Meredith y yo comparábamos nuestras radicalmente diferentes experiencias del último día de San Valentin. Ella y Chad habían ido por el camino más difícil: la cita realmente romántica y cursi en un elegante restaurante, mientras que Harry y yo nos habíamos quedado dormidos en el sofá mirando una película en la sala de estar de su casa. Muy, muy romántico. Por fortuna, mi casi ataque de pánico al escuchar la palabra novio salir de su boca había llegado a su fin y me sentía perfectamente cómoda con la etiqueta, por muy innecesaria que me pareciera.

Reíamos a carcajadas viendo lo diferente que éramos en lo que a relaciones respectaba, aunque ella se encargó de hacerme saber que, y cito, "de ninguna manera se pondría de novia con Chad".

Era viernes por la tarde. Habíamos decidido organizar una pequeña "juntada" con algunos compañeros de nuestra clase de Estrategia, la única que habíamos podido compartir en todo ese semestre, en la que habíamos congeniado con un gran grupo. Lo pequeño quedó en el olvido en cuanto Meredith decidió invitar a más personas y me convenció de decirle también a los chicos, transformando nuestra reunión universitaria, en la que sólo ordenaríamos pizzas y tomaríamos cervezas mientras recordábamos momentos de los últimos años, en una fiesta en mi diminuto apartamento. Genial.

Ordenábamos bailando al ritmo de la música del iPod de mi mejor amiga, el cual tenía música increíblemente aleatoria, yendo desde Britney Spears a Coldplay o de Miley Cyrus a los Beatles, pero así de raras éramos nosotras y así de amplio nuestro gusto musical. Optamos por correr todos los muebles contra las paredes, dejando sillas y ubicando los sillones para que no estorbaran, pero que a la vez la gente pudiera sentarse. No tenía idea de cómo iban a entrar las casi veinticinco personas que nos habían confirmado su asistencia, sin embargo, sabía que sería una gran noche.

Instalamos luces de navidad para crear un ambiente más lindo y nos encargamos de guardar cualquier objeto que pudiera llegar a terminar en el piso. Elegimos nuestros atuendos tras severos minutos de indecisión. Un vestido de manga larga color cereza fue lo mejor que pude encontrar, y se veía genial acompañado de un blazer negro y medias negras. Tenía que sacar ventaja de que el "evento" fuese en mi casa, y en vez de usar unos molestos tacos altos, me coloqué mis vans negras.

Mer optó por un jean de color negro, una camisa de aviador verde militar y sus amadas botas beiges. Estaba lindísima y más aún cuando terminé de maquillarla. 

— ¡Yo voy! —Exclamó levantándose del asiento y corrió a ver quién había tocado el timbre. Terminé de retocar mi maquillaje y cerré la puerta de mi cuarto— ¡Ron, ayuda!

Carcajeé al ver a mi amiga tambaleándose con las incontables cajas de pizzas en sus manos, tratando de no arruinar nuestra comida. Troté hacia ella y tomé algunas para ayudarla a depositarlas en la mesa. Sin dudas, la tarde había pasado volando.

"¡Estamos abajo! Xx"

—Ya subo, Liam y Harry llegaron. —Le informé e ignoré su sonrisa de fangirl antes de atravesar el umbral de la puerta principal y correr escaleras abajo hacia el lobby de mi edificio.

Sonreí como una idiota enamorada al verlo frente a mí, vistiendo sus típicos jeans ajustados y una simple remera blanca con pequeños dibujos de manos de mujer. Estaba perfecto. Era perfecto. Probablemente congelándose, pero perfecto en fin.

—Wow. —Dijo con una expresión que no supe deducir, mirándome de arriba a abajo sin disimulo alguno. Mi sonrisa desapareció.

— ¿No te gusta? —Pregunté haciendo una mueca.

—Estás hermosa, Veronica. No tienes idea de cuánto quiero arranc-

— ¡Ronnie! —Exclamó Liam al aparecer detrás de Harry, interrumpiendo su inevitable comentario fuera de lugar, pero que había logrado hacerme sonrojar de todas maneras.

— ¡Payne! Desapareciste, eh. No me agradas. —Refunfuñé en el medio de nuestro abrazo.

—Sabes que me amas. Hey, con Harry tuvimos una gran idea para evitar que te canses de subir y bajar a recibir a todos los invitados, ¿quieres que Paddy se quede aquí, en la entrada? Estoy seguro de que no tendrá problema. —Habló, como de costumbre, casi sin tomar un respiro. Jamás entendería cómo hacía para hablar tan rápido.

—Pero hace frío, ¿estás seguro? —Cuestioné y él se encogió de hombros asintiendo—. Eh, entonces, claro. Pero mejor que se quede dentro, en el hall. Gracias.

—Ya subo. —Dijo y arrebató las llaves de mi mano para correr hacia el auto de Harry.

Tomé la mano de mi novio y lo arrastré por las escaleras hacia mi apartamento. Mer lo saludó con la misma sonrisa de hacía unos minutos y Harry la ayudó a configurar la música. Discutieron sobre alguna que otra canción, mientras yo admiraba desde lejos lo perfectos que eran y cuánto agradecía tener personas así en mi vida.

