no se olviden de comentar qué les pareció.

¿Qué creen que pasará en el concierto?

Este cap va dedicado a @solxdad porque morí de risa con la sugerencia de canción... "Hazme un hijo, Luke". ¡Espero que te guste!

Si me pediste que te dedicara un capítulo y todavía no te lo dediqué (perdón) comentá devuelta porque me olvidé en qué parte me habían pedido dedicaciones :(

Beeesos!

           cada vez queda menos de TWC, ¿final feliz o triste?

MAR
@moveitnarry

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