50. No quiero, no puedo

El hecho de saber —o no saber— lo que me esperaba aquella mañana, me aterrorizaba. Tenía que afrontar la situación tan pronto como pudiese, pero algo me retenía.

En cuanto saliera de la ducha y pisara mi habitación, me encontraría con Harry y ya no podríamos poner excusas: no era tarde, no estábamos cansados, ambos estábamos sobrios. Teníamos que hablar, y no había manera de evitarlo. Sí, mentiría si dijera que no había pasado la noche entera planificando o imaginando cómo sería nuestra conversación, pero ésto no significaba que estuviera totalmente lista para conversar.

Tenía demasiadas cosas que preguntarle, confesarle, pedirle, y como siempre, tenía cosas que callar si quería que todo saliera bien.

Entré cuidadosamente a mi cuarto mientras sujetaba mi cabello con una toalla. Suspiré al ver a Harry aún durmiendo en mi cama, abrazando una almohada como un niño pequeño. Ni siquiera se había molestado en quitarse la camisa o el jean para acostarse, lo que demostraba cuán fuera de sí había estado la noche anterior, habiéndome confesado en otras ocasiones cuánto odiaba dormir con ropa puesta.

Mientras intentaba ocultar mis enormes ojeras y lo hinchados que estaban mis ojos con capas y capas de maquillaje, escuchaba a Harry moverse entre las sábanas, clara señal de que estaba a punto de despertarse.

— ¿Cómo te sientes? —Pregunté mirándolo a través del espejo.

—Mal, muy mal —contestó casi sin voz y escondió su rostro con sus manos— ¿Tienes aspirinas o algo así?

"Al menos está hablándome" pensé mientras buscaba en los cajones de mi escritorio alguna pastilla que aliviase el dolor de cabeza propio de la resaca. Tuve que presionar mis labios para no comenzar mi cuestionario justo en ese momento, y por cómo él estaba mirándome, noté que sabía que estaba muriéndome de ganas de hablar.

Troté hacia la cocina por un vaso de agua para llevárselo devuelta a mi habitación, pero me detuvo a medio camino.

—Lo siento. —Confesó sujetándome por la cintura y mirándome con puro arrepentimiento. Le resté importancia sacudiendo mi cabeza y seguí el trayecto hasta la cocina; después de todo, no sabía por cuál de todas las cosas estaba pidiéndome perdón.

— ¿Quieres café? Puedo hacer panqueques. Si quieres.

—Ronnie. —"deja de hacerte la tonta": eso es lo que había ordenado con la sola pronunciación de mi nombre.

—No querías que me acercara y tampoco querías hablarme. No entiendo a qué viniste, Harry —suspiré sirviendo café en dos tazas. Me senté frente a él y mi vista comenzó a nublarse.

—No quería estar aquí —dijo tomando el primer sorbo, o mejor dicho, clavando una daga en mi corazón.

Me levanté de mi asiento sin haber probado mi bebida, depositando la taza en el fregadero. De repente mi estómago se había cerrado y sentía que vomitaría en cualquier momento, sin mencionar que las lágrimas habían comenzado a caer incesantemente por mis mejillas.

Harry se paró junto a mí, acariciando mi espalda de arriba abajo, como hacía cada vez que me sentía mal. Sin embargo, no funcionaría esta vez, nada haría que me sintiese mejor.

—Necesitamos estar... separados por un tiempo, Ronnie —susurró temeroso. No, no, no, por favor, no.

— ¿Cómo puedes decir eso? —sollocé—. No quiero estar sin ti, no puedo estar sin ti y te aseguro que no necesito estar sin ti.

—No creas que es fácil para mí.

—Suenas muy convencido de querer dejarme —dije y quité su mano de mi espalda, contrariando lo que en realidad quería: que me abrazara, que no me dejara ir.

—No quiero dejarte. No voy a dejarte, Ron. Mírame. —Negué con la cabeza repetidas veces, rehusándome a creer que todo estaba pasando de verdad. Esperando que todo fuese una pesadilla—. Te amo, Baldwin. Te amo, lo sabes. Tienes que saberlo, pero...

—Podemos hacer que funcione —lloré levantando la mirada y me giré hacia él, abrazando su torso con fuerza.

Detestaba no poder controlar mi llanto, no había nada que me hiciera sentir más débil que desarmarme frente a los demás, pero al fin y al cabo siempre lo hacía... Porque eso era, débil y dependiente.

Dependiente del chico que estaba parado frente a mí, abrazándome y consolándome, asegurándome que pronto estaríamos mejor.

Dependiente de lo fuerte e irreversible que era mi amor por él, dependiente de su ronca voz y de su estúpido sentido del humor.

Dependiente de los pocos defectos que había notado durante nuestro tiempo juntos, débil por él en toda su esencia.

—Mamá y Robin vendrán a almorzar para despedirme. Deberías venir, sería raro que no estuvieras. —Habló después de severos minutos, justo en cuanto terminé de llorar.