Miré mi mano sostener uno de los característicos vasos rojos y supe que no debía tomar tanto esa noche, de lo contrario me volvería una estúpida melancólica y cursi. Nadie quería eso, puedo asegurarlo.

— ¡¡WEASLEY!! —Gritó Louis al entrar detrás de Liam. "Por eso tardó tanto en subir, estaba esperándolo"  me explicó mi mente— Wow... Gran fiesta... —ironizó mirando a su alrededor, comprobando que sólo éramos nosotros 5.

—Cállate, Louis. —Golpeé su brazo y él me abrazó. Durante los primeros segundos intenté quitar sus brazos de mi cintura, pero terminé rindiéndome al darme cuenta de que lo había extrañado... Un poco—. A ustedes les dije que vengan antes así comíamos, pero estás más que invitado a irte y volver en dos horas, no te preocupes. Estaremos bien sin ti.

—Nah, me gusta la pizza.

Poco a poco mi living room comenzó a llenarse, y me encargué de presentar a todos con todos, pero terminé por agotarme del constante "Dan, Harry, Louis. Louis, Harry, Dan" "Rachel, Liam, Liam, Rachel" (por ejemplificar) y simplemente me dediqué a conversar con Nick y Jade, una pareja con la que había compartido dos clases durante los últimos dos semestres de la carrera.

—Veo que conseguiste un novio para ti,

¿eh? Oh, aunque de seguro le pagas. —Bromeó Nick abrazando por la cintura a su novia, que suavemente acariciaba su brazo.

— ¿De qué otra manera me soportaría? —Reí tomando otro sorbo de quién sabe qué bebida.

—Esto es genial, Ronnie. Me alegra que hayas hecho algo así antes de graduarnos oficialmente. —Se agregó Richard a la conversación.

—Sí, yo también. Espero que no siga viniendo gente o de otra manera este lugar se caerá.

Dejé las risas de los tres detrás de mí y ubiqué a Styles sentado en el sillón junto a otro compañero mío —del que honestamente no recordaba el nombre— aunque no parecía estar prestándole mucha atención a la conversación o así lo delataban sus ojos, que miraban hacia la nada. Acaricié su nuca y me senté en su regazo (lo que el chico tomó como señal para marcharse), pero él seguía con el ceño fruncido.

— ¿Pasa algo? —Pregunté, rogando internamente que la respuesta fuese no. No obtuve más que una sacudida de hombros en respuesta, aún con la mirada ida, por lo que pensé bien mis palabras antes de volver a hablar— Prometo que en cuanto esto termine seremos sólo tu y yo. Sé que estamos siendo interrumpidos desde que llegaste pero, hey, son nuestros amigos.

—No, no, no es nada de eso, amor. No te preocupes, perdona si te hice pensar que estoy así porque estás hablando con tus amigos. Ese no soy yo, tienes que saberlo. Es sólo que... eh... —pareció pensar por un instante, pero decidió unir nuestros labios en vez de continuar. Sonreí sobre los suyos y lo acerqué imposiblemente más a mí, encargándome de acelerar el ritmo del beso. Sus manos acariciaban mi cintura y espalda, erizando con cada movimiento la piel debajo de mi vestido.

—Wow, wow, wow, ¿Qué es esto? ¿Una porno? —Escuché detrás nuestro una voz particularmente alta, con un acento irlandés inconfundible. Me sonrojé de sólo saber que alguien nos había visto y me levanté para acomodar mi vestido y saludar a Niall— perdón por llegar tarde. ¡Gran fiesta! Traje a Ashton y Luke, espero que no te moleste.

—Oh, para nada —fingí una sonrisa. Claro que vendría con ellos.— hay pizza en la mesa, si quieres. ¿Cómo has estado?

—Ya estuve ahí, preciosa —me guiñó el ojo y reímos— muy bien, sé que tú también. ¡Felicitaciones por ser super nerd!

Como Niall y Harry no se cansaban de molestarme, emprendí un recorrido por mi sala, saludando a los que aún no había visto y recogiendo los vasos y botellas del piso a medida que avanzaba.

— ¿Necesitas ayuda?

Cerré los ojos con ira y volteé, sabiendo perfectamente a quién me encontraría. En la oscuridad, sus ojos azules parecían negros y me miraban expectantes.

—Claro. —Reprimí todo tipo de comentarios que revoloteaban en mi cabeza y le alcancé una gran cantidad de vasos— Por aquí.

—Ronnie...

— ¿Sabes qué, Luke? —lo interrumpí al llegar a la cocina y encendí las luces— Me cansas, de verdad. Te dije que ya pasó y por alguna razón sigues molestándome con esto, así que te sugiero que te vayas si no dirás algo productivo, ¿eh?

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Capítulo dedicado a @andy_berenice ♡

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¿Qué creen que le pasa a Harry? ¿Y a Luke? ¿Estuvo bien Ronnie en contestarle así?