¿Sería raro que no estuviera? ¿Estás invitándome por compromiso? —Pregunté realmente incrédula, tomando varios pasos de distancia—. ¿Cómo quedamos, Harry? Estoy demasiado confundida. Primero me dices que quieres un tiempo, después me aseguras que no vas a dejarme y ahora vuelves a lo mismo.

—Son sólo dos semanas —suspiró exhausto.

¿Por qué parecía no dolerle de la misma manera que me dolía a mí? Sí, yo había estado mal, pero ¿qué había causado que se centrara tanto en la idea de "separarnos"? ¿Por qué no podía superar nuestra pelea?

Quedé sin palabras. Lo único que hice fue cambiarme de atuendo y volver a maquillarme para lucir presentable frente a mis ¿suegros?

Ya no sabía qué eran para mí, no sabía qué éramos Harry y yo.

— ¿Estás lista?

"No" pensé. Contradije a mi subconsciente asintiendo con la cabeza después de entregarle las llaves de mi auto.

Aún quería que me contara qué había hecho la noche anterior, pero me sentía fuera de lugar para preguntarle algo así. Muchas veces me había sentido incómoda frente a Harry, pero jamás de la manera en que me sentí durante todo el camino hacia su casa.

Llegamos después de largos minutos de ignorarnos el uno al otro, en completo silencio. Estacionó el auto en su enorme porche y caminé insegura hacia la gigantesca puerta principal. El auto negro estacionado junto al mío me decía que su familia ya estaba dentro, y honestamente, no quería estar ahí. Los adoraba, pero estaba segura de que no podría actuar tan bien como la última vez que los había visto.

— ¡Ma! ¡Ya llegamos! —Anunció Harry mientras cruzábamos el umbral. Anne apareció con su característica sonrisa de oreja a oreja, contagiándome su felicidad automáticamente.

— ¡Ronnie, qué bueno verte! —Canturreó abrazándome tan fuerte que casi me deja sin aire.

—Eh, gracias, mamá.

—Ven aquí —Le dijo a su caprichoso hijo, caminando hacia él con los brazos abiertos de par en par. No sé de dónde salió mi energía para sonreír de la manera en que lo estaba haciendo, pero comenzaba a agradecer el estar ahí, porque me servía para dejar de pensar en la situación de mierda que estaba viviendo.

Nos ubicamos en el living room mientras Anne terminaba de preparar la grandiosa comida. Robin parecía interesado en mi graduación y no paraba de preguntarme sobre mi carrera, las materias, los profesores, y demás cosas que me significaban ser universitaria. Harry se había sentado en el sillón de enfrente, lejos mío, y cambiaba de canal de televisión desinteresadamente mientras escuchaba mis distraídas respuestas. Al parecer, la única que podía lograr distendernos era su mamá.

—Llego la alegría —Habló Gemma, depositando sus llaves en la pequeña mesa ratona en el medio de la sala—. Hola, enano.

—Sal de aquí —rió Harry, rechazando juguetonamente el abrazo de su hermana.

—No tienes sentimientos —le reprochó. Tragué en seco y pestañeé varias veces— Ron, voy a ayudar a mamá. Vienes.

No pude decir que no, ya que había sonado como una orden más que como una pregunta. Me levanté del sillón disculpándome con Robin por no poder continuar nuestra charla, y seguí a Gem por el interminable pasillo, que de más está decir, estaba lleno de recuerdos para mí.

— ¿Están bien? —Me preguntó antes de abrir la puerta. Negué con la cabeza y sonreí débilmente— Oh, Ronnie, lo siento tanto...

—No te preocupes, Gem —Contesté intentando mantenerme firme y fuerte.

No pude.

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Ow x2 :(

Sí, estos capítulos son bastante tristes, perdón perdón perdón perdón :(

Como dije varios caps atrás, no queda mucho de TWC y ya empecé la segunda temporada (a planearla, al menos), ¡Se va a llamar Where We Are! (Sí, como la gira), ya hice la portada y es la que está acá ----->

¿Les gusta?

Volviendo al presente, ¿por qué creen que Harry haya insistido tanto en tomarse "un tiempo"?

¿Qué hubieran hecho estando en el lugar de Ronnie?

Yo si fuese ella, le diría "querés tiempo? Me gasté la vida en un reloj para vos, ahí tenés tiempo" y portazo en la cara. Soy muy ruda (?)

ARGENTINA EN LA FINAAAAAL. NO LO PUEDO CREEER.
QUE MANERA DE SUFRIR, POR DIOS. INCREIBLE. GRACIAS POR TANTO ♥♥♥

Capítulo dedicado a @Andrea_ep1D porque amé sus últimos comentarios y es una gran lectora ♡ Espero que te guste :)

También dejo el video de una canción que escuché mientras escribía el cap, se llama High Hopes y es de Kodaline :)

Creeeeo que no tengo nada más que decir, siempre me voy de tema y esta "nota de autor" termina siendo más larga que el capítulo jajaja.

Gracias por todos los votos y comentarios de siempre ♡♡♡

Besoooos.

MAR

              @moveitnarry

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